“Nos están entrenando en la aceptación del modo de guerra genocida como la nueva normalidad… Gaza es un método. Un método occidental aplicado por el Israel fascista, sionista, sádico, pionero del apartheid y vanguardia de los de arriba sobre los de abajo”.
José Steinsleger, La Jornada
Entre la heroica resistencia del gueto de Gaza (en curso), y el heroico levantamiento del gueto de Varsovia (abril/mayo de 1943), subyace, indómito, el derecho a la rebelión de los pueblos.
Junto con Cisjordania y Jerusalén oriental, en Gaza empezó la solución final (sic) del llamado problema palestino, así como el de Varsovia fue un capítulo más de la solución final del llamado problema judío.
Como es sabido, la Segunda Guerra Mundial empezó tras la invasión alemana a Polonia (1º de septiembre de 1939). Y un año después, en Varsovia, los nazis desalojaron un barrio céntrico de arios, y allí confinaron a 350 mil polacos judíos (un tercio de la población total de la capital).
Sin embargo, en enero de 1943, súbitamente, componentes de un mísero cortejo de judíos destinados a los campos de exterminio, empuñaron armas de fuego y dispararon contra las temibles SS, y la soldadesca encargada de la vigilancia del gueto. Y al cabo de cinco días de combate, los nazis recurrieron a los cañones para demoler los edificios donde los subhumanos (sic), se habían atrincherado.