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martes, 25 de marzo de 2025

La crisis del orden de posguerra nos dio el neoliberalismo

El auge del neoliberalismo no se debió simplemente a que los políticos centristas y de derecha decidieran darle rienda suelta a las fuerzas del mercado. Reflejó una verdadera crisis del orden económico de la posguerra, y la ausencia de un movimiento obrero poderoso que impulsara una alternativa de izquierda.

Colin Gordon, Jacobin

Bajo cualquier forma de medición, la desigualdad económica se disparó en el último medio siglo. Desde 1970, la proporción de la renta nacional que se lleva la mitad inferior de los asalariados cayó del 21,3 % a solo el 13,6 %, mientras que la que se lleva el 1 % superior casi se duplicó, pasando del 11,6 % al 19,1 %. Aunque los programas sociales redujeron la pobreza sustancialmente durante ese periodo, los criterios de elegibilidad mezquinos y la discreción a nivel estatal han erosionado los medios de vida de las familias con bajos ingresos. La brecha racial de riqueza, sostenida por generaciones de explotación y exclusión en el sector inmobiliario privado y los programas públicos, es ahora tan amplia como lo era en la década de 1960.

Una historia común viste estas tendencias con ropajes partidistas: los demócratas lucharon por extender o apuntalar el New Deal; los republicanos, por fervor ideológico o por servil deferencia a los intereses privados, intentaron derribarlo todo con la misma determinación. Hay un atisbo de verdad en esta ordenada narrativa, pero solo un atisbo. De hecho, el regreso de la desigualdad a niveles no vistos desde la Edad Dorada fue un proyecto frecuentemente bipartidista: los demócratas llevaron la delantera (controlando tanto la Cámara de Representantes como el Senado, o la presidencia y una o ambas cámaras) durante treinta de los últimos cincuenta y cuatro años. Sus huellas, en diversos grados, están en todas y cada una de las políticas que aumentaron la desigualdad durante este período.

Esa hoja de antecedentes penales es el hilo conductor de Left Behind (Abandonados), el provocador examen de la historiadora Lily Geismer sobre la presidencia de Bill Clinton, sus raíces políticas e intelectuales y su impacto duradero. Left Behind comienza trazando la ya familiar historia del Consejo de Liderazgo Democrático (DLC, por sus siglas en inglés), fundado en 1985, y su determinación de liberar al partido de sus «intereses especiales» (sindicatos, minorías raciales, movimiento feminista, etc.) y dividir la improbable diferencia entre la Gran Sociedad y las políticas económicas de la época de Reagan (Reaganomía). Como argumenta Geismer, las invocaciones clintonianas de una «tercera vía» o «un puente hacia el siglo XXI» apenas podían ocultar la verdadera intención y el resultado: abandonar a los sectores de la mitad inferior de la distribución de ingresos en favor de soluciones de mercado que harían sonrojar a Friedrich Hayek.

jueves, 20 de marzo de 2025

La imposición de aranceles de EEUU fue en tiro en su pie


Zhu Jian*, La Jornada

Hace poco concluyeron exitosamente en Pekín las sesiones anuales de la Asamblea Popular Nacional de China y la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (Dos Sesiones), eventos claves para que el mundo observe a China. Durante estos encuentros, el señor Wang Yi, miembro del buró político del Comité Central del Partido Comunista de China y ministro de Relaciones Exteriores, planteó cinco preguntas contundentes a Estados Unidos: “EEUU debe repasar primero lo que realmente ha sucedido. ¿Qué ha logrado de las guerras arancelarias y comerciales en estos años? ¿Se ha ampliado o reducido su déficit comercial? ¿Ha aumentado o disminuido su competitividad en la industria manufacturera? ¿Se ha mejorado o empeorado la inflación? ¿Y ha sido mejor o peor la vida de sus ciudadanos?”

