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jueves, 31 de julio de 2025

Sobre el colapso moral de Occidente

Occidente es la realización de una política de poder económico-militar, que nace en la Era de los Imperios, desemboca en las dos guerras mundiales y retoma el gobierno del mundo a mediados de los años 70 del siglo XX

Andrea Zhok, Arianna Editrice

Occidente es un concepto extraño, reciente y espurio.

Por “Occidente” se entiende, en realidad, una configuración cultural que surge con la unificación mundial de la Europa política y de lo que a partir de 1931 tomará el nombre de “Commonwealth” (parte del Imperio Británico).

Esta configuración alcanza su unidad bajo el signo del capitalismo financiero, a partir de su emergencia hegemónica en las últimas décadas del siglo XX.

Occidente no tiene nada que ver con la Europa cultural, cuyas raíces son grecolatinas y cristianas.

Occidente es la realización de una política de poder económico-militar, que nace en la Era de los Imperios, desemboca en las dos guerras mundiales y retoma el gobierno del mundo a mediados de los años 70 del siglo XX.

Lamentablemente, también en Europa la idea de que “somos Occidente” ha pasado a formar parte del sentido común.

La Europa histórica, por ejemplo, siempre ha tenido vínculos estructurales fundamentales con Oriente, cercano y lejano (Eurasia), mientras que Occidente se percibe a sí mismo como intrínsecamente contrario a Oriente.

Así, la Europa cultural está en evidente continuidad con Rusia, mientras que para Occidente Rusia es totalmente ajena a sí misma.

lunes, 28 de julio de 2025

Israel ha hecho de Gaza un infierno en la Tierra

¿Cuánto tiempo más vamos a seguir viendo cómo Israel mata de hambre a los niños y masacra a civiles que buscan comida antes de que los líderes políticos occidentales pongan fin a esta locura?

Seraj Assi, Jacobin

A más de veinte meses del inicio del genocidio, Israel ha convertido Gaza en un infierno en la Tierra. Este infierno no es obra de Dios, ni un desastre natural, ni una fuerza mayor: es una catástrofe provocada por seres humanos, orquestada por Israel, financiada y armada por Estados Unidos, y celebrada por las élites políticas de Occidente.

Durante cinco meses infernales, Israel ha impuesto un bloqueo total sobre Gaza, impidiendo toda entrega de alimentos a una población de dos millones de palestinos que muere de hambre, casi la mitad de ellos niños, y condenando a cientos a una muerte lenta y agonizante. Insatisfecho con el hambre forzada a gran escala, el ejército israelí llevó a cabo casi a diario el equivalente de la masacre ocurrida cuando buscaban harina, asesinando a más de mil palestinos que intentaban conseguir comida. El miércoles, más de cien organizaciones internacionales de ayuda y derechos humanos hicieron un llamado urgente a los gobiernos para que actúen de inmediato en Gaza, donde más de 100.000 niños enfrentan una muerte masiva inminente si esta barbarie continúa.

La catástrofe humanitaria es tan atroz que altos funcionarios de la ONU han abandonado su habitual tono moderado para emitir condenas indignadas y cargadas de emoción. El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, reprendió a la comunidad internacional por ignorar el sufrimiento del pueblo palestino en Gaza, lo que calificó como una «crisis moral que desafía la conciencia global».

«No puedo explicar el nivel de indiferencia e inacción que vemos en buena parte de la comunidad internacional: la falta de compasión, de verdad, de humanidad», dijo Guterres a los participantes de la asamblea global de Amnistía Internacional.

Europa ha muerto en Gaza


Benedetta Sabene, Sin Permiso

Los dos conflictos del siglo —Ucrania y Palestina— marcan la muerte política de Bruselas. A la que no le queda más remedio que rearmarse hasta los dientes y crear enemigos imaginarios para darse un nuevo sentido de existencia.

Las dos principales crisis internacionales que marcarán para siempre esta década, si no este siglo —la guerra en Ucrania y la masacre en curso en Gaza— han puesto al descubierto la total inconsistencia política de la Unión Europea, carente de autonomía decisoria y reducida a un apéndice vacío de la política exterior estadounidense.

A pesar de la eliminación colectiva de la guerra en Ucrania, que ha pasado de ser un acontecimiento trascendental que convirtió a casi todos los italianos en expertos en geopolítica a un aburrido ruido de fondo que ya no despierta el interés de nadie, no se puede pensar en analizar lo que está sucediendo en Gaza sin tener en cuenta lo que ocurre en Kiev. Hablar de «incapacidad» del liderazgo europeo en la gestión de las dos crisis es extremadamente parcial, ya que el doble rasero entre Ucrania y Palestina no es un simple error metodológico o un problema moral, sino una estrategia perfectamente coherente con la estructura de las relaciones internacionales y con la división del mundo en bloques militares y esferas de influencia.

