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viernes, 31 de octubre de 2025

¿Cuál es la estrategia israelí en Gaza?

Robert Inlakesh sostiene que "Israel", con el respaldo de Estados Unidos, utiliza el alto al fuego para impulsar una estrategia a largo plazo en Gaza.

Robert Inlakesh, Al Mayadeen

Para comprender la agenda israelo-estadounidense que subyace al llamado “plan de paz” presentado por el presidente estadounidense Donald Trump, es importante examinar los objetivos del régimen sionista y evaluar cómo podrían concretarse. Este análisis ayuda a vislumbrar el futuro y la viabilidad del frágil alto el fuego.

El 19 de octubre, el alto al fuego en Gaza pareció romperse después de que el régimen sionista lanzara más de 100 ataques aéreos, arrojando al menos 153 toneladas de explosivos sobre el enclave costero asediado y causando la muerte de unos 44 civiles. Incluso medios israelíes informaron que el alto al fuego se había roto y que la guerra se había reanudado, antes de que la situación se calmara al día siguiente.

Inicialmente, el gobierno israelí afirmó que dos de sus soldados habían muerto a manos de combatientes palestinos en una emboscada con lanzacohetes y armas automáticas, y aseguraron que sus ataques posteriores fueron simplemente una respuesta a este incidente, en el que Hamas negó categóricamente cualquier implicación.

Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que periodistas estadounidenses, palestinos e incluso israelíes comenzaran a revelar la verdad. En realidad, mientras soldados israelíes, junto con colonos contratados para trabajos de demolición, violaban el alto al fuego, y destruían infraestructura palestina, accidentalmente pasaron por encima de un artefacto explosivo sin detonar. La coherencia de los informes de múltiples fuentes dio credibilidad a esta versión, pero el ejército sionista impuso rápidamente la prohibición de publicar información sobre el incidente, antes de admitir parcialmente lo que realmente había ocurrido.

martes, 28 de octubre de 2025

El octavo frente: la cúpula de hierro digital y la batalla por el relato de Israel

Mientras su ejército bombardea Gaza, a pesar del alto el fuego, Tel Aviv lanza una ofensiva digital paralela destinada a silenciar las narrativas de resistencia y manipular las percepciones globales

Mohamad Hasan Sweidan, The Cradle

Se busca rediseñar la memoria digital de sus crímenes de guerra.

El primer ministro del régimen israelí, Benjamín Netanyahu, ha descrito el «octavo frente» de su guerra como la batalla por la verdad. «Siete frentes contra Irán y sus aliados. El octavo: la batalla por la verdad», declaró durante una ceremonia organizada por la cadena estadounidense Newsmax en el hotel Waldorf Astoria de Jerusalén.

Su objetivo es refutar las acusaciones verídicas de genocidio y hambruna intencional vinculadas a la guerra israelí contra la Franja durante dos años, siendo los programas de inteligencia artificial (IA) y las redes sociales los campos de batalla más importantes en este frente.

Cúpula de hierro digital

Tras la Operación Tormenta de Al-Aqsa del 7 de octubre de 2023, la llamada «Cúpula de Hierro Digital» de Israel se activó para interceptar contenido digital, al igual que su cúpula militar intenta sin mayor éxito interceptar misiles. Los objetivos no son la metralla, sino las ideas (publicaciones, imágenes, vídeos) que exponen las atrocidades de Israel en el enclave asediado. Esta cúpula digital opera a dos niveles o capas.

El primer nivel es un sistema de denuncias impulsado por voluntarios: una campaña nacional financia que los usuarios inunden las redes sociales con quejas masivas contra contenido considerado desfavorable para Israel. Un sistema híbrido de IA y revisores humanos que clasifica rápidamente las publicaciones marcadas y luego envía solicitudes de eliminación a plataformas como Meta, TikTok y X. El objetivo es la velocidad, y acallar la narrativa contra Israel mucho antes de que se propague.

domingo, 26 de octubre de 2025

Pensar durante Gaza, pensar desde Palestina

El último libro de Bifo Berardi sobre el genocidio israelí en Gaza tiene una mirada no solo pesimista y derrotada sino también orientalista y eurocentrista. No podemos darnos el lujo de caer en el nihilismo ni avalar este «pesimismo de la voluntad».