Tras la llegada del nuevo gobierno estadounidense al poder, se ha impulsado el memorando Política de Inversiones de Estados Unidos Primero, reinstaurando aranceles al acero y aluminio a sus socios comerciales globales, y ha anunciado la imposición de aranceles recíprocos. Parece que la lista de aranceles no deja de aumentar. Estas amenazas mediante el uso de aranceles son actos de intimidación y unilateralismo, que además violan gravemente las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), desestabilizan las cadenas globales de suministro, obstaculizan el desarrollo económico mundial y perjudican tanto a empresas como a ciudadanos estadounidenses.

lunes, 3 de marzo de 2025

El plan maestro de Donald Trump para la economía


Yanis Varoufakis, Sin Permiso

Frente a las medidas económicas del presidente Trump, sus críticos centristas oscilan entre la desesperación y una conmovedora fe en que se desvanezca su frenesí arancelario. Suponen que Trump resoplará y resoplará hasta que la realidad deje al descubierto la vacuidad de su razonamiento económico. No han estado prestando atención: la fijación arancelaria de Trump forma parte de un plan económico global que es sólido, aunque sea algo intrínsecamente arriesgado.

Su forma de pensar [de ellos] conecta directamente con un concepto erróneo de cómo se mueven el capital, el comercio y el dinero en todo el mundo. Como el cervecero que se emborracha con su propia cerveza, los centristas acabaron creyéndose su propia propaganda: que vivimos en un mundo de mercados competitivos en el que el dinero es neutral y los precios se ajustan para equilibrar la oferta y la demanda de todo. Ese Trump tan poco sofisticado es, de hecho, mucho más sofisticado que ellos en el sentido de que entiende cómo el poder económico en bruto, y no la productividad marginal, decide quién hace qué a quién, tanto a escala nacional como internacional.

Aunque nos arriesgamos a que el abismo nos devuelva la mirada cuando intentamos darle una ojeada a la mente de Trump, necesitamos comprender su pensamiento en relación con tres cuestiones fundamentales: ¿por qué piensa él que los Estados Unidos están explotados por el resto del mundo? ¿Cuál es su visión de un nuevo orden internacional en el que los Estados Unidos puedan volver a ser “grandes”? ¿Cómo piensa conseguirlo? Sólo entonces podremos elaborar una crítica sensata del plan director económico de Trump.

lunes, 24 de febrero de 2025

Por qué van a fracasar el DOGE y Musk


Laura Tyson, Sin Permiso

A cambio de ayudar a Donald Trump a ser reelegido gastándose 130 millones de dólares en las campañas de Trump y de los republicanos en las demás elecciones coincidentes con las presidenciales, y convirtiendo X (antes Twitter) en su máquina de mensajes, Elon Musk se ganó la oportunidad de codirigir (junto con Vivek Ramaswamy, otro donante de importancia) un nuevo «Departamento de Eficiencia Gubernamental» [DOGE]. Bautizado con el nombre de una criptomoneda de broma, el DOGE no será una agencia oficial. Pero, aunque su papel vaya a ser puramente consultivo, Trump ha prometido poner en práctica sus recomendaciones para recortar el exceso de regulaciones, reestructurar las agencias federales y recortar los gastos superfluos, todo ello con la vista puesta en la eficiencia.

La ley federal exige que todo comité consultivo gubernamental notifique públicamente sus reuniones (incluido el orden del día, la hora, el lugar y el propósito) y proporcione acceso a todos los informes, transcripciones, actas, documentos, órdenes del día u otros documentos relacionados con su trabajo. Pero el DOGE bien podría violar estos requisitos alegando que infringen inconstitucionalmente el poder presidencial

Al igual que en el caso de sus demás nombramientos, Trump no se molestará en investigar a fondo a Musk y Ramaswamy, ni les exigirá que se desprendan de sus participaciones corporativas o se abstengan de ofrecer recomendaciones sobre cuestiones que plantean un evidente conflicto de intereses (como las ingentes compras de servicios por parte de la NASA a SpaceX de Musk). En la medida en que el DOGE destripe las regulaciones, promete ser un poderoso vehículo para el «capitalismo de amiguetes». Sus recomendaciones tendrán poco que ver con la mejora de la eficiencia gubernamental o la reducción de costes, y todo que ver con la eliminación de regulaciones y agencias que desean ver finiquitadas poderosos donantes y grupos de presión empresariales .