Con la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, la Unión Europea ha mostrado un activismo humanitario sin precedentes: paquetes de sanciones contra Moscú, miles de millones de euros en ayuda militar y humanitaria a Kiev, acogida incondicional de los refugiados, censura de todos los medios de comunicación rusos con la excusa de «combatir la propaganda» (mientras que en Italia se relanzaba la de Kiev: en los primeros meses del conflicto, yo misma desmentí personalmente decenas y decenas de noticias rotundamente falsas publicadas por nuestra prensa, copiadas y pegadas directamente de «The Kyiv Independent» y otros medios ucranianos comprometidos en una propaganda bélica martilleante) y una movilización diplomática y mediática sin precedentes a favor del Gobierno ucraniano.

sábado, 26 de julio de 2025

Campo Gaza

Palestinos caminan por una carretera hacia una zona en el norte de la Franja de Gaza por donde ingresan camiones con ayuda humanitaria, en la ciudad de Gaza, el viernes 25 de julio de 2025. Foto AP
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Maciek Wisniewski, La Jornada

Si bien los objetivos de Israel respecto a Gaza fluctuaban en el tiempo y la franja ha sido sujeta a diferentes regímenes de control, en las décadas recientes la figura del “campo de concentración” −uno de los paradigmas de la modernidad según Giorgio Agamben que en una ocasión famosamente había denunciado “que Israel ha hecho de toda Palestina un ‘gran campo de concentración’” (Il Manifesto, 3/6/2010)–, pasó de una mera comparación calculada a aumentar la consciencia sobre la suerte de los palestinos bajo la interminable ocupación militar israelí, a ser una estricta descripción de la realidad que hoy está siendo llevada a sus extremos y “lógicos” desenlaces.

Al apoderarse de Gaza en la Guerra de los Seis Días (1967) −que desde 1948 estaba bajo el control egipcio y cuya población casi se triplicó de golpe con los refugiados expulsados durante la Nakba por las milicias sionistas−, Israel, desde los inicios, intentaba reducir su población, buscando “transferirla” a Egipto, Libia, Irak e incluso a Paraguay (sic) (t.ly/ JJIPN). Pero después de varios intentos frustrados, el sistema de seguridad concluyó que era preferible “contenerla” en un solo lugar −donde podía ser vigilada y disciplinada−, en vez de dispersarla por la región.

Aunque en la narrativa israelí 2007 −fecha en que Hamas tomó el control de Gaza después de la retirada de las tropas israelíes del interior, dos años antes que ahora, se limitaron a vigilar el perímetro y todo lo que entraba y salía de la franja, hasta el punto de contar las calorías mínimas para que su población pudiera subsistir (¿a qué nos suena esto, eh?)−, aparece como el momento en que se tuvieron que tomar “medidas desagradables, pero necesarias”: bloqueos, operaciones punitivas, etcétera, la fecha exacta de la “campificación” de Gaza ha sido bien señalada por Amira Hass, la decana del periodismo israelí (e hija de una sobreviviente del campo de concentración de Bergen-Belsen).

Destruir Rusia. ¿Fracasar? No hay problema. ¡Destruyamos China!

Nunca subestimes el tsunami de «análisis» disruptivos y programación predictiva que ya se está gestando en la guerra híbrida contra China y, en un plano más amplio, contra los BRICS.

Pepe Escobar, Strategic Culture

No subestimes el tsunami de «análisis» disruptivos y programación predictiva que ya se avecina, integrado en la guerra híbrida contra China y la guerra más amplia contra los BRICS.

Fíjate en el último informe de 128 páginas del Instituto Hudson de Washington DC, titulado de forma tan profética China después del comunismo: preparándose para una China post-PCCh.

Tienes todo el derecho a reaccionar al estilo de los Caballeros que dicen «¡Ni!» de Monty Python cuando te enfrentes a este absurdo sin sentido. Pero no te equivoques, ellos se lo toman muy en serio. Los think tanks estadounidenses son maestros en transmitir con años de antelación y con todo lujo de detalles sus sueños de cambio de régimen y sus miedos existenciales.

Así ocurrió con el cutre informe de RAND sobre la destrucción de Rusia en varios frentes, o con el cutre informe de Brookings sobre el desmembramiento de Persia, en realidad Irán. Ahora le toca el turno al más poderoso del nuevo triángulo Primakov (RIC) en los BRICS: China.

