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martes, 15 de octubre de 2024

Contra la Europa del capital, la guerra y el trabajo esclavo

Las políticas económicas de la Unión Europea protegen los intereses del gran capital, llevándonos a una crisis de vastas proporciones, empeorando drásticamente las condiciones y derechos de los trabajadores y destruyendo los espacios para la resistencia democrática.

Ascanio Bernardeschi, Futura Società

En Europa nos enfrentamos a una crisis de enormes proporciones, hasta el punto de que lamentamos la de 2008. El tejido productivo europeo está a merced del gas que sale de la "locomotora" Alemania. Como siempre, lo peor viene de los trabajadores. Intentemos investigar las causas.

1992, Tratado de Maastricht. Una fecha desafortunada. A partir de ese momento, con una progresión constante, el mundo del trabajo se empobreció y perdió sus derechos. Esto no es una coincidencia. El ex gobernador del Banco de Italia, con ocasión de la firma del Tratado, susurró a sus íntimos que nuestros gobernantes no se daban cuenta de lo que firmaban, es decir, el cambio de la naturaleza del Estado, su reducción hasta un mínimo, pero no del tipo liberal del siglo XIX; mucho peor porque privó a los estados de soberanía monetaria y abrazó acríticamente todas las indicaciones de la escuela neoliberal de Chicago.

miércoles, 20 de junio de 2018

El Mago de Oz va al banco central

Alejandro Nadal, La Jornada

La historia del Mago de Oz ha pasado siempre como un divertido cuento para niños cuyo tema central es que los milagros siempre son posibles, aun en circunstancias difíciles. Pero pocos saben que la intención del autor, L. Frank Baum, era escribir una alegoría política en la que los personajes representaban segmentos de la sociedad estadounidense a principios del siglo XX.

Por ejemplo, en la metáfora de Baum, el hombre de paja representa al campesinado y a los farmers, cuyo análisis político es muy poco sofisticado. Por eso anda en busca de un cerebro. Por su parte, el hombre de hojalata personifica a los obreros industriales, explotados por políticos y líderes sindicales corruptos. Los demás personajes encarnan otras figuras de la sociedad estadounidense y el famoso camino amarillo simboliza el patrón oro que muchos suponían podría resguardar el valor de la moneda y evitar las arbitrariedades de gobiernos y banqueros.

La creencia de que el patrón oro permitiría combatir los abusos de la clase política y de los banqueros es una de las creencias populares más aceptadas aun en nuestros días. No es la única creencia errónea sobre el funcionamiento de la política monetaria y casi siempre se acompaña de otro mito clave sobre el sistema bancario: la idea de que el banco central controla efectivamente la oferta monetaria.

miércoles, 21 de junio de 2017

Tasas de interés: ¿regreso a la normalidad?

Alejandro Nadal, La Jornada

La Reserva Federal quiere regresar a tasas de interés más cercanas a lo normal. Hace una semana incrementó la tasa de referencia para situarla en el rango de 1 y 1.25 por ciento. Según la Fed esta medida ayudará a mantener firme la recuperación económica y dará mayor estabilidad al mercado de trabajo.

La justificación está rodeada de una fuerte polémica sobre las señales que emanan de la economía estadounidense. Muchos analistas consideran que la muy celebrada recuperación sigue siendo débil. Otros piensan que los indicadores de la evolución del mercado de trabajo no son tan sólidos como lo quieren hacer creer las autoridades económicas. Sin embargo, la Reserva Federal insiste en que las señales económicas son positivas y prepara más incrementos en la tasa de interés para los próximos meses. Es más, la Fed prepara ya la venta de la gigantesca masa de activos que compró a través de sus programas de estímulo vía la flexibilidad monetaria.

La política monetaria en Estados Unidos no llegó a recurrir a tasas nominales negativas, pero sí ha mantenido tasas reales negativas. Y hay otros bancos centrales del mundo capitalista desarrollado que persisten en una postura de tasas nominales negativas. Sobresale el ejemplo del Banco Central Europeo que mantiene una tasa de depósito de menos 0.3 por ciento. El Banco Central de Japón sigue sosteniendo una tasa negativa de 0.1 por ciento sobre reservas excedentes y la tasa de los bonos a 10 años sigue en cero por ciento. Los bancos centrales de Suiza y Suecia mantienen tasas negativas: menos 0.75 y menos 0.35 por ciento, respectivamente. Esas tasas negativas significan que si un agente deposita una cantidad en el banco, al llegar el vencimiento de dicha inversión recibirá menos de lo que originalmente depositó.

miércoles, 17 de mayo de 2017

El Bundesbank desenmascara la teoría neoliberal

Alejandro Nadal, La Jornada

La teoría económica convencional ha sido expuesta una vez más como un gran depósito de fantasías. Sólo que esta vez la tarea de correr el velo de mentiras le correspondió nada más y nada menos que al banco central de Alemania, el Deutsche Bundesbank.

En su informe del mes de abril pasado, el Bundesbank comenta que a pesar de la política monetaria expansiva aplicada por el Banco Central Europeo (BCE) en respuesta a la crisis económica y financiera, la masa monetaria amplia, conocida en la jerga del mundo bancario como M3, sólo creció moderadamente en 2015 y 2016. Habría que añadir que entre 2009 y 2014 el crecimiento de esta medida de masa monetaria en circulación fue insignificante.

