Mostrando las entradas con la etiqueta Hegemonía y Dominación. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Hegemonía y Dominación. Mostrar todas las entradas

viernes, 24 de enero de 2025

La guerra híbrida de Trump

La estrategia de Trump se caracterizará por la voluntad de poner fin a las guerras en Europa y Oriente Próximo, con el objetivo de aislar/endeudar por otras vías a Rusia e Irán (y a China)

Enrico Tomaselli, Sinistra in Rete

A pesar de las grandes expectativas con las que ha conseguido rodear su segundo mandato presidencial, es muy poco probable que Trump pueda y vaya a introducir un cambio radical en la política internacional estadounidense.

Y ello por la sencilla y obvia razón de que las líneas estratégicas de una gran potencia no pueden estar sujetas a cambios continuos, salvo a nivel táctico y para los ajustes que la evolución de las situaciones haga necesarios, y que por tanto no es una presidencia la que imparte la dirección, sino que es ésta la que determina al presidente.

Sin perjuicio, por tanto, de que la presidencia de Trump (que, por otra parte, ha sido claramente reivindicada) tendrá como objetivo la reafirmación de la hegemonía estadounidense, y desde luego ninguna apertura al multipolarismo, queda por saber cómo desarrollará concretamente esta línea estratégica, sobre todo en lo que respecta a las grandes zonas de crisis, pero no sólo.

Si nos fijamos, por ejemplo, en la crisis ucraniana, sobre la que, por otra parte, se ha centrado la atención, podemos ver cómo la posición estadounidense -tal y como se está perfilando cada vez más- se caracteriza sobre todo por un enfoque reductor, es decir, considera el conflicto como una cuestión circunscrita, que debe mantenerse y resolverse en un ámbito limitado, sin abordar por tanto las cuestiones fundamentales que subyacen en él, como es no sólo la pertenencia o no de Ucrania a la OTAN, sino también su neutralidad/desmilitarización y, lo que es aún más importante, una nueva arquitectura de seguridad mutua en Europa y a escala mundial.

La crisis de competencias que prolifera en Occidente

La "extraña derrota" es la de la "curiosa" incapacidad de Europa para entender a Ucrania o su mecánica militar.

Alastair Crooke, Strategic Culture

El ensayista y estratega militar Aurelien ha escrito un artículo titulado La extraña derrota (original en francés). Aurelien destaca la extraña falta de realismo con la que Occidente ha abordado la crisis.
“…y la disociación casi patológica del mundo real que muestra en sus palabras y acciones. Sin embargo, incluso mientras la situación se deteriora y las fuerzas rusas avanzan por todas partes, no hay señales de que Occidente esté adoptando una concepción más realista, y es muy probable que siga viviendo en su construcción alternativa de la realidad hasta que sea expulsado por la fuerza”.
El autor continúa explicando con cierto detalle (omitido aquí) por qué la OTAN no tiene una estrategia para Ucrania ni un plan operativo real:
“Sólo cuenta con una serie de iniciativas ad hoc, unidas entre sí por aspiraciones vagas que no tienen conexión con la vida real, más la esperanza de que ‘algo [beneficioso] ocurrirá’. Nuestros actuales líderes políticos occidentales nunca han tenido que desarrollar tales habilidades. Sin embargo, en realidad es peor que eso: al no haber desarrollado esas habilidades, al no tener asesores que las hayan desarrollado, no pueden entender realmente lo que están haciendo los rusos, cómo y por qué lo están haciendo. Los líderes occidentales son como espectadores que no conocen las reglas del ajedrez o del Go, y están tratando de averiguar quién está ganando”.

jueves, 23 de enero de 2025

La derrota de Occidente en el pensamiento de Emmanuel Todd

La caída de valores que le dieron primacía descompone los Estado Nación y la democracia liberal. La guerra en Ucrania pone de manifiesto la desindustrialización de Occidente. Es el resultado de creer que las finanzas generan valor, producto de la neoliberalización de las economías.

Eric Calcagno, La Haine

No, nadie pensaba que habría una guerra en Europa, "el continente de la paz perpetua"; no, nadie esperaba que un conflicto surgiera entre Rusia y EEUU, cuando éste persigue a China; no, ni Ucrania arrolló al ejército ruso ni las sanciones impuestas por Occidente afectaron la economía rusa (más bien la fortalecieron); no, Europa ya no juega ningún rol relevante, todo es Reino Unido y más OTAN; no, la industria bélica occidental no puede abastecer las necesidades ucranianas en el frente (ni las propias). No. Ninguna de las predicciones realizadas antes de la guerra en Ucrania se cumplieron. Así empieza "La derrota de Occidente", por ahora el último libro del francés Emmanuel Todd. Sí, es cierto, habla de la guerra en Ucrania; si, analiza a Europa, a los EEUU y por supuesto sí, a Occidente.

