Mientras muchos actores estatales juegan con China las cartas monetarias y del comercio con una mano, puedan apoyar con la otra las estrategias bélicas de EEUU
Andrés Piqueras, La Haine
Últimamente se ha venido comentando mucho sobre la posibilidad de sustituir al dólar y con ello empezar a hacer caer a EEUU de su puesto hegemónico mundial. Voy, entonces, a ofrecer algunas consideraciones que recojo de lo que mi amigo y maestro Wim Dierckxsens realizara poco antes de su fallecimiento, así como otras que desarrollamos juntos sobre este tema. Las actualizo, como es obvio, para el momento presente.
La UE viene constatando cómo el alza en el costo de la energía a partir de la crisis que la OTAN ha construido en Ucrania, la golpea de modo directo, más aún perdiendo un mercado tan significativo como el ruso para sus propios productos de exportación.
La "guerra económica" contra China desatada por Washington, y especialmente la Administración Trump, incide en la misma herida, pues la economía real de la UE está integrada a los mercados chinos y no puede desligarse de ellos fácilmente, ni mucho menos.
Por si fuera poco, en el nuevo contexto que crea la OTAN, la UE se ve forzada a comprar gas y productos bélicos caros a EEUU. La inestabilidad económica que esta política está causando a la UE tendrá como resultado, a muy corto plazo, que la OTAN (y especialmente el Eje Anglosajón -EEUU + GB-) se transforme en una amenaza mayor para la UE que lo que realmente puedan ser Rusia-OCS (Organización de Cooperación de Shanghái).
Así que la Unión Europea ha de buscar cómo obtener más petróleo de Asia central u otros lugares, pero la OPEP+ en general ha manifestado no tener como objetivo aumentar su cuota con las formaciones del Imperio Occidental. Por su parte, Rusia se vio pronto forzada a poner en marcha un mecanismo para que las entidades estatales hostiles con ella tuvieran que comprarle en rublos tanto el gas como el petróleo, y poco a poco el conjunto de materias primas estratégicas (a partir del 1º de abril de 2022, esas entidades hostiles con Rusia, las de la UE en primer lugar, debieron pagar el gas ruso sólo en rublos).