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lunes, 20 de enero de 2025

El aparente impulso de Trump a favor de un alto al fuego en Gaza solo magnifica la maldad de Biden

La facilidad con que el presidente electo de Estados Unidos ha obligado a los dirigentes israelíes a alinearse ha quemado la última hoja de parra que podía justificar que los demócratas alguna vez estuvieron interesados en hacer algo más que ganar tiempo.

Samuel Geddes, Al Mayadeen

Según fuentes regionales, el “gran avance” de esta semana en las negociaciones para un alto al fuego que puso fin a la campaña genocida contra Gaza se produjo tras una única intervención del enviado designado por el presidente electo de Estados Unidos, Trump, Steve Witkoff, en la que ordenó al gobierno de Netanyahu que capitulara. Si bien podemos ser escépticos con respecto a la costumbre de Trump de atribuirse el mérito de cualquier avance, esto fue corroborado por los miembros de extrema derecha del gobierno israelí, que estallaron en el tipo de rabietas por las que ahora son mundialmente famosos, y enmarcaron el acuerdo como un desastre impuesto a “Israel” por la administración entrante.

Si bien es un alivio bienvenido, la imposición del cese del fuego a "Israel" por parte de Trump también pone claramente de relieve la inutilidad del último año y medio de matanzas, así como la regionalización de la guerra en Cisjordania ocupada, Líbano, Siria, Irak, Irán y Yemen.

Tras la Operación Diluvio de Al-Aqsa, Biden, mientras repetía como un loro la propaganda atroz de "Israel" sobre bebés decapitados en hornos, dio a Netanyahu carta blanca para declarar la guerra total contra el pueblo de Gaza. Cuando se hizo evidente la escala única de las atrocidades en la Franja, Biden procedió, mediante su débil embajadora ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, a proporcionar cobertura diplomática al genocidio en el Consejo de Seguridad. En un intento de igualar a sus representantes europeos, Estados Unidos vetó todas las resoluciones que pedían el fin de la carnicería, esforzándose claramente por inventar nuevas objeciones para desviar la indignación mundial ante un cinismo tan despiadado.

Ucrania y el legado de Biden


Nahia Sanzo, Slavyangrad

En sus últimas horas al frente de la administración estadounidense, Joe Biden, su equipo y sus aliados mediáticos continúan realizando un enorme esfuerzo para resaltar sus éxitos, jactarse de sus proezas y, en algunos casos, limpiar su imagen. Tanto Biden como Blinken tratan, por ejemplo, de añadir a la columna de éxitos de su gestión el alto el fuego pactado en Gaza y que debe comenzar el domingo. La exaltación de la paz, inexistente en estos momentos en los que las tropas israelíes aprovechan las últimas horas para intensificar sus bombardeos y a unos días de que se retorne a una situación de ausencia de guerra, pero no de conflicto, destrucción y miseria, tiene mucho de relato y apenas soporta preguntas básicas. Israel ha aceptado en esta ocasión el mismo acuerdo que Hamas ya aceptó el pasado mayo y que, en aquel momento, la Casa Blanca presentó como una propuesta propia pero con la colaboración israelí. La administración Biden, que ha insistido repetidamente en que trabajaba “sin descanso” para lograr un alto el fuego que liberara a los rehenes israelíes -el bienestar de la población palestina de Gaza siempre ha sido secundario y no ha habido especial preocupación por los rehenes palestinos encarcelados sin cargos pero en condiciones draconianas en prisiones israelíes- ha tardado siete meses en lograr que Israel aceptara una propuesta en la que supuestamente había participado.