Pablo Abufom Silva, Jacobin

El genocidio contra los palestinos es un proceso de exterminio de larga duración, que comenzó durante el Mandato británico sobre Palestina en la década de 1920, cuando el paramilitarismo sionista comenzó su programa de limpieza étnica. Durante un siglo, Palestina ha sido el lugar de una confrontación entre el colonialismo (británico, sionista, estadounidense) y la autodeterminación del pueblo palestino, que le ha sido negada sistemáticamente por todos los medios imaginables. Cada tanto, este genocidio de larga duración tiene momentos de recrudecimiento, y ninguno ha sido más brutal que el actual. Esta nueva «coyuntura palestina» ha impulsado la escritura de muchos libros, algunos de los cuales son sobre Palestina y otros son más bien sobre los autores mismos y su lugar en un mundo en el que se produce un genocidio sin que nadie lo detenga.

Pensar desde Gaza, el último libro de Franco Berardi, no es un libro sobre Palestina. Es un libro que habla sobre cosas que han pasado o están pasando en Palestina y que está escrito a propósito del genocidio contra el pueblo palestino. Pero, sobre todo, es un libro sobre el modo en que el autor percibe el colapso de Occidente, tal como se expresa en las lógicas genocidas del militarismo actual, en las nuevas formas de organización del trabajo, en la bancarrota de las instituciones democráticas y en el modo en que la tecnología atraviesa la experiencia cotidiana de la clase trabajadora del mundo. Es un libro con una pretensión clara: mirar a los ojos el colapso actual, mostrar que no hay más salida que la deserción a todo lo que nos ofrece la política actual y, junto con ello, exponer una crítica total al tipo de capitalismo que hace posible un genocidio como el de Gaza.

viernes, 24 de octubre de 2025

Israel se burla del cese del fuego y sigue atacando Gaza


Telma Luzzani, El Destape

Una vez más Israel incumplió su compromiso de alto al fuego y atacó una combi con diez palestinos, entre ellos tres niños, que estaban regresando a su hogar, en el barrio de Zeitún, para inspeccionar en qué estado había quedado su edificio. También se registraron en la semana embates israelíes en Jan Yunis, al sur de la Franja, y en Shujayea, al oeste.

El ejército israelí admitió el ataque con artillería contra la combi y lo justificó con el argumento falaz de que fue en legítima defensa. Israel dice estar autorizado a eliminar lo que considere "amenazas inmediatas" y advirtió que seguirán operando así, más allá del acuerdo del "Plan de 20 puntos" del presidente Donald Trump, avalado por los líderes de Egipto, Catar y Türkiye. El argumento es tramposo en todos los aspectos.
  1. ¿Puede considerarse "legítima defensa" la acción de uno de los ejércitos más poderosos y mejor equipados del mundo a una combi donde hay niños? Según la Defensa Civil de Gaza, uno de los chicos está herido y los otros dos desaparecidos. Sin incluir este caso, el Ministerio de Sanidad de Gaza reportó el viernes que, desde el "cese de hostilidades", ya se han contabilizado al menos 27 palestinos muertos y 143 heridos por acciones israelíes.
  2. El ejército argumenta que la combi estaba muy cerca de la "línea amarilla", como se conoce la zona a donde tuvo que retirarse el ejército israelí por el "Plan de 20 puntos". No obstante, el plan establece que el cese de hostilidades es en toda la Franja de Gaza y que rige también en la zona donde se encuentra el ejército.

domingo, 19 de octubre de 2025

La derrota de Israel y el renacimiento de la capacidad de acción palestina

La estrategia que explica el profundo temor compartido por todas las partes de que la derrota de Israel en Gaza pueda alterar fundamentalmente toda la dinámica de poder regional

Ramzy Baroud, Counter Punch

Durante décadas, la idea predominante fue que la «solución» a la ocupación israelí de Palestina residía en un proceso estrictamente negociado. «Sólo el diálogo puede lograr la paz» ha sido el mantra repetido sin descanso, no sólo en en Occidente, en los círculos políticos, las plataformas académicas, los foros mediáticos y similares.

