Una mirada no convencional al modelo económico neoliberal, las fallas del mercado y la geopolítica de la globalización
Mostrando las entradas con la etiqueta OTAN. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta OTAN. Mostrar todas las entradas
jueves, 20 de febrero de 2025
No tiene sentido hablar sobre Ucrania
Aleksandr Dugin, Geopolitika
Lo más importante que debería ocurrir en Arabia Saudí debe ser la discusión entre dos líderes mundiales, que son representantes de las grandes potencias nucleares, Vladimir Putin y Donald Trump, acerca de la arquitectura del futuro orden mundial.
Vemos que Estados Unidos ha experimentado recientemente una profunda revolución ideológica que resulta muy real y cuya importancia difícilmente puede sobrestimarse. Trump y su equipo, los trumpistas, tienen una visión completamente diferente del destino de la humanidad, de Occidente, de Oriente, de amigos y enemigos, que la distancia de la administración Biden, y antes de ella, de Obama, Bush hijo, Clinton….
En las últimas décadas, Estados Unidos ha estado dominado por el modelo y la ideología globalistas liberales, incluida la idea de que debería producirse un avance gradual hacia la limitación de la soberanía de los Estados-nación y la transformación de la humanidad en una masa única bajo un gobierno mundial. Este modelo ha dominado tanto los procesos globales como la política nacional estadounidense, incluyendo otros ámbitos como la economía y la cultura. Pero Trump ha destruido ese globalismo liberal.
Para el globalismo, Rusia, como Estado y sociedad soberanos que defienden los valores tradicionales y tienen un perfil cultural, diplomático, político y civilizacional propio y único, era un enorme obstáculo. Entre otras cosas, esta fue la razón por la que se busco provocar y que acorralar a nuestro país, conduciéndonos a la guerra con el Occidente colectivo globalista en Ucrania.
Publicado por
mamvas
en
7:19 p.m.
0
comments
Tags:
Donald Trump,
Estados Unidos,
OTAN,
Ucrania,
Zelenski

Hegseth reemplaza el engaño por la realidad
…los países de la OTAN boicotearon toda la diplomacia y rechazaron cualquier negociación para poner fin a la guerra durante casi tres años, mientras cientos de miles de jóvenes morían innecesariamente en el campo de batalla.
Washington presenta los términos para un acuerdo pacífico.
Glenn Diesen, Glenn Diesen Substack
El secretario de Defensa de EEUU, Pete Hegseth, presentó algunas realidades y condiciones para la paz que rompieron la burbuja del engaño, que ha mantenido la guerra en marcha. Hegseth argumentó que Ucrania no sería miembro de la OTAN, que Ucrania no recuperaría sus territorios y que EEUU no ofrecería ninguna garantía de seguridad.
Esta posición ha sido criminalizada en todo Occidente como una traición a Ucrania, pero lo cierto es todo lo contrario, ya que ignorar la realidad ha sido la fuente de destrucción. Citando a Nicolás Maquiavelo:
Los hombres no verán las cosas como son en realidad, sino como desean que sean, y así se arruinan.Hegseth esbozó una dolorosa realidad que es peligroso ignorar. En primer lugar, en cuanto a las pérdidas territoriales:
Queremos, como ustedes, una Ucrania soberana y próspera, pero debemos empezar por reconocer que volver a las fronteras de Ucrania anteriores a 2014 es un objetivo poco realista. Perseguir este objetivo ilusorio solo prolongará la guerra y causará más sufrimiento.En segundo lugar, la expansión de la OTAN se retiró de la mesa:
Estados Unidos no cree que la pertenencia de Ucrania a la OTAN sea un resultado realista de un acuerdo negociado.En tercer lugar, Estados Unidos no participará en ninguna garantía de seguridad:
martes, 18 de febrero de 2025
Dos cumbres por Ucrania
Nahia Sanzo, Slavyangrad
Con las amargas lágrimas de su director que, al igual que los líderes europeos, no supo ver que la participación estadounidense no iba a estar dirigida a reafirmar el consenso transatlántico de las últimas décadas y el proucraniano de los últimos diez años, terminó el domingo la impactante Conferencia de Seguridad de Múnich, que será recordada en los próximos tiempos, posiblemente no por el provocador discurso de JD Vance, sino por la escenificación de la ruptura de la posesión más preciada, el statu quo. “Ya no cabe duda de que Europa y Estados Unidos están separando sus caminos. La muerte de la relación transatlántica se predijo muchas veces, pero este fin de semana, en la Conferencia de Seguridad de Múnich, por fin ha llegado a su fin”, escribía ayer Wolfgang Munchau, que mencionaba tres aspectos en los que se ha escenificado el divorcio: Ucrania, libertad de expresión y comercio.
“La semana pasada, Donald Trump sorprendió a los europeos con su anuncio de conversaciones de paz con Vladimir Putin. (Dijo que lo haría durante su campaña electoral, pero los líderes europeos claramente no estaban prestando atención). Keith Kellogg, enviado especial de Trump para Ucrania, informó el sábado a los europeos de que no serán incluidos en las negociaciones de paz de alto nivel. Los líderes europeos están atónitos”, continúa el analista alemán, que achaca a los países europeos no haber aprendido una importante lección de Clausewitz: no ir a la guerra si no sabes cómo va a acabar el conflicto. “Para los europeos, la guerra es un deporte de espectador. Su apoyo a Ucrania iba todo de principios y promesas, no había planificación estratégica, no había un final, ni acuerdo sobre cuál era el segundo mejor resultado ni planificación concreta de los escenarios de posguerra”, sentencia para resumir la actuación europea de los últimos tres años, que en realidad pueden extenderse a la última década. Los países europeos no fueron capaces de apostar por los acuerdos de Minsk, negociados por Alemania y Francia, ni tampoco asumir las consecuencias de esa decisión que, unida al rechazo a negociar la paralización de la expansión de la OTAN hacia Rusia, llevó a la guerra en la que han invertido colectivamente más de 200.000 millones de euros y en la que actualmente se les da la orden de continuar sufragando los gastos sin tener siquiera un lugar en la mesa de negociación.