miércoles, 18 de diciembre de 2024

La teoría de las necesidades de Ágnes Heller es una herramienta política vital

Basándose en la obra de Karl Marx, la filósofa húngara Ágnes Heller desarrolló un marco para distinguir entre las necesidades verdaderamente esenciales y las artificiales. Hoy, ante la crisis ecológica global, sus ideas son más relevantes que nunca.

Razmig Keucheyan, Jacobin

¿Cuántos de los bienes que posees considerarías indispensables? ¿Y cuántos son innecesarios? No es una cuestión meramente personal, sino política. Los bienes están hechos de cosas tomadas de la naturaleza. Con la crisis medioambiental, las materias primas son cada vez más escasas, y la contaminación derivada del proceso de producción tiene consecuencias desastrosas para los ecosistemas.

De ahí que sea crucial la tarea de distinguir entre bienes que satisfacen necesidades esenciales y bienes que satisfacen necesidades artificiales. Necesitamos una teoría que nos permita hacerlo. Afortunadamente, tenemos una, formulada por la filósofa húngara Ágnes Heller.

La escuela de Budapest


Heller nació en Budapest en 1929. Era de origen judío y parte de su familia murió en Auschwitz. Después de la guerra, mientras estudiaba y enseñaba filosofía en la Universidad de Budapest, pasó a formar parte de un grupo de pensadores conocido como la «Escuela de Budapest», uno de los más creativos del pensamiento marxista de posguerra. La figura tutelar del grupo era Georg Lukács, autor de Historia y conciencia de clase.

Las relaciones de Lukács y la Escuela de Budapest con el régimen comunista húngaro alternaron fases de represión y tolerancia. Durante el periodo que va de la revuelta de Budapest de 1956 a la Primavera de Praga de 1968 en Checoslovaquia, Heller se posicionó a favor del «socialismo con rostro humano». Se identificó en esa época con la Nueva Izquierda internacional que surgía a ambos lados del Telón de Acero, criticando tanto el imperialismo estadounidense como la degeneración burocrática de la Unión Soviética.

miércoles, 23 de octubre de 2024

Por qué las naciones triunfan o fracasan: una causa Nobel


Michael Roberts, The Next Recession

Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A Robinson han sido galardonados con el Nobel (en realidad, el premio del Riksbank, Banco del Reino) de Economía «por sus estudios sobre cómo se forman las instituciones y afectan a la prosperidad». Daron Acemoglu es profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts, EEUU. Simon Johnson es profesor en la misma universidad. Y James Robinson es profesor en la Universidad de Chicago.

He aquí lo que los jueces del Nobel dicen que fue la razón para ganar:

«Hoy en día, el 20% de los países más ricos son unas 30 veces más ricos que el 20% de los países más pobres. Las diferencias de renta entre países han sido muy persistentes en los últimos 75 años. Los datos disponibles también muestran que las disparidades de renta entre países han aumentado en los últimos 200 años. ¿Por qué las diferencias de renta entre países son tan grandes y tan persistentes?

martes, 22 de octubre de 2024

La contrarrevolución keynesiana

¿Qué tiene el capitalismo que hace del keynesianismo un horizonte que incluso a los aspirantes a revolucionarios les cuesta traspasar?

Mike Beggs, Jacobin

Marx vivió lo suficiente como para declararse «no marxista». Keynes no tuvo tanta suerte. Sus seguidores harían luego la distinción entre «economía keynesiana» y «la economía de Keynes». Pero para entonces la palabra ya había trascendido al hombre. Un nombre no se convierte en un «ismo» sólo por su genialidad. La obra tiene que atrapar y montar una ola histórica, y gran parte de ella nunca se recupera mientras que lo que sí lo hace empieza a generar nuevas asociaciones. El «keynesianismo» se convirtió así en sinónimo de gasto deficitario, regulación y Estado del bienestar, tres cosas que la Teoría General apenas menciona, si es que lo hace.

