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miércoles, 18 de junio de 2025

¿Recuerdas a Zelensky?


Andrea Zhok, Sinistra in Rete

Tres días de conflicto entre Israel e Irán y el mundo se ha olvidado del pobre Zelenski. ¿Recuerdan a Zelenski? ¿El que ganó "Bailando con las Estrellas"? ¿El que lleva tres años con la misma camiseta verde? Pues bien, lo que ocurre es que, en cuanto las cámaras se pusieron en marcha, el flujo de armas y financiación (sobre todo estadounidense) se detuvo de inmediato. Instantáneamente. Y las mismas actividades estadounidenses de inteligencia e información satelital ahora deben reorientarse, al menos parcialmente, hacia Oriente Medio.

Y a pesar de la actitud belicosa de von der Leyen y de la amenaza de desatar un Kallas hidrofóbico en el frente ruso, en verdad, si se relaja la contribución estadounidense, las horas de Ucrania están literalmente contadas.

Ahora, gracias a la incontinencia supremacista de Israel, el juego en el tablero de ajedrez internacional se ha vuelto de repente terriblemente complejo y en parte caótico.

Estados Unidos, al ser un representante israelí (y no al revés), defenderá a Israel a toda costa. Esta es la única razón por la que Netanyahu se ha atrevido a tomar una medida potencialmente devastadora para su país. Sin el apoyo logístico, los suministros, la información satelital y las intercepciones estadounidenses, Israel no tendría ninguna esperanza en una guerra convencional prolongada con Irán. Pero Netanyahu sabe que cuando la situación se agrave, el Tío Sam intervendrá directamente.

martes, 10 de junio de 2025

El rearme alemán hace retroceder a Europa un siglo

Se necesitarán años para reconstruir el ejército alemán, pero esta decisión marca un punto de inflexión que cambiará el rostro de Alemania. Y de Europa

Roberto Iannuzzi, Il Fatto Quotidiano

El anunciado rearme alemán devuelve al viejo continente a una lógica de poder largamente olvidada, en un contexto de tensiones y desequilibrios europeos, además de una dura confrontación con Rusia, lo que sin duda no augura nada bueno para el futuro de Europa. Países como Gran Bretaña, Francia y Polonia pretenden seguir el ejemplo alemán, mientras que otros observan con preocupación.

La idea de reforzar el ejército alemán no es nueva. Se remonta al anuncio del llamado “giro histórico” (Zeitenwende) por parte de Olaf Scholz, predecesor del actual canciller, tras la invasión rusa de Ucrania en 2022.

Sin embargo, dos años después de ese anuncio, el Consejo Alemán de Relaciones Exteriores publicó un informe en el que afirmaba que el ‘giro’ no se había producido. Pero con la llegada de Friedrich Merz a la cancillería, las cosas parecen haber cambiado. En primer lugar, ha reformado el techo de la deuda, una novedad sin precedentes en la política fiscal alemana, que permite desbloquear cientos de miles de millones de euros en gastos de defensa.

Este flujo de dinero también servirá para financiar el ya considerable apoyo a Kiev (Alemania es el segundo proveedor de ayuda militar a Ucrania después de Estados Unidos).

El silencio de los osos

El silencio de los osos terminará pronto y sabremos más sobre la determinación rusa; pero es probable que haya terminado el relato en el que se entiende que Trump “tiene la intención y hace lo que dice”. Los rusos están furiosos.

Alastair Crooke, Strategic Culture

Trump ha permanecido en silencio durante dos días. Un hecho sin precedentes. En los últimos días, Ucrania y sus cómplices han intentado un ataque masivo contra la fuerza de bombarderos nucleares estratégicos de Rusia; han conseguido derribar dos puentes sobre trenes civiles que se dirigían a Moscú; han atacado el puente de Kerch; y han asesinado a un general ruso con un artefacto explosivo.

Como observó Clausewitz hace dos siglos, el objetivo de la fuerza militar es imponer un resultado: es decir, que un adversario haga finalmente lo que se quiere de él.

Por lo tanto, en lo que respecta a las aventuras militares, es necesario tener las ideas claras desde el principio. Deben tener un objetivo político alcanzable y con perspectivas de realización.

Entonces, ¿cuál era el objetivo detrás de estos ataques ‘irregulares’ ucranianos?

Uno era sin duda demostrativo: ejercicios de relaciones públicas para afirmar que Ucrania y las fuerzas aliadas aún son capaces de organizar operaciones innovadoras al estilo de las fuerzas especiales. Y, por lo tanto, merecen un apoyo continuo. Como advierte el coronel Doug Macgregor:
"En su mayor parte se trató de un truco publicitario para intentar transmitir la impresión de que Ucrania es capaz de continuar la guerra. Todo lo que oigan en los medios occidentales… es probablemente falso o, como mínimo, una exageración grosera… Nos hemos perjudicado a nosotros mismos y a nuestra relación —lo que queda de ella— con Moscú… esas son las verdaderas consecuencias".
De acuerdo. Pero los trucos publicitarios no son una estrategia, ni los ataques ofrecen ninguna perspectiva de cambio en el paradigma estratégico-militar general. No dice que Occidente o Ucrania hayan descubierto de repente una estrategia política hacia Rusia en sí. No existe. En su mayor parte, las innumerables declaraciones occidentales se presentan como una mezcla de fantasías.

