"Quiero tener seguridad de poseer las tierras raras”, dijo Trump a los periodistas a principios de febrero. Pero también coquetear con los rusos para frenar los avances tecnológicos chinos
Vijay Prashad, La Haine
En su primer mes de regreso en la Casa Blanca Trump indicó su interés en anexar Groenlandia y negociar un acuerdo de paz para Ucrania que incluiría el acceso a los minerales y metales ucranianos.
Es importante señalar que Groenlandia ya ha sido un punto de discordia en torno a sus vastas reservas de minerales de tierras raras, con nombres tan notables como disprosio, neodimio, escandio e itrio (hay diecisiete minerales de tierras raras que son fundamentales para cualquier tecnología avanzada).
Dado que Groenlandia forma parte de Dinamarca, está sujeta a las normas de la Unión Europea. En 2011, la UE publicó una lista de materias primas críticas, que incluía estos minerales de tierras raras. Luego, en 2023, la UE aprobó la Ley de Materias Primas Críticas, que instaba a la producción nacional de estos minerales y metales críticos y a su importación al continente.
Ucrania, por su parte, posee un enorme tesoro de tierras raras (desde apatita hasta circonio), así como reservas de litio y titanio (aunque buena parte se encuentra en las nuevas provincias rusas). Trump exigió a Ucrania al menos 500.000 millones de dólares de estas reservas como pago por el apoyo de EEUU en la guerra. "Quiero tener seguridad de tener las tierras raras", dijo Trump a los periodistas a principios de febrero, sonando como un personaje de El Señor de los Anillos.