Emmanuel Todd nació en 1951 en Saint-Germain-en-Laye, conurbano parisiense chic, de una familia habitada por la cultura, la política y el compromiso. El abuelo que Todd no conoció -aquel amigo del alma de Jean Paul Sartre- fue el filósofo Paul Nizan, caído en combate en las afueras de Dunquerque en 1940. El padre de Emmanuel es Olivier Todd, uno de los pilares del periodismo francés de la posguerra, además de ser primo de Claude Levi-Strauss. Corona ese capital cultural Emmanuel Le Roy Ladurie, un amigo de la familia, que además de ser discípulo de Fernand Braudel le dará al joven Todd el gusto por la historia de las mentalidades. Es la marca de calidad de la Ecole des Annales, fundada en los años 1930 por Lucien Febre y March Bloch. Una de las metodologías privilegiadas es la cuantificación estadística sobre la base de la documentación de la época estudiada antes que sobre los relatos de reyes y batallas. Ese tiempo largo que se mide en siglos también incorpora el tiempo medio, lo que llamamos mediano plazo, medido en decenios, y el tiempo de los acontecimientos, que suelen ser más cotidianos.

Emmanuel Todd estudiará tanto en París como en Cambridge los sistemas familiares a lo largo de los siglos, y la influencia de la estructura familiar en los sistemas políticos y económicos. En un momento donde el estudio del largo y mediano plazo ya no existe, desalojado que fuera por el acontecimiento reducido a la anécdota o al chisme, "La derrota de Occidente" tiene el mérito de restablecer algunas evidencias olvidadas, algunos métodos relegados, el necesario debate de ideas. Sí, son esas argumentaciones teóricas propias de los intelectuales, antes de ser desplazados por los marketineros, ellos mismos sacrificados en el altar de youtubers, influencers o redes, vacías hasta la náusea.

Tecnato de Norteamérica: ¿Trump quiere hacer realidad la dictadura tecnocrática que soñó el abuelo de Elon Musk?

El Tecnato de Norteamérica (Technocracy Inc.) es una propuesta concebida en la década de 1930 por la Sociedad Fabiana y Joshua Haldeman, abuelo materno de Elon Musk, que plantea integrar territorios como Canadá, Groenlandia, México, Centroamérica, el Caribe y parte del norte de Sudamérica bajo una estructura dirigida por “especialistas”, cuyo objetivo sería reemplazar la democracia y el capitalismo. Según el historiador José Luis Preciado, esta idea ha resurgido en estrategias contemporáneas, como las iniciativas de Donald Trump de renombrar el Golfo de México y buscar el control de Groenlandia, Canadá y Panamá, las cuales reflejan un impulso expansionista planificado por la criptocracia occidental. Este enfoque parece alinearse con el concepto histórico del Tecnato, reinterpretando asimismo elementos de un proyecto ultraglobalista que, aunque ha dejado de ser un modelo viable de gobernanza mundial, ahora sintetiza algunos de sus principios y se presenta como un caballo de Troya para el continente americano en un nuevo orden multipolar.
En los mapas del tecnato trazados desde la década de 1930, se incluían Groenlandia, Alaska, Canadá, Estados Unidos, México, todos los países soberanos de Centroamérica, así como parte del norte de Colombia y Venezuela.

José Luis Preciado, Mente Alternativa

Desde que Donald Trump inició su carrera política, ha desafiado las normas geopolíticas con propuestas y declaraciones controversiales. Este artículo explora sus recientes intenciones de rebautizar el Golfo de México, apropiarse de Groenlandia, Canadá y Panamá, y cómo estos movimientos encajan en una estrategia más amplia de control global, de la cual fue parte el abuelo materno del transhumanista y contratista masivo del Pentágono, Elon Musk.

La propuesta de Donald Trump de rebautizar el Golfo de México como “Golfo de América” refleja una narrativa imperialista que busca reforzar la influencia estadounidense en la región. Aunque el nombre actual tiene raíces históricas que datan de 1524, la iniciativa ha generado rechazo internacional, especialmente en México, donde se percibe como un intento de apropiación al menos simbólica de los recursos petrolíferos del golfo. Paralelamente, el interés de Trump en Canadá (al que quiere anexar como estado 51) y Groenlandia (a donde viajó recientemente uno de sus hijos) pone de manifiesto su enfoque hacia el Ártico, una región rica en recursos naturales y punto estratégico para provocar a Rusia. Las declaraciones sobre posibles intervenciones militares en Groenlandia y las presiones económicas sobre Canadá han suscitado preocupaciones sobre la soberanía de estos territorios y la estabilidad geopolítica.

miércoles, 22 de enero de 2025

El dólar estadounidense como arma: ¿funcionará?


Michael Hudson, The Unz Review

Trump ha promovido una serie de planes para fortalecer a Estados Unidos, a expensas de otros países. Dado su lema “nosotros ganamos, ustedes pierden”, algunos de sus planes producirían el efecto opuesto al que él imagina.

Eso no sería un gran cambio en la política estadounidense, pero creo que la Ley de Hudson puede estar alcanzando su punto máximo con Trump: cada acción estadounidense que ataque a otros países tiende a ser contraproducente y termina costando a la política estadounidense al menos el doble.