lunes, 9 de junio de 2025

El gran juego de la guerra

Trump amenaza a Putin y al mismo tiempo declara que todo lo que está sucediendo es culpa de Zelenski

Manlio Dinucci, Voltaire

De todo lo que dice Trump, sus aliados del G7 sólo retienen lo que les conviene y ahora se preparan para celebrar la victoria de los nacionalistas integristas ucranianos y para financiar la reconstrucción de Ucrania. Poco importa que no exista tal "victoria" y que no haya dinero para pagar la reconstrucción de la que tanto hablan. Para los dirigentes occidentales la guerra es sólo un juego, pero somos nosotros quienes la pagamos.

Mientras se plantea la posibilidad de decretar "sanciones" contra Rusia, Trump declara: «Putin está matando un montón de gente. ¿Qué diablos le pasa? Se ha vuelto absolutamente loco, lanza misiles y drones sobre las ciudades de Ucrania sin ningún motivo. Lo que Putin no entiende es que si no fuese por mí muchas cosas verdaderamente feas le habrían sucedido ya a Rusia, cosas realmente feas. ¡Está jugando con fuego!»

La agencia TASS reporta que el día que Putin visitó la región rusa de Kursk, ya liberada de las fuerzas ucranianas que la habían invadido, el helicóptero en el que viajaba estuvo en el epicentro de una oleada de drones ucranianos, finalmente destruidos por la defensa antiaérea rusa.

domingo, 8 de junio de 2025

El Reino Unido se prepara para la guerra

En primer lugar, con Rusia, aunque Londres revisa otras amenazas

Leonid Savin, Oriental Review

El lunes 2 de junio de 2025, el Gobierno británico publicó el tan esperado Strategic Defence Review 2025, un documento de 140 páginas que ofrece una visión del desarrollo de las fuerzas armadas del país, su uso y las amenazas a las que se enfrenta el Reino Unido.

El preámbulo señala que «la amenaza a la que nos enfrentamos ahora es más grave y menos predecible que en cualquier otro momento desde la Guerra Fría». El Reino Unido se enfrenta a la guerra en Europa, a la creciente agresión rusa, a nuevos riesgos nucleares y a ciberataques diarios en su territorio. Nuestros adversarios están colaborando más entre sí, mientras que la tecnología está cambiando la forma de hacer la guerra. Los drones matan ahora a más personas que la artillería tradicional en la guerra de Ucrania, y quien consiga que sus Fuerzas Armadas dispongan de las nuevas tecnologías más rápidamente tendrá ventaja».

Además, se explica que el Reino Unido está experimentando «un cambio histórico en nuestra disuasión y defensa: pasar a la preparación para la guerra con el fin de disuadir las amenazas y reforzar la seguridad en el área euroatlántica. A medida que el Reino Unido asume una mayor responsabilidad en la seguridad europea, debemos tener una política de defensa que dé prioridad a la OTAN y liderar dentro de la Alianza. El Reino Unido se convertirá en la vanguardia de la innovación en la OTAN».

En resumen, la nueva estrategia sugiere cuatro direcciones que deberían conducir a algún tipo de efecto sinérgico:

viernes, 6 de junio de 2025

El "kabuki" de Estambul fue un espectáculo de mal gusto

La opinión pública rusa está cada vez más harta de ser blanco de ataques terroristas en serie. La hora de la decisión fatídica se acerca

Pepe Escobar, Strategic Culture

Este era el estado de ánimo en los círculos informados de Moscú, solo unas horas antes de la nueva puesta en escena en Estambul de las "negociaciones" entre Rusia y Ucrania, el pasado lunes2 de junio.

Tres puntos clave.

  • El ataque contra los bombarderos estratégicos rusos, parte de la tríada nuclear, fue una operación conjunta de EEUU y Reino Unido. Especialmente del MI6. La inversión tecnológica y la estrategia general corrieron a cargo de este combo de inteligencia.
  • No está nada claro si Trump está realmente al mando o no. Así me lo confirmó por la noche una fuente de inteligencia de alto nivel, que añadió que el Kremlin y los servicios de seguridad estaban investigando activamente todas las posibilidades, especialmente quién dio la luz verde definitiva.
  • Consenso popular casi universal: liberar a los Oreshnik. Además de oleadas de misiles balísticos.

Como era de esperar, el kabuki [teatro tradicional japonés] de Estambul llegó y se fue como un espectáculo de mal gusto, con la delegación ucraniana vestida con uniformes militares y el ministro de Defensa Umarov incapaz de hablar un inglés mediocre en una caótica rueda de prensa tras la breve reunión de una hora y cuarto.