Realmente están tocando «Light my Fire» con esteroides, creyendo que «un colapso repentino del régimen en China no es del todo impensable». Se remontan a la antigua OSS —precursora de la CIA— y a sus operaciones en China durante la Segunda Guerra Mundial para sugerir que «las fuerzas de operaciones especiales estadounidenses (SOF) pueden ayudar a estabilizar una China post-PCCh».

martes, 22 de julio de 2025

El principio de Ozymandias y la decadencia del orden occidental

El principio de Ozymandias inspirado en el célebre poema de Percy Shelley, ilustra la bancarrota moral y estructural del sistema occidental que los países del BRICS y el Sur Global están dejando atrás, afirma Dennis Small. Según el geoestratega, la verdadera crisis existencial que enfrenta hoy Occidente no se reduce a líderes autócratas o políticas económicas fallidas, sino a los axiomas y estructuras mentales que han sustentado durante siglos un orden fundado en el dominio, el saqueo colonial y la negación de la ley natural.

José Luis Preciado, Mente Alternativa

En su artículo The Ozymandias Principle, publicado en EIR el 8 de julio de 2025, Dennis Small expone con agudeza poética e histórica el colapso civilizatorio del sistema occidental mediante la metáfora del “principio de Ozymandias”, inspirado en el célebre poema de Percy Shelley. Small argumenta que la verdadera crisis existencial que enfrenta hoy Occidente no se reduce a líderes autócratas o políticas económicas fallidas, sino a los axiomas y estructuras mentales que han sustentado durante siglos un orden fundado en el dominio, el saqueo colonial y la negación de la ley natural.

El principio de Ozymandias, como lo explica Small siguiendo a Lyndon LaRouche, es un marco de pensamiento que revela cómo sistemas sociales y políticos pueden construirse sobre definiciones, axiomas y postulados tan rígidos y falsos como los de una geometría euclidiana mal aplicada a las complejidades humanas. El resultado es una civilización cuya arrogancia y desdén por la cooperación solidaria ha conducido a una “colosal ruina”, como advierte el poema, ahora visible en la desintegración económica, social y moral del sistema transatlántico.

domingo, 13 de julio de 2025

Peones del Apocalipsis

El respaldo incondicional de Occidente a Israel, su represión del activismo propalestino y la normalización del genocidio en Gaza exponen la bancarrota moral del orden liberal internacional. Urge construir una fuerza capaz de desafiar esta complicidad criminal.

Alberto Toscano, Jacobin

El 2 de julio, el Parlamento británico votó a favor de que se proscribiera al grupo Palestine Action luego de calificárselo de organización terrorista. La decisión se produjo a raíz de la última acción directa realizada por el grupo el 20 de junio, en la que sus activistas causaron daños a dos aviones Voyager de reabastecimiento en pleno vuelo estacionados en Brize Norton, desde donde salen periódicamente vuelos hacia RAF Akrotiri, la base en Chipre desde la que han despegado cientos de vuelos de reconocimiento en dirección a Gaza. Si bien el gobierno británico insiste en que sus vuelos de reconocimiento tienen como único objetivo localizar y rescatar a rehenes, los activistas sostienen que el intercambio de inteligencia con Israel involucra al Reino Unido en la comisión de crímenes de guerra.

En un apasionado discurso ante el Parlamento, la diputada Zarah Sultana —quien ha dimitido del Partido Laborista del primer ministro Keir Starmer y se propone formar un nuevo partido de izquierda antibelicista conjuntamente con el exlíder laborista Jeremy Corbyn— denunció la penalización de una «red no violenta de estudiantes, enfermeros y enfermeras, profesores, bomberos y defensores de la paz» cuyo «verdadero delito ha consistido en mostrarse lo suficientemente audaces para sacar a la luz los sanguinarios vínculos entre este gobierno y el genocida Estado de apartheid israelí y su maquinaria bélica». Sultana citó el hecho de que a Palestine Action se la proscribiera junto a dos organizaciones de extrema derecha y supremacistas blancas explícitamente comprometidas con la violencia contra civiles, las denominadas Maniac Murder Cult (o Culto de Asesinos Maníacos) y el Movimiento Imperial Ruso. En la Cámara de los Lores, el parlamentario laborista y exactivista contra el apartheid Peter Hain condenó la equiparación de Palestine Action con ISIS o Al Qaeda y la calificó de «intelectualmente insolvente, políticamente carente de principios y moralmente errónea». Ya han comenzado las detenciones por el mero hecho de manifestar apoyo al grupo.

jueves, 10 de julio de 2025

No hay alternativa al multilateralismo


Luiz Inácio Lula da Silva*, La Jornada

El año 2025 debería ser un momento de celebración, dedicado a los 80 años de existencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Pero corre el riesgo de pasar a la historia como el año en que colapsó el orden internacional construido a partir de 1945.

