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jueves, 14 de noviembre de 2024

«Es la economía, estúpido»


Lance Selfa, Sharon Smith, Viento Sur

La historia de las elecciones de 2024 resultó ser notablemente sencilla. En un entorno político en el que la mayoría del electorado pensaba que el país avanzaba en la dirección equivocada, en el que percibía que la economía era deficiente y en el que la mayoría afirmaba que la inflación les había causado graves dificultades, los votantes decidieron echar al partido en el poder que representaba la vicepresidenta Kamala Harris.


Donald Trump ganó el voto popular por primera y única vez, y lo hizo no sólo en las zonas rurales, sino también en los suburbios, e incluso en bastiones del Partido Demócrata como Nueva York y Chicago. Según las encuestas a pie de urna, a Harris le fue mejor que a Joe Biden en 2020 con las los estadounidenses más acomodados, pero Trump mejoró respecto a 2020 con el resto.
Uno de los tópicos de la política estadounidense es: Es la economía, estúpido. Si la economía está creciendo y la gente tiene trabajo y salarios más altos, el partido en el poder suele ser reelegido. Si la economía está en declive y la gente tiene problemas para llegar a fin de mes, el electorado suele echar a los vagos votando al aspirante. Durante la mayor parte del gobierno de Biden, mientras la economía en general se recuperaba de las sacudidas recibidas durante la pandemia de la covid-19, Biden fue un presidente extraordinariamente impopular. La impopularidad de Biden confundía a sus asesores, que no lograban cuadrarla con los indicadores macroeconómicos que mostraban que EEUU alcanzaba la recuperación más fuerte tras la covid de todos sus pares.

Sin embargo, la covid dejó tras de sí trastornos económicos, entre ellos las tasas de inflación más altas que los estadounidenses han experimentado en 40 años, lo que, por supuesto, en la práctica suponía un recorte salarial. La explosión del gasto militar para apoyar las guerras en Ucrania y Gaza también ha alimentado la inflación. Como resultado, el nivel de vida de las y los trabajadores estadounidenses ha disminuido bajo la administración Biden, mientras que el auge del mercado de valores ha ayudado a las y los estadounidenses más ricos a hacerlo bastante bien.

miércoles, 13 de noviembre de 2024

Estados Unidos: un abismo en el centro

La suicida corrida hacia la derecha de los Demócratas facilitó la aplastante victoria del magnate. En varios temas claves era muy difícil discernir cuál era la diferencia entre éste y su adversaria

Atilio Borón, La Haine

La rotunda derrota de Kamala Harris en la reciente elección presidencial de EEUU certifica, por enésima vez, que cuando una sociedad ha sido ganada por una generalizada crispación, las propuestas tibias, moderadas, evasivas como las planteadas por la candidata demócrata son el seguro camino para sufrir un aplastante revés electoral.

El malhumor social producido por frustraciones de tipo económico o político; o por el temor perversamente infundido por la clase dominante; o por el odio direccionado en contra de categorías sociales estigmatizadas, los inmigrantes de origen latino en el caso norteamericano, hace que la ciudadanía sea atraída por quienes mejor sintonizan con su enojo y su frustración. Y Trump apareció ante los ojos de millones como alguien dispuesto a poner fin a ese estado de cosas.

Conclusión: cuando las circunstancias sociales están signadas por la inmoderación, la moderación se convierte en un pecado. Y la candidata demócrata lo cometió.

Harris ciertamente corrió con desventaja. Entró muy tarde en la campaña, producto del inesperado derrumbe de la candidatura de Biden después del fatídico debate con Donald Trump. Para colmo de males, su gestión como vicepresidenta tuvo un tono grisáceo que poco o nada colaboró para construir una imagen presidenciable y atractiva ante los ojos de la opinión pública. Y una sociedad bombardeada por la continua prédica catastrofista de la ultraderecha, azuzados sus peores instintos tribales por el demencial conspiracionismo de Trump y sus voceros hablando de un país “invadido” por indeseables extranjeros, mal podía prestar su apoyo a quien era vista como corresponsable de tan infausta situación, habida cuenta de su condición de vicepresidenta de EEUU.

lunes, 11 de noviembre de 2024

El terremoto de Trump

Los objetivos podrían incluir desde México (para "asegurar la frontera") hasta Venezuela (para "asegurar el petróleo"), Yemen (para "asegurar el Mar Rojo") y, por supuesto, Irán

Pepe Escobar, Strategic Culture

En la escala política de Richter, eso fue literalmente un asesinato. Lo que se suponía que iba a ser un espectáculo totalitario liberal fue barrido sin contemplaciones. Antes del día de las elecciones, el pensamiento crítico era consciente de lo que estaba en juego. Con fraude, Kamala gana. Sin fraude, Trump gana. Hubo, en el mejor de los casos, intentos (fallidos) de fraude. La pregunta clave sigue siendo: ¿qué quiere realmente el Estado profundo de EEUU?