El Ministerio de Asuntos Exteriores turco describió épicamente el kabuki como "no negativo".

martes, 3 de junio de 2025

Trump no abandonará la guerra en Ucrania

Estados Unidos no debe eludir su responsabilidad, ya que es tanto el instigador original de la expansión de la OTAN como el patrocinador de la guerra de Ucrania

M. K. Bhadrakumar, Indian Punch Line

Uno de los misterios del final de la partida en Ucrania es que el presidente Donald Trump no emitió el 20 de enero una orden ejecutiva retirando todo el apoyo a Ucrania. Esa habría sido la forma más fácil de poner fin a la guerra.

Las condiciones eran propicias: el candidato Trump no se anduvo con rodeos al afirmar que se trataba de una guerra sin esperanza que le estaba costando muy caro a Estados Unidos; tenía una mala opinión del presidente Volodymyr Zelensky, al que consideraba un aprovechado sinvergüenza; veía la guerra como un obstáculo para su prioridad en política exterior, la transición de Estados Unidos hacia un orden mundial multipolar; y no sentía ninguna obligación de heredar la “guerra de Biden”.

Pero, en lugar de eso, Trump se sumergió con entusiasmo en la cuestión de Ucrania, a pesar de que Washington carecía de los medios para presionar a Rusia para que cediera en sus intereses fundamentales en lo que el pueblo ruso consideraba una guerra existencial.

Es muy posible que algunos de los asesores de Trump le convencieran para emprender una iniciativa diplomática teatral basada en una lectura errónea de la situación de la guerra.

Trump creía que las sanciones occidentales habían debilitado mortalmente la economía rusa; que las cifras de víctimas rusas ascendían a cientos de miles y que un nivel tan alto de desgaste era insostenible; que Zelensky firmaría en la línea punteada; que una mejora en las relaciones ruso-estadounidenses sería beneficiosa para ambas partes, con enormes beneficios económicos para ambas, etcétera.

lunes, 2 de junio de 2025

Jugando con fuego: Ucrania ataca aeródromos del interior de Rusia

La Operación Telaraña de Ucrania ha superado el umbral de una respuesta nuclear rusa. La contestación de Rusia y EEUU podría determinar el destino del mundo

Scott Ritter, La Haine

En 2012, el presidente ruso, Vladimir Putin, declaró que "las armas nucleares siguen siendo la garantía más importante de la soberanía y la integridad territorial de Rusia y desempeñan un papel clave en el mantenimiento del equilibrio y la estabilidad regionales".

En los años transcurridos desde entonces, los analistas y observadores occidentales han acusado a Rusia y a sus dirigentes de invocar de manera irresponsable la amenaza de las armas nucleares como un medio de "ruido de sables", un engaño estratégico para ocultar las deficiencias operativas y tácticas de las capacidades militares rusas.

En 2020, Rusia publicó, por primera vez, una versión no clasificada de su doctrina nuclear. El documento, titulado «Principios Básicos de la Política Estatal de la Federación Rusa en Materia de Disuasión Nuclear», señalaba que Rusia se reservaba el derecho a usar armas nucleares cuando Moscú actuara en respuesta al uso de armas nucleares y otros tipos de armas de destrucción masiva contra ella o sus aliados, así como en caso de agresión contra la Federación Rusa con armas convencionales cuando la propia existencia del Estado estuviera en peligro. El documento también establecía que Rusia se reservaba el derecho a usar armas nucleares en caso de un ataque de un adversario contra instalaciones gubernamentales o militares críticas de la Federación Rusa, cuya interrupción socavaría las acciones de respuesta de las fuerzas nucleares.

En 2024, Vladimir Putin ordenó actualizar la doctrina nuclear de Rusia para considerar las complicadas realidades geopolíticas que habían surgido de la Operación Militar Especial (SMO) en curso en Ucrania, donde el conflicto se había transformado en una guerra por poderes entre el Occidente colectivo (OTAN y EEUU) y Rusia.

miércoles, 28 de mayo de 2025

El silencio y las amenazas


Nahia Sanzo, Slavyangrad

“El silencio de América, el silencio de otros en el mundo no hace más que envalentonar a Putin”, sentenció el domingo Volodymyr Zelensky después de la segunda noche de ataques masivos con drones y misiles de la Federación Rusa. El ataque dejó una docena de muertos y una gran destrucción fruto del acierto ruso y de la escasez de munición para los sistemas de defensa aérea. Este lunes, Le Monde afirmaba que Ucrania ya no dispone de misiles para los sistemas SAMP-T suministrados por Francia e Italia y achacaba a esa escasez de munición para todos los sistemas antiaéreos suministrados por Occidente el descenso en el porcentaje de interceptaciones que logra realizar Kiev.