Denostada incluso por una parte de su población, la política estadounidense hacia Israel y Palestina se ha vinculado tan férreamente a la postura israelí que los intentos de Biden y Blinken de presentar a su actuación como constructiva son cada vez más difíciles de creer. No es de extrañar así que el aún presidente de Estados Unidos quiera centrarse en enaltecer su política en relación con el otro gran conflicto bélico de estos años, la guerra de Ucrania, en la que sigue existiendo una mayoría en Estados Unidos que considera que su país se ha colocado en el lado correcto de la historia y defiende la continuación del suministro militar para minar las capacidades de un enemigo histórico como Rusia. La escasa oposición que ha existido a la participación indirecta de Estados Unidos en la guerra, que se limita a cuestiones de coste económico y no a posturas favorables a Rusia, permite tratar el conflicto con una frivolidad que, ante las imágenes de muerte y destrucción masiva, es imposible en el caso de Oriente Medio.

sábado, 18 de enero de 2025

Guerra hasta el último minuto


Nahia Sanzo, Slavyangrad

Con el tiempo sobre la bocina, a cuatro días de que Joe Biden pueda dedicarse por primera vez en décadas íntegramente a su familia y de que Antony Blinken o Jake Sullivan regresen al mercado laboral de la consultoría privada o al activismo del sector de los grupos de presión o think-tanks, la administración Demócrata continúa realizando todos los esfuerzos en su mano para garantizar que Ucrania pueda continuar luchando contra el enemigo común, Rusia, mientras lo considere necesario y al margen de las intenciones de la nueva administración de la Casa Blanca. El objetivo es que las autoridades de Kiev dispongan de buenas cartas a la hora de negociar con el equipo de Donald Trump en el momento en el que Mike Waltz y Keith Kellogg logren dar forma de propuesta a las ideas que actualmente presentan en los medios de comunicación y que no hay posibilidad de saber en qué medida se corresponden con las del presidente electo. Desde el punto de vista de la actual administración Demócrata, la OTAN y la Unión Europea, Ucrania necesita fortaleza para enfrentarse a dos tipos de negociaciones: una con Estados Unidos para determinar su apoyo, que marcará el tipo de diplomacia a la que aspira Washington y en qué medida la fuerza en la imposición de la paz, y otra posterior con Rusia. La primera negociación depende exclusivamente de que Kiev disponga de las garantías de recursos económicos para continuar la guerra al margen de Estados Unidos. En otras palabras, los países europeos y la administración Demócrata buscan que Ucrania no se quede sin recursos en caso de una posible amenaza de corte o reducción de los suministros o asistencia financiera estadounidense. La fortaleza relativa en la segunda, por el contrario, se mide en la capacidad de los países occidentales de financiar a Ucrania y minar las capacidades rusas para lograr un desequilibrio de fuerzas que favorezca a Kiev, algo que, a día de hoy, solo puede conseguirse a largo plazo con una mezcla de escalada militar y profundización de la guerra económica.

jueves, 16 de enero de 2025

El legado de Biden: la guerra energética global que amenaza a Europa


Clara Statello, L'Anti diplomatico

Mientras Los Ángeles arde, el presidente Joe Biden deja atrás la amenaza de una crisis energética que corre el riesgo de adquirir proporciones globales. La administración saliente ha aprobado el último paquete de sanciones contra la Federación Rusa, destinadas a aniquilar su economía, golpeándola en el corazón: el sector energético.

La "medida radical" sigue el camino trazado en 2022 con la imposición del precio máximo del petróleo ruso. Es la culminación de una serie de medidas destinadas a cortar los ingresos energéticos de Moscú. En particular, pretende castigar a aquellas entidades que permiten eludir las sanciones occidentales, por ejemplo los llamados “comerciantes opacos” y la “flota en la sombra”.

Han acabado en la lista negra del Tesoro de Estados Unidos:
  • Las dos principales empresas rusas, Gazprom Neft y Surgutneftgas , junto con todas sus filiales en Rusia y en el extranjero. En 2024, ambos exportaron 970 mil barriles diarios de crudo por vía marítima. También en la lista de la OFAC está SNGB , el banco comercial de Surgutneftgas.
  • 183 barcos, en su mayoría petroleros, considerados parte de la llamada "flota en la sombra".
  • Las compañías de seguros Ingosstrakh Insurance Company (Ingosstrakh) y Alfastrakhovanie Group (Alfastrakhovanie), acusadas de asegurar petroleros que transportaban productos petrolíferos rusos.
  • La red de Black Pearl Energy Trading LCC , con sede en los Emiratos Árabes Unidos, que incluye una serie de personas y entidades con sede en Rusia, los Emiratos Árabes Unidos y Hong Kong. Serían comerciantes opacos del petróleo ruso.
  • Más de 30 proveedores de servicios petroleros.
  • 13 altos directivos y altos funcionarios gubernamentales del sector energético, entre ellos el director general de Gazprom Neft, Aleksandr Valerievich Dyukov , el director general de LUKOIL, Vadim Nikolaevich Vorobiev y el director general de Rosatom, Alexey Evgenevich Likhachev.