Geoff Mann es muy consciente de las diferencias entre Keynes como hombre, su obra y el «keynesianismo». Pero su libro sobre el keynesianismo, In the Long Run We Are All Dead, trata deliberadamente más del «ismo» que del hombre. Para Mann, Keynes ni siquiera es el originador del keynesianismo, que vendría a ser Hegel —«si no el primer keynesiano, sí su encarnación anterior más cercana»—, por lo que tenemos varios capítulos sobre Hegel antes de que el foco se desplace al propio Keynes. El keynesianismo, según lo entiende Mann, es un elemento perenne de la modernidad y Keynes fue simplemente uno de sus más hábiles articuladores, razón por la cual llegamos a conocerlo por su nombre. El propio Keynes aparece en el libro como un filósofo político que resultó ser economista, aunque no es casualidad que las grandes filosofías políticas de la sociedad capitalista estén llenas de economía.

domingo, 11 de agosto de 2024

FMI y el proteccionismo económico


Álvaro García Linera *, Estrategia La

No dejan de sorprender las piruetas ideológicas que está ensayando el FMI. Acostumbrada a pontificar durante décadas sobre unas leyes de mercado escritas incorruptiblemente en roca, hoy, con una dosis de cinismo y asombrosa flexibilidad teórica, coquetea con planteamientos anteriormente excomulgados del léxico económico mainstream.

Déficit fiscal cero, contracción del gasto público, reducción del endeudamiento, supresión de subvenciones, apertura comercial, privatizaciones de empresas públicas y desregulación del mercado laboral eran unos preceptos “universales” distribuidos bajo el formato copy-page a cuanto país del mundo solicite crédito externo. Podía ser Bolivia, Ecuador, Rusia, Polonia, Nigeria, Chile, Grecia o cualquier otra nación en apuros, había un único camino para abrazar la prosperidad occidental. Para problemas e historias distintas, se tenía el mismo inevitable y sagrado destino: el libre mercado que premiaría a los triunfadores y entregaría a la caridad a los perdedores.

domingo, 10 de marzo de 2024

¿De qué hablamos cuando hablamos de neoliberalismo?

Víctor Iván Gutiérrez*, La Jornada

Cuando se habla de neoliberalismo, generalmente se asume como un modelo de desarrollo, cuyas políticas económicas se caracterizan por privatizar empresas públicas, recortar la inversión del gasto público, contener el crecimiento de los salarios, desregular la economía financiera, fomentar el llamado libre comercio y otorgar mayor importancia a lo privado sobre lo público.

Pese a que, en términos generales, estas políticas económicas, en efecto, constituyan parte esencial de la agenda neoliberal, dicha definición es incapaz de ofrecer un panorama más profundo y completo. Lo primero que habría que comenzar a señalar es que, eso a lo que llamamos neoliberalismo, más que tratarse de un modelo económico (como si tratase de uno más de los múltiples existentes) es un conjunto de políticas económicas, políticas y sociales que esencialmente fueron diseñadas durante la década de los años 30 del siglo pasado y aplicadas a partir de la década de los 70 por una clase social que pretendía favorecer sus intereses, en detrimento del interés público, nacional y ecológico.

domingo, 19 de abril de 2020

La economía hegemónica en su laberinto


Sergio Gamonal, El Mostrador

La hegemonía de la perspectiva neoliberal en economía, ha sido muy fuerte en los últimos cuarenta años, especialmente en Chile. Obviamente existen otras perspectivas en economía y una alta gama de matices, apellidos como Stiglitz, Ha-Joon Chang, Piketty o Mazzucato, por citar a algunos, nos recuerdan que la economía es una disciplina compleja, que forma parte de las ciencias sociales y que, por lo mismo, se basa en el siempre impredecible comportamiento humano, lo que debiera excluir aproximaciones dogmáticas o teológicas acerca de cómo adoptar decisiones de política económica.