En torno a esa idea floreció una industria colosal, que se expandió de forma espectacular en el período previo a la firma de los Acuerdos de Oslo entre la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) de Yasser Arafat y el régimen israelí, y durante los años posteriores.

La destrucción de la «paz»

El problema nunca estuvo en el principio fundamental del «diálogo», la «paz» o incluso los «compromisos dolorosos», una noción que se difundió incansablemente durante el «proceso de paz» entre 1993 y principios de la década de 2000.

En la realidad, el conflicto se ha visto determinado en gran medida por la forma en que se definieron y aplicaron estos términos, así como todo un entramado de terminología similar. La «paz» para Israel y EEUU requería un liderazgo palestino sumiso, dispuesto a negociar y actuar dentro de unos parámetros limitados, y totalmente al margen de los parámetros vinculantes del derecho internacional.

La impunidad de Israel o la futilidad del Derecho internacional

Marcha por Palestina en España


Jorge Rodríguez Rodríguez *, Público

Donald Trump presentó su plan de "paz" para Gaza y el mundo ya puede respirar tranquilo. "La guerra ha terminado", declaró. La vida seguirá su curso. Gaza vive bajo un enorme escombro perpetuo, Cisjordania sigue ocupada y Netanyahu en el poder. Pero la guerra acabó.

Los 20 puntos del "plan Trump" constituyen una hoja de ruta que delimita perfectamente, no solo el crudo futuro que le espera a una Palestina (veremos si la conoceremos como un Estado con soberanía efectiva en algún momento) sino, mirando la escena a cierta distancia, el conjunto del ordenamiento internacional. ¿A qué se debe esta afirmación? Sencillo. A la ausencia de cualquier medida orientada a la rendición de cuentas de todos aquellos que participaron en la perpetración de crímenes internacionales. Expliquemos por qué esta ausencia es importante.

En primer lugar, Estados Unidos tiene una cadencia especial para utilizar el apelativo "paz" en situaciones que a todas luces no representan tal significante. Sin ir más lejos, ya en 2020, bajo el primer mandato de Trump, al acuerdo firmado con los talibanes con el que Estados Unidos certificaba su salida de Afganistán, una vez que aquellos tomaron de nuevo el poder por la fuerza, lo llamaron también "acuerdo de paz". Poco hace falta añadir viendo el estado actual de país. De paz, nada.

domingo, 12 de octubre de 2025

El segundo advenimiento de Blair: Gaza bajo tutela colonial

Los mismos arquitectos occidentales que sumieron a Irak en llamas están ahora formando un equipo de gestión liderado por sionistas para controlar Gaza. Su plan: liquidar la resistencia palestina, apoderarse de los bienes inmuebles y llamarlo paz.

Gulriz Ergoz, The Cradle

Con el anuncio del plan de 20 puntos para Gaza del presidente estadounidense Donald Trump junto al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu el 29 de septiembre, dos figuras notorias resurgieron de las sombras: el yerno de Trump, Jared Kushner, y el ex primer ministro británico Tony Blair, el criminal de guerra de Irak que, junto al expresidente estadounidense George W. Bush, sumió a Asia Occidental en décadas de derramamiento de sangre.

Durante el primer mandato de Trump, como asesor principal, Kushner redactó lo que denominó el «Acuerdo del siglo» para la eliminación completa de Palestina mediante la anexión de la Cisjordania ocupada. Su suegro, junto con el amigo de la familia Netanyahu, dio a conocer este plan en enero de 2020 bajo el título «Paz para la prosperidad: una visión para mejorar la vida de los pueblos palestino e israelí».

El eje Blair-Kushner

El fracaso de ese plan se recuperó en septiembre de 2020 con la firma, bajo la mediación de Trump, de los Acuerdos de Abraham, que también fueron orquestados por Kushner y normalizaron las relaciones de Estados árabes como los Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Marruecos y Sudán con Israel.
Kushner ha regresado con un nuevo plan para remodelar Gaza a imagen y semejanza de la «Riviera de Oriente Medio» idealizada por Trump.