Las grietas ya eran visibles. Desde las invasiones de Irak y Afganistán, la intervención en Libia y la guerra en Ucrania, algunos miembros permanentes del Consejo de Seguridad han banalizado el uso ilegal de la fuerza. La omisión ante el genocidio en Gaza representa una negación de los valores más fundamentales de la humanidad. La incapacidad para superar las diferencias fomenta una nueva escalada de violencia en Medio Oriente, cuyo capítulo más reciente incluye el ataque a Irán.

La ley del más fuerte también amenaza el sistema multilateral de comercio. Los aranceles masivos desorganizan las cadenas de valor y lanzan la economía mundial a una espiral de precios altos y estancamiento. La Organización Mundial del Comercio ha sido vaciada y nadie recuerda ya la Ronda de Desarrollo de Doha.

martes, 8 de julio de 2025

Es hora de una nueva revolución estadounidense

La bandera invertida es una señal de socorro. Esta ondeó en la manifestación "Manos Fuera" en Olympia, Washington, el 5 de abril. Crédito: Wikipedia Commons


Patrick Mazza, Counter Punch

La República Constitucional en peligro

Otro 4 de julio. Han pasado 249 años desde la declaración de la independencia en Filadelfia, a un año de cumplirse un cuarto de milenio de existencia nacional estadounidense. Esta noche subiré a mi terraza con vistas al lago Union y veré los fuegos artificiales de Seattle. No me perdería el espectáculo, pero este año no hay mucho que celebrar.

Es un momento en el que es incierto si la república constitucional sobrevivirá de alguna forma reconocible para cuando se celebre el 250.º aniversario de la nación . Un fallo de la Corte Suprema del pasado julio otorgó inmunidad penal por las acciones presidenciales realizadas en el marco de sus funciones oficiales. Una decisión reciente despojó a los tribunales de distrito de la facultad de dictar fallos que afectan a toda la nación, revocando decisiones que limitarían la facultad de la administración Trump para revocar la ciudadanía por nacimiento. Ahora debemos esperar que una Corte Suprema derechista dicte sentencia a favor de la nación.

Estas decisiones fueron tomadas por jueces seleccionados por la Sociedad Federalista, que defiende la doctrina del ejecutivo unitario. Esta establece que todos los poderes del poder ejecutivo residen en el presidente. Las órdenes ejecutivas de Trump, que buscan eliminar la independencia de las agencias reguladoras, se ajustan a esta doctrina. Al igual que las dos decisiones recientes, que otorgan un poder casi desmedido a un hombre inclinado a ir más allá de los límites legales.

viernes, 4 de julio de 2025

Lucrarse con el genocidio

El Informe Albanese :: El genocidio requiere de miles de millones de dólares para sostenerse. El régimen sionista no podría llevar a cabo su matanza masiva de palestinos sin este ecosistema

Chris Hedges, La Haine

La guerra es un negocio. El genocidio también. El último informe presentado por Francesca Albanese, Relatora Especial sobre los Territorios Palestinos Ocupados, enumera 48 empresas e instituciones, entre las que se encuentran Palantir Technologies Inc., Lockheed Martin, Alphabet Inc., Amazon, International Business Machine Corporation (IBM), Caterpillar Inc., Microsoft Corporation, CAF, Sidenor y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), junto con bancos y empresas financieras como Blackrock, aseguradoras, empresas inmobiliarias y organizaciones benéficas, que, en violación del derecho internacional, están obteniendo miles de millones de dólares gracias a la ocupación y el genocidio de los palestinos.

El informe, que incluye una base de datos de más de 1.000 entidades corporativas que colaboran con Israel, exige a estas empresas e instituciones que rompan sus vínculos con el régimen de Netanyahu o que rindan cuentas por su complicidad en crímenes de guerra. Describe la «ocupación eterna» de Israel como «el campo de pruebas ideal para los fabricantes de armas y las grandes empresas tecnológicas, ya que proporciona una oferta y una demanda significativas, poca supervisión y cero responsabilidad, mientras que los inversores y las instituciones públicas y privadas se benefician libremente».

Los juicios a los industriales tras el Holocausto y la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Sudáfrica sentaron las bases legales para reconocer la responsabilidad penal de las instituciones y empresas que participan en crímenes internacionales. Este nuevo informe deja claro que las decisiones de la Corte Internacional de Justicia obligan a las entidades a «no participar y/o retirarse total e incondicionalmente de cualquier acuerdo relacionado, y a garantizar que cualquier compromiso con los palestinos permita su autodeterminación».

