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viernes, 29 de noviembre de 2024

La "Realpolitik" lejos de la realidad


Andrea Zhok, L'Anti Diplomatico

En EEUU, el presidente Biden, derrotado y repudiado por su propio entorno al no ser apto para continuar en el papel de liderazgo, ha dado permiso a Ucrania para utilizar sus misiles ATACAMS de largo alcance (300 km) para atacar objetivos en el territorio de Rusia.

La posición estadounidense fue seguida de cerca por Francia, que permitirá el uso en profundidad de sus misiles SCALP, y por el Reino Unido, que permitirá el uso de sus STORM SHADOW.

Desde el primer día del conflicto ruso-ucraniano o, si se prefiere, de la "operación especial", quedó claro para todos aquellos que no eran de mala fe que una derrota militar de Rusia por parte de Ucrania y la OTAN sólo era concebible en forma de Tercera Guerra Mundial. Nadie podría pensar ni por un minuto que si Rusia se encontrara en serias dificultades en el campo de batalla de una guerra convencional simplemente aceptaría una derrota estratégica en su propio territorio. La única posibilidad de derrota de Rusia que no se produjo a través de un holocausto nuclear era un colapso económico debido a las sanciones, pero una vez que ese camino resultó intransitable, el camino de la abrumadora militar quedó obviamente cerrado. Un imperio del tamaño del ruso no puede mantener un control central generalizado sobre todos sus territorios.

martes, 12 de noviembre de 2024

Biden y la presencia estadounidense en Ucrania


Nahia Hanzo, Slavyangrad.es

Al margen de cuáles fueran los resultados, y han sido negativos para la administración vigente, la finalización del periodo electoral abría el pasado miércoles una fase en la que Joe Biden, conocedor de quién será su sucesor dispone de un tiempo en el que ya no se arriesga a perder votos y podría actuar, dentro de los límites constitucionales, con una libertad de la que ha carecido hasta ahora. En preparación de ese periodo, varios medios publicaron propuestas sobre cómo “acertar en Ucrania” en los 76 días que restarían de mandato Demócrata hasta la investidura de Trump. Dependiendo de los resultados y mostrando un mínimo de respeto a la voluntad de la población -que, en política exterior, debían elegir entre dos candidaturas con visiones marcadamente diferentes-, Timothy Garton Ash proponía que, en caso de victoria de Harris, Biden aprovechara este tiempo para ofrecer a Ucrania la invitación de acceso a la OTAN según la opción alemana, es decir, en sus fronteras de facto. En caso de derrota Demócrata, como finalmente ha sucedido, el historiador británico, tan implicado en la causa ucraniana que la pasada semana realizó un acto de promoción de su libro en “la asediada Járkov” (la ciudad de Járkov no se encuentra asediada desde la primavera de 2022), daba Ucrania por perdida.

Contra ese pesimismo, The Washington Post realizaba una propuesta más ambiciosa a Joe Biden incluso en caso de derrota de Kamala Harris. Invitar oficialmente a Ucrania a adherirse a la OTAN no sería viable, ya que Donald Trump paralizaría esa entrada -por no hablar de que varios países miembros de la Alianza, entre ellos Alemania, son contrarios a la adhesión, un detalle importante en el que el artículo no incide-, pero sí sería posible levantar el veto al uso de misiles occidentales de largo alcance contra territorio ruso. La lógica es simple: en algo más de dos meses, Trump podrá revertir ese permiso, pero para entonces Ucrania habría aprovechado el tiempo atacando los objetivos prioritarios. Quizá, el hecho de que incluso el Pentágono haya desaconsejado esta opción tras constatar que el blanco principal, la aviación estratégica rusa, ha sido trasladada a zonas más allá del rango de los célebres ATACMS estadounidenses o los Storm Shadow británicos sea un aspecto a tener en cuenta.

domingo, 13 de octubre de 2024

Trump, Biden y la continuidad del imperio


Maciek Wisniewski, La Jornada

1. Después de haber traicionado casi todas sus promesas electorales progresistas y girado a la derecha, retomando y continuando muchas de las políticas internas de Trump que él mismo criticaba −por ejemplo, las políticas migratorias (t.ly/Riwnv, t.ly/PNB6)− e igualmente después de un bizarro episodio de “trumpificación en tiempo real”, cuando el presidente se negaba a abandonar, debido a su avanzada edad, la contienda electoral dando “pataletas” dignas de su predecesor (t.ly/BoDrt), finalmente queda claro que la política exterior de Joe Biden se entiende igualmente mucho mejor en términos de continuidad, no ruptura, con Trump.