Israel, Esparta y los delirios de Benjamin Netanyahu

La analogía con Esparta ocurre en la política del régimen israelí dos veces: una vez como advertencia y la segunda como delirio

Maciek Wisniewski, La Haine

Arno J. Mayer, el eminente historiador marxista de origen judío-luxemburgués, en El arado y la espada (2008) -un relato antisionista de la historia de Israel-, advertía, entre otros, que la colonización sin fin de Palestina, la ocupación y la expansión de asentamientos ilegales estaban degradando al país y fomentando sus tendencias más extremistas. Sin un cambio radical, temía, Israel se iba a convertir inevitablemente en una especie de "Esparta", una entidad altamente militarizada, represiva (por dentro y hacia afuera) y aislada.

Enfatizando que como judío europeo originario del Gran Ducado de Luxemburgo "era singularmente inmune al atractivo de todos los nacionalismos", Mayer veía la "Esparta" como resultado de una degradación del judaísmo en general y del sionismo en particular, sobre todo a partir de la Guerra de los Seis Días (1967), pero anotaba también que las semillas de este deterioro estaban plantadas en la misma fundación de Israel.

David Ben-Gurión, uno de sus padres fundadores y el primero en ocupar el cargo de primer ministro, al sopesar la cuestión de las tensiones entre una entidad política cosmopolita y un Estado bélico observables desde 1948, como recordaba Mayer, en vez de consultar a los profetas hebreos recurrió a los antiguos griegos, creyendo que no se podía garantizar la supervivencia de una "Atenas judía en Medio Oriente" -he aquí quizás el inicio de la narrativa de Israel como "la única democracia en la región"-, sin mezclarla con "elementos espartanos": gobierno oligárquico, educación militar, Estado-guarnición y castas sociales (2008: 77).

domingo, 5 de octubre de 2025

El plan de "paz" de Trump-Netanyahu y otras notas


Caitlin Johnstone, Substack

El gobierno de Trumpanyahu impulsa un "plan de paz" para Gaza que, según sus críticos, condenaría a los palestinos a una subyugación permanente bajo el yugo de Israel. El plan propuesto implicaría la supervisión de Gaza por parte de Trump y del criminal de guerra Tony Blair, y Netanyahu ya afirma que el acuerdo permitirá a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) permanecer en territorio palestino indefinidamente.

La última vez que Estados Unidos negoció un "plan de paz" entre Israel y Hamás, lo incendiaron en pocas semanas, sitiaron el enclave y anunciaron un plan para la limpieza étnica de Gaza. Así que, incluso sin todos los problemas importantes que presenta la oferta, no habrá mucho entusiasmo al respecto.

Veo muchas voces supuestamente pro-Palestina que proclaman que Hamás debe aceptar el acuerdo para poner fin al genocidio. Personalmente, jamás les diré a los palestinos qué deben hacer para abordar los abusos que sufren a manos del imperio ni qué acuerdos deben aceptar. Mi trabajo como occidental es oponerme al imperio occidental que los está masacrando, no señalar con el dedo y moralizar a las víctimas del imperio.

La responsabilidad de dejar de cometer genocidio recae en quien comete el genocidio. No recae en las víctimas del genocidio la responsabilidad de firmar acuerdos con la esperanza de salvarse del genocidio. Esto es obvio para cualquiera que no sea un psicópata.

viernes, 3 de octubre de 2025

En defensa de la Flotilla


Andrea Zhok, Sinistra in Rete

Algunas palabras sobre el asunto “Flotilla”, con una consideración política general.

Es cierto que en la Flotilla había (hay) gente que buscaba fama personal (al menos una se ha presentado).

Es cierto que este tipo de iniciativas tienen un carácter predominantemente mediático, con elementos de espectacularización, y que suponen un paso atrás frente a posibles iniciativas políticas, de presión, sanciones, etc.

Es perfectamente plausible que algunos estén intentando explotar el asunto para atacar a sus respectivos gobiernos, que en casi todas partes están comprometidos con una posición sionista.

Es un hecho que muchas personas que recientemente han demostrado poca o ninguna conciencia política sobre otras cuestiones sociales importantes están participando en esta iniciativa.

Y aún así.

jueves, 2 de octubre de 2025

Gaza y la economía del genocidio

Incluso antes del 7 de octubre de 2023, los gazatíes habían quedado relegados al papel de población excedente con un nivel mínimo de empleo dentro de Israel. Su expulsión de la economía capitalista israelí contribuyó a sentar las bases para el genocidio.