martes, 14 de enero de 2025

El legado genocida de Biden no será olvidado


Norman Solomon, Common Dreams

Así como Biden se negó a reconocer la limpieza étnica y el asesinato en masa que hizo posibles en Gaza, los demócratas cooperaron con el silencio u otros tipos de evasión.

Cuando se conoció la noticia durante el fin de semana de que Biden acababa de aprobar un acuerdo de 8.000 millones de dólares para enviar armas a Israel, un funcionario anónimo prometió que «continuaremos proporcionando las capacidades necesarias para la defensa de Israel». Tras los informes del mes pasado de Amnistía Internacional y Human Rights Watch que concluían que las acciones israelíes en Gaza eran genocidio (chocolate por la noticia), la decisión de Biden fue un nuevo mínimo para su presidencia.

Es lógico centrarse en Biden como individuo y en sus mandantes. Sus decisiones de seguir enviando enormes cantidades de armamento a Israel han sido cruciales y calamitosas. Pero el genocidio presidencial y la aquiescencia activa de la gran mayoría del Congreso son igualados por los medios de comunicación dominantes y la política general de los EEUU.

Cuarenta días después de que comenzara la guerra de Gaza, Anne Boyer anunció su renuncia como editora de poesía de la revista The New York Times. Más de un año después, su declaración ilumina por qué la credibilidad moral de tantas instituciones liberales se ha derrumbado a raíz de la destrucción de Gaza.

lunes, 13 de enero de 2025

El legado económico de Biden


Dean Baker, Counter Punch

Catherine Rampell ha llevado a cabo una evaluación bastante sombría del legado económico de Biden en una columna publicada esta semana en el diario Washington Post. Por desgracia, me inclino a estar de acuerdo con gran parte de ella, pero creo que se le escapó lo más importante: el compromiso con el pleno empleo.

Empecemos por los temas en los que lleva razón. En primer lugar, Biden consiguió muy poco en términos de expansión del Estado de Bienestar social. Sí consiguió la ampliación de la desgravación fiscal por hijo, que redujo la pobreza infantil a la mitad, pero terminó después de 2021. Biden esperaba poder hacer permanente la desgravación, o al menos ampliarla varios años más, pero en el Senado la bloqueó Joe Manchin [senador de la derecha demócrata que solía votar con los republicanos] quien declaró que le preocupaba que los padres lo utilizaran para comprar drogas. Una vez que los republicanos se hicieron con el control de la Cámara en 2023, la medida acabó muerta.

Biden consiguió que los subsidios fueran más generosos en los intercambios establecidos por la Ley de Asistencia Asequible [Obamacare]. Esto contribuyó a reducir el número de personas sin seguro médico a un mínimo histórico, pero es probable que el Congreso republicano revierta la medida el año que viene. Esto dejará poco legado duradero aparte de la evidencia de su éxito, como es el caso de la ampliación de la desgravación fiscal por hijos.

martes, 7 de enero de 2025

Biden, desesperado, ignora el precedente al armar al PPD

Para alguien que a menudo se presenta como una figura con una visión más globalizada e integrada que su rival, Donald Trump, Joe Biden ha adoptado claramente un enfoque hipócrita en sus últimos días en el cargo.

Hamzah Rifaat, Al Mayadeen

El presidente estadounidense Joe Biden tiene previsto dejar paso al presidente electo Donald Trump en enero de 2025. Sin embargo, su salida está marcada por unas calificaciones abismalmente bajas en el país, lo que se debe en parte a la mala gestión de su administración del genocidio de "Israel" en Palestina.