Hemos visto que se ha vuelto normal que los países extranjeros sean los beneficiarios de la política agresiva de Estados Unidos. Este es el caso más obvio de las sanciones comerciales de Estados Unidos contra Rusia. Si Estados Unidos no es el perdedor (como en el caso del corte del gasoducto Nord Stream, que condujo a un aumento vertiginoso de sus exportaciones de GNL), sus aliados pagarán el costo. El costo en unos pocos años puede ser que Estados Unidos haya perdido Europa y la OTAN como resultado de la presión de los países europeos para que declaren su independencia de la política estadounidense.

Para acelerar la partida del invitado europeo, los líderes de la OTAN exigen sanciones contra Rusia y China, afirmando que “las importaciones equivalen a dependencia”. Lo que seguirá serán contrasanciones rusas y chinas que bloquearán la venta de otras materias primas a la UE.

lunes, 20 de enero de 2025

Ucrania y el legado de Biden


Nahia Sanzo, Slavyangrad

En sus últimas horas al frente de la administración estadounidense, Joe Biden, su equipo y sus aliados mediáticos continúan realizando un enorme esfuerzo para resaltar sus éxitos, jactarse de sus proezas y, en algunos casos, limpiar su imagen. Tanto Biden como Blinken tratan, por ejemplo, de añadir a la columna de éxitos de su gestión el alto el fuego pactado en Gaza y que debe comenzar el domingo. La exaltación de la paz, inexistente en estos momentos en los que las tropas israelíes aprovechan las últimas horas para intensificar sus bombardeos y a unos días de que se retorne a una situación de ausencia de guerra, pero no de conflicto, destrucción y miseria, tiene mucho de relato y apenas soporta preguntas básicas. Israel ha aceptado en esta ocasión el mismo acuerdo que Hamas ya aceptó el pasado mayo y que, en aquel momento, la Casa Blanca presentó como una propuesta propia pero con la colaboración israelí. La administración Biden, que ha insistido repetidamente en que trabajaba “sin descanso” para lograr un alto el fuego que liberara a los rehenes israelíes -el bienestar de la población palestina de Gaza siempre ha sido secundario y no ha habido especial preocupación por los rehenes palestinos encarcelados sin cargos pero en condiciones draconianas en prisiones israelíes- ha tardado siete meses en lograr que Israel aceptara una propuesta en la que supuestamente había participado.

Denostada incluso por una parte de su población, la política estadounidense hacia Israel y Palestina se ha vinculado tan férreamente a la postura israelí que los intentos de Biden y Blinken de presentar a su actuación como constructiva son cada vez más difíciles de creer. No es de extrañar así que el aún presidente de Estados Unidos quiera centrarse en enaltecer su política en relación con el otro gran conflicto bélico de estos años, la guerra de Ucrania, en la que sigue existiendo una mayoría en Estados Unidos que considera que su país se ha colocado en el lado correcto de la historia y defiende la continuación del suministro militar para minar las capacidades de un enemigo histórico como Rusia. La escasa oposición que ha existido a la participación indirecta de Estados Unidos en la guerra, que se limita a cuestiones de coste económico y no a posturas favorables a Rusia, permite tratar el conflicto con una frivolidad que, ante las imágenes de muerte y destrucción masiva, es imposible en el caso de Oriente Medio.

Trump y el Renacimiento del Panamericanismo


Jean-Jacques Mounier, Geopolitika

El 7 de enero de 2025, en una conferencia de prensa en su residencia de Mar-a-Lago (Florida), el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó su intención no sólo de convertir Canadá en el 51º Estado de Estados Unidos, sino también de anexionarse el Canal de Panamá y Groenlandia, utilizando la fuerza si fuera necesario.

Poco después de la dimisión de Justin Trudeau, primer ministro canadiense, a principios de enero, el nuevo presidente estadounidense publicó en su red X un mapa de Estados Unidos que incluía Canadá. Esta declaración, retransmitida y apoyada por Elon Musk, causó conmoción y consternación no solo en Canadá, sino también en Europa.

La cuestión es si estas declaraciones son simples provocaciones destinadas a crear un equilibrio de poder, en particular con Canadá, para resolver las disputas entre ambos países, o si revelan una visión geopolítica más profunda que debería formar parte de una nueva geopolítica mundial.

En primer lugar, recordemos que Donald Trump quiere romper con los trilateralistas y los neoconservadores que, durante décadas, han llevado a cabo una política de guerras estadounidenses en todo el mundo con el objetivo de imponer sus intereses con el pretexto de luchar contra las autocracias y ampliar los derechos humanos.