«El genocidio en Gaza no ha cesado porque es lucrativo, porque es rentable para demasiadas personas», me dijo Albanese. «Es un negocio. Hay entidades corporativas, incluso de Estados amigos de Palestina, que durante décadas han hecho negocios y obtenido beneficios de la economía de la ocupación. Israel siempre ha explotado la tierra, los recursos y la vida de los palestinos. Los beneficios han continuado e incluso aumentado a medida que la economía de la ocupación se ha transformado en una economía de genocidio».

domingo, 29 de junio de 2025

Lecciones de EEUU y la credibilidad de Occidente

EEUU ha dado al mundo una lección definitiva. En el nuevo mundo que ellos han hecho nacer, sólo existirán dos tipos de súbditos: los siervos y los poseedores de armas nucleares

Andrea Zhok, La Haine

Si una nación quiere ser un Estado soberano e independiente, no sólo tendrá que tener un ejército, que en sí mismo puede ser en gran medida decorativo: tendrá que presentarse como una amenaza nuclear creíble.

A partir de ahora, adiós a los tratados de no proliferación nuclear: se aplicará el «todos contra todos», y las décadas venideras serán décadas de una renovada carrera armamentística terminal (sobre todo clandestina, porque si te sometes al escrutinio internacional, basta un Rafael Grossi cualquiera para que te bombardeen).

El fallo evidente de Irán no es que fuera una amenaza excesiva, sino que no era lo bastante amenazadora. Su culpa no fue ser inmoral, sino exceder –según los estándares internacionales actuales– los escrúpulos morales.

Por cierto, esto también es cierto a nivel nacional. Si Irán hubiera sido el espantoso y llamativo estado policial como se lo presenta, no habría tenido docenas de científicos y líderes militares durmiendo en casa, con sus familias, con direcciones públicamente disponibles.

En Israel no se habría podido producir una infiltración de inteligencia de este nivel, precisamente porque es un Estado policial. La paranoia de la que a menudo se burlan las películas de Hollywood sobre el antiguo Pacto de Varsovia era en realidad realismo, en una guerra que se sabía se jugaba con adversarios totalmente despreocupados.

En la victoria de Zohran Mamdani, la izquierda estadounidense venció al statu quo

Hay un deseo profundo de una política audaz y transformadora en Estados Unidos en este momento. Zohran Mamdani demuestra que la izquierda puede presentarse con un mensaje firme y coherente, que conecte con las preocupaciones reales de la gente. Y ganar

Nick French, Jacobin

Anoche (martes 24 de junio), un rayo político cayó sobre la ciudad de Nueva York. Contra todo pronóstico, Zohran Mamdani, socialista democrático de treinta y tres años y miembro de la Asamblea Estatal por tercera vez, obtuvo una amplia ventaja en la primera vuelta de las votaciones por orden de preferencia frente al ex gobernador de Nueva York Andrew Cuomo, favorito en las primarias. Al final de la noche, Cuomo reconoció la derrota frente a su joven rival.

La carrera tiene el potencial de remodelar la política nacional, alterando el equilibrio de fuerzas dentro del Partido Demócrata y abriendo el camino a una nueva era de posibilidades para la izquierda.

Incluso antes de que empezaran a llegar los resultados ayer, estaba claro que la carrera había adquirido una gran importancia política, tanto a nivel local como nacional. Mamdani había superado un enorme déficit de reconocimiento y de gasto en campaña para reducir la distancia con Cuomo, y algunas encuestas de las últimas semanas mostraban a los dos más o menos empatados. Sin embargo, casi ninguna de las encuestas predecía que Mamdani superaría al exgobernador en la primera vuelta, y por un amplio margen.

martes, 24 de junio de 2025

Irán y Palestina construyen la tumba del nazisionismo

Ahora es el turno de Irán y Palestina, más todo el Eje de la Resistencia, que están construyendo con enorme sacrificio, y los dolores consabidos, la tumba definitiva del imperialismo y el sionismo

Carlos Aznárez, Al Mayadeen

Era francamente ineludible para los Estados Unidos que finalmente ese país se subiera con todo a la declaración de guerra sionista contra la República Islámica de Irán. ¿Por qué razón? Simplemente porque son parte de un mismo cuerpo en el cual la dirección de ambos países está en manos de lobby judío representado por el Consejo Judío Mundial, con sede permanente en Washington.

Son ellos los que deciden cuando es la ocasión para que uno u otro emprendan ataques, pasando, como en el caso de Washington, por encima de cualquier tipo de legalidad, incluso la meramente formal del Parlamento norteamericano, que en realidad es el que debe dar la autorización para que un perro rabioso como Trump haga lo que hizo por estas horas.