Mi bandeja de entrada está llena de informes llorosos de los "think tanks" estadounidenses que se preguntan, incrédulos, por qué Kamala podría perder. Es bastante sencillo, aparte de su absoluta incompetencia y mediocridad, es un personaje que se ríe a carcajadas histéricas.

El legado de la administración de la que formó parte es espantoso: desde 'Crash Test Dummy' (maniquí para ensayos de choque promovidos por el senador Ron Wyden) hasta 'Little Butcher Blinkie' (Antony Blinken, secretario de Estado).

En lugar de preocuparse por la lamentable situación que se vive a todos los niveles en torno a esa entidad mítica, el "pueblo estadounidense", decidieron invertirlo todo en una guerra de poder fabricada por los neoconservadores para infligir una "derrota estratégica" a Rusia, robando activos rusos, desatando un tsunami de sanciones, enviando a Zelensky armas prodigiosas. La militarización de Ucrania provocó la muerte de innumerables ucranianos y la inevitable e inminente humillación "cósmica" de la OTAN en el suelo negro de Novorossiya.

domingo, 10 de noviembre de 2024

El fascismo neoliberal es ahora la ideología dominante en los Estados Unidos

La formación de un frente unido contra este realineamiento de extrema derecha es más importante y urgente que nunca.

C.J. Polychroniou, Common Dreams

Es oficial. El fascismo neoliberal se ha vuelto dominante en Estados Unidos. Ésta es la única conclusión racional que se puede sacar de la victoria decisiva de Trump en las elecciones de 2024. De hecho, la histórica victoria de Trump (que incluye llevar al Partido Republicano a una mayoría mayor de lo esperado en el Senado y potencialmente a controlar la Cámara de Representantes) ha cambiado la naturaleza del Partido Republicano y ha desplazado el centro de gravedad de la política estadounidense en un mundo tan... de manera tan demoledora que ha llevado al colapso real del Partido Demócrata.

El fascismo neoliberal es ahora la orientación político-ideológica dominante en Estados Unidos y sus funestas consecuencias sin duda se sentirán en los años venideros tanto dentro del país como en todo el mundo. En este contexto, la formación de un frente único contra el fascismo es más importante y urgente que nunca.

sábado, 9 de noviembre de 2024

Kamala Harris: Hillary Clinton redux


Maciek Wisniewski, La Jornada

Observando cómo en los últimos meses (t.ly/OH0p1) Kamala Harris y los demócratas apostaron a convertir las elecciones estadounidenses solamente en un debate simbólico acerca de “la democracia” y “el carácter de Trump”, en lugar de centrarse en la política y en las soluciones a los temas que los votantes señalaban en las encuestas como sus mayores preocupaciones –el estado de la economía, la inflación o el genocidio en Gaza (t.ly/414GU)—, emulando así, en efecto, la estrategia perdedora de Hillary Clinton de 2016, cuando desistió de competir por el voto progresista y el de la clase trabajadora, prefiriendo cortejar a los republicanos “Nunca Trump” de los suburbios, uno no podía dejar de tener una siniestra sensación de déjà vu.

Bernie Sanders critica a su partido por la derrota ante Trump

Bernie Sanders

No debería ser gran sorpresa que un Partido Demócrata que ha abandonado a la clase trabajadora descubra que la clase trabajadora lo ha abandonado. Primero fue la clase trabajadora de raza blanca y después los trabajadores latinos y negros también. Mientras los líderes demócratas defienden el statu quo, el pueblo estadunidense está enojado y quiere el cambio. Y tiene razón.