sábado, 18 de enero de 2025

Guerra hasta el último minuto


Nahia Sanzo, Slavyangrad

Con el tiempo sobre la bocina, a cuatro días de que Joe Biden pueda dedicarse por primera vez en décadas íntegramente a su familia y de que Antony Blinken o Jake Sullivan regresen al mercado laboral de la consultoría privada o al activismo del sector de los grupos de presión o think-tanks, la administración Demócrata continúa realizando todos los esfuerzos en su mano para garantizar que Ucrania pueda continuar luchando contra el enemigo común, Rusia, mientras lo considere necesario y al margen de las intenciones de la nueva administración de la Casa Blanca. El objetivo es que las autoridades de Kiev dispongan de buenas cartas a la hora de negociar con el equipo de Donald Trump en el momento en el que Mike Waltz y Keith Kellogg logren dar forma de propuesta a las ideas que actualmente presentan en los medios de comunicación y que no hay posibilidad de saber en qué medida se corresponden con las del presidente electo. Desde el punto de vista de la actual administración Demócrata, la OTAN y la Unión Europea, Ucrania necesita fortaleza para enfrentarse a dos tipos de negociaciones: una con Estados Unidos para determinar su apoyo, que marcará el tipo de diplomacia a la que aspira Washington y en qué medida la fuerza en la imposición de la paz, y otra posterior con Rusia. La primera negociación depende exclusivamente de que Kiev disponga de las garantías de recursos económicos para continuar la guerra al margen de Estados Unidos. En otras palabras, los países europeos y la administración Demócrata buscan que Ucrania no se quede sin recursos en caso de una posible amenaza de corte o reducción de los suministros o asistencia financiera estadounidense. La fortaleza relativa en la segunda, por el contrario, se mide en la capacidad de los países occidentales de financiar a Ucrania y minar las capacidades rusas para lograr un desequilibrio de fuerzas que favorezca a Kiev, algo que, a día de hoy, solo puede conseguirse a largo plazo con una mezcla de escalada militar y profundización de la guerra económica.

viernes, 17 de enero de 2025

Israel ha destruido Gaza «para las generaciones futuras» y el mundo permanece en silencio


Ramzy Baroud, Middle East Monitor

La primera referencia oficial a que Gaza se estaba volviendo cada vez más inhabitable la hizo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) en 2012, cuando se calculaba que la población de la Franja de Gaza era de 1,8 millones de habitantes. El objetivo del informe titulado “The Gaza Strip: The Economic Situation and the Prospects for Development” [La Franja de Gaza: situación económica y perspectivas de desarrollo] no era meramente profético, sino advertir que si el mundo seguía sin hacer nada ante el bloqueo en curso contra Gaza, era inminente una catástrofe humanitaria. Con todo, se hizo poco, aunque la ONU siguió con su cuenta atrás y aumentó la frecuencia y urgencia de sus advertencias, esencialmente después de guerras importantes [contra Gaza].

Otro informe de 2015 de UNCTAD afirmó que la crisis en Gaza había empeorado después de la guerra más destructiva que había habido hasta la fecha, el año anterior. Esta guerra había destruido cientos de fábricas, miles de viviendas y había desplazado a decenas de miles de personas.

Sin embargo, Gaza debería haberse vuelto “inhabitable” en 2020, según los criterios de la ONU. Pero se hizo poco para remediar la crisis. La población aumentó rápidamente, mientras que los recursos, incluida la superficie terrestre de Gaza, disminuían debido a que la “zona de seguridad” israelí no dejaba de crecer. Las perspectivas de la “mayor prisión al aire libre del mundo” se volvieron aún más sombrías.

Con todo, la comunidad internacional hizo poco para responder al llamamiento de la UNCTAD y otras instituciones internacionales y de la ONU. La crisis humanitaria (que se encuadraba dentro de una prolongada crisis política, un asedio, la sucesión de varias guerras y una violencia cotidiana) empeoró y el 7 de octubre de 2023 llegó al punto de implosión.

jueves, 16 de enero de 2025

Te voy a hacer MAGA, Baby

No es de extrañar que a Trump se le haya tenido que ocurrir una seductora, pero aún cargada de peligros, psy op más grande que la vida para cambiar imperiosamente la narrativa

Pepe Escobar, Strategic Culture

Es el mayor espectáculo del mundo: desatar un programa doble de Nuevo Paradigma y Destino Manifiesto sobre el crack. Somos los mejores. Te sacudiremos en todos los sentidos. Os aplastaremos. Nos llevaremos todo lo que queramos porque podemos.

Y si queréis abandonar el dólar estadounidense, os destruiremos. BRICS, vamos a por vosotros.

Trump 2.0, una mezcla de lucha libre profesional y MMA en una jaula planetaria gigante, empieza el próximo lunes.

El objetivo de Trump 2.0 es controlar el sistema financiero mundial, el comercio mundial de petróleo y el suministro de gas natural licuado, así como las plataformas mediáticas estratégicas. Trump 2.0 se está preparando para ser un ejercicio ampliado de la capacidad de hacer daño al Otro. Cualquier Otro. Adquisiciones hostiles - y sangre en las vías. Así es como «negociamos».

Bajo Trump 2.0, la infraestructura tecnológica global debe funcionar con software estadounidense, no solo en el frente de los beneficios, sino también en el del espionaje. Los chips de datos de IA deben ser solo estadounidenses. Los centros de datos de IA deben ser controlados solo por Estados Unidos.

¿«Libre comercio» y «globalización»? Eso es para perdedores. Bienvenidos al mercantilismo neoimperial y tecnofeudal, impulsado por la supremacía tecnológica estadounidense.