Pero más allá de estas formalidades inocuas, como también lo son las resoluciones de esa entidad inexistente llamada ONU, lo cierto es que en esta ocasión, el taimado Trump, que creyó haber engañado a todo el mundo con que se iba a tomar un par de semanas para decidir si atacaba o no, tuvo que mostrarle lealtad a la casa matriz sionista (por más multimillonario que sea, él también se arrodilla ante los pupilos de Theodoro Herzl) puesto que a "Tel Aviv" se le están acabando los insumos interruptores de misiles, y era necesario que alguien más se sumara a la idea de destruir a la nación islámica.

domingo, 15 de junio de 2025

La doble vara de medir de Occidente

Irán no tiene derecho a defenderse ni a responder a la agresión de Israel, como tampoco la resistencia palestina merece apoyo frente a la violencia genocida de Netanyahu. Occidente se ha dejado manipular por un psicópata que debería estar en la cárcel desde mucho antes del 7 de octubre, y que inventó la guerra y sus múltiples escaladas sólo para evitar la prisión. Y eso lo tolera Occidente. De ahí la profunda derrota, el rotundo fracaso y la bancarrota occidental que se hunde en el abismo de la violencia

Nahia Sanzo, Slavyangrad

Desde que comenzó en 2014 tras el golpe de Estado del Maidán, pero especialmente desde la invasión rusa de 2022, que provocó la respuesta conjunta de Occidente en defensa de Kiev, el conflicto ucraniano ha estado formado por tres aspectos fundamentales: un conflicto civil interno que se manifestó en la guerra de Donbass, el conflicto Ucrania-Rusia por Crimea y el énfasis ucraniano en su adhesión a la OTAN y una disputa más amplia entre Rusia y los países occidentales por la influencia en Ucrania.

Ese aspecto geopolítico ha implicado estos últimos tres años un intento de debilitar a Moscú militarmente para lograr los objetivos en Ucrania, pero también como parte de la lucha de EEUU y sus aliados europeos por mantener la hegemonía ante el ascenso de potencias como China o India, ambas miembros de los BRICS junto a Rusia, y perpetuar la sumisión del llamado Sur Global.

Convencer a esos países de que Rusia también es su enemigo ha sido uno de los objetivos de la diplomacia ucraniana, de las cancillerías europeas y del Departamento de Estado de EEUU durante la era Biden. Conseguir que esos países se sumaran a las sanciones contra Rusia, que al no haber sido aprobadas por el Consejo de Seguridad eran simplemente unilaterales y, desde el punto de vista de esos países, ilegales e ilegítimas, era la única forma de que se cumplieran las exageradas expectativas de Bruselas y Washington.

La ofensiva de llamadas, presiones y amenazas no fructificó y fueron solo los mejores amigos de la OTAN los que adoptaron las sanciones occidentales contra Rusia, mientras que otros países, entre los que destaca China, pero también India, un país mucho más cercano a las potencias occidentales, evitaron su imposición y han actuado en muchos casos como terceros países en la labor de esquivar las restricciones. El caso paradigmático no es el de la continuación de la venta de productos que Occidente considera de uso dual -civiles con posible uso militar, argumento por el cual periódicamente se culpa a China de colaborar con Rusia en una guerra en la que no ha suministrado armas-, sino la actuación de India (y Turquía, miembro de la OTAN) como país intermediario en la venta de crudo ruso.

lunes, 9 de junio de 2025

El gran juego de la guerra

Trump amenaza a Putin y al mismo tiempo declara que todo lo que está sucediendo es culpa de Zelenski

Manlio Dinucci, Voltaire

De todo lo que dice Trump, sus aliados del G7 sólo retienen lo que les conviene y ahora se preparan para celebrar la victoria de los nacionalistas integristas ucranianos y para financiar la reconstrucción de Ucrania. Poco importa que no exista tal "victoria" y que no haya dinero para pagar la reconstrucción de la que tanto hablan. Para los dirigentes occidentales la guerra es sólo un juego, pero somos nosotros quienes la pagamos.

Mientras se plantea la posibilidad de decretar "sanciones" contra Rusia, Trump declara: «Putin está matando un montón de gente. ¿Qué diablos le pasa? Se ha vuelto absolutamente loco, lanza misiles y drones sobre las ciudades de Ucrania sin ningún motivo. Lo que Putin no entiende es que si no fuese por mí muchas cosas verdaderamente feas le habrían sucedido ya a Rusia, cosas realmente feas. ¡Está jugando con fuego!»