Sin embargo, el predominio del pensamiento único en economía es muy fuerte en el mundo y en nuestro país.

Por otro lado y no sólo en Chile, la perspectiva neoliberal ha sido adoptada por los gobernantes con entusiasmo, para redistribuir el ingreso hacia el 1% más rico y, presenciamos políticas estatistas para las pérdidas de los bancos en las crisis de 1982 y 2008 -rescates millonarios pagados por los contribuyentes e impuestos más bajos a los ricos e hiperricos- y, liberales para las pérdidas de los ciudadanos. En otras palabras, subsidios tanto al sistema financiero como a las transnacionales y, crudeza del mercado y bancarrota individual para las personas comunes.

jueves, 9 de abril de 2020

Vuelve Keynes, el coronavirus derrotó al neoliberalismo


Roberto Pizarro, El Desconcierto

La teoría del “sálvese quien pueda” de los economistas neoliberales ha sido arrasada por el coronavirus. La sociedad y el Estado existen. Son siempre imprescindibles para que sobrevivan las personas, y ello queda hoy al desnudo en medio de la pandemia atroz.

El Financial Times, destacado periódico liberal, pero inteligente, nos dice en su editorial del 3 de abril:
“Se requieren reformas radicales para forjar una sociedad que funcione para todos. La pandemia de coronavirus ha expuesto la fragilidad de la economía de muchos países”.
“La pandemia del Covid-19 ha inyectado una sensación de solidaridad en sociedades polarizadas. Pero el virus, y los cierres de empresas necesarios para combatirlo, también arrojan una reveladora luz sobre las desigualdades existentes, e incluso crean nuevas desigualdades”.
La crisis económica que se anuncia será tan dura como la que se conoció durante la depresión de los años treinta. En aquella época, la teoría económica clásica, de corte liberal, y sus defensores no consiguieron responder frente al sistema capitalista en estado de descomposición. Tuvo que venir John Maynard Keynes a salvarlo. Keynes no era un socialista, pero entendió que los desmanes del capitalismo eran consecuencia de la ausencia de regulación en los mercados, así como de la incapacidad de las políticas públicas ortodoxas para enfrentar las crisis económicas.

Keynes propuso incrementar el gasto público para estimular la inversión y disminuir el desempleo. Confiaba en que la intervención del Estado en la economía podía moderar la crisis capitalista. Sostenía que el desempleo se debía a una insuficiencia de demanda y no a un desequilibrio en el mercado de trabajo. Entonces, cuando la demanda agregada se hacía insuficiente, las ventas disminuían y el desempleo crecía. Precisamente lo que está sucediendo ahora en Chile y en todo el mundo.

miércoles, 19 de junio de 2019

Teoría monetaria: la moderna controversia


Alejandro Nadal, La Jornada

En los últimos años ha surgido una importante polémica sobre lo que se conoce como la teoría monetaria moderna (TMM). Se trata de una visión macroeconómica sobre la creación monetaria por parte del Estado y su funcionamiento en una economía desarrollada. La TMM estuvo relegada hasta hace poco a seminarios académicos en pocas universidades estadounidenses, pero desde que la recogieron Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez se ha convertido en un tema de gran popularidad en el debate político.

