La confianza lo es todo. Y ese "capital" se está erosionando rápidamente
Alastair Crooke, Strategic Culture
El conflicto entre Musk y Trump (al menos por ahora) tiene un marcado carácter televisivo. Pero no se dejen engañar por el contenido de entretenimiento. La disputa ilustra una contradicción fundamental en el corazón de la coalición MAGA. Es muy posible que esta contradicción surja en algún momento y acabe desencadenando la lenta decadencia del Proyecto Trump.
Un momento crucial en las últimas elecciones estadounidenses fue el cambio de los oligarcas tecnológicos ultrarricos de Silicon Valley, que dejaron de apoyar a los demócratas para apoyar a Trump. Esto trajo consigo dinero y el potencial premio deslumbrante de que Estados Unidos se hiciera con el monopolio del almacenamiento global de datos, la IA y lo que Yanis Varoufakis llama "capital de la nube": la supuesta capacidad de obtener rentas (es decir, tarifas) por el acceso al supuesto acervo masivo de datos de Estados Unidos y a las plataformas asociadas de las grandes tecnológicas. Se creía que dicho monopolio de datos otorgaría a Estados Unidos la capacidad de manipular la forma de pensar del mundo y de definir los productos y las plataformas consideradas "de moda".
La idea también era que un monopolio sobre los centros de datos podría ser potencialmente tan lucrativo como el monopolio estadounidense del dólar usado como principal moneda comercial, lo que podría generar importantes entradas de capital para compensar la deuda.
Sin embargo, la cualidad explosiva de una coalición de oligarcas tecnológicos con los populistas MAGA es que ambas facciones tienen visiones irreconciliables, tanto para lidiar con la crisis de deuda estructural de Estados Unidos como para el futuro cultural del país.