El asesor de Seguridad Nacional de Trump, Mike Waltz, ha nombrado algunos de los próximos objetivos: Groenlandia; Canadá; cárteles variados; el Ártico; el Golfo de «América»; petróleo y gas; minerales de tierras raras. Todo en nombre del fortalecimiento de la «seguridad nacional».

Un punto clave: el control total del «hemisferio occidental». Doctrina Monroe 2.0 - en realidad la Doctrina Donroe. Estados Unidos primero, último y siempre.

El legado de Biden: la guerra energética global que amenaza a Europa


Clara Statello, L'Anti diplomatico

Mientras Los Ángeles arde, el presidente Joe Biden deja atrás la amenaza de una crisis energética que corre el riesgo de adquirir proporciones globales. La administración saliente ha aprobado el último paquete de sanciones contra la Federación Rusa, destinadas a aniquilar su economía, golpeándola en el corazón: el sector energético.

La "medida radical" sigue el camino trazado en 2022 con la imposición del precio máximo del petróleo ruso. Es la culminación de una serie de medidas destinadas a cortar los ingresos energéticos de Moscú. En particular, pretende castigar a aquellas entidades que permiten eludir las sanciones occidentales, por ejemplo los llamados “comerciantes opacos” y la “flota en la sombra”.

Han acabado en la lista negra del Tesoro de Estados Unidos:
  • Las dos principales empresas rusas, Gazprom Neft y Surgutneftgas , junto con todas sus filiales en Rusia y en el extranjero. En 2024, ambos exportaron 970 mil barriles diarios de crudo por vía marítima. También en la lista de la OFAC está SNGB , el banco comercial de Surgutneftgas.
  • 183 barcos, en su mayoría petroleros, considerados parte de la llamada "flota en la sombra".
  • Las compañías de seguros Ingosstrakh Insurance Company (Ingosstrakh) y Alfastrakhovanie Group (Alfastrakhovanie), acusadas de asegurar petroleros que transportaban productos petrolíferos rusos.
  • La red de Black Pearl Energy Trading LCC , con sede en los Emiratos Árabes Unidos, que incluye una serie de personas y entidades con sede en Rusia, los Emiratos Árabes Unidos y Hong Kong. Serían comerciantes opacos del petróleo ruso.
  • Más de 30 proveedores de servicios petroleros.
  • 13 altos directivos y altos funcionarios gubernamentales del sector energético, entre ellos el director general de Gazprom Neft, Aleksandr Valerievich Dyukov , el director general de LUKOIL, Vadim Nikolaevich Vorobiev y el director general de Rosatom, Alexey Evgenevich Likhachev.

miércoles, 15 de enero de 2025

Occidente, identidades artificiales y genocidio en Gaza

La cuestión de la complicidad occidental, o más bien la participación con entusiasmo integral, en el genocidio cometido por “Israel” en Gaza siguió siendo un gran misterio que desconcertó y torturó a la gente durante meses, luego comenzó a desvanecerse y se produjo una normalización entre la opinión pública y el genocidio.

Mazen Al-Najjar, Al Mayadeen

El genocidio de la entidad sionista en la Franja de Gaza ya lleva 15 meses y sigue en curso. Un genocidio dirigido a los civiles, con más de tres mil masacres, que ha dejado más de 150 mil víctimas entre mártires, desaparecidos y heridos.

"Israel" transformó los hospitales gazatíes en fosas comunes para su personal y sus pacientes; arrestó a miles de personas y mató a algunos bajo tortura; destruyó casas, escuelas, infraestructuras y pozos de agua, bombardeó cientos de centros de refugio, incendió las tiendas de los desplazados con sus ocupantes y profanó las tumbas.

Sin embargo, el presidente estadounidense, Joe Biden, su administración y el Occidente colectivo siguen negando la realidad de este genocidio en curso y continúan sin condenar el asesinato diario de civiles, incluidos niños, mujeres y ancianos, lo cual pone en evidencia su aceptación total de la exterminación como un medio realista y razonable para la sostenibilidad y expansión de la entidad sionista.

Es momento de que la gente se detenga a reflexionar: ¿por qué sucede esto? Cuando algo se repite más veces de lo normal, cuando algo ocurre una y otra vez, o durante un largo período, se convierte en solo otra parte de la realidad, no importa cuán horrible parezca al principio.

El escritor israelí especializado en estudios coloniales, Alon Mizrahi, menciona como excusa el relato histórico profundo y la trampa psicológica detrás de la mentalidad de esclavitud hacia "Israel" en Occidente.

martes, 14 de enero de 2025

2025: un mundo sin reglas

La creciente deslegitimación de la legalidad internacional deja espacio para un mundo sin reglas, donde sólo se aplica una ley: la del más fuerte

Roberto Iannuzzi, Sinistra in Rete

El año pasado nos ha mostrado una verdad peligrosa. Nos confirmó que Occidente, que siempre ha respetado de boquilla el derecho internacional, puede violarlo a voluntad y dejar que sus aliados hagan lo mismo.