Uno de los más importantes méritos de la TMM es que rompe de golpe con el dogma central de la macroeconomía clásica sobre el financiamiento del Estado. Ese dogma dice que cuando el gobierno quiere financiar un programa debe hacer una de dos cosas: incrementar los impuestos o endeudarse. La TMM dice que existe una tercera opción: el Estado puede crear dinero y utilizarlo para financiar cualquier proyecto que desee, incluyendo erigir nuevos hospitales y universidades. Por supuesto, todo esto suena muy atractivo para una política de izquierda que quiere romper con los dogmas neoliberales.

jueves, 29 de septiembre de 2016

La crisis de los partidos socialdemócratas europeos


Vicenç Navarro, Público

En la gran mayoría de los países europeos, los partidos socialdemócratas han ido perdiendo no solo apoyo electoral, sino también militancia. El caso más conocido ha sido el experimentado por el Partido Socialdemócrata de Alemania (el SPD), que pasó de ser de los que contaba con más militantes en los años sesenta y setenta, a ser un partido claramente en vías de ser minoritario. Las famosas reformas llevadas a cabo por el Canciller Shcröder (la Agenda 2010) causaron un gran bajón en el apoyo electoral y número de la militancia. En realidad, en todos los países europeos, incluyendo en España, el voto y la militancia de estos partidos han ido descendiendo.

El Partido Laborista del Reino Unido, sin embargo, se presentaba como una excepción. La adaptación del laborismo al liberalismo, abandonando principios básicos de la socialdemocracia, había sido la supuesta causa de que fuera –así se decía- el único partido de esta familia política que había permanecido en el poder durante mucho tiempo (1997-2010). De ahí que la Tercera Vía, iniciada por el Tony Blair, el cual se inspiró en el cambio en EEUU dentro del Partido Demócrata, ocurrido durante la Administración del Presidente Clinton, como mostré en un artículo anterior (“La crisis de la socialdemocracia en Europa”, 18.06.10), se presentara como el ejemplo a seguir. Sus políticas incluían los elementos esenciales del liberalismo (heredados de Margareth Thatcher, que definió a Blair como uno de sus mejores alumnos), yendo incluso más allá que la administración del Partido Conservador, como en el caso del otorgamiento de plena independencia al Banco de Inglaterra, desregulando el capital financiero y convirtiendo la City en el mayor centro de capital especulativo en el mundo. El tamaño de tal sector como porcentaje del PIB se disparó, llegando a alcanzar un 20%, y ello acompañado de un gran descenso del sector industrial y una gran desregulación del mercado de trabajo, con un considerable descenso de los salarios.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Las confesiones del FMI

Alejandro Nadal, La Jornada

El Fondo Monetario Internacional siempre ha buscado mantener la reputación de que sus intervenciones están basadas en análisis técnicos de la mejor calidad. También pretende mantener una política de transparencia que proporcione mayor legitimidad a sus acciones. Por eso mantiene una Oficina Independiente de Evaluación (OIE), que lleva a cabo peritajes sobre diversos aspectos de su actividad. La OIE responde directamente al consejo de directores ejecutivos y su mandato está por arriba de la directora gerente, Christine Lagarde.

En su último reporte la OIE (disponible en ieo-imf.org) ofrece un escalofriante diagnóstico sobre la incapacidad técnica del máximo organismo responsable del sistema de pagos internacionales. El informe se concentra en el manejo de la crisis en el contexto de la eurozona y en las intervenciones del Fondo en las economías de Grecia, Irlanda y Portugal. Estos programas de rescate fueron los primeros casos de aplicación de programas de ajuste en países desarrollados en el marco de una unión monetaria. La experiencia de las intervenciones del FMI en América Latina y el sudeste asiático no es mencionada en el informe, pero vale la pena no perder de vista sus efectos nefastos a lo largo de los últimos 20 años.

martes, 24 de mayo de 2016

El precio del fracaso de las políticas económicas

Jayati Ghosh, FrontLine

A los responsables de la aplicación de políticas económicas equivocadas e innecesarias nunca se les culpabiliza por ello, y siguen imponiendo su poder y habilidades en las instituciones de gobierno y las políticas económicas.

