lunes, 3 de noviembre de 2025

La «paz» de Tom Barrack: Proyecto Gran Oriente Medio 2.0

Análisis del reciente artículo del embajador de Estados Unidos en Turquía, Thomas Barrack

Onur Sinan Güzaltan, United World Int

El embajador de Estados Unidos en Ankara y enviado especial para Siria, Tom Barrack, expone de forma bastante explícita el plan de la Administración Trump para remodelar Asia Occidental en su artículo titulado «Una perspectiva personal: Siria y Líbano son las próximas piezas para la paz en el Levante».

Barrack describe el acuerdo de Gaza firmado el 13 de octubre en Sharm el-Sheikh como «un momento decisivo en la diplomacia moderna de Oriente Medio» y, entre líneas, esboza los principales contornos del plan que Washington pretende imponer en la región. Al leer el artículo a la luz de los acontecimientos en la región, llegamos a las siguientes conclusiones:
1. Estados Unidos se está preparando para tomar medidas que garanticen la normalización entre sus aliados regionales, Turquía e Israel, a través de Siria.
Para ello, Washington prevé la «integración» de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) y otros grupos terroristas similares en el Gobierno de Damasco. Esto, por un lado, reforzaría la administración de Shara y, por otro, aliviaría temporalmente las preocupaciones de Turquía en materia de seguridad. Cabe señalar aquí que la continuación sin contratiempos del «proceso de paz» en curso en Turquía también conviene a los intereses de Estados Unidos.

Una vez completados el proceso en Turquía y el proyecto de integración en Siria, Turquía continuaría sus actividades en Siria en coordinación con Estados Unidos, lo que a su vez limitaría la influencia de Irán en la región.

Paralelamente, se establecería una paz permanente entre el Gobierno de Shara e Israel, reforzando así la «seguridad» de Israel.

En resumen, Turquía e Israel mantendrán sus esferas de influencia sobre Siria sin pisarse los talones, y Estados Unidos actuará como garante de este equilibrio.
2. Estados Unidos pretende eliminar a Hezbolá, al que considera una amenaza destacada para la «seguridad» de Israel, mediante medios tanto políticos como militares.
La caída de Siria cortó el corredor logístico entre Irán y Hezbolá, lo que provocó el debilitamiento militar del grupo.

Al mismo tiempo, la presión de Washington sobre el actual Gobierno libanés ha ido en aumento. La principal exigencia de Washington es la eliminación de Hezbolá de la escena política.

En el próximo periodo, Estados Unidos e Israel acelerarán su plan para atacar a Hezbolá, no solo por sus propios medios, sino también a través de sus aliados en el Líbano.

En este contexto, es probable que los grupos cercanos al Gobierno de Shara en Siria también sean utilizados contra Hezbolá.

3. El proceso de los Acuerdos de Abraham...
La normalización y la cooperación entre los emiratos del Golfo e Israel continuarán bajo la supervisión de Estados Unidos. El proyecto de hacer que la región acepte a Israel en su forma actual no se limitará al Golfo, sino que se impondrá en todo el mundo árabe.

Paralelamente a este proyecto, se darán pasos para profundizar la brecha entre los Estados del Golfo e Irán. En este punto, las decisiones políticas del Gobierno saudí y el grado de compromiso de Riad con este plan serán de vital importancia.

4. Estados Unidos provocará nuevas provocaciones que avivarán las tensiones entre suníes y chiíes en toda la región. En el próximo periodo, estas provocaciones podrían intensificarse en Irak y Líbano.
5. El alto el fuego en Gaza rescató temporalmente a Israel de la difícil situación en la que se había visto envuelto.
El Gobierno de Shara está dispuesto a llegar a un acuerdo con Israel en todas las cuestiones...

Lo que queda es Hezbolá y la resistencia en Yemen.

Una vez que Hezbolá en el Líbano y los hutíes en Yemen estén suficientemente debilitados, es muy probable que Estados Unidos e Israel lancen una nueva ola de ataques contra su objetivo final, Irán.

Teniendo en cuenta la derrota de Israel en la Guerra de los 12 Días, esta vez Estados Unidos participaría en las operaciones de forma directa y más intensa. Si Irán cayera, Washington obtendría las condiciones necesarias para remodelar completamente la región según las ambiciones de Israel.

Estas son las conclusiones extraídas del artículo de Barrack y de los acontecimientos en la región.

No sería exagerado decir que los líderes reunidos en Sharm el-Sheikh han aceptado en gran medida este plan.

Sin embargo, las fuerzas de la región que siguen resistiendo al imperialismo tendrán algo que decir al respecto.


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