2. Si bien en años pasados había toda una legión de analistas que trataban de tildar −incorrectamente− la política exterior de Trump como “aislacionista”, hablando de allí, por vía de asociarlo con ciertas corrientes aislacionistas filonazis estadunidenses, incluso de una suerte de “fascismo aislacionista” de Trump (t.ly/mCMM2), la mejor manera de entender toda su “geoeconomía” es, tiene razón Adam Tooze (t.ly/ovWnC) −que igualmente apuntando con razón a las radicales diferencias del contexto histórico se opone a las comparaciones de Trump al fascismo empujadas por los círculos liberales (t.ly/WJHSz)−, verla como una suerte de “revisionismo”, no de “aislacionismo”

viernes, 19 de julio de 2024

Seymour Hersh: ¿Quién gobierna Estados Unidos?

La verdadera desgracia no es sólo Biden, sino los hombres y mujeres que lo rodean y que lo han mantenido cada vez más oculto. Es un prisionero, y se ha ido debilitando rápidamente en los últimos meses

Seymour Hersh, Pearls and Irritations

Es sabido que Biden lleva meses sin saber qué hacer, ya que él y sus asesores de política exterior han instado a un alto el fuego que no se producirá en Gaza, mientras siguen suministrando armas que hacen que ese alto el fuego sea menos probable. Existe una paradoja similar en Ucrania, donde Biden ha estado financiando una guerra que no se puede ganar y se ha negado a participar en negociaciones que podrían poner fin a la matanza.

La realidad detrás de todo esto, como me han dicho durante meses, es que el presidente simplemente ya no está en condiciones de comprender las contradicciones de las políticas que él y sus asesores de política exterior han estado llevando a cabo. EEUU no debería tener un presidente que no sepa lo que ha aprobado. Las personas que están en el poder tienen que hacerse responsables de lo que hacen, y en el debate con Trump le mostramos a EEUU y al mundo que tenemos un presidente que claramente no está en esa posición hoy.

lunes, 1 de julio de 2024

En el debate presidencial de Trump y Biden quedó claro que la democracia estadounidense es como un episodio de Beavis y Butt-Head


Alexander Dugin, Mente Alternativa

En los años 1990, la caricatura animada “Beavis y Butt-Head” dirigida por Mike Judge era popular en los Estados Unidos y Rusia. Sus héroes eran dos adolescentes estadounidenses con retraso mental, que se decían groserías el uno al otro y expresaban un pensamiento absurdo tras otro, incapaces de resolver ninguna situación doméstica. Sin embargo, a pesar de su total inutilidad e insensatez, sobrellevaban la vida de algún modo.

Cada vez que una serie de acciones idiotas los llevaban al borde del desastre total, un accidente igualmente ridículo o una ruptura en la lógica de los acontecimientos los salvaba, dándoles otra oportunidad. Pero la desperdiciaban de inmediato y el patrón se repetía. Fracaso tras fracaso, a partir de decisiones completamente equívocas, los personajes rompían todas las conexiones lógicas posibles y, al final del día, se sentaban en un sofá frente al televisor a ver vídeos de heavy metal en los que hombres con cuernos y guitarras eléctricas devoraban cabras o mujeres vivas.

Lo que el mundo vio durante el debate electoral entre Trump y Biden fue solo un nuevo episodio de Beavis y Butt-Head. Y de alguna manera ambos parecen sacados de personajes de dibujos animados: Trump es una nueva versión de Butt-Head (hasta tiene exactamente el mismo peinado), y Biden es una nueva versión de Beavis. Pero lo más alarmante es que el contenido del debate estuvo totalmente en consonancia con el espíritu del espectáculo.