Matan Kaminer, Jacobin

El mundo observa con vergüenza y temor cómo Israel invade la ciudad de Gaza, llevando su campaña genocida contra los palestinos a un nuevo nivel de horror. La opinión pública en todo el mundo, incluida la de Estados Unidos, se ha vuelto desde hace tiempo contra la agresión de Israel. Los máximos órganos de gobierno internacional han hecho llamamientos para que se cese y se desista.

Pero mientras algunos gobiernos europeos han comenzado a distanciarse de Israel, los Estados más poderosos del bloque occidental siguen respaldándolo sin descanso. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, incluso voló a Tel Aviv para prometer personalmente el «apoyo total» de la administración Trump. El presidente israelí, Isaac Herzog, que declaró infamemente que en Gaza no había inocentes, fue recibido calurosamente por el primer ministro británico, Keir Starmer, en septiembre.

Israel es un pequeño Estado que depende totalmente de Estados Unidos y otros patrocinadores occidentales. ¿Por qué los líderes de estos países lo apoyan con tanta firmeza a pesar de la abrumadora desaprobación pública, e incluso a costa de sus propias posibilidades electorales? ¿Es la inclinación latente a eliminar a las poblaciones no blancas simplemente parte del ADN ideológico de Occidente, como sostiene la variante dominante de la teoría colonialista? ¿O hay algo en la dinámica del sistema capitalista mundial que hace posible, incluso probable, el genocidio?

A primera vista, tal afirmación puede parecer dudosa. Los capitalistas dependen del trabajo humano para obtener sus beneficios, así que ¿qué utilidad podrían encontrar en la destrucción de la fuerza de trabajo humana? Sin embargo, la historia del capitalismo es también la historia de un número cada vez mayor de personas expulsadas del empleo productivo.

martes, 30 de septiembre de 2025

Gaza ha puesto de manifiesto el fracaso de la conmemoración del Holocausto nazi

Timo Al-Farooq sostiene que Gaza ha dejado al descubierto el colapso moral del recuerdo del Holocausto, exponiendo cómo se ha utilizado el lema “Nunca Más” para excusar el genocidio sionista.

Timo Al-Farooq, Al Mayadeen

Del 10 de enero al 1 de septiembre, el Museo Real de Ontario (ROM) en Toronto, Canadá, albergó una exposición itinerante internacional titulada «Auschwitz. No hace mucho. No muy lejos».

Cada vez que pasaba por el museo durante mi última estancia en la ciudad hace unos meses, miraba los enormes carteles promocionales que cubrían el lado del edificio que da a Queen's Park, con esas mismas palabras, y pensaba: "¿Qué es menos hace mucho tiempo y menos más lejos que Gaza?".

Según el sitio web del museo, la exposición “subraya la necesidad crítica de comprender las condiciones subyacentes que permitieron que ocurriera el Holocausto”.

Continúa diciendo que, al reflexionar sobre el pasado, se invita a los visitantes a considerar su papel en la creación de una sociedad más inclusiva y tolerante.

A pesar de admitir el papel de la historiografía como educadora y medida preventiva para romper el ciclo de repetición de errores pasados, la página web de la exposición no menciona ni una sola vez el genocidio en curso de "Israel" apoyado por Occidente en Gaza, con lo que no está a la altura de sus propios estándares.

Esta negativa a incluir una referencia al exterminio del pueblo palestino por parte de la entidad sionista expone el fracaso absoluto del recuerdo del Holocausto nazi para evitar que vuelva a ocurrir, lo que la entrada del sitio web llama “la manifestación sin fronteras del odio y la atrocidad humana”.

domingo, 28 de septiembre de 2025

El Octavo Frente

Estados Unidos es la base de retaguardia insustituible del Estado judío, sin cuyo apoyo —económico, militar, político y diplomático— simplemente desaparecería en pocos meses.

Enrico Tomaselli, Sinistra in Rete

El periodista estadounidense Max Blumenthal describió acertadamente la guerra híbrida que Israel está librando en Estados Unidos, que, por ahora, se centra esencialmente en la propaganda, es decir, en el control de los medios de comunicación. Estados Unidos es la base de retaguardia insustituible del Estado judío, sin cuyo apoyo —económico, militar, político y diplomático— simplemente desaparecería en pocos meses.

