Plutócratas y gobierno occidentales están volcando toda esta energía y dinero en controlar la narrativa dominante porque ese es el punto más débil en la armadura de la máquina imperial
Caitlin Johnstone, La Haine
Justo cuando se difunden las noticias de que Trump ha lanzado a Maduro un ultimátum para que abandone Venezuela inmediatamente si quiere escapar con vida, el Wall Street Journal, propiedad de Murdoch, ha publicado un artículo de propaganda bélica sorprendentemente descarado titulado «Cómo las bandas venezolanas y los yihadistas africanos están inundando Europa con cocaína.»
«Venezuela se ha convertido en una plataforma de lanzamiento importante para enormes volúmenes de cocaína enviada a África Occidental, donde yihadistas están ayudando a traficarla a Europa en cantidades récord», comienza el artículo, destacando que «la campaña de presión de la administración Trump contra el líder venezolano Nicolás Maduro --de quien afirman está muy implicado en el tráfico de drogas-- ha atraído la atención global sobre el papel del país en el narcotráfico.»
La pieza propagandística está claramente dirigida tanto a europeos como a estadounidenses, enfatizando la broma del secretario de Estado Marco Rubio el mes pasado de que los europeos «deberían agradecernos» por hacer explotar supuestos barcos de drogas procedentes de Venezuela porque dice que algunas de esas drogas acabarán en Europa.
Lo tiene todo. Fomentar el apoyo internacional para una guerra de cambio de régimen. Alarmismo sobre los «yihadistas». El dictador malvado y aterrador. Todo el paquete de ventas de propaganda bélica.



