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Ver: Espectáculo de payasos o stand-up comedy: el nivel político de EEUU nunca ha sido tan bajo


miércoles, 3 de abril de 2024

La matanza de Israel y la apuesta de Netanyahu que hunde a Biden

Netanyahu está apostando enormemente por el futuro de Israel (y de Estados Unidos) y puede perder, escribe Alastair Crooke.
Alastair Crooke, Strategic Culture

El apoyo del Partido Demócrata estadounidense a Israel se está fracturando rápidamente: un “temblor ideológico”, lo llama Peter Beinart (editor de Jewish Currents). Desde el 7 de octubre “se ha convertido en un terremoto” – una “Gran Ruptura”. Se trata de la fusión del liberalismo con el sionismo que durante mucho tiempo ha definido al Partido Demócrata:
“La guerra de Israel en Gaza ha impulsado una transformación en la izquierda estadounidense. La solidaridad con los palestinos se está volviendo tan esencial para la política de izquierda, como lo es el apoyo al derecho al aborto o la oposición a los combustibles fósiles. Y, como ocurrió durante la guerra de Vietnam y la lucha contra el apartheid sudafricano, el fervor izquierdista está remodelando la corriente principal liberal”.
Dicho claramente, junto con el movimiento de Israel hacia la extrema derecha, el apoyo pro palestino en Estados Unidos se ha endurecido. En noviembre de 2023, el 49 por ciento de los votantes judíos estadounidenses de entre 18 y 35 años se opusieron a la solicitud de Biden de ayuda militar adicional a Israel.

Ese es un vector; una dirección de viaje dentro del sistema político estadounidense.

jueves, 22 de febrero de 2024

El Giro del Mundo

Es posible que Biden se vea necesitado de una “gran victoria”, tanto como Netanyahu, con las elecciones a la vista. Pero, ¿qué clase de victoria puede ofrecer Biden que no se vuelva contra él?
Alastair Crooke, Strategic Culture

EEUU se está acercando a una guerra con las Fuerzas de Movilización Popular de Irak, una agencia de seguridad estatal compuesta por grupos armados, algunos de los cuales son cercanos a Irán, pero que en su mayoría son nacionalistas iraquíes. EEUU llevó a cabo hace unos días un ataque con aviones no tripulados en Bagdad que mató a tres miembros de las fuerzas de Kataeb Hezbolá, incluido un alto comandante. Uno de los asesinados, al-Saadi, es la figura de mayor rango asesinada en Irak desde el ataque con drones de 2020 que mató al alto comandante iraquí al-Muhandis y al general iraní Qassem Soleimani.

El objetivo es desconcertante ya que Kataeb suspendió hace más de una semana sus operaciones militares contra EEUU (a petición del gobierno iraquí). La retirada fue ampliamente publicada. Entonces, ¿por qué fue asesinado este alto personaje?

Las sacudidas tectónicas a menudo son provocadas por una única acción atroz: el último grano de arena que, encima de los demás, desencadena el deslizamiento, volcando el montón de arena. Los iraquíes están enojados. Sienten que EEUU viola sin sentido su soberanía, mostrando desprecio y desdén por Irak, antaño gran civilización, ahora derribada a raíz de las guerras estadounidenses. Se han prometido represalias rápidas y colectivas.

lunes, 19 de febrero de 2024

Netanyahu e Israel están en declive y pueden sumar a Joe Biden a la derrota

Melvin Goodman, Counter Punch

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, es un hombre muerto que camina. Necesita continuar la guerra en Gaza para mantener su posición como primer ministro. Cuando termine la guerra, también terminarán los años récord de gobierno de Netanyahu en Israel.

Junto con Netanyahu, la nación israelí está en decadencia legal, moral y económica. Las acciones de la Corte Internacional de Justicia reflejan el declive jurídico y moral. La inversión extranjera ha disminuido y Moody's Investors Service (Moody's) ha rebajado las calificaciones en moneda extranjera y en moneda local de Israel. Una cuestión pendiente es si la caída de Netanyahu y el declive de Israel conducirán también a la derrota política del presidente Joe Biden en las elecciones de noviembre.