Gran parte de la discusión en los medios acerca de la economía mundial se basa hoy en día en la noción de lo "nuevo normal" o lo "nuevo mediocre", es decir, el fenómeno de un crecimiento económico lento, estancado o negativo en la mayor parte del mundo. Las noticias sobre generación de empleo son incluso peores, ya que casi no hay creación de empleos de buena calidad y el grueso de la población padece condiciones de creciente inseguridad material. Frente a esta situación se ofrecen todo tipo de explicaciones: que es la contracara de los avances tecnológicos, que se debe al crecimiento demográfico actual más lento, a un nivel insuficiente de inversiones a causa de las variaciones en los precios relativos del capital y la mano de obra, a las "recesiones de hoja de balance contable" generadas en muchos países por el sobreendeudamiento privado, a las políticas fiscales contractivas o restrictivas aplicadas por gobiernos a su vez excesivamente endeudados.

Sin embargo, la verdad es que estas explicaciones que dan cuenta de los procesos económicos como el resultado inevitable del juego de ciertas fuerzas externas al sistema que responden a una lógica propia y que están fuera del control social, son sumamente erradas e inoportunas. Antes que nada, le dan impunidad a las políticas económicas, y esto es tremendamente importante porque eso simplemente inhabilita la consideración de otras estrategias alternativas que podrían producir otros resultados.

lunes, 1 de febrero de 2016

Reseña de The Rise and Fall of American Growth, de Robert J. Gordon

Paul Krugman, Sin Permiso

En los años 60s hubo una breve ola popular de “futurismo” de libros y artículos que trataban de prever los cambios del porvenir. Una de las obras más conocidas y, desde luego, la más detallada, fue The Year 2000 (1967), de Herman Kahn y Anthony J. Wiener, que ofrecía, entre otras cosas, una lista sistemática de innovaciones tecnológicas que Kahn y Wiener consideraban “muy probables en el último tercio del siglo XX”.

Por desgracia, los dos autores estaban en su mayor parte equivocados. No erraron demasiado a la hora de prever transformaciones que se corresponden de modo reconocible con todos los elementos principales de la revolución de la tecnología de la información, entre ellos los “smartphones” e Internet. Pero la mayoría de las innovaciones predichas (“plataformas voladoras individuales”) no se habían materializado para el año 2000…y todavía están por llegar, década y media después.

La verdad es que si nos alejamos de los titulares acerca del último artilugio, se hace evidente que hemos hecho muchos menos progresos desde 1970 — y hemos experimentado una alteración mucho menor de los elementos fundamentales de la vida — de los que casi cualquiera esperaba. ¿Por qué?

viernes, 29 de enero de 2016

Varoufakis: "La troika atará las manos de un Gobierno PSOE-Podemos"


Su legión de fans se alegrará, su tropel de incondicionales detractores encontrará seguro nuevos motivos para odiarle. Porque Yanis Varoufakis el que fuera ministro de Finanzas griego -con status de estrella del rock'n'roll- durante los cinco agitados meses que transcurrieron entre finales de enero de 2015 y julio de ese mismo año, vuelve a la carga. El próximo 9 de Febrero, dará el pistoletazo de salida en Berlín a un movimiento paneuropeo que tendrá como principal objetivo la democratización y transparencia de la UE, cualidades que según Varoufakis ahora mismo brillan por su ausencia.
Como ejemplo clamoroso de cómo las fuerzas del mal reinan en Bruselas, Varoufakis denuncia que si la UE fue tan dura con Grecia a la hora de negociar el tercer rescate del país heleno fue con la intención clara y precisa de asestar un golpe a Podemos de cara a las elecciones generales españolas de diciembre pasado. "No tuvieron todo el éxito que hubieran querido. Pero sí que tuvieron éxito en evitar que Podemos adquiriera la dinámica que tenía Syriza durante 2014", señala. Y lanza una advertencia a Pablo Iglesias y sus muchachos: "Cualquier Gobierno liderado por el PSOE en el que participe Podemos tendrá atadas las manos por la troika y, a corto plazo, socavará la integridad de Podemos".