Ahora, el presidente caído en desgracia está tratando desesperadamente de revertir su caída interna ideando trucos de política exterior. El último implica la luz verde a una ayuda militar por valor de 571 millones de dólares para los separatistas del Partido Progresista Democrático (PPD) en Taiwán. Esto ha socavado una vez más el "principio de una sola China" al que se adhiere Estados Unidos, así como los precedentes establecidos en los comunicados conjuntos anteriores entre los dos países.

Esto no es más que desesperación por parte del saliente Joe Biden, que ha intentado responder a la desaprobación interna adoptando medidas que socavan los vínculos entre Estados Unidos y China. Esto también es evidencia de un enfoque miope y de miras estrechas, que insinúa una autodestrucción.

viernes, 29 de noviembre de 2024

La "Realpolitik" lejos de la realidad


Andrea Zhok, L'Anti Diplomatico

En EEUU, el presidente Biden, derrotado y repudiado por su propio entorno al no ser apto para continuar en el papel de liderazgo, ha dado permiso a Ucrania para utilizar sus misiles ATACAMS de largo alcance (300 km) para atacar objetivos en el territorio de Rusia.

La posición estadounidense fue seguida de cerca por Francia, que permitirá el uso en profundidad de sus misiles SCALP, y por el Reino Unido, que permitirá el uso de sus STORM SHADOW.

Desde el primer día del conflicto ruso-ucraniano o, si se prefiere, de la "operación especial", quedó claro para todos aquellos que no eran de mala fe que una derrota militar de Rusia por parte de Ucrania y la OTAN sólo era concebible en forma de Tercera Guerra Mundial. Nadie podría pensar ni por un minuto que si Rusia se encontrara en serias dificultades en el campo de batalla de una guerra convencional simplemente aceptaría una derrota estratégica en su propio territorio. La única posibilidad de derrota de Rusia que no se produjo a través de un holocausto nuclear era un colapso económico debido a las sanciones, pero una vez que ese camino resultó intransitable, el camino de la abrumadora militar quedó obviamente cerrado. Un imperio del tamaño del ruso no puede mantener un control central generalizado sobre todos sus territorios.

martes, 12 de noviembre de 2024

Biden y la presencia estadounidense en Ucrania


Nahia Hanzo, Slavyangrad.es

Al margen de cuáles fueran los resultados, y han sido negativos para la administración vigente, la finalización del periodo electoral abría el pasado miércoles una fase en la que Joe Biden, conocedor de quién será su sucesor dispone de un tiempo en el que ya no se arriesga a perder votos y podría actuar, dentro de los límites constitucionales, con una libertad de la que ha carecido hasta ahora. En preparación de ese periodo, varios medios publicaron propuestas sobre cómo “acertar en Ucrania” en los 76 días que restarían de mandato Demócrata hasta la investidura de Trump. Dependiendo de los resultados y mostrando un mínimo de respeto a la voluntad de la población -que, en política exterior, debían elegir entre dos candidaturas con visiones marcadamente diferentes-, Timothy Garton Ash proponía que, en caso de victoria de Harris, Biden aprovechara este tiempo para ofrecer a Ucrania la invitación de acceso a la OTAN según la opción alemana, es decir, en sus fronteras de facto. En caso de derrota Demócrata, como finalmente ha sucedido, el historiador británico, tan implicado en la causa ucraniana que la pasada semana realizó un acto de promoción de su libro en “la asediada Járkov” (la ciudad de Járkov no se encuentra asediada desde la primavera de 2022), daba Ucrania por perdida.

Contra ese pesimismo, The Washington Post realizaba una propuesta más ambiciosa a Joe Biden incluso en caso de derrota de Kamala Harris. Invitar oficialmente a Ucrania a adherirse a la OTAN no sería viable, ya que Donald Trump paralizaría esa entrada -por no hablar de que varios países miembros de la Alianza, entre ellos Alemania, son contrarios a la adhesión, un detalle importante en el que el artículo no incide-, pero sí sería posible levantar el veto al uso de misiles occidentales de largo alcance contra territorio ruso. La lógica es simple: en algo más de dos meses, Trump podrá revertir ese permiso, pero para entonces Ucrania habría aprovechado el tiempo atacando los objetivos prioritarios. Quizá, el hecho de que incluso el Pentágono haya desaconsejado esta opción tras constatar que el blanco principal, la aviación estratégica rusa, ha sido trasladada a zonas más allá del rango de los célebres ATACMS estadounidenses o los Storm Shadow británicos sea un aspecto a tener en cuenta.