Hoy, mientras a los muy ricos les va de maravilla, 60 por ciento de los estadunidenses viven al día y tenemos más desigualdad de ingreso y riqueza que nunca. Resulta increíble, pero el salario semanal real, ajustado a la inflación, del trabajador estadunidense promedio es más bajo hoy que hace 50 años.

jueves, 7 de noviembre de 2024

Trump, un lumpencapitalista

Lo más importante de Donald Trump no es su tan debatida condición psicológica, sino el hecho de que es un gran capitalista. Y de un tipo particular: un gran lumpencapitalista

Samuel Farber, Jacobin

A pesar de su triunfo contra Harris, nadie sabe bien cómo entender a Donald Trump. Poco después de que asumiera la presidencia por primera vez, un grupo de 27 psiquiatras y especialistas en salud mental confeccionaron una extensa lista de sus trastornos de personalidad: narcisismo, trastorno delirante, paranoia, hedonismo desenfrenado, entre otros. Si bien algunos de estos diagnósticos podrían ser acertados, las denominaciones psicológicas no son la mejor manera de develar el fenómeno Trump. Para examinarlo como actor político en toda su complejidad, debemos subsumir sus características personales en la estructura social de EEUU.

Trump es un capitalista. Eso lo sabemos todos. Pero es un tipo particular de capitalista: un lumpencapitalista.

Una trayectoria de embustes


En La lucha de clases en Francia. 1848-1850, Karl Marx escribió que la aristocracia financiera de la época, «lo mismo en sus métodos de adquisición que en sus placeres, no es más que el renacimiento del lumpemproletariado en las cumbres de la sociedad burguesa». El erudito marxista Hal Draper aclaró que la «aristocracia financiera» de Marx no refería al capital financiero que juega un rol esencial en la economía burguesa, sino a los «buitres y carroñeros» que se mueven entre la especulación y la estafa y que son los cuasicriminales o excrecencias delictivas del cuerpo social de los ricos, al igual que el «lumpenproletariado» propiamente dicho es la excrecencia de los pobres.

martes, 5 de noviembre de 2024

Elecciones EEUU: guerra entre poder corporativo y oligarquía

El poder corporativo necesita estabilidad y un gobierno tecnocrático. El poder oligárquico prospera en el caos y, como dice Steve Bannon, en la "deconstrucción del Estado administrativo"

Chris Hedges, ScheerPost

En EEUU, la elección es entre el poder corporativo y el oligárquico. Ninguno de los dos es democrático. Ambos han comprado a la clase política, la academia y la prensa. Ambos son formas de explotación que empobrecen y desempoderan a la gente. Ambos canalizan el dinero hacia arriba, hacia las manos de la clase multimillonaria.

Ambos desmantelan regulaciones, destruyen sindicatos, destripan servicios gubernamentales en nombre de la austeridad, privatizan todos los aspectos de la sociedad estadounidense, desde los servicios públicos hasta las escuelas, perpetúan guerras permanentes, incluido el genocidio en Gaza, y neutralizan a unos medios de comunicación que, si no estuvieran controlados por las corporaciones y los ricos, deberían investigar su saqueo y corrupción. Ambas formas de capitalismo destripan el país, pero lo hacen con herramientas diferentes y tienen objetivos diferentes.

lunes, 4 de noviembre de 2024

¿Importa quien gane las elecciones en Estados Unidos?

Votar por uno de los candidatos de los dos partidos principales en esta falsa “elección ” sería un acto de idiotez y una señal de apoyo al genocidio en Gaza.

Kevin Barrett*, UNZ.com

El genocidio de Gaza sigue acelerándose. Un mundo consternado observa con agonía. El autoproclamado hegemón unipolar, Estados Unidos, sigue alentando y financiando el genocidio, suministrando a los perpetradores todo lo que necesitan para continuar la matanza en masa de mujeres y niños indefensos.

Estados Unidos pretende ser una democracia. Su presidente, en teoría, tiene el poder de cortar la ayuda a “Israel” y detener el genocidio.

Si así fuera, los votantes –que han apoyado un alto el fuego inmediato y permanente durante todo el genocidio de Gaza, que ya lleva un año– deberían destituir al régimen que facilita el genocidio de Joe Biden y Kamala Harris y elegir a un presidente que se oponga al genocidio.