En este sentido, Gaza no es sólo una tragedia sino también una advertencia, un precedente arriesgado.

Un fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre la plausibilidad del riesgo de genocidio en la Franja, una resolución de la Asamblea General de la ONU que pide el fin de la ocupación israelí de los territorios palestinos (ocupación considerada ilegal por una Veredicto de la CIJ), los informes de las Naciones Unidas y de numerosas organizaciones internacionales sobre el carácter genocida de la operación en curso en Gaza no han detenido la masacre.

La administración Biden ha manipulado y menospreciado los datos y la información en su poder para negar que Israel estuviera utilizando armas estadounidenses en violación del derecho internacional y que estuviera bloqueando la entrada de ayuda a la Franja.

Miembros del Congreso, y la propia Casa Blanca , han amenazado con imponer sanciones a la Corte Penal Internacional si emitía órdenes de arresto contra miembros del gobierno israelí. Una ley recién aprobada por la Cámara de Representantes puede hacer realidad estas amenazas.

El legado genocida de Biden no será olvidado


Norman Solomon, Common Dreams

Así como Biden se negó a reconocer la limpieza étnica y el asesinato en masa que hizo posibles en Gaza, los demócratas cooperaron con el silencio u otros tipos de evasión.

Cuando se conoció la noticia durante el fin de semana de que Biden acababa de aprobar un acuerdo de 8.000 millones de dólares para enviar armas a Israel, un funcionario anónimo prometió que «continuaremos proporcionando las capacidades necesarias para la defensa de Israel». Tras los informes del mes pasado de Amnistía Internacional y Human Rights Watch que concluían que las acciones israelíes en Gaza eran genocidio (chocolate por la noticia), la decisión de Biden fue un nuevo mínimo para su presidencia.

Es lógico centrarse en Biden como individuo y en sus mandantes. Sus decisiones de seguir enviando enormes cantidades de armamento a Israel han sido cruciales y calamitosas. Pero el genocidio presidencial y la aquiescencia activa de la gran mayoría del Congreso son igualados por los medios de comunicación dominantes y la política general de los EEUU.

Cuarenta días después de que comenzara la guerra de Gaza, Anne Boyer anunció su renuncia como editora de poesía de la revista The New York Times. Más de un año después, su declaración ilumina por qué la credibilidad moral de tantas instituciones liberales se ha derrumbado a raíz de la destrucción de Gaza.

Trump, las sanciones contra Rusia y el «patio trasero» de Estados Unidos


Nahia Sanzo, Slavyangrad

Aún sin saber muy bien cómo responder a la retórica abiertamente imperialista del presidente electo de Estados Unidos, los países europeos continúan tratando de adivinar, en muchos casos sin base material alguna, cuál será el plan de Donald Trump una vez que asuma el cargo dentro de nueve días. Será entonces cuando el general Kellogg comience su trabajo para presentar una hoja de ruta con la que el equipo Republicano trate de buscar el inicio de una negociación. La necesidad de negar cualquier problema y evitar especulaciones sobre una mala relación con Donald Trump y su entorno ha hecho que Ucrania anuncie que el retraso en la visita de Keith Kellogg al país se debe únicamente a la legalidad vigente, que impide viajes oficiales antes de la investidura. El retaso no es, además, una preocupación para el Gobierno de Zelensky, que desde que comenzó el conflicto hace casi once años ha hecho de la dilatación de las negociaciones su modus operandi. La diplomacia es la línea roja que Ucrania lucha por no cruzar, una posición en la que coincide con sus aliados europeos y con el liderazgo de la OTAN, que escuchan con preocupación las palabras que llegan de Washington.

Los países de la Unión Europea siguen más preocupados por las “amenazas híbridas” rusas en el Báltico y por garantizar la financiación para que Ucrania pueda continuar luchando en la guerra que por el intervencionismo que anuncia Donald Trump y la posición en la que queda el continente europeo. Con su retórica sobre la OTAN y su insistencia en que el centro de la política exterior estará vinculado al enfrentamiento con China y el proteccionismo económico, Donald Trump y su equipo ya habían anticipado una reducción del interés por Europa, un territorio en el que Washington es consciente de que no hay peligro de la creación de un bloque político o económico antihegemónico que pueda hacer sombra a Estados Unidos. Quedó atrás el tiempo en el que las antiguas potencias europeas formaban un territorio considerado estratégico. La subordinación que la Unión Europea en bloque ha mostrado desde la invasión rusa de 2022 hace aún más evidente que el continente es ahora una parte de la esfera de influencia de Estados Unidos, un territorio con escasa autonomía propia y que corre el riesgo de cumplir el papel de patio trasero que Washington ha adjudicado a América Latina.

lunes, 13 de enero de 2025

El complot de Estados Unidos e "Israel" para crear una nueva guerra contra el terrorismo mediante noticias falsas

La agenda estadounidense-israelí para remodelar Asia Occidental está alimentando una retórica antimusulmana que recuerda a la "guerra contra el terrorismo" de principios de la década de 2000.