Incluso antes de la invasión terrestre israelí a gran escala de Gaza el 27 de octubre, Netanyahu había pasado de ser un conservador reacio al riesgo a convertirse en un reaccionario de derecha. Hace una década, era obvio que la imagen de Israel como una nación progresista y en gran medida secular había quedado gravemente empañada con Netanyahu al mando. El año pasado, Netanyahu tuvo que traer al gobierno a la peor clase de reaccionarios de derecha, encabezados por Bazalel Smotrich (Ministro de Finanzas) e Itamar Ben-Gvir (Ministro de Seguridad Nacional). El país se estaba moviendo hacia la derecha y Netanyahu se movió hacia la derecha junto con él.

miércoles, 27 de diciembre de 2023

Alemania, Francia e Italia: El declive común en nombre de RimbanBiden

Un panorama preocupante para Europa en 2024, que mueve el rabo ante RimbanBiden y empobrece a sus súbditos. Úrsula y los demás mayordomos fingen que no entienden, y si no fingen es aún peor
Augusto Grandi, Electo Magazine

Año provisional para Alemania, que no podrá aprobar el presupuesto federal antes del 31 de diciembre. Aumento vertiginoso de la deuda pública en Francia que, a este ritmo, pronto alcanzará a Italia. Ventisquero de mentiras en Italia, con los políticos de la mayoría ocupados en decir que los trabajadores y pensionistas tendrán más dinero en sus nóminas o cheques del INPS, olvidando que el poder adquisitivo se ha hundido debido a una inflación que sólo se ha recuperado ligeramente.

Éstas son sólo algunas de las maravillas de una Europa que mueve el rabo ante RimbanBiden y empobrece a sus súbditos para enriquecer a los oligarcas estadounidenses. Una Europa de mayordomos Tafazzi que no saben adónde ir ni qué hacer, por lo que vierten sus frustraciones sobre sus propias poblaciones, con normativas absurdas, burocracias obtusas, sanciones de todo tipo.

jueves, 10 de marzo de 2022

Las sanciones de Biden a Afganistán amenazan con matar a más civiles que dos décadas de guerra

Mark Weisbrot, USA Today

Cuando el presidente Joe Biden decidió retirar el ejército estadounidense de Afganistán el año pasado, gran parte de los medios de comunicación estadounidenses se le echaron encima como una tonelada de ladrillos. Los republicanos se sumaron y calificaron la retirada como un "desastre absoluto".

Pero salir fue el movimiento correcto.

De hecho, el verdadero error fue todo lo contrario: la administración Biden no puso fin a la guerra, sino que la continuó por otros medios, que están resultando más violentos y desestabilizadores. Las sanciones económicas impuestas por los Estados Unidos y sus aliados están provocando un hambre severa y generalizada en este país desesperadamente pobre.

A menos que esas sanciones se reviertan pronto, se estima que más personas morirán por el impacto económico de las sanciones durante el próximo año que el número de personas que murieron en 20 años de guerra.

domingo, 27 de junio de 2021

OTAN, el Imperio yanqui regresa y dispone las tropas en plan de batalla

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, viajó a Europa para asegurarse de que todos sus aliados se mantienen junto al imperio. Después de haber firmado una nueva Carta Atlántica con los británicos, Biden impuso sus puntos de vista a los demás miembros del G7 y de la OTAN. En las dos cumbres se esforzó por encerrar a los europeos en la lógica de su discurso y ahora tiene el campo libre para negociar con el “enemigo”, o sea con Moscú.
Manlio Dinucci, Voltaire

El 14 de junio se realizó, en el cuartel general de Bruselas, el encuentro cumbre de la OTAN: el Consejo del Atlántico Norte, que se desarrolla al más alto nivel –entre jefes de Estado y/o de gobierno. Presidido formalmente por el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, el verdadero “director de la orquesta” fue el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien viajó a Europa para lanzar un llamado a las armas a sus aliados en el conflicto mundial contra Rusia y China.

La cumbre de la OTAN estuvo precedida, y preparada, por dos eventos políticos que tuvieron a Biden como protagonista –la firma de la Nueva Carta Atlántica y la cumbre del G7– y se desarrolló justo antes del encuentro cumbre del presidente Biden con el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, pactado para el día 16 en Ginebra, reunión cuyo resultado ya se vislumbra en la negativa de Biden a ofrecer, como es usual hacerlo, una conferencia de prensa final con Putin.

La Nueva Carta Atlántica, firmada el 10 de junio en Londres por el presidente de Estados Unidos y el primer ministro británico Boris Johnson, es un significativo documento político al que los medios de Occidente han dado muy poca difusión.

miércoles, 12 de mayo de 2021

¿Quién debe financiar al Estado?

