Tras reconocer inicialmente al candidato de la oposición de extrema derecha, Washington ahora ha dado marcha atrás. Texto y explicación de Marc Vandepitte, observador internacional en las pasadas elecciones presidenciales en Venezuela.
Marc Vandepitte, De Wereld Morgen
El anuncio de Matthew Miller, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores estadounidense, fue sorprendente. A la pregunta de si el Gobierno de Estados Unidos reconoce al opositor Edmundo González como presidente interino, como había ocurrido en 2019 con Juan Guaidó, respondió: «De momento no vamos a dar ese paso. Hoy estamos en estrecho contacto con nuestros socios de la región, especialmente Brasil, México y Colombia, para encontrar una salida”. En la misma rueda de prensa, pidió al Consejo Electoral de Venezuela (CNE) «transparencia» y le instó a publicar «un recuento detallado de los votos».
La declaración de Miller es curiosa por dos razones. Primera, porque contradice lo que su jefe Antony Blinken había publicado unos días antes. De hecho, el Ministerio de Asuntos Exteriores confirmó entonces en un comunicado que el candidato de la oposición, Edmundo González, era el ganador de las elecciones: «Dadas las abrumadoras pruebas, está claro para Estados Unidos y, lo que es más importante, para el pueblo venezolano, que Edmundo González Urrutia ganó la mayoría de los votos en las elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio.»