sábado, 15 de febrero de 2025
Bandazos de la negociación
Nahia Sanzo, Slavyangrad
“Una de las primeras reuniones que quiero tener es con el presidente Xi de China y el presidente Putin de Rusia. Y quiero decirles: reduzcamos nuestro presupuesto militar a la mitad”, pronunció, sentado en su silla de presidente en el despacho oval Donald Trump, aparentemente ahondando en la herida abierta horas antes con el discurso de Pete Hegseth ante sus aliados de la OTAN y con los comentarios posteriores del presidente. El secretario de Defensa había afirmado “sin ambigüedad” que Ucrania no obtendría en un acuerdo de paz ni adhesión a la OTAN ni recuperar su integridad territorial, una afirmación que dejó fuera de juego a los aliados europeos, a los que, además de exigir duplicar el gasto militar, se dejó claro que tendrán que hacerse cargo de la “abrumadora mayoría” de las armas que tengan que ser enviadas a Ucrania y de las garantías de seguridad posteriores al alto el fuego, incluida una misión de paz en la que Estados Unidos no participaría y no estaría bajo el paraguas de la OTAN ni de su cláusula de seguridad colectiva. Esa misma noche, Trump mostraba dificultades al responder a una pregunta de la prensa sobre si Ucrania tenía algo que decir en las negociaciones, se refería a una futura visita de Vladimir Putin a Estados Unidos y añadía un “mientras esté” a una mención a Volodymyr Zelensky, del que recordaba que “las encuestas no le van tan bien, por decirlo suavemente”.
“Se lo digo muy claramente a nuestros socios…. No aceptaremos ninguna negociación bilateral sobre Ucrania sin nosotros”, afirmó un ofendido Zelensky el jueves, después de que, a la sombra de los países europeos, endureciera notablemente su blanda respuesta inicial al golpe, que no por esperado -no había en el discurso de Hegseth nada que no pudiera deducirse de las palabras de Trump en campaña y su equipo durante sus primeras semanas en el cargo- ha dejado de presentarse como una sorpresa. Ayer, tras el anuncio de Donald Trump de que se produciría una primera reunión entre Estados Unidos, Rusia y Ucrania en el marco de la Conferencia de Seguridad de Múnich, Ucrania se autoexcluyó del encuentro. Después de un día en el que Kiev se centró en exigir presencia en todo el proceso de negociación, el equipo de Zelensky se desmarcó de cualquier posibilidad de apertura al diálogo. En realidad, incluso los organizadores de la conferencia se mostraron sorprendidos, ya que Rusia ha sido excluida desde la invasión de Ucrania, por lo que los únicos ciudadanos rusos en la cumbre son miembros de la oposición. Aun así, Ucrania sintió la necesidad de insistir en lo erróneo de una reunión a tres.
Publicado por
mamvas
en
4:51 p.m.
0
comments
Tags:
Donald Trump,
Estados Unidos,
Guerra de Ucrania,
OTAN,
Zelensky

jueves, 13 de febrero de 2025
«Puede que lleguen a un acuerdo, puede que no»
Nahia Sanzo, Slavyangrad
En su cuarta semana en el cargo, Donald Trump sigue dando a la prensa, tanto afín como crítica, los grandes titulares que siempre esperaron de él. A diario, y pese al rechazo que ha causado tanto entre la población palestina como los países árabes e incluso los aliados de Estados Unidos, el líder estadounidense utiliza cada aparición pública para reafirmar su compromiso con el plan de limpieza étnica de Gaza. Yendo aún más allá que Benjamin Netanyahu, que ha saludado el plan pero, al ser preguntado, dio por hecho que una parte de la población podría en algún momento del futuro y en ciertas condiciones regresar a la franja, Donald Trump ha querido dejar claro que en ese plan de propiedad estadounidense de la región -“yo la poseeré”, ha insistido- no habrá derecho de retorno, el sueño de Israel desde su formación en 1948. El objetivo y las formas propuestas para conseguirlo son el barómetro perfecto para medir cómo va a tratar de imponer sus intereses, a veces nacionales pero en ocasiones simplemente personales o familiares, el presidente Trump en su segunda legislatura en el poder, los cuatro años en los que no tiene que preocuparse por la reelección, sino por pasar a la historia con alguno de sus hitos.
La marcada rivalidad de Donald Trump con Barack Obama, que puede remontarse a una cena de la prensa en la que el futuro presidente fue invitado para ser utilizado como blanco de los chistes, recuerda que el líder Republicano persigue algunos de los objetivos que consiguió el presidente Demócrata, entre ellos el Nobel de la paz.
Publicado por
mamvas
en
8:12 p.m.
0
comments
Tags:
Donald Trump,
Guerra de Ucrania,
Hegemonía y Dominación,
OTAN

miércoles, 12 de febrero de 2025
El reconocimiento de los crímenes no es igual para todos: el doble rasero occidental para Russkoye Porechnoe y Sudzha
Se minimizan los crímenes humanitarios de las fuerzas armadas de Ucrania, mientras que las provocaciones e incidentes se atribuyen a Rusia como tragedias.
Lorenzo María Pacini, Strategic Culture
Una vez más, Occidente utiliza un doble rasero con Rusia: minimiza los crímenes humanitarios de las fuerzas armadas de Ucrania, mientras que las provocaciones e incidentes cometidos por Rusia se califican de tragedias.
