Kit Klarenberg descubre cómo el MI6 construyó, financió y legitimó de forma encubierta grupos extremistas en Siria, creando la llamada "Policía Libre Siria" y los Cascos Blancos como operaciones de cobertura para el ascenso de Al Qaeda y la agenda occidental posterior a Assad.
Kit Klarenberg, Al Mayadeen
El 19 de septiembre, en un discurso que marcó el final de sus cinco años como jefe del MI6, Richard Moore elogió los logros de la agencia británica de espionaje exterior bajo su dirección. Entre los exitos declarados, uno clave fue "el fin de 53 años de Assad en Siria".
Admitió abiertamente que el MI6 "forjó una relación" con la organización Hayat Tahrir al-Sham (HTS), los presuntos gobernantes de Damasco vinculados a Al-Qaeda y al Daesh, "un año o dos antes de que derrocaran a Bashar al Assad". Moore prosiguió alardeando: Siria es un buen ejemplo de cómo, si uno puede adelantarse a los acontecimientos, resulta de gran ayuda cuando, de repente, estos se aceleran. Esta agilidad es un requisito fundamental para el MI6, y creo que seguimos siendo bastante buenos en ello. John Ratcliffe, director de la CIA, mientras discutíamos un asunto conjunto, me dijo recientemente: «Ustedes sí que saben darlo todo».
Al Mayadeen ya ha revelado cómo HTS fue preparado para el poder durante años antes de su violento golpe de Estado en diciembre de 2024 por Inter-Mediate, una consultora afín al MI6 dirigida por Jonathan Powell. Arquitecto clave de la criminal invasión angloamericana de Irak en 2003, ahora se desempeña como asesor de seguridad nacional del primer ministro británico Keir Starmer, cargo que, casualmente, asumió pocos días antes de que HTS se autoproclamara ilegítimamente como el gobierno de Siria. Posteriormente, se reveló que Inter-Mediate mantiene una oficina en el Palacio Presidencial de Siria desde entonces.