Pero el control mental de los medios de comunicación ha convencido a la mayoría de los estadounidenses de que sólo hay dos opciones: la perpetradora del genocidio Kamala Harris o el aún más genocida Donald Trump. La candidata del Partido Verde Jill Stein, que se opone al genocidio, prácticamente no recibe cobertura mediática, por lo que las masas con el cerebro lavado la ignoran. Lo mismo ocurre con el candidato independiente Cornell West y el libertario Chase Oliver.

miércoles, 9 de octubre de 2024

La guerra interna del capitalismo financiero en las elecciones estadounidenses

En las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el desafío entre Harris-Walz y Trump-Vance debería definirse más adecuadamente como un choque entre el capitalismo financiero de los "Tres Grandes" y el que quiere debilitar su monopolio. Sin molestarse en el contraste “Izquierda” - “Derecha”.

Alessandro Volpi, Fuori Collana

Tras el anuncio de la retirada de Biden de la carrera presidencial, ha surgido con cada vez mayor claridad un conflicto en curso dentro del capitalismo financiero estadounidense. Intentaré resumirlo y tal vez incluso simplificarlo. Después de la elección de Vance como vicepresidente y de la postura de Musk, las filas de los partidarios (y financieros) de Trump están creciendo. Se trata de temas atribuibles a un capitalismo que intenta frenar el poder excesivo de los Tres Grandes, es decir, los superfondos Vanguard, Black Rock y State Street, ahora decididamente vinculados a los demócratas. Tanto Biden como Kamala Harris han tenido y tienen figuras clave en su personal que provienen de Black Rock. Un personaje como Jamie Dimon, el director ejecutivo de JP. Morgan, el banco superfund, persuadido por Trump, lleva mucho tiempo a punto de ser nominado por los demócratas. El presidente de la Fed, con el apoyo de Yellen, acompañó las estrategias de los propios superfondos, comprando sus ETF [Exchange Traded Funds, fondos de inversión cotizados en bolsa que siguen la evolución de un índice].

sábado, 14 de septiembre de 2024

Gaza: genocidio, colonialismo y geopolítica


Maciek Wisniewski, La Jornada

Durante el debate presidencial esta semana, la candidata demócrata y vicepresidenta Kamala Harris, respecto a sus planes para Medio Oriente –repitiendo de paso los habituales talking points pro israelíes compartidos por todo el mainstream político–, hizo mención de Irán, declarando que “siempre dará a Israel la capacidad de defenderse, en particular en lo que se refiere a Irán y cualquier amenaza que represente él y sus representantes [léase, Hezbolá en el Líbano o los grupos palestinos en los territorios ocupados]”. Si bien algunas fuentes iraníes no vieron en estas declaraciones, contrastadas con los ataques de su contrincante Donald Trump que a Harris, junto con Biden, “han sido blandos con Irán”, nada alarmante y destacaban dos estrategias diferentes: una, trumpista, que supone el regreso a la línea dura de su primer mandato, centrada en la máxima presión y en las sanciones y otra, de Biden-Harris, que podría “equilibrar la presión con el compromiso diplomático” (t.ly/ZRcW9) −todo a pesar de que los demócratas siguieron bastante la línea dura negándose a renovar el acuerdo nuclear con Teherán, el principal logro de la diplomacia de Obama cancelado por su sucesor y algo que la propia Harris confirmó que no va a reactivar−, puede que se trate de un giro preocupante.

lunes, 22 de julio de 2024

Enrico Tomaselli: El Factor Trump

Trump tendrá que restaurar la economía del país, que tiene una deuda pública de más 35 billones de dólares. Probablemente tendrá que enfrentarse a una resistencia institucional muy fuerte por parte de los demócratas, y obviamente deberá lidiar con el Estado profundo. Aunque su elección será probablemente triunfal, las diferencias no tardarán en surgir.

Enrico Tomaselli, Enrico's Substack

Habiendo escapado, afortunadamente, del atentado en Butler, Trump navega hacia una muy probable victoria en las elecciones presidenciales de noviembre. Y es muy probable que también Estados Unidos haya escapado, al menos por ahora, al estallido de una guerra civil; si moría, las posibilidades de que se iniciara una reacción en cadena eran realmente grandes.
Está claro que el atentado en sí fue un acontecimiento que cambió el juego; en este momento la partida está esencialmente perdida para los demócratas, y por tanto ya no tiene sentido buscar un candidato alternativo a Biden. No tendría sentido quemar ahora una candidatura que pueda utilizarse dentro de cuatro años. Pero harán bien en encontrar rápidamente un líder (o una líder…), y prepararlo para el desafío: J.D. Vance es joven y luchador (y su biografía, «Hillabilly Elegy», es un éxito de ventas).
Si Trump confirma las predicciones y es elegido presidente por segunda vez, tendrá por delante un periodo de tiempo limitado para desarrollar sus políticas; e incluso si Vance es, como algunos dicen, un clon suyo, no es seguro que sea elegido en 2028.