La agencia TASS reporta que el día que Putin visitó la región rusa de Kursk, ya liberada de las fuerzas ucranianas que la habían invadido, el helicóptero en el que viajaba estuvo en el epicentro de una oleada de drones ucranianos, finalmente destruidos por la defensa antiaérea rusa.

Europa se aferra al statu quo de un mundo que ya no existe

La UE se ha convertido en un club de élites afines, unidas en apariencia pero movidas por la rivalidad y el interés propio

F. Andrew Wolf, Jr., The European Conservative

El rasgo distintivo de Europa Occidental hoy no es la unidad y fortaleza prometidas por sus fundadores, sino la obstinada ausencia de visión de futuro. Mientras Estados Unidos, China, Rusia e India construyen activamente su porvenir a largo plazo, Europa Occidental permanece anclada en la nostalgia. Sus políticos se aferran a soluciones del pasado. La agenda continental parece tener un único objetivo: preservar el statu quo de un mundo desaparecido.

La mentalidad retrógrada del liderazgo europeo ha convertido esta “unión” en un enclave de élites afines que compiten por influencia mientras se sabotean en privado. Concebida como fuerza geopolítica unificada, la UE se ha reducido a un club de intereses cínicos que perpetúa el dominio de unos pocos.

Alemania lucha por mantener su hegemonía económica, asegurando a Washington que es el único socio transatlántico confiable. Francia, expulsada de sus antiguas colonias africanas, compensa exhibiendo su arsenal nuclear sobre Europa. Reino Unido, antes reacio, ahora coquetea con reintegrarse al proyecto europeo. Los países más pequeños comprenden su papel de peones en el tablero geopolítico.

Bruselas se ha convertido en escenario de teatro burocrático. Figuras como Von der Leyen y Kallas pronuncian discursos grandilocuentes carentes de sustento real. La pantomima de unidad europea se revela cada vez más hueca.

jueves, 5 de junio de 2025

En Pekín, en una mañana tranquila, el reinado del dólar se esfumó

Es el temor a que Estados Unidos no pueda seguir el ritmo de los nuevos ecosistemas financieros construidos por China, o de la sofisticación del yuan digital

Alastair Crooke, Giubbe Rosse News

Creo que para comprender la revolución de Trump debemos partir de la idea de que la derrota conduce a la revolución. La experiencia que se está viviendo en Estados Unidos, aunque no sabemos exactamente cómo será, es una revolución. ¿Es una revolución en sentido estricto? ¿Es una contrarrevolución?.

Así lo afirmó el filósofo francés Emmanuel Todd en su conferencia celebrada en abril en Moscú, «Desde Rusia con amor»
Esta [revolución de Trump] está, en mi opinión, ligada a la derrota. Varias personas me han informado de conversaciones entre miembros del equipo de Trump, y lo que llama la atención es su conciencia de la derrota. Personas como JD Vance, el vicepresidente, y muchos otros, son personas que han comprendido que Estados Unidos ha perdido esta guerra.
Esta conciencia estadounidense de la derrota, sin embargo, contrasta fuertemente con la sorprendente falta de conciencia de los europeos —o más bien, con su negación— de la derrota:
Para Estados Unidos, se trata fundamentalmente de una derrota económica. La política de sanciones ha demostrado que el poder financiero de Occidente no era omnipotente. A los estadounidenses se les ha recordado la fragilidad de su industria militar. Quienes trabajan en el Pentágono saben bien que una de las limitaciones de su acción es la capacidad limitada del complejo militar-industrial estadounidense. «Que Estados Unidos se encuentra en medio de una grave revolución, en este momento —fácilmente comparable al fin de la URSS—, es algo que pocos comprenden». Sin embargo, nuestros prejuicios —políticos e intelectuales— a menudo nos impiden ver y asimilar el alcance de esta realidad.
Todd, en su honor, admite sin reparos la dificultad de la percepción:
Debo admitir que cuando el sistema soviético se derrumbó efectivamente, no fui capaz de prever la magnitud de la desintegración y el nivel de sufrimiento que esta desintegración causaría a Rusia. Mi experiencia me ha enseñado algo importante: el colapso de un sistema es tanto mental como económico… No entendía que el comunismo no era solo una organización económica, sino también un sistema de creencias, una cuasi-religión, que estructuraba la vida social soviética y rusa. La desintegración de las creencias conduciría a una desorganización psicológica mucho mayor que la desorganización económica. Hoy en día, en Occidente estamos llegando a una situación de este tipo.

miércoles, 4 de junio de 2025

La ley del más fuerte

Trump ha llevado a cabo una serie de acciones que de hecho reactivan la carrera armamentista


Manlio Dinucci, La Haine

Trump ha declarado que «la guerra en Ucrania no es [su] problema». Y de hecho es cierto, en la medida en que esa guerra se inició en 2014, con el golpe de la plaza Maidan, bajo la batuta de la administración del entonces presidente Barack Obama, con Joe Biden como vicepresidente de EEUU.