Biden habilita un debate sobre quién debe financiar al Estado, al tiempo que nos invita a discutir medidas de fondo para socializar la riqueza producida colectivamente por el trabajo social
Julio C. Gambina, Alainet

El presidente de EEUU habilitó un debate sobre el financiamiento del Estado al presentar en el Congreso de su país el "Plan de Familias Estadounidenses", con un costo de 1,8 billones de dólares.

La salud y la educación aparecen privilegiadas en el discurso, tanto como la recuperación del empleo. Aunque vale señalar que todo se argumenta en función de retomar el liderazgo mundial, desafiado por China, por lo que importa el crecimiento económico, el restablecimiento del empleo y la capacidad de acción del Estado estadounidense.

Por ello, discutir el financiamiento estatal resulta estratégico, especialmente si se analizan los objetivos de cada Estado Nación.

Resulta de interés leer con detenimiento el discurso sobre el estado de la Nación ante el Congreso, a 100 días de su mandato, porque Biden explicita la crisis heredada, no solo por el COVID, y el problema que supone para EEUU la amenaza sobre el liderazgo internacional.

martes, 11 de mayo de 2021

Estados Unidos después de Trump

La agenda BBB, a pesar de su inmenso presupuesto, y el proyecto INSSG, enfrentarán los límites estructurales de la economía estadounidense y a las aceleradas transformaciones globales lideradas China.
Armando Negrete, OBELA

En la medida en que la economía mundial avanza hacia una nueva normalidad, se aproxima una etapa de transformaciones internacionales profundas. La crisis económica y sanitaria provocada por la COVID19 ha mostrado los límites del multilateralismo de Naciones Unidas y de la cooperación internacional; los efectos de las guerras comercial y tecnológica contra China; los intereses detrás del control tecnológico de la transición energética; y la pérdida de liderazgo de EEUU. La elección de Joseph Biden impidió la continuidad del programa de Trump y repuso una agenda demócrata internacional en el ejecutivo. Frente a estos cambios, ¿qué pueden esperar las relaciones internacionales y nuestros países latinoamericanos, después de los primeros 100 días de su mandato?

A inicios de marzo, Biden publicó su Orientación Estratégica de Seguridad Nacional Provisional (INSSG, por sus siglas en inglés), con el objetivo de exponer los fundamentos de política exterior y seguridad para la definición de la nueva Estrategia de Seguridad Nacional que sustituirá a la de 2017. En el documento, reconoce cómo China se volvió más asertiva y se convirtió en “el único competidor potencialmente capaz de combinar su poder económico, diplomático, militar y tecnológico para plantear un desafío al sistema internacional”. Define, como las tareas más urgentes, la reconstrucción de los cimientos económicos; la recuperación de su lugar en las instituciones internacionales; la modernización de sus capacidades militares y diplomáticas; y la revitalización de su red de alianzas y asociaciones internacionales. Sin embargo, el daño que provocó la gestión de Trump en estas áreas fue muy profundo y la ruta de reconstrucción se enfrentará a varios problemas en todas las áreas.

lunes, 10 de mayo de 2021

Joe Biden recicla a Franklin D. Roosevelt

Atilio Boron, Página 12

La reorientación macroeconómica de la Administración Biden originó un sinnúmero de elucubraciones acerca de cuán lejos llegaría el mandatario estadounidense en este nuevo rumbo. Una lectura cuidadosa de su discurso, pronunciado ante ambas cámaras del Congreso al cumplir 100 días de su mandato, permite vislumbrar una primera respuesta.

Biden dijo que sus palabras tenían que interpretarse en el marco de una triple crisis: “la peor pandemia del siglo, la peor crisis económica desde la Gran Depresión y el peor ataque a la democracia desde la Guerra Civil.” Enfrentar estas amenazas no era algo que podía hacerse con las políticas habituales sino que requerían creatividad y renovados esfuerzos. De su discurso se desprende que es más fácil combatir a la pandemia, más difícil atacar a la crisis económica y más aún restañar las heridas sufridas por la democracia estadounidense que, a juicio de muchos observadores dentro de ese país, se ha degradado al rango de una voraz plutocracia.

lunes, 3 de mayo de 2021

Joe Biden y sus reformas contra el neoliberalismo

David Brooks, La Jornada

Los cambios anunciados y logrados durante los primeros 100 días de Joe Biden en la Casa Blanca son, en gran medida, resultado de miles de días de lucha social contra el proyecto neoliberal de los pasados 40 años y la desigualdad económica, contra el racismo sistémico, contra la cultura de violencia armada dentro y fuera del país, por los derechos civiles de afroestadunidenses, latinos, asiáticos, indígenas y los inmigrantes, y por el futuro del planeta ante el cambio climático.

