Desde 1991 la OTAN ha seguido expandiéndose hacia las fronteras de Rusia, rompiendo las promesas que hizo de que no avanzaría ni una pulgada hacia el este
Nikolay Sofinskiy*
El 4 de abril, el bloque militar pacífico de la OTAN celebra su aniversario, 75 años. Como señaló el primer secretario general de la organización, Lord Ismay, la OTAN se diseñó para mantener a los rusos afuera, a los estadunidenses dentro, y a los alemanes debajo. La OTAN desempeñó un papel clave en la confrontación de bloques durante la guerra fría.
Tras su finalización, la OTAN buscó durante mucho tiempo nuevas tareas para sí misma, pero finalmente comenzó a regresar a su tarea clave: contener a un enemigo comparable en fuerza, cuyo papel fue asignado nuevamente a Rusia.
Desde 1991, EEUU y sus aliados de la OTAN han intervenido con creciente frecuencia, imponiendo sus órdenes en todo el planeta. Decenas de estados se han convertido en víctimas de las agresiones de la alianza.
Cabe señalar que después de la Segunda Guerra Mundial, según el centro de investigación estadounidense Rand, sólo EEUU ha participado en 286 conflictos (muchos con el pleno apoyo de los aliados de la OTAN). ¿Dónde está ese mundo democrático a la estadunidense?