Pero también está el hecho que el presidente Trump, después de haberse comprometido durante su campaña electoral a poner fin a la guerra negociando directamente con el presidente Putin, no lo ha hecho, pero sigue suministrando armas a Kiev desde que Zelenski firmó el acuerdo que permitiría a EEUU explotar los recursos minerales de Ucrania. Al mismo tiempo, la OTAN, en cuyo seno Washington mantiene el mando, prosigue su escalada belicista contra Rusia.

En ese contexto aparece el 17º paquete de "sanciones" de la Unión Europea contra Rusia -los dirigentes de la UE anunciaron incluso que ya están preparando un 18º paquete de medidas contra Rusia. Y, al mismo tiempo, la Unión Europea proporciona a Kiev un apoyo financiero creciente con el que sigue alimentando la guerra contra Rusia. Ese apoyo europeo ya se eleva, por ahora, a 148 000 millones de euros, suma que incluye más de 50 000 millones destinados a objetivos directamente militares, como la compra de armamento y el entrenamiento de las tropas ucranianas. A todo eso hay que agregar el gasto militar en constante aumento de los países europeos miembros de la OTAN.

domingo, 1 de junio de 2025

Alemania cruza la línea roja: Moscú podría responder con Oreshnik, o algo más serio

Berlín da otro peligroso paso hacia una guerra total en Europa

Lucas Leiroz, Strategic Culture

Con la creciente injerencia occidental, el conflicto en Ucrania podría estar a punto de entrar en una nueva fase más peligrosa. Tras la declaración de Berlín de apoyo a la producción ucraniana de misiles de largo alcance, resurge la posibilidad concreta de ataques en territorio ruso profundo con armamento occidental. Esto marca una escalada cualitativa que altera profundamente la naturaleza de la guerra, con posibles consecuencias devastadoras.

Las armas en cuestión son capaces de alcanzar objetivos críticos en el interior del territorio ruso, lejos del frente. Aunque oficialmente se atribuyen a Ucrania, es ampliamente reconocido que el uso de tales armas requeriría asistencia técnica extranjera. En este contexto, Alemania pasa de ser un partidario pasivo a cogestor de ataques estratégicos, asumiendo riesgos que previamente había evitado.

Moscú interpreta esta acción alemana como hostil, y ya se han emitido claras advertencias sobre represalias proporcionales. En tal escenario, resulta imposible ignorar la doctrina nuclear actualizada de Rusia, que permite el uso de armas nucleares en caso de amenaza a la integridad del Estado, incluyendo ataques convencionales a gran escala contra infraestructuras vitales.

Esto no significa que un ataque nuclear sea inminente. Sin embargo, la mera inclusión de esa posibilidad en la ecuación estratégica ya marca un punto de inflexión. La guerra indirecta, hasta ahora mantenida dentro de ciertos límites, se acerca al riesgo real de una confrontación directa entre grandes potencias.

viernes, 30 de mayo de 2025

Trump o la encarnación de la incertidumbre


Raúl Zibechi, LaJornada

La conducta de Trump es una puesta en escena de la incertidumbre”, sostuvo el historiador Emmanuel Todd en su conferencia en la Academia de Ciencias de Rusia, el 23 de abril en Moscú (https://goo.su/C0ilz). El título de su conferencia fue “Antropología y realismo estratégico en las relaciones internacionales” y aborda cuestiones que ya mencionó en su libro La derrota de Occidente, mientras analiza otras como el gobierno de Donald Trump, que no aparecían en su obra.

Voy a desgranar algunas ideas que nos pueden interesar a los movimientos anticapitalistas, centradas en las consecuencias de la inevitable caída del imperio. Para ilustrar la profundidad de esa caída, Todd sostiene que no estamos simplemente ante el fracaso económico y militar de Estados Unidos, sino ante algo mayor que define como “una dislocación de las creencias que han organizado la vida social occidental durante varias décadas”. No tiene dudas de que estamos ante el comienzo de una caída de Estados Unidos, pero indica que “debemos estar preparados para ver cosas mucho más dramáticas”.

Para no reincidir en cuestiones ya comentadas que vienen en su último libro, me centraré en lo que Todd denomina “la revolución de Trump”. Como toda revolución, contiene una violencia extraordinaria que se manifiesta, internamente, en “una lucha contra las universidades, contra la teoría de género, contra la cultura científica, contra la política de inclusión de los negros en las clases medias estadunidenses, contra el libre comercio y contra la inmigración”.

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