Aunque Kant es tan innegablemente alemán como el oleoducto Nord Stream, Putin (y cualquier otra persona en cualquier lugar) tiene derecho a citarlo mañana, tarde y noche.Declan Hayes, SCF
En primer lugar, un saludo a Russia Today (y a la VPN, que me permite acceder a ella) por decirme que el canciller alemán Olaf Scholz arremetió contra el presidente ruso Vladimir Putin por citar al icónico filósofo alemán Immanuel Kant. Debido a que Putin citó al filósofo en un evento que conmemoraba el 300 aniversario del nacimiento de Kant, Scholz acusó a Putin de intentar “cazar furtivamente” al gran pensador y de tergiversar sus ideas.
La historia, a primera vista, es tan ridículamente divertida que tuve que buscar en Google para asegurarme de que no me estaba engañando ese voluble camaleón de la OTAN apodado “desinformación rusa”. Efectivamente, como muchas fuentes occidentales verificaron posteriormente la historia, podemos continuar.
Die Zeit cita a Scholz en la Academia de Ciencias de Berlín-Brandenburgo despotricando que “Putin no tiene el más mínimo derecho a citar a Kant, sin embargo, el régimen de Putin sigue comprometido a cazar furtivamente a Kant y su trabajo a casi cualquier costo”.