Robert Inlakesh, Al Mayadeen

Mientras el complot estadounidense-israelí para remodelar el Asia Occidental da frutos, también surge uno para fabricar el consentimiento para lo que está por venir en el Occidente colectivo. Esto se está logrando mediante la recuperación de la retórica antimusulmana de principios de los años 2000 que sirvió de justificación para la llamada "guerra contra el terrorismo".

Durante los últimos 20 años, el denominado "extremismo musulmán" y el "terrorismo islámico" han sido el eje central de la cobertura informativa occidental. El 11 de septiembre de 2001, el Islam reemplazó oficialmente al comunismo de la Unión Soviética como la encarnación de todo lo que es malo. Había nacido el nuevo enemigo de Occidente.

De inmediato, los neoconservadores que encabezaban el gobierno de Estados Unidos tuvieron la justificación para llevar adelante la agenda establecida por el grupo de expertos pro-guerra conocido como Proyecto para un Nuevo Siglo Americano (PNAC). Guerra en Afganistán, guerra en Irak, guerra contra cualquiera y contra todos, y el público estadounidense estuvo abrumadoramente a favor de ello.

Hoy, unas dos décadas después, se reconoce ampliamente que los resultados de esta "guerra contra el terrorismo" fueron catastróficos. Sin embargo, lamentablemente, a pesar de que es popularmente aceptable considerar que el intervencionismo en países como Irak fue un error, la mayoría de la gente todavía no entiende por qué.

Ucrania: Prolongar la guerra


Nahia Sanzo, Slavyangrad

“Estoy realmente segura de que todos los demás miembros, y espero que también Estados Unidos, están dispuestos a continuar con el apoyo a Ucrania”, afirmó ayer Kaja Kallas, líder de la diplomacia de la Unión Europea, en su participación en la cumbre de Rammstein que se celebró en Alemania y que será la última antes del cambio de Gobierno en Estados Unidos. La llegada de Donald Trump, con su estilo imprevisible y aún sin plan sobre qué hacer con Ucrania, sigue siendo la gran preocupación de los países europeos, que luchan por buscar la forma de mantener el statu quo y garantizar que Kiev pueda seguir manteniendo la vía militar como única solución posible al conflicto.

En la reunión, Lloyd Austin, el Secretario de Defensa saliente, anunció el que será el último paquete de asistencia militar de la era Biden, otros 500 millones de dólares, unas palabras que causaron los aplausos de Zelensky, Rustem Umerov, Andriy Ermak y Boris Pistorius, que flanqueaban al representante estadounidense en ese momento. En referencia a su reunión con Austin, el presidente ucraniano escribió que “en la conversación se habló de la situación en el campo de batalla, del papel de los drones en esta fase de la guerra y de las necesidades de Ucrania en materia de defensa de diversos tipos de vehículos aéreos no tripulados. También se habló del fortalecimiento de la defensa aérea de Ucrania y de las perspectivas de proporcionar sistemas de defensa aérea adicionales, en particular mediante la cooperación con otros países”.

domingo, 12 de enero de 2025

Trump ni siquiera ha asumido el cargo y ya está prometiendo una guerra total

¿Recuerdan a Donald Trump en su primer mandato presidencial, que no había iniciado ninguna guerra nueva? No se preocupen, es solo un mal recuerdo.
La América de 2025 volverá a la conquista.

Lorenzo María Pacini, Strategic Culture

Un mal hábito que nunca desaparece

Durante unos días (realmente durante unos días) el mundo entero había creído realmente que Donald Trump, al ganar las elecciones, conduciría al mundo a una era de paz y prosperidad, entrando en relación, no en competencia, con los demás países del emergente mundo multipolar; incluso hubo quienes habían creído que el gobierno de Estados Unidos volvería a ocuparse de los problemas de los estadounidenses, que no son pocos y que exigen soluciones con cierta urgencia si se quiere evitar un colapso estructural interno; también hubo quienes habían teorizado una especie de “liberación” del globalismo y sus descartes, poniendo de nuevo la verdadera política en el centro y asegurando un renacimiento de la geopolítica estadounidense y de las relaciones internacionales.

Lamento decepcionar a todos los simpatizantes: Trump es presidente de los Estados Unidos de América y, como tal, parece que quiere hacer lo que todos los presidentes estadounidenses han hecho hasta la fecha, es decir, la guerra de conquista global.

Trump aún no ha asumido la Casa Blanca y ya ha amenazado con destruir Irán, conquistar Canadá, expropiar Groenlandia y explotar tierras del Círculo Polar Ártico, arrebatarle Taiwán a China, anexar Panamá y cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de América, todo ello mientras intimida a Europa a aumentar el gasto militar e imponer sanciones hacia el Este.