En ese lapso de tiempo se enfrentará a numerosos retos, tanto internos como internacionales, y ambos aspectos están entrelazados.

martes, 9 de julio de 2024

Nos han engañado y hecho Luz de Gas durante muchos años... Y todo en nombre de la "Democracia"

El redactor jefe del Wall Street Journal, Gerry Baker, dijo: "Nos han hecho 'gaslighting' y nos han engañado" -durante muchos años... "Y todo en nombre de la 'democracia'". Ese engaño "se derrumbó" con el primer debate presidencial entre Trump y Biden del jueves 27 de junio'

Alastair Crooke, Strategic Culture

"Hasta que el mundo vio la verdad... [contra] la 'desinformación'... la ficción de la competencia del Sr. Biden... sugiere que ellos [los demócratas] evidentemente pensaron que podrían salirse con la suya promoviéndola. [Sin embargo, al perpetuar esa ficción también estaban revelando su desprecio por los votantes y por la propia democracia". Baker continúa:
"Biden triunfó porque hizo de la línea del partido el trabajo de su vida. Como todos los políticos cuyos egos empequeñecen sus talentos, ascendió por el poste grasiento siguiendo servilmente a su partido dondequiera que le llevara... Finalmente, en el acto supremo de servilismo partidista, se convirtió en vicepresidente de Barack Obama, la cumbre del logro para los incapaces, pero leales: la posición cúspide para el consumado 'hombre que sí'".
"Pero entonces, justo cuando estaba a punto de caer en una cómoda y bien merecida oscuridad, su partido necesitaba un testaferro... Buscaban un testaferro leal y fiable, una bandera de conveniencia, bajo la que pudieran navegar el barco progresista hacia lo más profundo de la vida estadounidense, en una misión para hacer avanzar el estatismo, el extremismo climático y la auto-laceración. No había vehículo más leal y conveniente que Joe".
Si es así, ¿quién ha estado realmente "moviendo los hilos de Estados Unidos" estos últimos años?

miércoles, 3 de julio de 2024

Las elecciones estadounidenses decidirán el destino del mundo


Aleksandr Dugin, Ria Novosti

Las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, que se celebrarán el 5 de noviembre de 2024, tienen una importancia absoluta. De su resultado depende el destino no sólo de Estados Unidos e incluso de todo Occidente, sino también de la humanidad entera. El mundo se tambalea al borde de una guerra nuclear, una Tercera Guerra Mundial total y en toda regla entre Rusia y los países de la OTAN. Quién se ponga al frente de la Casa Blanca la próxima legislatura determinará en última instancia si la humanidad existirá o no.
Por eso es tan importante echar otro vistazo a los dos candidatos en estas elecciones, reflexionar sobre sus plataformas y posiciones.
Biden, por supuesto, es hoy un débil mental inválido con claros signos de demencia senil. Pero, por extraño que parezca, casi no hay diferencia. Biden es sólo una fachada, un cartel para las élites políticas del Partido Demócrata firmemente establecidas en el poder en EEUU, que han llegado a un firme consenso sobre Biden. En principio, Biden podría gobernar con un cadáver. No cambiaría nada. Tiene un grupo cohesionado de globalistas (a veces llamado "gobierno mundial") detrás de él, que une no sólo a gran parte del Estado profundo estadounidense, sino también a las élites liberales de Europa y de todo el mundo.

lunes, 1 de julio de 2024

El orden internacional basado en la estupidez

Por primera vez, todos los gobiernos de Occidente están al borde del abismo

Spengler, Asia Times

Primero Biden, luego Macron y la semana que viene el desafortunado Rishi Sunak. El japonés Kishida, el alemán Scholz y el canadiense Trudeau siguen en el cargo sólo porque el ciclo electoral no les obliga a sondear a los votantes.

Por primera vez desde que los Estados europeos modernos fueron definidos por el Tratado de Westfalia, todos los gobiernos de todos los grandes países occidentales están cayendo o caerían si tuvieran que celebrar elecciones. ¿Qué maldición colectiva ha caído sobre los líderes de Occidente, de modo que todos sus votantes han llegado a despreciarlos por enormes márgenes?

