Mostrando las entradas con la etiqueta Historia Económica. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Historia Económica. Mostrar todas las entradas

sábado, 26 de abril de 2025

Historia arancelaria de EEUU: entre la realidad y la ficción política

El objetivo principal de Trump no era realmente la política de aranceles, sino recortar los impuestos sobre la renta de los ricos, reemplazándolos por aranceles como fuente principal de ingresos para el gobierno

Michael Hudson, Sin Permiso

La política arancelaria de Donald Trump ha sembrado el caos en los mercados, tanto entre sus aliados como entre sus enemigos. Esta anarquía refleja que su objetivo principal no era realmente la política de aranceles, sino recortar los impuestos sobre la renta de los ricos, reemplazándolos por aranceles como fuente principal de ingresos para el gobierno. Sacar concesiones económicas a otros países forma parte de la justificación que da para este cambio fiscal, presentándolo como un beneficio nacionalista para EEUU.

Su excusa --y quizá hasta se lo cree-- es que los aranceles por sí solos pueden revivir la industria estadounidense. Pero no tiene ningún plan para abordar los problemas que causaron la desindustrialización del país en primer lugar. No hay ni un ápice de reconocimiento de lo que hizo exitoso al programa industrial original de EEUU (y al de muchos otros países): inversión pública en infraestructura, un crecimiento sostenido en la inversión privada y en los salarios, protegidos por aranceles, y una regulación estatal firme. La política de Trump va justo en la dirección contraria: achicar el Estado, debilitar las regulaciones y vender la infraestructura pública para ayudar a financiar los recortes de impuestos para su clase donante.

Esto no es más que el mismo programa neoliberal de siempre, disfrazado de otra cosa. Trump lo vende como si apoyara a la industria, cuando en realidad hace lo contrario. Su movida no es un plan industrial de verdad, sino una jugada de poder para presionar económicamente a otros países mientras les baja los impuestos a los más ricos. El resultado inmediato: despidos masivos, cierre de empresas y subida generalizada de precios para los consumidores.

Introducción

El despegue industrial tan impresionante que vivió EEUU desde el final de la Guerra Civil hasta el inicio de la I Guerra Mundial siempre ha sido un dolor de cabeza para los economistas defensores del libre mercado. Y es que el éxito del país se debió justamente a políticas completamente opuestas a las que hoy defiende la ortodoxia económica. No se trata solo del contraste entre aranceles proteccionistas y libre comercio: EEUU creó una economía mixta, público-privada, en la que la inversión en infraestructura pública se desarrolló como un "cuarto factor de producción", no para generar beneficios, sino para ofrecer servicios básicos a precios mínimos, con el objetivo de abaratar el costo de vida y de hacer negocios del sector privado.

jueves, 30 de noviembre de 2023

El Imperio Anglo-estadounidense de la Deuda se dirige al colapso, tal como Grecia y Roma en la Antigüedad

En este artículo, el analista Pepe Escobar hace eco del nuevo libro del profesor Michael Hudson, “El colapso de la Antigüedad: Grecia y Roma como punto de inflexión oligárquico de la civilización”, cuya tesis propone demostrar que las prácticas económicas/financieras de la antigua Grecia y Roma -los pilares de la civilización occidental- sentaron las bases de lo que está ocurriendo hoy delante de nuestros ojos: un imperio reducido a una economía rentista, que se derrumba desde dentro. El denominador común de todos y cada uno de los sistemas financieros occidentales es que todo gira en torno a la deuda, que crece inevitablemente gracias al interés compuesto. Pero hay otro denominador común: todo estos imperios han estado dirigidos por las mismas aristocracias de origen cananita, proto-venecianas y anglo-venecianas, que siempre han utilizado el factor “judío” como cortina de humo y operador de sus agendas. Lo bueno es que hay alternativas a todo esto.
En una conferencia en la Universidad Global de China en julio de 2022, el profesor Hudson explicó cómo para salvarse de ser arrastrados por el torbellino de destrucción económica que envuelve a Occidente, los países del núcleo euroasiático están desarrollando nuevas instituciones económicas basadas en una filosofía social y económica alternativa, y una política que es, en muchos sentidos, un retorno a las ideas básicas de resistencia que caracterizaron a la mayor parte de la civilización antes de la Grecia y la Roma clásicas. China, por ejemplo, ha creado un Estado lo suficientemente fuerte como para resistir la aparición de una oligarquía financiera que se haga con el control de la tierra y de los activos rentables. Por el contrario, las economías occidentales actuales están repitiendo el impulso oligárquico que polarizó y destruyó las economías de la Grecia y la Roma clásicas, siendo Estados Unidos el análogo moderno de Roma. Hoy, China, India, Irán y otras economías euroasiáticas han dado el primer paso como condición previa para un mundo multipolar, y la guerra por delegación de la OTAN en Ucrania contra Rusia es el catalizador que está fracturando el mundo en dos esferas opuestas con filosofías económicas incompatibles.


Por Pepe Escobar, mentealternativa

La tesis principal del profesor Hudson es absolutamente devastadora: se propone demostrar que las prácticas económicas/financieras de la antigua Grecia y Roma -los pilares de la civilización occidental- sentaron las bases de lo que está ocurriendo hoy delante de nuestros ojos: un imperio reducido a una economía rentista, que se derrumba desde dentro.

Y eso nos lleva al denominador común de todos y cada uno de los sistemas financieros occidentales: todo gira en torno a la deuda, que crece inevitablemente gracias al interés compuesto.

Ay, ahí está el problema: antes de Grecia y Roma, tuvimos casi 3.000 años de civilizaciones a través de Asia Occidental haciendo exactamente lo contrario.

Todos estos reinos sabían de la importancia de cancelar las deudas. De lo contrario, sus súbditos caerían en la esclavitud, perderían sus tierras a manos de un montón de acreedores ejecutores hipotecarios y éstos, por lo general, intentarían derrocar al poder gobernante.

Aristóteles lo expuso sucintamente: “Bajo la democracia, los acreedores empiezan a hacer préstamos y los deudores no pueden pagar y los acreedores consiguen más y más dinero, y acaban convirtiendo una democracia en una oligarquía, y entonces la oligarquía se hace hereditaria, y tienes una aristocracia”.

LinkWithin

Blog Widget by LinkWithin