Poco antes del día de las elecciones, las palabras del hoy electo presidente Donald Trump declarando que al futuro presidente le espera una titánica tarea para hacer una "América Grande como antes", y "restaurar sobre todo la honestidad y responsabilidad en Washington", muestra claramente el estado deplorable económico y político del país que deja Barack Obama después de ocho años de Presidencia.
La guerra significa prosperidad y la paz significa la pobreza y el estancamiento económico
(Tyler Cowen, economista norteamericano)
Vicky Peláez,
Sputnik
La presunción de Obama de "haber salvado la economía global y nacional de la Gran Depresión, lo que ha sido bastante bueno y de lo que me siento orgulloso", no ha impresionado hasta ahora a ningún economista. Según el reportero político y económico norteamericano, Edmund Kozak, "en términos de crecimiento económico, Barack Obama ha sido uno de los peores presidentes de Estados Unidos". Inclusive el mediocre crecimiento ha dependido de los altos precios del petróleo. El crecimiento económico nunca ha excedido un 2,5%. En los primeros tres meses de 2016, el Producto Interno Bruto (PIB) registró un 0,5% y para el primero de octubre alcanzó apenas el 1,2%.
Declarar en estas condiciones, como lo hizo hace poco Obama en la Universidad de Howard, que "nuestra economía se recuperó de la crisis mucho mejor y con mayor solidez que el resto de las economías en el mundo", es no ver la realidad que está atravesando su país actualmente. De acuerdo con el Bureau of Labor Statistics, el índice de la Participación Laboral en 2008 era del 66% mientras que en el 2016 bajó al 62,8%. Esto significa, como divulgó US-CNS, que de la mano de obra disponible total de 251 millones de personas, solamente 157 millones tienen trabajo, mientras que más de 94 millones están desocupados y un 40% de ellos no está laborando desde hace más de dos años.
El número de norteamericanos que sobrevive gracias a los cupones de comida aumentó en los ocho años de la presidencia de Obama de 33 a 46 millones de personas, lo que significa un incremento del 39,5%, de acuerdo con el Buró de las Estadísticas de Análisis Económico. Sin embargo, un informe de CNSNEWS eleva este número a los 101 millones de dependientes El Departamento de Salud y Servicios Humanos informó el año pasado que un 25% de las familias estadounidenses recibe alguna ayuda federal, mientras que en los últimos años de la Presidencia de George W. Bush (2001-2009) había solamente un 6% de este tipo de familias. El número de pobres se incrementó también durante la Presidencia de Obama un 3,8% hasta los 45 millones de habitantes. Pero, "la pobreza", como escribió el columnista de The New York Times, David Brooks, "es problema de los pobres, que no poseen la virtud normal de la clase media ni un código moral decente".