El silencio que condenaba preventivamente Zelensky duró poco y rápidamente se encadenaron los mensajes de exigencia de tregua incondicional a Rusia. Quizá el más representativo de ellos fue el del general Kellogg, enviado de Trump para Ucrania, que por la tarde (por la mañana en Estados Unidos) escribió, precisando que “esto es Kiev”, que “la matanza indiscriminada de mujeres y niños durante la noche en sus hogares es una clara violación de los Protocolos de Paz de Ginebra de 1977, diseñados para proteger a los inocentes. Estos ataques son vergonzosos. Alto al fuego ya”, un mensaje que no fue considerado lo suficientemente explícito por algunos de los periodistas veteranos de esta guerra. “Ni una sola mención de las palabras «Rusia» o «Putin». Y ninguna palabra del propio Trump después de que Rusia lanzara el mayor ataque con drones y misiles contra ciudades ucranianas desde el inicio de la guerra”, escribió Yaroslav Trofimov, de The Wall Street Journal, que demandaba una condena más clara y con una mención abierta a Rusia o a su presidente. Curiosamente, la imagen con la que el general Kellogg acompañaba su duro mensaje no era un objetivo civil ni un ataque indiscriminado a la población civil, sino la fábrica Antonov. Horas antes, Ucrania había atacado con drones una fábrica química y, como recordaba el periodista opositor ruso Leonid Ragozin, una empresa de producción de microchips. Los misiles aportan imágenes más espectaculares, pero los drones son capaces de gran destrucción, no solo en Ucrania, también en Rusia.

lunes, 26 de mayo de 2025

Seguridad en el frente y en la retaguardia


Nahia Sanzo, Slavyangrad

“No será posible un acuerdo de paz duradero que no aborde los temores mutuos de Ucrania y Rusia a largo plazo. Como hicieron en Estambul en 2022, ambas partes siguen dando prioridad a estas preocupaciones de seguridad nacional. Otras cuestiones -como el estatus de los territorios disputados, el levantamiento de las sanciones a Rusia y la financiación de la reconstrucción económica de posguerra en Ucrania- son importantes pero fundamentalmente secundarias”, escriben en la actual edición de Foreign Policy Sergey Radchenko y Samuel Charap, los dos expertos estadounidenses que a lo largo de estos tres años de ausencia de diplomacia han tenido acceso a los documentos de la negociación de los primeros meses de la guerra y que mucho antes de que Vladimir Putin convocara un Estambul 2.0 ya defendían aquel diálogo como una posible base de la futura resolución del conflicto.

Basada en los documentos producidos por Rusia y Ucrania durante la primavera de 2022 y el contacto con personas que participaron en la negociación, la conclusión de Radchenko y Charap, profesor de la Universidad Johns Hopkins y experto de RAND Corporation respectivamente, refleja lo que ya podía observarse en las declaraciones de las partes y en la oferta inicial rusa en el momento en el que se produjo. En abril de 2022, apenas unas semanas después de la invasión de Ucrania y cuando las tropas rusas aún se mantenían -aunque con enormes bajas, sin posibilidad de avance y con grandes dificultades para mantener sus posiciones- en los alrededores de Kiev, Rusia proponía abandonar todos los territorios capturados desde el 22 de febrero más allá de Donbass, cuyas fronteras quedaban pendientes de un acuerdo entre Volodymyr Zelensky y Vladimir Putin. Frente a la idea de la ambición expansionista imperial rusa que han pregonado durante años los expertos de la prensa occidental, el objetivo principal era detener la expansión de la OTAN hacia su frontera en Ucrania y conseguir la neutralidad del país, contrapartida ofrecida a Kiev para recuperar gran parte de sus territorios perdidos. Las dos excepciones, Crimea y Donbass, se justificaban como el hecho consumado de 2014 en el caso de la península y el castigo que Ucrania merecía por su rechazo al cumplimiento de los acuerdos de Minsk en el de la región minera.

domingo, 18 de mayo de 2025

Primera reunión en tres años


Nahia Sanzo, Slavyangrad

Con un día de retraso tras el espectáculo escenificado por Volodymyr Zelensky para utilizar todo el día de atención mediática insistiendo en la infamia de que Vladimir Putin no se hubiera presentado al reto que le había planteado y exigiendo que Rusia aceptara incondicionalmente el alto el fuego de 30 días que Ucrania y sus aliados europeos exigen como prerrequisito para el inicio de una negociación política, este viernes comenzó en Estambul la primera reunión directa entre las delegaciones de Kiev y Moscú en casi tres años. Como muestra la continuación de los intercambios de prisioneros y de cuerpos de soldados caídos en el frente -ayer mismo se confirmó un nuevo proceso en el que Kiev entregó los restos de 34 soldados rusos y recibió los de 909 soldados ucranianos-, la comunicación entre los dos países en guerra no se ha roto completamente en ningún momento, aunque todos los aspectos que se han tratado en el periodo entre junio de 2022 y el día de ayer se ha producido por la vía indirecta, con la participación de mediadores. Turquía, que también aportó el lugar de negociación para los contactos de las primeras semanas de la guerra, participó activamente en las negociaciones del acuerdo de exportación de grano del Mar Negro, mientras que las cuestiones humanitarias como los intercambios y el retorno de menores evacuados del frente y cuyas familias se encontraban en Ucrania han corrido a cargo de la mediación de diferentes países árabes, fundamentalmente los Emiratos Árabes Unidos.

