En este artículo, el analista Pepe Escobar hace eco del nuevo libro del profesor Michael Hudson, “El colapso de la Antigüedad: Grecia y Roma como punto de inflexión oligárquico de la civilización”, cuya tesis propone demostrar que las prácticas económicas/financieras de la antigua Grecia y Roma -los pilares de la civilización occidental- sentaron las bases de lo que está ocurriendo hoy delante de nuestros ojos: un imperio reducido a una economía rentista, que se derrumba desde dentro. El denominador común de todos y cada uno de los sistemas financieros occidentales es que todo gira en torno a la deuda, que crece inevitablemente gracias al interés compuesto. Pero hay otro denominador común: todo estos imperios han estado dirigidos por las mismas aristocracias de origen cananita, proto-venecianas y anglo-venecianas, que siempre han utilizado el factor “judío” como cortina de humo y operador de sus agendas. Lo bueno es que hay alternativas a todo esto.
En una conferencia en la Universidad Global de China en julio de 2022, el profesor Hudson explicó cómo para salvarse de ser arrastrados por el torbellino de destrucción económica que envuelve a Occidente, los países del núcleo euroasiático están desarrollando nuevas instituciones económicas basadas en una filosofía social y económica alternativa, y una política que es, en muchos sentidos, un retorno a las ideas básicas de resistencia que caracterizaron a la mayor parte de la civilización antes de la Grecia y la Roma clásicas. China, por ejemplo, ha creado un Estado lo suficientemente fuerte como para resistir la aparición de una oligarquía financiera que se haga con el control de la tierra y de los activos rentables. Por el contrario, las economías occidentales actuales están repitiendo el impulso oligárquico que polarizó y destruyó las economías de la Grecia y la Roma clásicas, siendo Estados Unidos el análogo moderno de Roma. Hoy, China, India, Irán y otras economías euroasiáticas han dado el primer paso como condición previa para un mundo multipolar, y la guerra por delegación de la OTAN en Ucrania contra Rusia es el catalizador que está fracturando el mundo en dos esferas opuestas con filosofías económicas incompatibles.
Por Pepe Escobar, mentealternativa
La tesis principal del profesor Hudson es absolutamente devastadora: se propone demostrar que las prácticas económicas/financieras de la antigua Grecia y Roma -los pilares de la civilización occidental- sentaron las bases de lo que está ocurriendo hoy delante de nuestros ojos: un imperio reducido a una economía rentista, que se derrumba desde dentro.
Y eso nos lleva al denominador común de todos y cada uno de los sistemas financieros occidentales: todo gira en torno a la deuda, que crece inevitablemente gracias al interés compuesto.
Ay, ahí está el problema: antes de Grecia y Roma, tuvimos casi 3.000 años de civilizaciones a través de Asia Occidental haciendo exactamente lo contrario.
Todos estos reinos sabían de la importancia de cancelar las deudas. De lo contrario, sus súbditos caerían en la esclavitud, perderían sus tierras a manos de un montón de acreedores ejecutores hipotecarios y éstos, por lo general, intentarían derrocar al poder gobernante.
Aristóteles lo expuso sucintamente: “Bajo la democracia, los acreedores empiezan a hacer préstamos y los deudores no pueden pagar y los acreedores consiguen más y más dinero, y acaban convirtiendo una democracia en una oligarquía, y entonces la oligarquía se hace hereditaria, y tienes una aristocracia”.