Mientras tanto, su colaborador más confiable (o su maestro) Elon Musk está planeando no solo la transición al transhumanismo masivo sino también el reemplazo de cualquiera que se oponga a la hegemonía del gobierno estadounidense, tanto en el país como en el extranjero. Todo ello endulzado con concesiones a la libertad de prensa y expresión en sus redes sociales personales, haciendo creer a la gente que esa es la verdadera libertad, cuando en realidad es una jaula interactiva de colores.

sábado, 11 de enero de 2025

El imperio del caos, recargado

Toda guerra se basa en el engaño. Por eso, cuando podemos atacar, debemos parecer incapaces; cuando utilizamos nuestras fuerzas, debemos parecer inactivos; cuando estamos cerca, debemos hacer creer al enemigo que estamos lejos; cuando estamos lejos, debemos hacerle creer que estamos cerca.

Sun Tzu, El arte de la guerra

Pepe Escobar, Sputnik

El Imperio del Caos es implacable. Guerras legales, desestabilizaciones, sanciones, secuestros, revoluciones de colores, operaciones de bandera falsa, anexiones: 2025 será el año en que los BRICS –y sus socios– serán los blancos predilectos de las críticas.

El inestimable profesor Michael Hudson acuñó el término “caos” como política oficial de Estados Unidos. Se trata de una idea bipartidista que se aplica a todos los sectores del Estado Profundo.

En ausencia de una visión estratégica de largo plazo y en medio de la progresiva expulsión imperial de Eurasia, todo lo que le queda al Hegemón es desatar el caos desde Asia Occidental hasta Europa y partes de América Latina: un intento concertado de dividir para gobernar a los BRICS y frustrar su impulso colectivo de afirmación de la soberanía y la primacía de los intereses nacionales.

Hace un año y medio, un think tank estadounidense ya había lanzado la idea de los estados bisagra, no la parroquial versión electoral estadounidense, sino su transposición a la geopolítica.

Los seis candidatos en ese momento eran miembros del BRICS (Brasil, India y Sudáfrica) o potenciales miembros o socios del BRICS (Indonesia, Arabia Saudita y Turquía).

El código para los “estados bisagra” era inequívoco: todos ellos son objetivos de desestabilización, como si uno no respetase el “orden internacional basado en reglas”, se hundiese.

Peor que perder la guerra


Nahia Sanzo, Slavyangrad

Escrito antes del inicio de la contraofensiva ucraniana en Kursk o quizá sin gran esperanza en que esas acciones vayan a suponer un cambio cualitativo de tendencia, The Washington Post advertía ayer en su editorial de que “la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, que se acerca al final de su tercer sangriento año, ha alcanzado un punto de inflexión”. Los problemas se acumulan para Kiev, que a la reciente pérdida de Kurajovo puede sumar en breve la de Toretsk-Dzerzhink, ya en la fase final de la batalla o, lo que es más importante, la del campo de litio de Shevchenko, un objetivo que debería haber sido prioritario pero que, al encontrarse en Donbass, ha sido considerado menos importante que mantener las posiciones o avanzar en la región de Kursk. Reticente a admitir la veracidad de noticias negativas, Ucrania se ha visto obligada incluso a admitir “problemas” en la brigada Anne de Kyiv, que con tanto orgullo había anunciado Francia haberla equipado e instruido en su totalidad. Según el periodista Yury Butusov, hasta 1700 soldados habrían abandonado la unidad antes de que la brigada llegara a su primera batalla. Las dificultades son evidentes y no es momento de esconderlas, sino de utilizarlas como argumento.

“Ucrania está perdiendo territorio, tropas y tiempo”, admite The Washington Post, que añade que “las próximas semanas determinarán si Ucrania puede seguir existiendo como Estado soberano dentro de sus fronteras anteriores a la invasión o cerca de ellas, con plenas garantías de seguridad para sus ciudadanos, o si el presidente ruso Vladimir Putin se verá recompensado y envalentonado en su guerra de expansión territorial”. Esas palabras del consejo editorial del diario de Washington complementan a lo expresado la pasada semana por Antony Blinken, que en la entrevista en profundidad en la que valora los cuatro años de legislatura de Biden, afirmó que la guerra de Putin nada tiene que ver con la seguridad ni la expansión de la OTAN sino con “las ambiciones imperiales de Putin y el deseo de recrear una gran Rusia, de subsumir Ucrania de nuevo en Rusia”. Remarcando la ironía de alertar de las intenciones del presidente ruso de hacer desaparecer Ucrania al mismo tiempo que Donald Trump habla de Canadá como estado de Estados Unidos, el periodista liberal ruso, abiertamente contrario a la guerra, Leonid Ragozin comentaba que “Putin lanzó una brutal agresión contra Ucrania después de muchos años de maniobras arriesgadas de Rusia con la OTAN, pero [Rusia] aceptó repetidamente acuerdos que equivalían a la finlandización de Ucrania, tanto en Minsk como en Estambul. Nada puede excusar sus acciones, pero mentir obstinadamente sobre sus motivos e intenciones perjudica a Ucrania y a su pueblo más que a nadie”. El comentario de Ragozin toca tres puntos que ninguno de los editoriales, artículos o reportajes de los grandes medios se molestan en mencionar en sus publicaciones, en las que, como muestra el editorial de The Washington Post, el objetivo no es más que justificar la continuación de una guerra que no les importa cronificar.

LinkWithin

Blog Widget by LinkWithin