El paso dado ayer en Estambul, en gran parte obligado por el cambio de postura de Estados Unidos y la presión a ambos países para mostrar voluntad de lograr la paz, es también el reflejo del estado de la guerra y los cambios que se han dado en los tres años en los que la única apuesta de Moscú, Kiev y sus proveedores ha sido la vía militar. Fruto de la naturaleza del conflicto, una guerra proxy en la que Ucrania lucha por sus intereses y los de sus aliados europeos, el día comenzó con una reunión en la que Ucrania se encuentra mucho más cómoda, con sus aliados.

“Posiciones coordinadas en este importante día diplomático de la semana crucial para los esfuerzos de paz. Coincidimos en la necesidad de avanzar rápidamente en el proceso de paz. Informamos a nuestros colegas que el Presidente Zelensky ha enviado una delegación ucraniana a Estambul con el fin de promover realmente la paz, con mandatos e intenciones apropiados”, afirmó Andriy Sibiga, ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, que mostraba que, en estas negociaciones Kiev cuenta con el apoyo de sus aliados europeos, norteamericanos y también de Turquía. Horas antes, el presidente ucraniano había recordado que el presidente Erdoğan había insistido en que le apoya y “Crimea es Ucrania”.

martes, 15 de abril de 2025

Se le termina el juego a EE.UU.


Enrico Tomaselli, Sinistra in Rete

Si observamos la actual fase macrogeopolítica, caracterizada fundamentalmente por la manifestación del declive occidental, es posible constatar que la política estratégica adoptada por la que fue la potencia central de Occidente, es decir Estados Unidos, se caracteriza por una contradicción fundamental. El objetivo estratégico de Estados Unidos, de hecho, no es simplemente frenar su declive o limitar su alcance, sino revertir su curso, para reconstituir y reafirmar la posición hegemónica de América del Norte sobre el resto del mundo. Y, dado el estado actual del imperio estadounidense, esto lleva tiempo. Para poder restaurar el poder de Estados Unidos para enfrentar y derrotar a los países que desafían su hegemonía es necesario ganar tiempo. Desde esta perspectiva, la opción del bloque de poder que ha tomado el liderazgo de los EEUU es tratar de dividir a estos países – especialmente a los más agresivos – tanto para intentar derrotarlos individualmente, uno a la vez, como para evitar que la conciencia de la fuerza que resulta de su suma los induzca a atacar primero.

Pero –y ésta es la contradicción mencionada– al hacer esto Washington está imponiendo una aceleración general. Aparentemente ambas cosas podrían incluso parecer coherentes: no tengo mucho tiempo disponible, así que acelero mi acción. Pero, por supuesto, esto podría ser cierto si la escasez de tiempo se debiera exclusivamente a factores objetivos externos, mientras que en el caso de Estados Unidos el tiempo necesario depende de una condición subjetiva (declive), cuyo proceso de recuperación no puede acelerarse. El objetivo estratégico sólo se puede lograr obteniendo más tiempo para restablecer condiciones operativas suficientes, y por ello la acción debe centrarse en la dilatación del tiempo, en la ralentización de los procesos globales y, al mismo tiempo, en el uso masivo de los recursos disponibles para reconstituir el poder perdido.

Estados Unidos debe reconstruir su capacidad industrial –que es el factor principal que le permitió ganar la Segunda Guerra Mundial–, debe repensar y reconstruir sus fuerzas armadas, debe defender el patrón internacional del dólar, debe reducir su monstruosa deuda pública. Y esto requiere un tiempo que no se puede comprimir o reducir...

Éstas, y no otras, son las razones que empujan a Trump a buscar una solución pacífica temporal de las crisis más agudas. Responde a la doble necesidad de abrir divisiones en el frente enemigo y de liberarse de compromisos onerosos e infructuosos, que frenan la capacidad de recuperación.

sábado, 12 de abril de 2025

La importancia de las armas estadounidenses


Nahia Sanzo, Slavyangrad

Como se había anunciado previamente, Estados Unidos y la Federación Rusa se reunieron ayer en Estambul para continuar con el proceso de diálogo que pretende recuperar las relaciones diplomáticas entre Washington y Moscú, rebajar las tensiones entre las dos principales potencias nucleares y avanzar hacia la resolución de la guerra en Ucrania. El encuentro se produjo tras la confirmación del intercambio de una ciudadana rusoestadounidense encarcelada en Rusia y un ciudadano rusoalemán encarcelado en Estados Unidos. Los gestos de buena voluntad y las muestras de que el diálogo da algunos resultados aparecen periódicamente, aunque contrastan con la ausencia de progresos tangibles en busca de un alto el fuego completo o incluso el cumplimiento estricto del acuerdo mutuo de no atacar infraestructuras energéticas en Rusia y en Ucrania. El bloqueo a la hora de conseguir una vía política y diplomática hacia la paz está frustrando a Donald Trump, que ha mostrado públicamente su enfado con Vladimir Putin y Volodymyr Zelensky, pero provoca cierta confianza en la prensa ucraniana, partidaria de continuar luchando hasta que Ucrania se encuentre en posición de fuerza para negociar.