Hay una explicación sencilla para la ruina colectiva de los gobiernos de Occidente: todos ellos aceptaron una agenda que sus votantes rechazan porque ha degradado la calidad de sus vidas. Espontánea y simultáneamente, los votantes de Occidente se están levantando para repudiar a sus líderes.

El daño a la clase política mundial es impresionante.

En el debate presidencial de Trump y Biden quedó claro que la democracia estadounidense es como un episodio de Beavis y Butt-Head


Alexander Dugin, Mente Alternativa

En los años 1990, la caricatura animada “Beavis y Butt-Head” dirigida por Mike Judge era popular en los Estados Unidos y Rusia. Sus héroes eran dos adolescentes estadounidenses con retraso mental, que se decían groserías el uno al otro y expresaban un pensamiento absurdo tras otro, incapaces de resolver ninguna situación doméstica. Sin embargo, a pesar de su total inutilidad e insensatez, sobrellevaban la vida de algún modo.

Cada vez que una serie de acciones idiotas los llevaban al borde del desastre total, un accidente igualmente ridículo o una ruptura en la lógica de los acontecimientos los salvaba, dándoles otra oportunidad. Pero la desperdiciaban de inmediato y el patrón se repetía. Fracaso tras fracaso, a partir de decisiones completamente equívocas, los personajes rompían todas las conexiones lógicas posibles y, al final del día, se sentaban en un sofá frente al televisor a ver vídeos de heavy metal en los que hombres con cuernos y guitarras eléctricas devoraban cabras o mujeres vivas.

Lo que el mundo vio durante el debate electoral entre Trump y Biden fue solo un nuevo episodio de Beavis y Butt-Head. Y de alguna manera ambos parecen sacados de personajes de dibujos animados: Trump es una nueva versión de Butt-Head (hasta tiene exactamente el mismo peinado), y Biden es una nueva versión de Beavis. Pero lo más alarmante es que el contenido del debate estuvo totalmente en consonancia con el espíritu del espectáculo.

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Ver: Espectáculo de payasos o stand-up comedy: el nivel político de EEUU nunca ha sido tan bajo


sábado, 29 de junio de 2024

Espectáculo de payasos o stand-up comedy: el nivel político de EEUU nunca ha sido tan bajo

Las cualidades morales y las habilidades retóricas de los líderes estadounidenses están disminuyendo a medida que declina el poder político de Estados Unidos

Lucas Leiroz, Strategic Culture

El 27 de junio se celebró el primer debate presidencial entre Joe Biden y Donald Trump. Ambos candidatos dejaron claro el bajo nivel político estadounidense, con discusiones que se redujeron a ofensas personales, retórica ad hominem y todo tipo de actitudes descalificativas. Los votantes estadounidenses tendrán realmente dificultades para elegir cuál de las dos opciones es la “menos mala”.

No hubo debate de proyectos ni de ideas por parte de ninguno de los candidatos. En sus presentaciones, se limitaron a intentar “descalificarse” mutuamente con todo tipo de ataques personales posibles. Se hicieron comentarios sobre el aspecto físico, la edad, las habilidades deportivas e incluso la vida sexual y privada de los candidatos. Todo lo irrelevante, grotesco e innecesario fue dicho por Biden y Trump. No se mostró ninguna propuesta de solución a los problemas de Estados Unidos. No se propuso nada positivo para el pueblo estadounidense.

domingo, 19 de mayo de 2024

Alianza Trump-Kennedy, derrota total de Biden


Rodolfo Sánchez Mena, Geoestrategia

“La cercanía del financiero republicano, Timothi Mellon con Kennedy, representa toda una innovación para su historia y no puede generar más que suspicacias. Mellon es un megadonante del Partido Republicano que acompañó durante años a Trump y hasta financió el proyecto del gobernador de Texas Greg Abbott para construir un muro en la frontera con México. Kennedy es el primer político surgido del Partido Demócrata que financia Mellon”.

Vamos a analizar desde una nueva visión de la geopolítica la alianza de los candidatos presidenciales del partido Republicano, Donald Trump en alianza con el candidato independiente, Robert Kennedy, con la finalidad de lograr una derrota total del presidente y candidato demócrata, Joe Biden.