El control de esta base de retaguardia es, por lo tanto, una cuestión vital para Israel. Hasta ahora, ha sido posible ejercerlo esencialmente a través de los lobbies sionistas en Norteamérica, de los que hay dos: uno, representado principalmente por el AIPAC, compuesto por los principales representantes de la comunidad judía, y otro, compuesto por aquellas iglesias evangélicas que ven a Israel como un paso fundamental hacia el advenimiento de una nueva era de Dios. Y el segundo ha sido durante mucho tiempo tan importante como el primero.

Estos dos lobbies han operado hasta ahora principalmente en dos niveles: alimentando las campañas electorales (a todos los niveles) de políticos firmemente alineados con Israel y difundiendo una narrativa que une a los dos países no solo por una raíz cultural compartida (judeocristiana, que también es popular entre muchos políticos europeos), sino también por una supuesta coincidencia en sus intereses estratégicos mutuos.

viernes, 26 de septiembre de 2025

La mitad de la ciudad de Gaza se niega a huir mientras se intensifican los ataques israelíes


Maha Hussaini, Middle East Eye

Dima Abuaita empaquetó sus pertenencias más preciadas, junto con ropa y colchones, y las colocó junto a la puerta de la casa de su familia en el barrio de Rimal, en el centro de la ciudad de Gaza.

Lleva más de una semana en busca de un medio de transporte asequible para huir al sur de la Franja de Gaza en medio de los implacables ataques israelíes.

«No es que me niegue a salvar mi vida y la de mis hijos, es que no tengo una fortuna para poder mantenernos a salvo», dijo Abuaita a Middle East Eye.

«Necesito unos 5.000 shekels (1.500 dólares) sólo para trasladar mis pertenencias al centro o al sur de la Franja, otros 2.000 shekels (600 dólares) para una tienda de campaña y luego un alquiler mensual por el terreno para montarla. Sencillamente no puedo permitirme todo eso».

El mes pasado, Israel declaró que iba a ocupar por completo la ciudad de Gaza y que tenía la intención de obligar a todos los palestinos que se encontraban allí y en otras partes del norte —alrededor de 1,2 millones de personas en total— a desplazarse hacia el sur. Los implacables ataques israelíes desde el 11 de agosto han obligado a la mitad de la población de la ciudad a huir, dejando alrededor de medio millón de personas mientras los paracaidistas, respaldados por tanques, lanzan una ofensiva terrestre en varios barrios.

miércoles, 24 de septiembre de 2025

Borrar la existencia palestina en Cisjordania

Mohammad Alqeeq sostiene que las crecientes violaciones de "Israel" en Cisjordania, junto con el genocidio en Gaza, tienen como objetivo borrar la soberanía palestina mediante la expansión de los asentamientos, proyectos de anexión como el E1 y una limpieza étnica sistémica

Mohammad Alqeeq, Al Mayadeen

Las recientes violaciones israelíes, incluidas las más recientes en la aldea de Al-Mughayer, cerca de Ramala, y en Masafer Yatta, al sur de Al-Khalil, junto con las operaciones militares en Nablus, Yenín, Ramala y Tulkarem, demuestran un esfuerzo sistemático por socavar la soberanía palestina. Estas acciones atentan no solo contra la seguridad personal y económica, sino también contra los medios de vida y el acceso a los alimentos de los palestinos.

La política de "Israel" persigue múltiples objetivos:

  • Distorsionar la narrativa, no solo a través de los medios de comunicación, sino también en la práctica, expulsando a las comunidades beduinas y reemplazándolas por colonos. Estos colonos se introducen mediante asentamientos de estilo pastoral que imitan las tradiciones y costumbres beduinas, dando una apariencia de continuidad, lo cual refleja una política de limpieza étnica que ataca normas de vida enteras.
  • Esta fórmula de asentamiento sirve como un amortiguador geográfico inicial, una línea defensiva que conecta los asentamientos y al mismo tiempo limita la expansión territorial palestina.