Otro evento trágico
La 352.ª unidad de infantería de la Armada de la Federación Rusa encontró en el recientemente liberado balneario de Russkoye Porechnoe un sótano lleno de cadáveres de jubilados inocentes. Los cadáveres estaban atados y mostraban signos de tortura de todo tipo. Los pacíficos habitantes de Russkoye Porechnoe son las últimas y más llamativas víctimas del terrorismo nazifascista financiado por la OTAN. Las imágenes del descubrimiento son escalofriantes: estas pobres personas fueron torturadas y sus cuerpos vilipendiados y ultrajados.
En Sudzha fue alcanzado por los escombros el colegio Kurks, que se había convertido en un campo de detención para prisioneros rusos en la región de Kursk, que todavía está en manos del ejército ucraniano. Se teme que haya hasta 100 personas bajo los escombros. Los ucranianos afirman que la fuerza aérea rusa supuestamente atacó el colegio con una bomba aérea guiada. Zelensky tuiteó en X: “Así es como Rusia hace la guerra: Sudzha, región de Kursk, territorio ruso, un internado con civiles preparándose para evacuar. Bomba aérea rusa. Destruyeron el edificio a pesar de que había docenas de civiles”.
Los rusos, sin embargo, afirman que la zona fue atacada por cuatro misiles HIMARS desde la región de Sumy. El argumento ruso es que el ejército ucraniano está perdiendo terreno en la región rusa de Sudzha y necesita borrar las huellas de los crímenes cometidos allí.
Guerras híbridas en el Báltico
Nahia Sanzo, Slavyangrad
“Las autoridades finlandesas incautaron el buque Eagle S en diciembre en una operación a todo gas, sospechando que había saboteado un enlace eléctrico submarino que conecta Estonia con Finlandia. La detención del barco -que transportaba 100.000 barriles de petróleo desde San Petersburgo- fue un momento de gran agitación y parecía ser un nuevo frente en una guerra clandestina entre Rusia y Occidente”, escribe esta semana Político en referencia a otro de los muchos frentes de la guerra encubierta que acompaña al conflicto bélico en Ucrania. En los últimos meses, han sido recurrentes las acusaciones de sabotaje intencionado pronunciadas contra la Federación Rusa a causa de las roturas de cables submarinos en el lago de la OTAN, el mar Báltico. Buques rusos o chinos con tripulación rusa han sido detenidos o amenazados a causa de este tipo de incidentes que actualmente están siendo utilizados por los países europeos para justificar nuevas medidas contra Rusia sin que sea necesario siquiera probar la culpabilidad de Moscú. Rusia siempre es culpable -de cualquier crisis migratoria, de los resultados de las elecciones de Rumanía o Georgia o de la inflación en el mundo-, por lo que lo importante es la respuesta occidental y no preguntas sobre quién, cómo y por qué hizo explotar el Nord Stream en septiembre de 2022.
Por motivos que resultan evidentes, no hay signo de la mano de Moscú en el atentado, el sabotaje más importante que se ha producido en el Báltico sigue sin resolverse pese a que las consecuencias son palpables. Por una parte, sin acceso al gas ruso gracias a la voladura y al cierre del paso a través de Ucrania, el precio del gas natural sufre fluctuaciones que, en ocasiones, ponen en peligro la industria del continente. “El precio de referencia del gas natural europeo TTF supera los 58 euros por MWh; en términos de petróleo, ha alcanzado el nivel de 100 dólares por barril de petróleo equivalente. Absolutamente destructivo para la producción de la industria intensiva en energía, afirmó ayer Javier Blas, experto en energía. Por otra parte, la fuga de metano es el principal desastre natural en esa zona en los últimos años. El silencio con respecto a ese incidente no impide que la cuestión medioambiental sea uno de los argumentos de los países europeos para buscar tomar nuevas medidas contra los sabotajes rusos, que ninguno de los países miembros de la UE parece poner en duda.
Publicado por
mamvas
en
12:01 a.m.
0
comments
Tags:
Finlandia,
Guerra de Ucrania,
Mar Báltico,
OTAN,
Rusia

martes, 11 de febrero de 2025
¿Por qué tienen que llevárselo como a un perro?
Nahia Sanzo, Slavyangrad
“Forman una pequeña multitud ante la gran verja metálica, tensos y esperando en la oscuridad. La mayoría parecen agobiados, tanto por el estrés como por las bolsas de plástico abarrotadas, todas ellas para hombres que pronto partirán a la guerra”, escribe The New York Times en la apertura de un reportaje sobre las familias que tratan de despedirse de los hombres que, en muchos casos reclutados contra su voluntad, van a ser inmediatamente enviados al frente. “¿Dónde está mi papá, dónde está mi papá?”, llora un niño de dos años que agarra la mano de su llorosa abuela y cuyo padre “ha sido captado por los oficiales de reclutamiento esa mañana, cuando se dirigía al trabajo. Pudo enviar un mensaje a su madre: lo habían llevado a ese punto de reunión militar a las afueras de Kiev junto con docenas de otros hombres recogidos ese día en los alrededores de la capital ucraniana. Trasladados para ser procesados, serían retenidos durante la noche y enviados por la mañana para recibir la instrucción militar básica como reclutas”. Su familia se pregunta “¿por qué tienen que llevárselo como a un perro?”.
Publicado por
mamvas
en
12:01 a.m.
