¿Qué pasará con los drusos, los libaneses, los inmigrantes sirios, los kurdos, los rusos, los alauitas, el ex régimen, los chiítas dispersos, los cristianos del noreste, etc.? Ya veremos, el juego aún es largo.
Pierluigi Fagan, L' Anti Diplomatico
La guerra civil siria, sobre la que se proyectaba un conflicto geopolítico general más amplio, comenzó hace 13 años. Entre 2019 y 2020 llega a un punto muerto. Las fuerzas enemigas de la potencia actual (Turquía, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos y la coalición occidental con el apoyo entre bastidores de Israel) que operan sobre el terreno con milicias yihadistas, directamente con la aviación, el suministro de armas y La logística, las sanciones, les resulta insuperable la resistencia de las fuerzas gubernamentales apoyadas a su vez por Irán, Hezbolá y, sobre todo, Rusia.
La acción decisiva para el reciente estancamiento fue la intervención masiva de la fuerza aérea rusa contra las diversas facciones yihadistas dirigidas por otras. Lo cual no sólo provocó un problema militar sino en un sentido narrativo-geopolítico más amplio. De hecho, nominalmente, los occidentales dijeron que estaban allí para luchar contra los yihadistas. De hecho, desde 2004, durante 15 años, se han producido 28 ataques yihadistas en Europa por parte de la galaxia oscura y muy complicada que tiene polos en Al Qaeda y ISIS.
La decisiva acción rusa demostró que si realmente se quería atacar a los inefables negros, se podía hacer con cierta facilidad (ya que los que estaban en tierra no tenían aviones ni armas antiaéreas importantes), lo que los EEUU y los europeos habían estado haciendo allí desde hace años y con una capacidad operativa incluso mayor que la rusa?