Estas medidas complementan otras políticas israelíes contra los palestinos, como el endurecimiento de las restricciones a la vida cotidiana mediante la instalación de puertas de hierro y barreras militares en las entradas de las ciudades, la paralización del comercio y la inversión y la retención de los fondos de liquidación y de los ingresos fiscales.

sábado, 20 de septiembre de 2025

La peligrosa era del victimismo asesino


Andrea Zhok, L'AntiDiplomatico

Al descubrir que la mayoría (73% según la última encuesta) de la población israelí civilizada, educada y democrática apoya algún tipo de "solución final" para los palestinos, uno solo puede preguntarse: ¿cómo es posible? ¿Cómo es posible que alguien, ante formas manifiestas y constantes de abuso y violencia contra personas inocentes (niños, ancianos, civiles), siga defendiendo con serenidad estas actividades?

La respuesta es realmente sencilla: en el caso de la población israelí, se trata de una población que ha internalizado educativamente una visión de sí misma como víctimas de la historia, como sujetos frágiles y oprimidos, que por lo tanto tienen un derecho implícito a una "autodefensa preventiva" de 360°.

En esencia, dado que "nosotros" estamos en deuda con la historia y la humanidad, podemos permitirnos lo que otros no pueden. La posición de víctima ejemplar nos coloca en una posición de superioridad moral insuperable, lo que simplifica enormemente cada decisión: no tengo que sopesar lo correcto y lo incorrecto porque todo lo que hago cae, por definición, en una forma de "autodefensa preventiva". Simplemente asumo que el otro puede representar, desde cualquier perspectiva, una amenaza para mí, y mi rol de víctima me legitima para recurrir a cualquier forma de acción represiva.

Una dinámica perfectamente análoga se puede ver en las legitimaciones “progresistas” que han estado llegando en los últimos dos días desde el asesinato de Charlie Kirk.

viernes, 19 de septiembre de 2025

La Vuelta para detener el genocidio

Shuruk Duqqa expresa en su comentario la fuerza del pueblo madrileño los cuales tomaron las calles en apoyo a los gazatíes y contra el genocidio israelí e, impidieron con su movilización la realización de la Vuelta ciclística a España

Shuruk Duqqa, Al Mayadeen

Mientras seguimos contando los días de genocidio y entre coraje y dolor nos debatimos desde la lejanía geográfica que nos separa de Palestina, un hito histórico demuestra que la voz del pueblo es más fuerte que cualquier carrera.

Más de 100 mil personas con profunda humanidad se plantaron en Madrid para detener la Vuelta ciclística a España, los dignos en el mundo no se detienen, pese a la intimidación por el amplio despliegue policial, los manifestantes lo consiguieron, la Vuelta a España la ganó Palestina.

Entre tanto, crece la esperanza por retomar la justicia por una humanidad que ha decidido detener el genocidio por sus propias manos ante la incompetencia de la comunidad internacional que se jacta con discursos vacíos los cuales no materializan la solidaridad frente a un nuevo holocausto.

Cabe recordar que la FIFA y la UEFA sancionaron a Rusia tras el conflicto con Ucrania casi instantáneamente. El Comité Olímpico Internacional había dicho que la medida era necesaria para “proteger la integridad de las competencias deportivas mundiales y la seguridad de todos los participantes”, vaya desfachatez.

martes, 16 de septiembre de 2025

Israel comete Genocidio en Gaza



La Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU sobre el Territorio Palestino Ocupado, incluida Jerusalén Este, e Israel ha concluido que Israel está cometiendo genocidio en Gaza.

Tras dos años de investigación sobre los hechos desde el 7 de octubre de 2023, la Comisión afirmó que las fuerzas israelíes llevaron a cabo cuatro de los cinco actos genocidas definidos en la Convención sobre el Genocidio de 1948: asesinato masivo, causar daño grave, infligir deliberadamente condiciones que destruyen la vida e imponer medidas para prevenir nacimientos.

Estas acciones, combinadas con declaraciones explícitas de líderes israelíes, demuestran una clara intención de destruir a los palestinos en Gaza como grupo.