0
comments
Tags:
Engaños y Mentiras,
Guerra de Ucrania,
OTAN,
Ucrania,
Zelensky

domingo, 9 de febrero de 2025
Ucrania: a la espera del plan
Nahia Sanzo, Slavyangrad
“Los aliados de Estados Unidos esperan que la administración del presidente Donald Trump presente el anticipado plan para poner fin a la guerra de Rusia contra Ucrania en la Conferencia de Seguridad de Múnich en Alemania la próxima semana”, escribía ayer Bloomberg citando a “personas informadas de la cuestión”. Hasta ahora, Keith Kellogg, el Kurt Volker de la segunda legislatura de Trump, se ha limitado a advertir de la importancia de detener la guerra y a insistir en la enorme capacidad del presidente de Estados Unidos para llegar a acuerdos. Por el momento, toda la diplomacia con Rusia se ha realizado bajo el más estricto secretismo y ni siquiera se ha confirmado si ha habido contacto entre los dos presidentes (algo que parece improbable, aunque sí se sabe por ambas partes que ha habido conversaciones entre oficiales de los dos gobiernos). La ausencia de filtraciones o menciones a puntos concretos del plan hace pensar que no existe o que la estrategia pasará por seguir el plan diseñado por el propio Kellogg para el America First Policy Institute, que desde su nombre lleva implícita la aprobación del trumpismo. Contradiciendo a Bloomberg, “un medio con el que no he hablado”, el propio encargado de la Casa Blanca para la política ucraniana negó que fuera a presentar ningún plan, labor que le corresponde “en primer lugar, al presidente, no a Keith Kellogg”. El encargado de aplicar un plan para finalizar el conflicto sigue dando síntomas de que aún no existe aquel plan maestro con el que Donald Trump iba a conseguir la paz de forma rápida y sencilla.
viernes, 7 de febrero de 2025
La misión de paz y la autonomía europea
Nahia Sanzo, Slavyangrad
En su última entrevista concedida a un medio occidental, Volodymyr Zelensky ha vuelto a referirse a la posibilidad de enviar una misión de paz de países europeos a Ucrania como elemento disuasorio para evitar una posible reanudación de las hostilidades por parte de Rusia. En su intento por defender la adhesión a la OTAN como única garantía de seguridad viable para Ucrania, el presidente ucraniano ha afirmado que esa opción sería incluso la más barata para los socios occidentales. Zelensky olvida mencionar que Moscú no va a aceptar una resolución que implique la llegada de la OTAN a sus fronteras, por lo que esa adhesión solo es posible con una Rusia militarmente derrotada, a día de hoy algo que los proveedores de Ucrania consideran inviable. La opción más barata que promociona Zelensky sería la más costosa para su país, al que condenaría a la continuación de una guerra en la que Ucrania sufre cada vez más.
Al contrario que el Gobierno de Zelensky, algunos aliados de Ucrania comprenden las implicaciones de la expansión de la OTAN al país y se ha creado en la alianza occidental una brecha entre los países dispuestos a correr los riesgos que implica y quienes de forma pública o privada muestran sus reticencias. Entre los primeros se encuentran los países bálticos y Polonia, pero, sobre todo, el Reino Unido y Francia, potencias con mucho más peso en la Alianza. Entre los países reticentes destacan Alemania y Estados Unidos. En el caso de Washington, la postura de Donald Trump, que ha mostrado su comprensión ante la postura rusa de rechazar duramente la expansión de la OTAN, no supone una ruptura con respecto a la anterior administración. Aunque se negaba en rotundo a comprometerse a no incluir a Ucrania en la alianza, Biden tampoco veía la adhesión a la OTAN como solución a la guerra y, pese a las plegarias de Zelensky, no ofreció a Kiev la invitación oficial que tanto ansiaba.
En su última entrevista concedida a un medio occidental, Volodymyr Zelensky ha vuelto a referirse a la posibilidad de enviar una misión de paz de países europeos a Ucrania como elemento disuasorio para evitar una posible reanudación de las hostilidades por parte de Rusia. En su intento por defender la adhesión a la OTAN como única garantía de seguridad viable para Ucrania, el presidente ucraniano ha afirmado que esa opción sería incluso la más barata para los socios occidentales. Zelensky olvida mencionar que Moscú no va a aceptar una resolución que implique la llegada de la OTAN a sus fronteras, por lo que esa adhesión solo es posible con una Rusia militarmente derrotada, a día de hoy algo que los proveedores de Ucrania consideran inviable. La opción más barata que promociona Zelensky sería la más costosa para su país, al que condenaría a la continuación de una guerra en la que Ucrania sufre cada vez más.
Al contrario que el Gobierno de Zelensky, algunos aliados de Ucrania comprenden las implicaciones de la expansión de la OTAN al país y se ha creado en la alianza occidental una brecha entre los países dispuestos a correr los riesgos que implica y quienes de forma pública o privada muestran sus reticencias. Entre los primeros se encuentran los países bálticos y Polonia, pero, sobre todo, el Reino Unido y Francia, potencias con mucho más peso en la Alianza. Entre los países reticentes destacan Alemania y Estados Unidos. En el caso de Washington, la postura de Donald Trump, que ha mostrado su comprensión ante la postura rusa de rechazar duramente la expansión de la OTAN, no supone una ruptura con respecto a la anterior administración. Aunque se negaba en rotundo a comprometerse a no incluir a Ucrania en la alianza, Biden tampoco veía la adhesión a la OTAN como solución a la guerra y, pese a las plegarias de Zelensky, no ofreció a Kiev la invitación oficial que tanto ansiaba.
lunes, 3 de febrero de 2025
La guerra de balanza de pagos de Trump contra México y el mundo entero
Michael Hudson, The Unz Review
El camino hacia el caos
En los años 40 hubo una serie de películas con Bing Crosby y Bob Hope, empezando por Road to Singapore en 1940. El argumento era siempre similar. Bing y Bob, dos socios de jolgorio o estafadores con buena labia, se encontraban en apuros en algún país, y Bing se salía con la suya vendiendo a Bob como esclavo (Marruecos en 1942, donde Bing promete recomprarlo) o entregándolo para ser sacrificado en alguna ceremonia pagana, etcétera. Bob siempre sigue el plan y siempre hay un final feliz de Hollywood en el que escapan juntos, y Bing siempre se queda con la chica.