Enrique Quintana, analista destacado de Bloomberg, confirma cómo Kennedy ha penetrado políticamente en la sociedad americana para lograr la derrota total de Biden en las elecciones presidenciales:
“Las encuestas más recientes indican que si Robert Kennedy Jr. consigue aparecer en las boletas electorales, su presencia será más que marginal… Una encuesta nacional del Centro de Estudios Políticos de América de la Universidad de Harvard y la encuestadora Harris… le dan a Kennedy nada menos que el 18 por ciento de la intención de voto frente al 44 por ciento de Trump y el 37 por ciento de Biden… si se quitara el factor “K”, Kennedy’, Trump obtendría el 53 por ciento contra 47 por ciento de Biden”.

domingo, 8 de marzo de 2020

Clase: La pequeña palabra que las élites quieren que olvides

imagen: Mr. Fish

Chris Hedges, TruthDig

Aristóteles, Nicolás Maquiavelo, Alexis de Tocqueville, Adam Smith y Karl Marx fundamentaron sus filosofías en el entendimiento de que existe un antagonismo natural entre los ricos y el resto de nosotros. Los intereses de los ricos no son nuestros intereses. Las verdades de los ricos no son nuestras verdades. Las vidas de los ricos no son nuestras vidas. La gran riqueza no solo genera desprecio por quienes no la tienen, sino que faculta a los oligarcas para pagar ejércitos de abogados, publicistas, políticos, jueces, académicos y periodistas para censurar y controlar el debate público y sofocar la disidencia. El neoliberalismo, la desindustrialización, la destrucción de los sindicatos, la reducción e incluso la eliminación de los impuestos a los ricos y las corporaciones, el libre comercio, la globalización, el estado de vigilancia, la guerra sin fin y la austeridad -las ideologías o herramientas utilizadas por los oligarcas para promover sus propios intereses- son presentadas al público como ley natural, los mecanismos para el progreso social y económico, incluso cuando los oligarcas dinamitan los fundamentos de una democracia liberal y exacerban una crisis climática que amenaza con extinguir la vida humana.

Los oligarcas están felices de hablar de razas. Están felices de hablar sobre identidad sexual y género. Están felices de hablar sobre patriotismo. Están felices de hablar sobre religión. Están felices de hablar sobre inmigración. Están felices de hablar sobre el aborto. Están felices de hablar sobre el control de armas. Están felices de hablar sobre degeneración cultural o libertad cultural. Pero no están contentos de hablar sobre “clase”. La raza, el género, la religión, el aborto, la inmigración, el control de armas, la cultura y el patriotismo son cuestiones que se utilizan para dividir al público, para enfrentar al vecino contra el vecino, para alimentar odios y antagonismos virulentos. Las guerras culturales dan a los oligarcas, tanto demócratas como republicanos, la tapadera para continuar el saqueo. Hay pocas diferencias sustanciales entre los dos partidos políticos gobernantes en los Estados Unidos. Es por eso que oligarcas como Donald Trump y Michael Bloomberg pueden cambiar sin esfuerzo de un partido a otro. Una vez que los oligarcas toman el poder, escribió Aristóteles, una sociedad debe aceptar la tiranía o elegir la revolución.

lunes, 2 de marzo de 2020

El cisne negro que puede descarrilar la reelección de Donald Trump


Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

El exitoso autor libanés Na­ssim Taleb sacudió las mentes estáticas con su célebre libro El cisne negro: El impacto de lo altamente improbable (https://amzn.to/2wjG7xB) que versa sobre un evento considerado improbable que aparece repentinamente en los radares cerebrales y provoca inesperadas consecuencias masivas.

Pues más que un cisne negro, a Trump, quien parecía tener blindada su reelección, se le apareció la altamente improbable pandemia del coronavirus: mutación que ha golpeado a 53 países hasta ahora.

Dejo de lado el inquietante libro de ciencia ficción Los ojos de la oscuridad, de Dean Koontz, quien hace 41 años vaticinó la dispersión de un virus alrededor del año 2020 en la misma ciudad de Wuhan (https://amzn.to/39ce95M).

También soslayo las teorías sobre el accidente del coronavirus experimentado y/o sembrado como arma bacteriológica y de lo que se han acusado las tres superpotencias: EEUU, Rusia –con una aterradora excavación (https://bit.ly/2TaMQTH)–, y China, cuyo máximo especialista afirma que el Covid-19 “pudo no haberse originado en China (https://bit.ly/2wRCjE5)”.

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