domingo, 13 de octubre de 2024

Trump, Biden y la continuidad del imperio


Maciek Wisniewski, La Jornada

1. Después de haber traicionado casi todas sus promesas electorales progresistas y girado a la derecha, retomando y continuando muchas de las políticas internas de Trump que él mismo criticaba −por ejemplo, las políticas migratorias (t.ly/Riwnv, t.ly/PNB6)− e igualmente después de un bizarro episodio de “trumpificación en tiempo real”, cuando el presidente se negaba a abandonar, debido a su avanzada edad, la contienda electoral dando “pataletas” dignas de su predecesor (t.ly/BoDrt), finalmente queda claro que la política exterior de Joe Biden se entiende igualmente mucho mejor en términos de continuidad, no ruptura, con Trump.

2. Si bien en años pasados había toda una legión de analistas que trataban de tildar −incorrectamente− la política exterior de Trump como “aislacionista”, hablando de allí, por vía de asociarlo con ciertas corrientes aislacionistas filonazis estadunidenses, incluso de una suerte de “fascismo aislacionista” de Trump (t.ly/mCMM2), la mejor manera de entender toda su “geoeconomía” es, tiene razón Adam Tooze (t.ly/ovWnC) −que igualmente apuntando con razón a las radicales diferencias del contexto histórico se opone a las comparaciones de Trump al fascismo empujadas por los círculos liberales (t.ly/WJHSz)−, verla como una suerte de “revisionismo”, no de “aislacionismo”

viernes, 19 de julio de 2024

Seymour Hersh: ¿Quién gobierna Estados Unidos?

La verdadera desgracia no es sólo Biden, sino los hombres y mujeres que lo rodean y que lo han mantenido cada vez más oculto. Es un prisionero, y se ha ido debilitando rápidamente en los últimos meses

Seymour Hersh, Pearls and Irritations

Es sabido que Biden lleva meses sin saber qué hacer, ya que él y sus asesores de política exterior han instado a un alto el fuego que no se producirá en Gaza, mientras siguen suministrando armas que hacen que ese alto el fuego sea menos probable. Existe una paradoja similar en Ucrania, donde Biden ha estado financiando una guerra que no se puede ganar y se ha negado a participar en negociaciones que podrían poner fin a la matanza.

La realidad detrás de todo esto, como me han dicho durante meses, es que el presidente simplemente ya no está en condiciones de comprender las contradicciones de las políticas que él y sus asesores de política exterior han estado llevando a cabo. EEUU no debería tener un presidente que no sepa lo que ha aprobado. Las personas que están en el poder tienen que hacerse responsables de lo que hacen, y en el debate con Trump le mostramos a EEUU y al mundo que tenemos un presidente que claramente no está en esa posición hoy.

lunes, 1 de julio de 2024

En el debate presidencial de Trump y Biden quedó claro que la democracia estadounidense es como un episodio de Beavis y Butt-Head


Alexander Dugin, Mente Alternativa

En los años 1990, la caricatura animada “Beavis y Butt-Head” dirigida por Mike Judge era popular en los Estados Unidos y Rusia. Sus héroes eran dos adolescentes estadounidenses con retraso mental, que se decían groserías el uno al otro y expresaban un pensamiento absurdo tras otro, incapaces de resolver ninguna situación doméstica. Sin embargo, a pesar de su total inutilidad e insensatez, sobrellevaban la vida de algún modo.

Cada vez que una serie de acciones idiotas los llevaban al borde del desastre total, un accidente igualmente ridículo o una ruptura en la lógica de los acontecimientos los salvaba, dándoles otra oportunidad. Pero la desperdiciaban de inmediato y el patrón se repetía. Fracaso tras fracaso, a partir de decisiones completamente equívocas, los personajes rompían todas las conexiones lógicas posibles y, al final del día, se sentaban en un sofá frente al televisor a ver vídeos de heavy metal en los que hombres con cuernos y guitarras eléctricas devoraban cabras o mujeres vivas.