Desde ese punto de vista, las necesidades de Ucrania no pasan por tener una postura exigente, pero razonable y mantenerse dentro de la diplomacia, sino por reforzarse para prolongar la vía militar. En ese sentido, las dudas sobre la postura estadounidense son una de las principales preocupaciones de los mandos del ejército y también del Gobierno. “El apoyo de los socios, por supuesto, desempeña un papel crucial. Especialmente cuando recibíamos ayuda de Estados Unidos. Ahora la ayuda de Estados Unidos ha disminuido. Y la principal ayuda procede de nuestros socios en Europa”, afirmó el miércoles Oleksandr Syrsky en una entrevista concedida a LB.UA antes de insistir en la necesidad de aumentar la producción doméstica. “También debemos confiar en nuestras propias fuerzas. Y tenemos éxitos en la producción de artillería. Éxitos bastante significativos en guerra electrónica. Estamos progresando, nuestros socios ya están estudiando nuestra experiencia”, se jactó.

viernes, 11 de abril de 2025

¿Occidente contra el Eje China, Rusia, Irán y Corea del Norte?


Manlio Dinucci, Global Research

En «La historia secreta de la guerra en Ucrania», el diario estadounidense The New York Times revela, aportando detalles muy significativos, que EEUU no sólo suministró a Ucrania, bajo Biden, alrededor de 70 000 millones de dólares, sino que también planificó y dirigió las operaciones militares ucranianas contra Rusia desde el cuartel general de las fuerzas militares estadounidenses en Europa, en Wiesbaden (Alemania).

Que el conflicto fue planeado y dirigido por EEUU y la OTAN –bajo las órdenes de Washington– eso ya lo habíamos dicho desde el primer momento en base a hechos concretos. Basándonos en los mismos elementos también habíamos advertido en contra del fácil optimismo en cuanto a que Trump pueda poner fin rápidamente a la guerra con un acuerdo directo entre los presidentes Trump y Putin y que, oponiéndose a los miembros europeos de la OTAN, Washington vaya a retirarse de las operaciones de la alianza atlántica contra Rusia e incluso retirarse de la OTAN misma.

En efecto, en la reunión de los ministros de Exteriores de la OTAN que se realizó en Bruselas para la «construcción de una OTAN más fuerte, más compartida y más letal», el secretario de Estado Marco Rubio clarificó la posición de la administración Trump.

miércoles, 9 de abril de 2025

Advertencia de inteligencia de EEUU: Rusia está ganando en Ucrania

El informe de inteligencia estadounidense 2025 advierte que la alianza antioccidental se está consolidando. Pero Irán (por ahora) renuncia a la bomba atómica.

Giacomo Gabellini, Krisis

La Evaluación Anual de Amenazas, compilada por la oficina dirigida por Tulsi Gabbard, describe un mundo altamente cargado. Rusia, China, Irán y Corea del Norte se están consolidando en una alianza cada vez más sólida contra Occidente. Pekín sigue siendo la mayor amenaza, con ambiciones militares, tecnológicas y globales. Moscú, a pesar de las sanciones, ha cambiado el rumbo de la guerra en Ucrania y comparte conocimientos militares con sus aliados. Irán reduce el ritmo (por ahora) en materia nuclear, pero invierte en drones y misiles. Pyongyang reduce su dependencia de Pekín gracias al apoyo de Moscú. A medida que el eje se consolida, Washington corre el riesgo de verse arrastrado a una espiral de conflicto.

“Un conjunto diverso de actores extranjeros tiene en la mira la salud y la seguridad, la infraestructura crítica, las industrias, la riqueza y el gobierno de Estados Unidos”. Estas alarmantes palabras inician la Evaluación Anual de Amenazas , la evaluación anual que realiza Estados Unidos sobre las amenazas nacionales para el año 2025, publicada en marzo. Elaborado por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, encabezada por Tulsi Gabbard, identifica y evalúa el alcance de las amenazas a los ciudadanos, al Estado y a sus intereses económicos y de seguridad. El informe, elaborado con la colaboración de toda la comunidad de inteligencia estadounidense, subraya que «los adversarios estatales y los movimientos no estatales vinculados a ellos buscan debilitar y reemplazar el poder económico y militar de Estados Unidos en todo el mundo».

Entre las organizaciones no estatales, la atención se centra en los cárteles de la droga mexicanos, colombianos y centroamericanos, así como en grupos fundamentalistas islámicos, piratas informáticos y agencias de inteligencia paraestatales. Grupos heterogéneos, pero que “a menudo son facilitados, tanto directa como indirectamente, por actores estatales como China e India”.