La entrevista la realizó Irene Hernández Velasco, en Sin Permiso

¿Por qué dimitió justo al día siguiente de que en el referéndum de julio pasado en Grecia triunfara el 'no' al acuerdo que proponía la Unión Europea?

jueves, 28 de enero de 2016

La incertidumbre externa y la desigualdad


Orlando Delgado Selley, La Jornada

Hay un consenso generalizado entre los analistas internacionales de que nos enfrentamos a un inicio de año particularmente complicado. A nivel de la economía global se ha argumentado que lo que mayor preocupación genera es el estado de confusión generalizada sobre los meses próximos. Es indudable que, sin embargo, la restructuración de la economía china, la caída drástica del precio del petróleo y el inicio de la normalización de la política monetaria estadunidense generan efectos que dificultarán el crecimiento. Hay un factor adicional de gran relevancia que complica el panorama: la profundización de la desigualdad.

Un informe reciente de Oxfam y un importante artículo de su directora ejecutiva, Winnie Byanyima (Project Syndicate, 20/1/2016), dan cuenta de que en 2015, 64 personas poseían lo mismo que la mitad de la población mundial. Hace seis años, en 2010, eran 288 las personas cuya riqueza se igualaba a la de la mitad de la población. La brecha entre ricos y pobres se sigue ampliando, de modo tal que la predicción de la propia Oxfam de que en 2016 el uno por ciento rico de la población se apropiaría de la riqueza del otro 99 por ciento, se alcanzó dos meses antes de lo previsto.

miércoles, 27 de enero de 2016

Una vía progresista para poner fin a la evasión fiscal de las grandes empresas

Dean Baker, Sin Permiso

Prácticamente todos los altos ejecutivos norteamericanos comparten un sueño: librarse de los impuestos a los beneficios de las grandes empresas. Para muchos, eso significa hacer lobby en el Congreso a fin de cambiar las leyes fiscales. Pero, para un número cada vez mayor, implica también el desarrollo de trucos creativos –y exitosos— que les permitan evadir sus obligaciones fiscales.

La moda más reciente es la reversión. En estos últimos años, algunas de las empresas más grandes del país se las han arreglado para caer bajo la toma de control de empresas más pequeñas convenientemente radicadas en las Bahamas o en algún otro paraíso fiscal. Una empresa tiene entonces que pagar impuestos sólo en ese paraíso fiscal; se libra completamente del impuesto estadounidenses al beneficio empresarial. Por ejemplo, Pfizer, la gran empresa farmacéutica, cayó bajo la toma de control de una empresa mucho más pequeña con sede en una Irlanda con un impuesto de sociedades más bajo.

Aun cuando los EEUU tienen legalmente el impuesto de sociedades más elevado del mundo desarrollado, trucos como las depreciaciones o los agujeros fiscales han ido erosionando el ingreso público durante décadas. Los impuestos pagados por las grandes empresas representaban ya sólo un 1,9% del PIB en 2014. Mucho menos que el 2,6% de los años 70, aun si los beneficios andan ahora cercanos al nivel de posguerra en proporción al ingreso nacional.

jueves, 24 de septiembre de 2015

Teoría económica y políticas económicas


Theotonio Dos Santos, Alainet

Muchos gobiernos electos están subyugados a sus bancos centrales, bajo el pretexto de que son instituciones independientes, por encima de las prácticas "inmorales" de los políticos. Por "política" debe entenderse elecciones y la participación de los pueblos que son los principales afectados por las decisiones de los políticos y las acciones “políticas” de estos bancos. Es así como intereses absolutamente minoritarios de la población rigen la economía mundial y consiguen obligar a las grandes mayorías a someterse a la dictadura tecnocrática llamada Bancos Centrales 'independientes'.

La misión de estas instituciones es transferir, bajo las más diversas formas, masas colosales de riqueza al "mercado" financiero. Se trata de una expropiación de los recursos obtenidos por los distintos tipos de ingresos fiscales para transferirlos al sistema financiero bajo los pretextos más increíbles y las maneras más inventivas.

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