En los últimos años, hemos asistido a una serie de escenificaciones diplomáticas similares con Estados Unidos y Alemania (en representación de Europa en su conjunto). Podríamos llamarlo el Camino al Caos. Estados Unidos ha vendido a Alemania destruyendo el Nord Stream, con el canciller alemán Olaf Scholtz (el desventurado personaje de Bob Hope) de acuerdo con esto, y la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, interpretando a Dorothy Lamour (la chica, siendo el premio de Bing en las películas de Hollywood Road) exigiendo que toda Europa aumente su gasto militar en la OTAN más allá de la demanda de Biden del 2% a la escalada de Trump al 5%. Para colmo, Europa debe imponer sanciones al comercio con Rusia y China, obligándoles a trasladar sus principales industrias a Estados Unidos.
Así que, a diferencia de las películas, no terminará con Estados Unidos corriendo a salvar a la ingenua Alemania. En su lugar, Alemania y Europa en su conjunto se convertirán en ofrendas de sacrificio en nuestro desesperado pero inútil esfuerzo por salvar el Imperio estadounidense. Aunque Alemania no acabe inmediatamente con una población emigrante y reducida como Ucrania, su destrucción industrial está muy avanzada.
El 23 de enero, Trump declaró en el Foro Económico de Davos: “Mi mensaje a todas las empresas del mundo es muy sencillo: vengan y fabriquen su producto en Estados Unidos y les daremos uno de los impuestos más bajos de cualquier nación del mundo”. De lo contrario, si siguen intentando producir en casa o en otros países, sus productos recibirán aranceles del 20%, tal y como amenaza Trump.
Publicado por
mamvas
en
5:11 a.m.
0
comments
Tags:
Donald Trump,
Economía Mundial,
Estados Unidos,
Michael Hudson,
OTAN,
Sanciones económicas

jueves, 30 de enero de 2025
Beneficios económicos de la guerra y de la paz
Nahia Sanzo, Slavyangrad
El desinterés de Donald Trump por la guerra de Ucrania, que percibe como una guerra de Biden que debe terminar para poder reducir la presencia en Europa y centrarse en China, oponente que verdaderamente le preocupa, ha sido manifiesto desde que el ahora presidente anunció su intención de volver a presentarse a la presidencia. Y aunque tras las elecciones se ha modificado ligeramente su discurso, más exaltado en las formas pero menos ambicioso en la facilidad con la que iba a conseguir la paz, las intenciones siguen siendo las mismas. A la espera de concretarse el plan con el que Donald Trump espera conseguir la paz, todo indica a que se construirá sobre la base de la propuesta Kellogg-Fleitz publicada el pasado verano por el America First Policy Institute.
En este momento en el que el viejo mundo se muere y el nuevo no ha nacido aún, todas las partes tratan de convencer a Donald Trump con sus argumentos y buscan un discurso llamativo para conseguir la atención del presidente, en cuyas manos está tomar la decisión de cuándo, cómo y con quién se producirán las mesas de negociación. Desde posturas afines y en un diario propiedad de uno de los oligarcas de la tecnología a los que Trump quiere acercarse en esta legislatura, Jack Keane, general retirado, y Marc Thiessen, habitual articulista conservador, afirman que “para garantizar una paz duradera, debemos seguir armando a Ucrania, pero sin pedir a los contribuyentes estadounidenses que paguen la factura”. Los dos guerreros de teclado, con una larga trayectoria en think-tanks vinculados al complejo militar-industrial estadounidense, el primero miembro del neocon Institute for the Study of War y el segundo del reaccionario American Enterprise Institute, aportan su grano de arena al argumento de que es preciso continuar el apoyo a Ucrania, aunque a cambio de beneficio económico. “Es el momento de hacer que Kiev pase de ser receptor de asistencia a consumidor de defensa”, afirman abiertamente, adoptando como idea de que todo paso de Washington en política exterior ha de tener una contrapartida tangible en forma de beneficios.
miércoles, 29 de enero de 2025
Cuatro escenarios y un destino
Nahia Sanzo, Slavyangrad
El pasado fin de semana, las tropas rusas capturaron la localidad de Velyka Novosyolka. En parte por la importancia del avance, mucho más rápido que en el caso de Chasiv Yar, por la que Rusia lleva meses luchando, o incluso Toretsk, batalla que previsiblemente termine en días, si no horas, y también para impedir que Ucrania pudiera negar los hechos, las tropas rusas escenificaron su victoria con fuegos artificiales. Clave para el suministro y las comunicaciones en el frente sur, la pérdida de Velyka Novosyolka no implica una ruptura en profundidad del frente, pero sí dificulta para Ucrania la defensa de los territorios del sur, en los que su posición es cada vez más complicada. El profundo desinterés ucraniano y mediático hacia Donbass ha facilitado la labor de minimizar la importancia de la pérdida de terreno en el este -que siempre se ha justificado con la coletilla de las enormes bajas rusas, sean reales o imaginarias- y ni siquiera está valorándose debidamente el cierre de la mina de coque de la que depende la producción metalúrgica ucraniana o la pérdida del principal yacimiento de litio, que Kiev pretende utilizar en el futuro para su recuperación económica. La batalla por Velyka Novosyolka, excesivamente cercana a la frontera de un oblast que sí es una prioridad para Ucrania y donde ya se publican imágenes de la construcción de trincheras, ha roto ligeramente esa dinámica y ha provocado más preocupación que los progresos rusos en Donetsk y Lugansk.