Lo que el mundo vio durante el debate electoral entre Trump y Biden fue solo un nuevo episodio de Beavis y Butt-Head. Y de alguna manera ambos parecen sacados de personajes de dibujos animados: Trump es una nueva versión de Butt-Head (hasta tiene exactamente el mismo peinado), y Biden es una nueva versión de Beavis. Pero lo más alarmante es que el contenido del debate estuvo totalmente en consonancia con el espíritu del espectáculo.

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Ver: Espectáculo de payasos o stand-up comedy: el nivel político de EEUU nunca ha sido tan bajo


miércoles, 3 de abril de 2024

La matanza de Israel y la apuesta de Netanyahu que hunde a Biden

Netanyahu está apostando enormemente por el futuro de Israel (y de Estados Unidos) y puede perder, escribe Alastair Crooke.
Alastair Crooke, Strategic Culture

El apoyo del Partido Demócrata estadounidense a Israel se está fracturando rápidamente: un “temblor ideológico”, lo llama Peter Beinart (editor de Jewish Currents). Desde el 7 de octubre “se ha convertido en un terremoto” – una “Gran Ruptura”. Se trata de la fusión del liberalismo con el sionismo que durante mucho tiempo ha definido al Partido Demócrata:
“La guerra de Israel en Gaza ha impulsado una transformación en la izquierda estadounidense. La solidaridad con los palestinos se está volviendo tan esencial para la política de izquierda, como lo es el apoyo al derecho al aborto o la oposición a los combustibles fósiles. Y, como ocurrió durante la guerra de Vietnam y la lucha contra el apartheid sudafricano, el fervor izquierdista está remodelando la corriente principal liberal”.
Dicho claramente, junto con el movimiento de Israel hacia la extrema derecha, el apoyo pro palestino en Estados Unidos se ha endurecido. En noviembre de 2023, el 49 por ciento de los votantes judíos estadounidenses de entre 18 y 35 años se opusieron a la solicitud de Biden de ayuda militar adicional a Israel.

Ese es un vector; una dirección de viaje dentro del sistema político estadounidense.

jueves, 22 de febrero de 2024

El Giro del Mundo

Es posible que Biden se vea necesitado de una “gran victoria”, tanto como Netanyahu, con las elecciones a la vista. Pero, ¿qué clase de victoria puede ofrecer Biden que no se vuelva contra él?
Alastair Crooke, Strategic Culture

EEUU se está acercando a una guerra con las Fuerzas de Movilización Popular de Irak, una agencia de seguridad estatal compuesta por grupos armados, algunos de los cuales son cercanos a Irán, pero que en su mayoría son nacionalistas iraquíes. EEUU llevó a cabo hace unos días un ataque con aviones no tripulados en Bagdad que mató a tres miembros de las fuerzas de Kataeb Hezbolá, incluido un alto comandante. Uno de los asesinados, al-Saadi, es la figura de mayor rango asesinada en Irak desde el ataque con drones de 2020 que mató al alto comandante iraquí al-Muhandis y al general iraní Qassem Soleimani.

El objetivo es desconcertante ya que Kataeb suspendió hace más de una semana sus operaciones militares contra EEUU (a petición del gobierno iraquí). La retirada fue ampliamente publicada. Entonces, ¿por qué fue asesinado este alto personaje?

Las sacudidas tectónicas a menudo son provocadas por una única acción atroz: el último grano de arena que, encima de los demás, desencadena el deslizamiento, volcando el montón de arena. Los iraquíes están enojados. Sienten que EEUU viola sin sentido su soberanía, mostrando desprecio y desdén por Irak, antaño gran civilización, ahora derribada a raíz de las guerras estadounidenses. Se han prometido represalias rápidas y colectivas.

lunes, 19 de febrero de 2024

Netanyahu e Israel están en declive y pueden sumar a Joe Biden a la derrota

Melvin Goodman, Counter Punch

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, es un hombre muerto que camina. Necesita continuar la guerra en Gaza para mantener su posición como primer ministro. Cuando termine la guerra, también terminarán los años récord de gobierno de Netanyahu en Israel.

