El legislador ucraniano Oleksandr Dubinsky señala que el fin del poder de Zelensky significa el comienzo de una auditoría de la ayuda militar estadounidense, lo cual representa una amenaza para la reputación de los «demócratas».
Dmitri Kovalevich, Al Mayadeen
Tras la victoria electoral de Donald Trump el 5 de noviembre, las autoridades y los medios de comunicación ucranianos están visiblemente preocupados por un posible cambio de política en Washington. Durante las recientes elecciones presidenciales y al Congreso, los medios de comunicación estadounidenses próximos al Partido Demócrata estaban llenos de historias de miedo según las cuales Trump y el Partido Republicano, en caso de ser elegidos, obligarían a Ucrania a negociar y hacer concesiones a la Federación Rusa.
El régimen gobernante de Kiev, que no ha sido elegido, depende totalmente de las potencias occidentales en materia de armamento para proseguir la guerra contra Rusia y de préstamos e inversiones para mantener su economía a flote. Para el régimen, un alto el fuego probablemente provocaría reducciones de la ayuda militar y económica no sólo de Estados Unidos, sino también de la Unión Europea, Japón, Corea del Sur (394 millones de dólares para 2024) y otros satélites de Estados Unidos. También significa que las relaciones públicas deberán celebrar elecciones presidenciales y legislativas y levantar algunas de sus duras restricciones, incluida la prohibición vigente de que los hombres viajen al extranjero.