El núcleo del análisis es la naturaleza de los desafíos que plantean los Estados adversarios, que «poseen armas capaces de atacar el territorio de Estados Unidos o de inutilizar sus sistemas vitales en el espacio, con fines coercitivos o en el contexto de una guerra propiamente dicha». Estas amenazas se refuerzan mutuamente, creando un entorno de seguridad mucho más complejo y peligroso”.

jueves, 3 de abril de 2025

Las grandes mentiras de la guerra de Ucrania

Europa es la gran perdedora del conflicto, pero ahora parece empeñada en perjudicarse aún más profundizando en la marcha de la locura

Tomas Palley, ctxt

En el libro La marcha de la locura: la sinrazón desde Troya hasta Vietnam, la historiadora Barbara Tuchman aborda la desconcertante cuestión de por qué a veces los países promueven políticas radicalmente opuestas a sus intereses. Esta pregunta vuelve a cobrar relevancia ahora que Europa ha decidido empeorar aún más la marcha de la locura sobre Ucrania. Continuar con esta marcha tendrá graves consecuencias para Europa, pero abandonarla plantea un desafío político colosal que obliga a explicar cómo la Unión Europa ha resultado perjudicada por su política ucraniana; cómo es evidente que, si redobla esa apuesta, va a verse aún más perjudicada; cómo se ha vendido políticamente esa marcha de la locura; y, por último, por qué el poder político porfía en esa idea.

Los costes político-económicos de la locura

A pesar de no haber intervenido directamente en el conflicto ucraniano, Europa –y, sobre todo, Alemania– se ha convertido en uno de los grandes perdedores de la guerra debido a las sanciones económicas, que han tenido un efecto bumerán en la economía europea. La energía barata procedente de Rusia ha sido reemplazada por energía cara procedente de Estados Unidos. Esto ha tenido un impacto negativo sobre el nivel de vida de la sociedad y la competitividad del sector manufacturero; asimismo, ha influido en el aumento de la inflación en el territorio europeo.

A lo anterior se suma la pérdida de un mercado importante como es el ruso, en el que Europa vendía productos manufacturados y obtenía inversiones y oportunidades de crecimiento. Además, Europa se ha quedado sin el fastuoso gasto de las élites rusas: la combinación de estos factores ayuda a esclarecer el estancamiento de la economía europea. Por si fuera poco, su futuro económico está gravemente comprometido por la marcha de la locura, que amenaza con hacer permanentes esos efectos.

domingo, 30 de marzo de 2025

De la Europa ocupada a la Europa colonizada por EEUU

[Pasando por el auge y declive de la gran Alemania]
Andrés Piqueras, La Haine

La historia se repite, ahora el gobierno alemán afirma que el gasto en necesidades militares estimula la economía, al igual que la Alemania en la década de 1930.

En los años 70 del siglo XX se hicieron evidentes los límites de los mecanismos anticíclicos keynesianos. La pérdida de eficacia de éstos propició las condiciones para abrir el camino a iniciativas de represión de la demanda y regresión fiscal, combinadas con políticas recesivas y de control del déficit y de la inflación, así como de fomento de la financiación privada. Serían las que presidirían en adelante por doquier las estrategias de gobierno de un capitalismo que iniciaba su dimensión transnacional.

Empezaba así una nueva intervención masiva del Estado en favor de una acumulación capitalista que (de nuevo) no mostraba fuelle por sí misma. Pero ahora esa intervención se realizaba, con todo tipo de medidas, del lado de la oferta.

Para encastrar todo ello de forma más o menos coherente había que buscar un nuevo modo de regulación que conllevara una ruptura de los "pactos de clase" en las sociedades centrales, (especialmente en el punto de indexación de los salarios a la productividad y en el objetivo del "pleno empleo"), aunque tuviera que actualizar la doctrina político-económica fundacional del capitalismo.

De esta forma cobraría vida el neoliberalismo, que si bien fracasó a la hora de propiciar una acumulación sostenida, fue exitoso en la eliminación, integración-cooptación o reducción al mínimo-marginación de los sujetos antagónicos, inclinó drásticamente la distribución del plusvalor en favor del Capital, favoreciendo una enorme concentración de la riqueza, la cual pasaría en adelante a través de la financiarización de la economía.

Una y otra compensarían al capital, de alguna manera, de la falta de rentabilidad productiva. No hubo que esperar mucho, sin embargo, para evidenciar los resultados procíclicos que ello entrañaba, más allá de las devastadoras consecuencias sociales.

martes, 18 de febrero de 2025

El régimen de Kiev ataca Chernóbyl para sabotear las conversaciones de paz

El reciente ataque de falsa bandera ucraniano a una histórica planta nuclear probablemente fue orquestado para influenciar a la opinión pública mundial contra el proceso diplomático.

Lucas Leiroz, Strategic Culture

En los últimos días, un incidente relacionado con un ataque con drones a la planta nuclear de Chernóbil ha generado controversia y debate. Según las autoridades ucranianas, un dron ruso habría atacado las instalaciones, dañando la estructura que rodea el reactor. El presidente ilegítimo de Ucrania, Vladimir Zelenski, se apresuró a culpar a Rusia, afirmando que la situación reflejaba un ataque ruso a la infraestructura nuclear de Ucrania. Sin embargo, las autoridades rusas, incluido el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, negaron estas afirmaciones, calificándolas de otra provocación de Kiev. Más aún, incluso algunos ucranianos cuestionan la narrativa oficial del régimen.