O sea, ni la elección de Biden ni la agenda política que está impulsando se entienden sin tomar en cuenta el masivo trabajo cotidiano del amplio mosaico de luchas sociales, incluyendo el de las vidas negras en el movimiento de protesta más grande de la historia con la participación de más de 26 millones, que mucho antes de Biden ya estaban cambiando la dinámica política del país y obligando a dar un giro hacia lo que se puede llamar, en términos generales, la izquierda.

viernes, 23 de abril de 2021

Joe Biden no está terminando la guerra en Afganistán

Branko Marcetic, Jacobin

Si leemos más allá de los titulares, resulta que la supuesta retirada de Afganistán de Joe Biden no es nada de eso: retrasa el final de la guerra al tiempo que prevé la continuación de la acción «antiterrorista» sin un final a la vista.

En los primeros días de la breve estancia de Joe Biden en la Casa Blanca, el nuevo presidente firmó una serie de órdenes ejecutivas de alto perfil que revocaban algunas de las acciones más escandalosas de Trump y parecían llevar al país en una radical nueva dirección. Escalonando las órdenes a lo largo de días y semanas para lograr el máximo impacto público, cada nueva ronda de medidas fue recibida con una cobertura de prensa completa, generalmente reciclando los propios argumentos de la administración sobre su audacia y naturaleza transformadora, encajando perfectamente en una narrativa mediática preestablecida sobre el país volviendo a la “normalidad” bajo un nuevo líder histórico e imposiblemente progresista.

miércoles, 7 de abril de 2021

La demencial estrategia de Estados Unidos y sus servidores europeos

Andres Piqueras, Observatorio Crisis

Para todas aquellas personas que se alegraron de la victoria electoral de Biden, me temo que hay malas noticias. Quienes ya advertimos que con los demócratas el peligro de guerra se dispararía parece que no hemos fallado. Los peores augurios que del discurso del nuevo presidente se pudieron extraer tras su toma de posesión se han ido materializando.

1. Ha advertido (amenazado) a Alemania de no seguir adelante con su proyecto de abastecimiento energético (Nord Stream 2), y da marcha atrás en la retirada de tropas del territorio germano, lo que de paso deja claro que sigue siendo un país colonizado (la administración USA, riéndose una vez más del “libre comercio”, acaba de amenazar directamente con represalias a las compañías que participan en la construcción del gaseoducto, detectándose incluso hostigamiento militar al mismo).

2. Ha llamado a Putin “asesino”, lo que en términos diplomáticos equivale a solamente medio escalón previo a una declaración abierta de guerra. Presiona cada vez más las fronteras rusas a través de la OTAN, poniendo en alarma tanto al Báltico (e incluso las latitudes polares) como a la Europa oriental, también desestabilizando el Cáucaso.

miércoles, 20 de enero de 2021

La hora de Biden

David Penchyna Grub, La Jornada

Estados Unidos había tenido elecciones cerradas y polarizantes en su historia, pero nunca una en la que una buena parte del electorado creyera firmemente que los comicios se dieron bajo un proceso de fraude. La arquitectura de las redes sociales ha recreado el mundo bipolar, pero ya no entre comunismo y capitalismo, sino entre dos bandos –los que sean– que simplemente no pueden escuchar, y por ende, entender a quien piensa diferente. La diferencia se entiende como un agravio insoportable, un error a corregir, y no una característica propia de la sociedad y de la democracia.

A tal grado ha llegado la incapacidad de diálogo entre ciudadanos que hay un dato aterrador: 30 por ciento de quienes se identifican con el todavía presidente Trump apoya la toma del Capitolio de la semana antepasada por increíble que parezca. Ese es el país que va a gobernar Joe Biden, un hombre de 78 años (baby boomer) que tal vez llegó tarde a la presidencia pero, para las condiciones actuales, llega justo a tiempo. Biden es un político de carrera, legislador, diplomático, generador de consensos. El opuesto perfecto al empresario –no político, radical, disruptivo y provocador histriónico– que abandonará la Casa Blanca.

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