El dólar da a EEUU una inmensa ventaja. Puede comprar los recursos y dirigentes de otros países, puede apoderarse de sus empresas, simplemente imprimiendo más dólares
Prabhat Patnaik, Espai Marx
La opinión liberal sostiene que el sistema monetario y financiero internacional es un dispositivo para promover los intereses de todos los países participantes proporcionando un arreglo de pagos conveniente dentro del cual se puede llevar a cabo el comercio. Sin embargo, la realidad es totalmente distinta: el sistema internacional se basa en la hegemonía del imperialismo occidental y, a su vez, sostiene esta hegemonía. Puesto que el dólar estadounidense es el eje de este sistema internacional, se puede decir que la hegemonía del dólar en la economía internacional se sustenta en la hegemonía del imperialismo occidental y, a su vez, la sostiene; y esta hegemonía se interpone incluso en el comercio mutuamente conveniente entre los países participantes.
Un ejemplo dejará claro este punto. Supongamos que el país 1 necesita la mercancía X que tiene el país 2, y que el país 2 necesita a su vez la mercancía Y que tiene el país 1. Con el sistema actual, no pueden simplemente intercambiar estas dos mercancías entre ellos. Cada uno de ellos debe hacerse primero con dólares antes de comprar la mercancía del otro. Y a menos que cada uno de ellos tenga suficientes reservas de dólares para empezar, este intercambio simplemente no se produciría. En otras palabras, siendo el dólar el medio de circulación en las transacciones internacionales, una escasez de dólares en manos de algunos países frenaría incluso sus transacciones mutuas.