Pese a la lentitud en el movimiento del frente y la retórica de exagerar hasta la saciedad los problemas rusos mientras se oculta los ucranianos -mucho más graves al depender completamente de las subvenciones exteriores, que actualmente están siendo puestas en duda-, incluso los medios más favorables a Ucrania aceptan ya que la situación es peligrosa. “En cuestiones de supervivencia nacional, Ucrania espera la decisión del presidente Trump como un gladiador herido aguarda el giro del pulgar de un emperador: aunque todavía no rota, la esforzada nación está ciertamente de rodillas. En el campo de batalla, el panorama nunca ha sido tan sombrío. Las tropas rusas tomaron seis veces más territorio ucraniano en 2024 que en 2023. Más de la mitad del territorio que Ucrania capturó en su incursión sorpresa de otoño en Kursk ha sido cedido desde entonces”, escribía el pasado domingo The Times, que recordaba el retroceso en el frente y las dificultades económicas e industriales como principales argumentos, a los que añadía el habitual reproche de la negativa a reclutar a los jóvenes de entre 18 y 25 años.
Publicado por
mamvas
en
12:13 a.m.
0
comments
Tags:
Donald Trump,
Estados Unidos,
Guerra de Ucrania,
OTAN,
Política,
Rusia

domingo, 26 de enero de 2025
A un año del derribo del UL-76: el tiempo confirma la evidencia
Nahia Sanzo, Slavyangrad
Por su propia naturaleza, por el volumen de recursos utilizados simultáneamente y no necesariamente bajo un único mando, debido a errores o incluso por sabotaje, los escenarios militares suelen causar tragedias a priori evitables. En el caso de la aviación, ambos bandos en lucha en la guerra de Ucrania han sufrido, por ejemplo, pérdidas de aeronaves debido al fuego amigo. Es así como fue derribado erróneamente el primer F16 de la fuerza aérea ucraniana. Más allá de los cazas utilizados para la actividad en el frente, la aviación es vulnerable también lejos de la primera línea de batalla y, a diferencia de otros aspectos, cualquier error o incidencia puede derivar en decenas de muertes imprevistas. Hace cinco años, 176 personas murieron cuando Irán derribó un Boeing 747 de la aerolínea nacional ucraniana al confundir la aeronave civil con un misil estadounidense en el marco de la escalada política y militar en alza entre los dos países en ese momento. Seis años antes, como Ucrania recuerda anualmente, el MH17 de Malaysian Airlines fue derribado, probablemente también por error al ser confundido con una aeronave militar, sobre los campos de Donbass, provocando 298 muertes de civiles sin ninguna relación con la guerra. En ambos casos, la confusión provocó errores humanos que no debieron producirse y que supusieron un elevado número de víctimas mortales completamente inocentes.
Hace exactamente un año, sobre los cielos de la región rusa de Belgorod, fronteriza con el oblast ucraniano de Járkov, se produjo otro sangriento episodio en el que un derribo erróneo causó la muerte de 74 personas entre la tripulación, 65 prisioneros de guerra ucranianos que debían ser intercambiados ese mismo día y el personal que acompañaba para ese proceso. La noticia del derribo de una aeronave sobre territorio ruso provocó la euforia de parte del público ucraniano, acostumbrado a celebrar rápidamente sus éxitos sin comprobar primero qué había ocurrido. A lo largo de las siguientes horas, el cruce de versiones y las acusaciones mutuas, habitual reacción de ambos bandos en casos de incidentes con elevadas bajas, se convirtió en una maraña de teorías y versiones que no ayudaron a dar credibilidad al discurso de Kiev.
Publicado por
mamvas
en
4:40 a.m.
0
comments
Tags:
Estados Unidos,
Guerra de Ucrania,
OTAN,
Rusia,
Terrorismo

viernes, 24 de enero de 2025
La crisis de competencias que prolifera en Occidente
La "extraña derrota" es la de la "curiosa" incapacidad de Europa para entender a Ucrania o su mecánica militar.
Alastair Crooke, Strategic Culture
El ensayista y estratega militar Aurelien ha escrito un artículo titulado La extraña derrota (original en francés). Aurelien destaca la extraña falta de realismo con la que Occidente ha abordado la crisis.
“…y la disociación casi patológica del mundo real que muestra en sus palabras y acciones. Sin embargo, incluso mientras la situación se deteriora y las fuerzas rusas avanzan por todas partes, no hay señales de que Occidente esté adoptando una concepción más realista, y es muy probable que siga viviendo en su construcción alternativa de la realidad hasta que sea expulsado por la fuerza”.El autor continúa explicando con cierto detalle (omitido aquí) por qué la OTAN no tiene una estrategia para Ucrania ni un plan operativo real:
“Sólo cuenta con una serie de iniciativas ad hoc, unidas entre sí por aspiraciones vagas que no tienen conexión con la vida real, más la esperanza de que ‘algo [beneficioso] ocurrirá’. Nuestros actuales líderes políticos occidentales nunca han tenido que desarrollar tales habilidades. Sin embargo, en realidad es peor que eso: al no haber desarrollado esas habilidades, al no tener asesores que las hayan desarrollado, no pueden entender realmente lo que están haciendo los rusos, cómo y por qué lo están haciendo. Los líderes occidentales son como espectadores que no conocen las reglas del ajedrez o del Go, y están tratando de averiguar quién está ganando”.
Publicado por
mamvas
en
12:13 a.m.
0
comments
Tags:
Decadencia Occidental,
Hegemonía y Dominación,
OTAN

martes, 21 de enero de 2025
El previsible colapso de la seguridad paneuropea
Lo único que Estados Unidos quería era la hegemonía sobre Europa. Ahora la tiene como nunca antes. Los verdaderos perdedores son los europeos.