Junto con Netanyahu, la nación israelí está en decadencia legal, moral y económica. Las acciones de la Corte Internacional de Justicia reflejan el declive jurídico y moral. La inversión extranjera ha disminuido y Moody's Investors Service (Moody's) ha rebajado las calificaciones en moneda extranjera y en moneda local de Israel. Una cuestión pendiente es si la caída de Netanyahu y el declive de Israel conducirán también a la derrota política del presidente Joe Biden en las elecciones de noviembre.

Incluso antes de la invasión terrestre israelí a gran escala de Gaza el 27 de octubre, Netanyahu había pasado de ser un conservador reacio al riesgo a convertirse en un reaccionario de derecha. Hace una década, era obvio que la imagen de Israel como una nación progresista y en gran medida secular había quedado gravemente empañada con Netanyahu al mando. El año pasado, Netanyahu tuvo que traer al gobierno a la peor clase de reaccionarios de derecha, encabezados por Bazalel Smotrich (Ministro de Finanzas) e Itamar Ben-Gvir (Ministro de Seguridad Nacional). El país se estaba moviendo hacia la derecha y Netanyahu se movió hacia la derecha junto con él.

miércoles, 27 de diciembre de 2023

Alemania, Francia e Italia: El declive común en nombre de RimbanBiden

Un panorama preocupante para Europa en 2024, que mueve el rabo ante RimbanBiden y empobrece a sus súbditos. Úrsula y los demás mayordomos fingen que no entienden, y si no fingen es aún peor
Augusto Grandi, Electo Magazine

Año provisional para Alemania, que no podrá aprobar el presupuesto federal antes del 31 de diciembre. Aumento vertiginoso de la deuda pública en Francia que, a este ritmo, pronto alcanzará a Italia. Ventisquero de mentiras en Italia, con los políticos de la mayoría ocupados en decir que los trabajadores y pensionistas tendrán más dinero en sus nóminas o cheques del INPS, olvidando que el poder adquisitivo se ha hundido debido a una inflación que sólo se ha recuperado ligeramente.

Éstas son sólo algunas de las maravillas de una Europa que mueve el rabo ante RimbanBiden y empobrece a sus súbditos para enriquecer a los oligarcas estadounidenses. Una Europa de mayordomos Tafazzi que no saben adónde ir ni qué hacer, por lo que vierten sus frustraciones sobre sus propias poblaciones, con normativas absurdas, burocracias obtusas, sanciones de todo tipo.

jueves, 10 de marzo de 2022

Las sanciones de Biden a Afganistán amenazan con matar a más civiles que dos décadas de guerra

Mark Weisbrot, USA Today

Cuando el presidente Joe Biden decidió retirar el ejército estadounidense de Afganistán el año pasado, gran parte de los medios de comunicación estadounidenses se le echaron encima como una tonelada de ladrillos. Los republicanos se sumaron y calificaron la retirada como un "desastre absoluto".

Pero salir fue el movimiento correcto.

De hecho, el verdadero error fue todo lo contrario: la administración Biden no puso fin a la guerra, sino que la continuó por otros medios, que están resultando más violentos y desestabilizadores. Las sanciones económicas impuestas por los Estados Unidos y sus aliados están provocando un hambre severa y generalizada en este país desesperadamente pobre.

A menos que esas sanciones se reviertan pronto, se estima que más personas morirán por el impacto económico de las sanciones durante el próximo año que el número de personas que murieron en 20 años de guerra.

domingo, 27 de junio de 2021

OTAN, el Imperio yanqui regresa y dispone las tropas en plan de batalla

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, viajó a Europa para asegurarse de que todos sus aliados se mantienen junto al imperio. Después de haber firmado una nueva Carta Atlántica con los británicos, Biden impuso sus puntos de vista a los demás miembros del G7 y de la OTAN. En las dos cumbres se esforzó por encerrar a los europeos en la lógica de su discurso y ahora tiene el campo libre para negociar con el “enemigo”, o sea con Moscú.
Manlio Dinucci, Voltaire

El 14 de junio se realizó, en el cuartel general de Bruselas, el encuentro cumbre de la OTAN: el Consejo del Atlántico Norte, que se desarrolla al más alto nivel –entre jefes de Estado y/o de gobierno. Presidido formalmente por el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el verdadero “director de la orquesta” fue el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien viajó a Europa para lanzar un llamado a las armas a sus aliados en el conflicto mundial contra Rusia y China.

