Patrick Mazza, The Raven
Digámoslo sin rodeos: Israel no puede ganar a Hamás mediante la acción militar y sólo puede resolver la cuestión a través de un acuerdo político. La falacia de pensar que hay soluciones militares para lo que son esencialmente cuestiones políticas tiene un nombre. Se llama militarismo. La maldición del militarismo nos acecha no sólo en Israel, sino en todo el mundo y bien podría acabar con la civilización, incluso erradicar la vida compleja en el Planeta Tierra.
Empecemos por la lógica de Gaza. En primer lugar, Israel ha infligido un nivel de daño en Gaza equivalente a algunos de los peores bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Dresde, Hamburgo, Hiroshima, Nagasaki. A estas alturas, bombas equivalentes al menos a dos explosiones de Hiroshima han arrasado gran parte de Gaza. Se calcula que 1,9 millones de personas, el 85% de la población de Gaza, han sido desplazadas, mientras que el 50% de las viviendas han quedado destruidas o dañadas, informa la BBC. Decenas de miles de personas han muerto. Hay más decenas de miles de heridos.