El coronel Lawrence Wilkerson lo dijo sucintamente:
Ya estamos en la Tercera Guerra Mundial. De hecho, ya estamos inmersos en el extenso preámbulo de la Tercera Guerra Mundial.
Pepe Escobar, Strategic Culture
Todos los veteranos de Vietnam y quienes se resistieron al reclutamiento reconocerán el origen del titular de esta columna (es el estribillo de una canción antiguerra de Country Joe MacDonald de 1965). Ah, sí, ya no estamos a finales de los 60, así que es hora de renovarla (sin necesidad de IA) y expandirla: de ahora en adelante, tengan la seguridad que todos en el salvaje Oeste se verán obligados a luchar y/o soportar tres guerras de la OTAN que se solapan.
Guerra número 1
Es Europa contra Rusia, por supuesto. Ya no es una cuestión de poder: es una guerra directa, áspera y violenta. Considerando la avanzada podredumbre del frente ucraniano, ya proliferan nuevos frentes: el Cáucaso Sur; operaciones clandestinas en el Mar Báltico; el frenesí de reclutamiento del MI6 en Asia Central; nuevos actos terroristas en el Mar Negro, especialmente en Crimea.
El coronel Lawrence Wilkerson lo dijo sucintamente: ya estamos en la III Guerra Mundial. De hecho, ya estamos inmersos en el extenso preámbulo de la III Guerra Mundial. El director de circo de Washington D. C. y la clase multimillonaria y donante que lo respalda no tienen ni idea. Releer a Keynes (Las consecuencias económicas de la paz) es imprescindible como nunca antes. La historia se repite. Sin embargo, no estamos en 1914 ni en 1935; ahora podrían entrar en juego las armas nucleares.