Peskov rechazó categóricamente la idea de que Rusia haya atacado alguna instalación nuclear, especialmente Chernóbil, afirmando que tales afirmaciones son infundadas. Sostuvo que cualquier acusación de que Rusia haya atacado plantas nucleares es inventada, afirmando que Rusia nunca atacaría lugares tan sensibles debido a los riesgos que implica. Sugirió que el ataque fue, de hecho, un intento de manipulación y desinformación orquestado por el gobierno ucraniano. El portavoz del Kremlin también señaló que había intereses en Kiev que apuntaban a sabotear cualquier esfuerzo de negociación, indicando que ciertas facciones dentro del régimen ucraniano harían cualquier cosa para impedir el progreso de las conversaciones de paz.

sábado, 15 de febrero de 2025

Bandazos de la negociación


Nahia Sanzo, Slavyangrad

“Una de las primeras reuniones que quiero tener es con el presidente Xi de China y el presidente Putin de Rusia. Y quiero decirles: reduzcamos nuestro presupuesto militar a la mitad”, pronunció, sentado en su silla de presidente en el despacho oval Donald Trump, aparentemente ahondando en la herida abierta horas antes con el discurso de Pete Hegseth ante sus aliados de la OTAN y con los comentarios posteriores del presidente. El secretario de Defensa había afirmado “sin ambigüedad” que Ucrania no obtendría en un acuerdo de paz ni adhesión a la OTAN ni recuperar su integridad territorial, una afirmación que dejó fuera de juego a los aliados europeos, a los que, además de exigir duplicar el gasto militar, se dejó claro que tendrán que hacerse cargo de la “abrumadora mayoría” de las armas que tengan que ser enviadas a Ucrania y de las garantías de seguridad posteriores al alto el fuego, incluida una misión de paz en la que Estados Unidos no participaría y no estaría bajo el paraguas de la OTAN ni de su cláusula de seguridad colectiva. Esa misma noche, Trump mostraba dificultades al responder a una pregunta de la prensa sobre si Ucrania tenía algo que decir en las negociaciones, se refería a una futura visita de Vladimir Putin a Estados Unidos y añadía un “mientras esté” a una mención a Volodymyr Zelensky, del que recordaba que “las encuestas no le van tan bien, por decirlo suavemente”.

“Se lo digo muy claramente a nuestros socios…. No aceptaremos ninguna negociación bilateral sobre Ucrania sin nosotros”, afirmó un ofendido Zelensky el jueves, después de que, a la sombra de los países europeos, endureciera notablemente su blanda respuesta inicial al golpe, que no por esperado -no había en el discurso de Hegseth nada que no pudiera deducirse de las palabras de Trump en campaña y su equipo durante sus primeras semanas en el cargo- ha dejado de presentarse como una sorpresa. Ayer, tras el anuncio de Donald Trump de que se produciría una primera reunión entre Estados Unidos, Rusia y Ucrania en el marco de la Conferencia de Seguridad de Múnich, Ucrania se autoexcluyó del encuentro. Después de un día en el que Kiev se centró en exigir presencia en todo el proceso de negociación, el equipo de Zelensky se desmarcó de cualquier posibilidad de apertura al diálogo. En realidad, incluso los organizadores de la conferencia se mostraron sorprendidos, ya que Rusia ha sido excluida desde la invasión de Ucrania, por lo que los únicos ciudadanos rusos en la cumbre son miembros de la oposición. Aun así, Ucrania sintió la necesidad de insistir en lo erróneo de una reunión a tres.

jueves, 13 de febrero de 2025

«Puede que lleguen a un acuerdo, puede que no»


Nahia Sanzo, Slavyangrad

En su cuarta semana en el cargo, Donald Trump sigue dando a la prensa, tanto afín como crítica, los grandes titulares que siempre esperaron de él. A diario, y pese al rechazo que ha causado tanto entre la población palestina como los países árabes e incluso los aliados de Estados Unidos, el líder estadounidense utiliza cada aparición pública para reafirmar su compromiso con el plan de limpieza étnica de Gaza. Yendo aún más allá que Benjamin Netanyahu, que ha saludado el plan pero, al ser preguntado, dio por hecho que una parte de la población podría en algún momento del futuro y en ciertas condiciones regresar a la franja, Donald Trump ha querido dejar claro que en ese plan de propiedad estadounidense de la región -“yo la poseeré”, ha insistido- no habrá derecho de retorno, el sueño de Israel desde su formación en 1948. El objetivo y las formas propuestas para conseguirlo son el barómetro perfecto para medir cómo va a tratar de imponer sus intereses, a veces nacionales pero en ocasiones simplemente personales o familiares, el presidente Trump en su segunda legislatura en el poder, los cuatro años en los que no tiene que preocuparse por la reelección, sino por pasar a la historia con alguno de sus hitos.

La marcada rivalidad de Donald Trump con Barack Obama, que puede remontarse a una cena de la prensa en la que el futuro presidente fue invitado para ser utilizado como blanco de los chistes, recuerda que el líder Republicano persigue algunos de los objetivos que consiguió el presidente Demócrata, entre ellos el Nobel de la paz.

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