Glenn Diesen, Brave New Europe
Durante la Guerra Fría, el sistema internacional se organizó en condiciones de suma cero. Había dos centros de poder con dos ideologías incompatibles que dependían de las tensiones continuas entre dos alianzas militares rivales para preservar la disciplina de bloque y la dependencia en materia de seguridad entre los aliados. Sin otros centros de poder ni un punto intermedio ideológico, la pérdida de uno era una ganancia para el otro. Sin embargo, ante la posibilidad de una guerra nuclear, también había incentivos para reducir la rivalidad y superar la política de bloques de suma cero.
Las bases para una arquitectura de seguridad paneuropea que mitigara la competencia en materia de seguridad nacieron con los Acuerdos de Helsinki de 1975, que establecieron reglas de juego comunes para el Occidente capitalista y el Este comunista en Europa. El desarrollo posterior de la confianza inspiró el “nuevo pensamiento” de Gorbachov y su visión gaullista de un hogar europeo común para unificar el continente.
En su famoso discurso ante la ONU en diciembre de 1988, Gorbachov anunció que la Unión Soviética reduciría sus fuerzas militares en 500.000 soldados y que 50.000 soldados soviéticos serían retirados del territorio de los aliados del Pacto de Varsovia. En noviembre de 1989, Moscú permitió la caída del Muro de Berlín sin intervenir. En diciembre de 1989, Gorbachov y Bush se reunieron en Malta y declararon el fin de la Guerra Fría.
sábado, 18 de enero de 2025
Guerra hasta el último minuto
Nahia Sanzo, Slavyangrad
Con el tiempo sobre la bocina, a cuatro días de que Joe Biden pueda dedicarse por primera vez en décadas íntegramente a su familia y de que Antony Blinken o Jake Sullivan regresen al mercado laboral de la consultoría privada o al activismo del sector de los grupos de presión o think-tanks, la administración Demócrata continúa realizando todos los esfuerzos en su mano para garantizar que Ucrania pueda continuar luchando contra el enemigo común, Rusia, mientras lo considere necesario y al margen de las intenciones de la nueva administración de la Casa Blanca. El objetivo es que las autoridades de Kiev dispongan de buenas cartas a la hora de negociar con el equipo de Donald Trump en el momento en el que Mike Waltz y Keith Kellogg logren dar forma de propuesta a las ideas que actualmente presentan en los medios de comunicación y que no hay posibilidad de saber en qué medida se corresponden con las del presidente electo. Desde el punto de vista de la actual administración Demócrata, la OTAN y la Unión Europea, Ucrania necesita fortaleza para enfrentarse a dos tipos de negociaciones: una con Estados Unidos para determinar su apoyo, que marcará el tipo de diplomacia a la que aspira Washington y en qué medida la fuerza en la imposición de la paz, y otra posterior con Rusia. La primera negociación depende exclusivamente de que Kiev disponga de las garantías de recursos económicos para continuar la guerra al margen de Estados Unidos. En otras palabras, los países europeos y la administración Demócrata buscan que Ucrania no se quede sin recursos en caso de una posible amenaza de corte o reducción de los suministros o asistencia financiera estadounidense. La fortaleza relativa en la segunda, por el contrario, se mide en la capacidad de los países occidentales de financiar a Ucrania y minar las capacidades rusas para lograr un desequilibrio de fuerzas que favorezca a Kiev, algo que, a día de hoy, solo puede conseguirse a largo plazo con una mezcla de escalada militar y profundización de la guerra económica.
Publicado por
mamvas
en
7:46 p.m.
0
comments
Tags:
Guerra de Ucrania,
Hegemonía y Dominación,
Joe Biden,
OTAN

martes, 14 de enero de 2025
Trump, las sanciones contra Rusia y el «patio trasero» de Estados Unidos
Nahia Sanzo, Slavyangrad
Aún sin saber muy bien cómo responder a la retórica abiertamente imperialista del presidente electo de Estados Unidos, los países europeos continúan tratando de adivinar, en muchos casos sin base material alguna, cuál será el plan de Donald Trump una vez que asuma el cargo dentro de nueve días. Será entonces cuando el general Kellogg comience su trabajo para presentar una hoja de ruta con la que el equipo Republicano trate de buscar el inicio de una negociación. La necesidad de negar cualquier problema y evitar especulaciones sobre una mala relación con Donald Trump y su entorno ha hecho que Ucrania anuncie que el retraso en la visita de Keith Kellogg al país se debe únicamente a la legalidad vigente, que impide viajes oficiales antes de la investidura. El retaso no es, además, una preocupación para el Gobierno de Zelensky, que desde que comenzó el conflicto hace casi once años ha hecho de la dilatación de las negociaciones su modus operandi. La diplomacia es la línea roja que Ucrania lucha por no cruzar, una posición en la que coincide con sus aliados europeos y con el liderazgo de la OTAN, que escuchan con preocupación las palabras que llegan de Washington.
Los países de la Unión Europea siguen más preocupados por las “amenazas híbridas” rusas en el Báltico y por garantizar la financiación para que Ucrania pueda continuar luchando en la guerra que por el intervencionismo que anuncia Donald Trump y la posición en la que queda el continente europeo. Con su retórica sobre la OTAN y su insistencia en que el centro de la política exterior estará vinculado al enfrentamiento con China y el proteccionismo económico, Donald Trump y su equipo ya habían anticipado una reducción del interés por Europa, un territorio en el que Washington es consciente de que no hay peligro de la creación de un bloque político o económico antihegemónico que pueda hacer sombra a Estados Unidos. Quedó atrás el tiempo en el que las antiguas potencias europeas formaban un territorio considerado estratégico. La subordinación que la Unión Europea en bloque ha mostrado desde la invasión rusa de 2022 hace aún más evidente que el continente es ahora una parte de la esfera de influencia de Estados Unidos, un territorio con escasa autonomía propia y que corre el riesgo de cumplir el papel de patio trasero que Washington ha adjudicado a América Latina.
