Timo Al-Farooq sostiene que Gaza ha dejado al descubierto el colapso moral del recuerdo del Holocausto, exponiendo cómo se ha utilizado el lema “Nunca Más” para excusar el genocidio sionista.
Timo Al-Farooq, Al Mayadeen
Del 10 de enero al 1 de septiembre, el Museo Real de Ontario (ROM) en Toronto, Canadá, albergó una exposición itinerante internacional titulada «Auschwitz. No hace mucho. No muy lejos».
Cada vez que pasaba por el museo durante mi última estancia en la ciudad hace unos meses, miraba los enormes carteles promocionales que cubrían el lado del edificio que da a Queen's Park, con esas mismas palabras, y pensaba: "¿Qué es menos hace mucho tiempo y menos más lejos que Gaza?".
Según el sitio web del museo, la exposición “subraya la necesidad crítica de comprender las condiciones subyacentes que permitieron que ocurriera el Holocausto”.
Continúa diciendo que, al reflexionar sobre el pasado, se invita a los visitantes a considerar su papel en la creación de una sociedad más inclusiva y tolerante.
A pesar de admitir el papel de la historiografía como educadora y medida preventiva para romper el ciclo de repetición de errores pasados, la página web de la exposición no menciona ni una sola vez el genocidio en curso de "Israel" apoyado por Occidente en Gaza, con lo que no está a la altura de sus propios estándares.
Esta negativa a incluir una referencia al exterminio del pueblo palestino por parte de la entidad sionista expone el fracaso absoluto del recuerdo del Holocausto nazi para evitar que vuelva a ocurrir, lo que la entrada del sitio web llama “la manifestación sin fronteras del odio y la atrocidad humana”.