La cumbre de la OTAN estuvo precedida, y preparada, por dos eventos políticos que tuvieron a Biden como protagonista –la firma de la Nueva Carta Atlántica y la cumbre del G7– y se desarrolló justo antes del encuentro cumbre del presidente Biden con el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, pactado para el día 16 en Ginebra, reunión cuyo resultado ya se vislumbra en la negativa de Biden a ofrecer, como es usual hacerlo, una conferencia de prensa final con Putin.

La Nueva Carta Atlántica, firmada el 10 de junio en Londres por el presidente de Estados Unidos y el primer ministro británico Boris Johnson, es un significativo documento político al que los medios de Occidente han dado muy poca difusión.

miércoles, 12 de mayo de 2021

¿Quién debe financiar al Estado?

Biden habilita un debate sobre quién debe financiar al Estado, al tiempo que nos invita a discutir medidas de fondo para socializar la riqueza producida colectivamente por el trabajo social
Julio C. Gambina, Alainet

El presidente de EEUU habilitó un debate sobre el financiamiento del Estado al presentar en el Congreso de su país el "Plan de Familias Estadounidenses", con un costo de 1,8 billones de dólares.

La salud y la educación aparecen privilegiadas en el discurso, tanto como la recuperación del empleo. Aunque vale señalar que todo se argumenta en función de retomar el liderazgo mundial, desafiado por China, por lo que importa el crecimiento económico, el restablecimiento del empleo y la capacidad de acción del Estado estadounidense.

Por ello, discutir el financiamiento estatal resulta estratégico, especialmente si se analizan los objetivos de cada Estado Nación.

Resulta de interés leer con detenimiento el discurso sobre el estado de la Nación ante el Congreso, a 100 días de su mandato, porque Biden explicita la crisis heredada, no solo por el COVID, y el problema que supone para EEUU la amenaza sobre el liderazgo internacional.

martes, 11 de mayo de 2021

Estados Unidos después de Trump

La agenda BBB, a pesar de su inmenso presupuesto, y el proyecto INSSG, enfrentarán los límites estructurales de la economía estadounidense y a las aceleradas transformaciones globales lideradas China.
Armando Negrete, OBELA

En la medida en que la economía mundial avanza hacia una nueva normalidad, se aproxima una etapa de transformaciones internacionales profundas. La crisis económica y sanitaria provocada por la COVID19 ha mostrado los límites del multilateralismo de Naciones Unidas y de la cooperación internacional; los efectos de las guerras comercial y tecnológica contra China; los intereses detrás del control tecnológico de la transición energética; y la pérdida de liderazgo de EEUU. La elección de Joseph Biden impidió la continuidad del programa de Trump y repuso una agenda demócrata internacional en el ejecutivo. Frente a estos cambios, ¿qué pueden esperar las relaciones internacionales y nuestros países latinoamericanos, después de los primeros 100 días de su mandato?

A inicios de marzo, Biden publicó su Orientación Estratégica de Seguridad Nacional Provisional (INSSG, por sus siglas en inglés), con el objetivo de exponer los fundamentos de política exterior y seguridad para la definición de la nueva Estrategia de Seguridad Nacional que sustituirá a la de 2017. En el documento, reconoce cómo China se volvió más asertiva y se convirtió en “el único competidor potencialmente capaz de combinar su poder económico, diplomático, militar y tecnológico para plantear un desafío al sistema internacional”. Define, como las tareas más urgentes, la reconstrucción de los cimientos económicos; la recuperación de su lugar en las instituciones internacionales; la modernización de sus capacidades militares y diplomáticas; y la revitalización de su red de alianzas y asociaciones internacionales. Sin embargo, el daño que provocó la gestión de Trump en estas áreas fue muy profundo y la ruta de reconstrucción se enfrentará a varios problemas en todas las áreas.

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