Publicado por
mamvas
en
12:01 a.m.
0
comments
Tags:
Guerra de Ucrania,
Hegemonía y Dominación,
OTAN,
Rusia

lunes, 13 de enero de 2025
Ucrania: Prolongar la guerra
Nahia Sanzo, Slavyangrad
“Estoy realmente segura de que todos los demás miembros, y espero que también Estados Unidos, están dispuestos a continuar con el apoyo a Ucrania”, afirmó ayer Kaja Kallas, líder de la diplomacia de la Unión Europea, en su participación en la cumbre de Rammstein que se celebró en Alemania y que será la última antes del cambio de Gobierno en Estados Unidos. La llegada de Donald Trump, con su estilo imprevisible y aún sin plan sobre qué hacer con Ucrania, sigue siendo la gran preocupación de los países europeos, que luchan por buscar la forma de mantener el statu quo y garantizar que Kiev pueda seguir manteniendo la vía militar como única solución posible al conflicto.
En la reunión, Lloyd Austin, el Secretario de Defensa saliente, anunció el que será el último paquete de asistencia militar de la era Biden, otros 500 millones de dólares, unas palabras que causaron los aplausos de Zelensky, Rustem Umerov, Andriy Ermak y Boris Pistorius, que flanqueaban al representante estadounidense en ese momento. En referencia a su reunión con Austin, el presidente ucraniano escribió que “en la conversación se habló de la situación en el campo de batalla, del papel de los drones en esta fase de la guerra y de las necesidades de Ucrania en materia de defensa de diversos tipos de vehículos aéreos no tripulados. También se habló del fortalecimiento de la defensa aérea de Ucrania y de las perspectivas de proporcionar sistemas de defensa aérea adicionales, en particular mediante la cooperación con otros países”.
Publicado por
mamvas
en
5:01 a.m.
0
comments
Tags:
Guerra de Ucrania,
Hegemonía y Dominación,
OTAN,
Rusia

sábado, 11 de enero de 2025
Peor que perder la guerra
Nahia Sanzo, Slavyangrad
Escrito antes del inicio de la contraofensiva ucraniana en Kursk o quizá sin gran esperanza en que esas acciones vayan a suponer un cambio cualitativo de tendencia, The Washington Post advertía ayer en su editorial de que “la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, que se acerca al final de su tercer sangriento año, ha alcanzado un punto de inflexión”. Los problemas se acumulan para Kiev, que a la reciente pérdida de Kurajovo puede sumar en breve la de Toretsk-Dzerzhink, ya en la fase final de la batalla o, lo que es más importante, la del campo de litio de Shevchenko, un objetivo que debería haber sido prioritario pero que, al encontrarse en Donbass, ha sido considerado menos importante que mantener las posiciones o avanzar en la región de Kursk. Reticente a admitir la veracidad de noticias negativas, Ucrania se ha visto obligada incluso a admitir “problemas” en la brigada Anne de Kyiv, que con tanto orgullo había anunciado Francia haberla equipado e instruido en su totalidad. Según el periodista Yury Butusov, hasta 1700 soldados habrían abandonado la unidad antes de que la brigada llegara a su primera batalla. Las dificultades son evidentes y no es momento de esconderlas, sino de utilizarlas como argumento.
“Ucrania está perdiendo territorio, tropas y tiempo”, admite The Washington Post, que añade que “las próximas semanas determinarán si Ucrania puede seguir existiendo como Estado soberano dentro de sus fronteras anteriores a la invasión o cerca de ellas, con plenas garantías de seguridad para sus ciudadanos, o si el presidente ruso Vladimir Putin se verá recompensado y envalentonado en su guerra de expansión territorial”. Esas palabras del consejo editorial del diario de Washington complementan a lo expresado la pasada semana por Antony Blinken, que en la entrevista en profundidad en la que valora los cuatro años de legislatura de Biden, afirmó que la guerra de Putin nada tiene que ver con la seguridad ni la expansión de la OTAN sino con “las ambiciones imperiales de Putin y el deseo de recrear una gran Rusia, de subsumir Ucrania de nuevo en Rusia”. Remarcando la ironía de alertar de las intenciones del presidente ruso de hacer desaparecer Ucrania al mismo tiempo que Donald Trump habla de Canadá como estado de Estados Unidos, el periodista liberal ruso, abiertamente contrario a la guerra, Leonid Ragozin comentaba que “Putin lanzó una brutal agresión contra Ucrania después de muchos años de maniobras arriesgadas de Rusia con la OTAN, pero [Rusia] aceptó repetidamente acuerdos que equivalían a la finlandización de Ucrania, tanto en Minsk como en Estambul. Nada puede excusar sus acciones, pero mentir obstinadamente sobre sus motivos e intenciones perjudica a Ucrania y a su pueblo más que a nadie”. El comentario de Ragozin toca tres puntos que ninguno de los editoriales, artículos o reportajes de los grandes medios se molestan en mencionar en sus publicaciones, en las que, como muestra el editorial de The Washington Post, el objetivo no es más que justificar la continuación de una guerra que no les importa cronificar.
Publicado por
mamvas
en
12:01 a.m.
0
comments
Tags:
Donbass,
Guerra de Ucrania,
Hegemonía y Dominación,
OTAN,
Rusia

Suscribirse a:
Entradas (Atom)