El informe señaló que el liderazgo político y militar de Israel —incluidos el presidente Isaac Herzog, el primer ministro Benjamin Netanyahu y el exministro de Defensa Yoav Gallant— han incitado y supervisado actos genocidas mientras no han evitado ni castigado dichos actos. Documentó el hambre sistemática, la destrucción de la atención sanitaria y la educación, el ataque a niños y sitios culturales, la violencia sexual generalizada y el desprecio por las órdenes de la Corte Internacional de Justicia, concluyendo que Israel ha persistido en una “campaña genocida” durante casi dos años.

La Comisión instó a Israel a poner fin inmediatamente a sus acciones, levantar el asedio y permitir el acceso humanitario completo. También pidió a todos los estados que detengan las transferencias de armas a Israel, procesen a los cómplices del genocidio y tomen medidas legales contra corporaciones o individuos que lo apoyen.

La presidenta Navi Pillay enfatizó que la inacción internacional equivale a complicidad: “Cada día de inacción cuesta vidas y erosiona la credibilidad de la comunidad internacional.”


* * * *

lunes, 8 de septiembre de 2025

Netanyahu: licencia para matar

El aparato comunicacional del imperio —una formidable red operada por un ejército de pseudo-periodistas— repite 'ad nauseam' las versions oficiales de Tel Aviv y Washington

Atilio Boron, La Haine

Con la complicidad y el apoyo logístico y satelital de EEUU y de la mayoría de los gobiernos europeos, el régimen de apartheid israelí ha podido aniquilar a numerosos líderes y gobernantes de países del Medio Oriente —mínimo una veintena según diversas fuentes—, incluyendo notables científicos en el caso de Irán.

Para ello apeló a sus “misiles inteligentes”, que no sólo acaban con la vida de la víctima preseleccionada sino —casi siempre— con la de sus familiares, amigos, colaboradores, vecinos, todas ellas víctimas “colaterales” de las hazañas de la criminal Wehrmacht israelí.

Lo acaba de hacer nuevamente en Yemen, y el aparato comunicacional del imperio —una formidable red de agentes de propaganda operada por un ejército de pseudo-periodistas— repite ad nauseam la versión oficial de Tel Aviv y Washington y jamás emitió una palabra de condena, ni ahora ni en los casos anteriores.

Las víctimas son demonizadas, la encarnación del mal y por lo tanto merecedoras de su trágico final. Son invariablemente calificados como “terroristas” y ni una palabra se dice de sus viudas, sus hijos, sus madres, sus abuelos, sus parientes, que en más de una ocasión también perecieron en el ataque. La deshumanización de quienes se oponen a la limpieza étnica que practica el régimen de Israel es total.

sábado, 6 de septiembre de 2025

Por amor al ciclismo


Beñat Zaldua, La Jornada

El ciclismo no es un deporte cualquiera. No soy imparcial en esto. Todavía hoy, la épica sobre dos ruedas tiene más que ver con una epopeya griega que con una competición deportiva del siglo XXI, lo cual es un milagro. No hay inteligencia artificial capaz de anticipar la victoria de Simon Yates en el último suspiro del pasado Giro de Italia. Es un deporte sin guion escrito, porque después de tres semanas cabalgando sobre la bicicleta, casi todo es posible.

El mío, el vasco, es un pueblo que ama el ciclismo. Y mi generación, nacida en los 80, aprendió que las etapas llanas son para la siesta y que los Tours los gana Miguel Induráin. ¿Cómo no nos íbamos a enamorar de ese deporte que nos llevaba a las cumbres de los Alpes y los Pirineos sin levantarnos del sofá y en el que ganaba uno de los nuestros? Con el tiempo, hemos rebajado nuestras expectativas y, al día de hoy, nos conformamos con que Mikel Landa no se caiga mientras esperamos una victoria suya con la paciencia y la fe de un sebastianista portugués. Pero seguimos siendo legión, y así lo reconocen los ciclistas de todo el mundo. No hay muchas aficiones como la vasca.

Estos días ha pasado por nuestras carreteras la Vuelta a España, la menor de las tres grandes carreras de tres semanas –tras el Giro y el Tour–, y aunque la competición está resultando mejorable, las imágenes de las manifestaciones a favor de Palestina y contra el genocidio han dado la vuelta al mundo. Especialmente las del miércoles, cuando la organización suspendió el final de la etapa debido a las protestas en la línea de meta.

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