Esto significa que la inyección de liquidez que realizó el BCE para reactivar el crédito bancario a través de su política de tasa de interés cero no ha servido para reactivar el crédito bancario hacia la economía real. Recordemos que el BCE presta a los bancos a una tasa de cero por ciento y les cobra apenas 0.4 por ciento por el exceso de sus reservas. Además, el BCE ha aplicado a partir de 2012 una política de operaciones de financiamiento de largo plazo, compra de activos y operaciones monetarias en el mercado secundario. Como resultado de esta combinación de políticas las reservas de los bancos en la eurozona han crecido de manera importante. Pero todo esto simple y sencillamente no se ha traducido en una expansión del crédito bancario, como lo revela el débil crecimiento del agregado monetario M3.

lunes, 8 de mayo de 2017

Argentina, argumentos monetaristas, especulación y crisis


Rolando Astarita, Sin Permiso

En una nota anterior acerca del carry trade y la bicicleta financiera en Argentina (aquí), calificamos a la política del Banco Central argentino de “monetarista” y dijimos que consistía, en lo esencial, en anclar el dólar para frenar la inflación. Sin embargo, el BCRA dice que su política es del tipo “objetivo inflación” (inflation targeting, como se la conoce en el mundo); y es un hecho que esta orientación es presentada en el establishment académico y económico como una superación de la vieja receta monetarista, consistente en el control de la masa monetaria como medio de control de la inflación. A su vez, el presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, ha dicho en repetidas oportunidades que su política es bajar la masa monetaria para disminuir la inflación; que no es lo que dice la ortodoxia del “objetivo inflación”.

A fin de clarificar las ideas, en esta nota analizamos las diferencias entre la política llamada de inflation targeting –en su formulación más estricta- y la política monetarista, para sacar luego algunas conclusiones acerca de la orientación del Banco Central y, por extensión, del gobierno de Cambiemos. Empezamos con las características centrales de la política objetivo inflación, en el marco de la economía argentina.

La política objetivo inflación y la situación en Argentina

La política objetivo inflación se ha venido aplicando de forma creciente en muchos países desde hace unos 25 años. A diferencia de lo que planteaban los monetaristas, los defensores de esta orientación admiten que los bancos centrales no pueden manejar la masa monetaria; pero sostienen que puede controlar la tasa de interés. Postulan también que existe una tasa de interés natural que lleva al equilibrio del pleno empleo sin inflación. Precisemos que ese nivel de equilibrio es el que alcanzaría espontáneamente el producto –usualmente medido en el PBI- si existiera plena flexibilidad de precios y salarios. En otros términos, es el producto que se lograría si todos los recursos estuvieran empleados; por eso se lo conoce como el producto potencial. Sin embargo, sigue el argumento, no siempre la economía llega a ese nivel, ya que existen rigideces de precios y salarios, e imperfecciones en los mercados. Por lo tanto, con frecuencia existe una brecha entre el producto real y el potencial. De ahí la necesidad y posibilidad para una cierta intervención del Estado en la economía, principalmente por vía de la política monetaria. La llamada “nueva síntesis neoclásica-keynesiana” se basa en esta idea.

jueves, 2 de febrero de 2017

Trump y la política monetaria no convencional

Alejandro Nadal, La Jornada

Durante su campaña, Trump fustigó exaltado a la Reserva Federal por su política monetaria. Hasta llegó a decir que la presidenta de la Fed, Janet Yellen, debería estar avergonzada por mantener la tasa de interés tan baja con fines electoreros, porque eso permitía que Obama y Hillary dijeran que la economía se estaba recuperando. Pero hay otro tema más candente que involucra a la Fed y sobre el cual Trump guardó un cauteloso silencio: la expansión de la base monetaria que instrumentó la Fed entre 2008 y 2014 a través de sus programas de flexibilización cuantitativa o QE (por sus siglas en inglés).

Para entender los alcances de este tema hay que señalar que la QE es un experimento monetario nunca antes llevado a cabo. Sus implicaciones son enormes y van desde su impacto sobre la credibilidad del dólar hasta las posibilidades de desatar fuertes presiones inflacionarias en el futuro. Vale la pena hacer algo de historia.

Al estallar la crisis en 2008, el gobierno de Estados Unidos respondió en un primer momento comprando los activos tóxicos que estaban en las hojas de balance de los bancos y otras instituciones financieras. Mucho se discutió sobre ese programa del Ejecutivo para el rescate bancario, pero lo que nunca se vio venir es que la verdadera redención de los bancos estaría a cargo de la Reserva Federal.

miércoles, 31 de agosto de 2016

Un agujero llamado Jackson


Alejandro Nadal, La Jornada

En el estado de Wyoming existe un valle llamado Jackson Hole. Desde 1982 el Banco de la Reserva federal de Kansas City organiza en ese lugar un simposio para administradores de bancos centrales y académicos interesados en política monetaria. A pesar de su nombre, Jackson no es un agujero. Es un valle que fue escogido porque al entonces presidente de la Reserva federal, Paul Volcker, le gustaba pescar truchas y el lago es un excelente sitio para esa actividad.

Este año lo más esperado en este simposio no tiene nada que ver con las pobres truchas y sí mucho con el discurso de la señora Janet Yellen, presidenta de la Fed, sobre las perspectivas del instituto monetario frente a un posible aumento en la tasa de interés.

Durante las últimas décadas el público ha escuchado sin cesar que la inflación era el peor enemigo a combatir. Ese fue el dogma alrededor del cual se organizó la política macroeconómica, tanto en su vertiente fiscal como monetaria. Pero desde que estalló la crisis económica y financiera global las cosas han cambiado radicalmente. Desde 2009 el enemigo es la deflación.

sábado, 2 de julio de 2016

La muerte del M3


Alfredo Apilánez, Rebelión
“El sector financiero ha redefinido la democracia con afirmaciones de que la Reserva Federal debe ser “independiente” de representantes democráticamente elegidos, a fin de actuar como el lobista de la banca en Washington. Esto exime al sector financiero del proceso político democrático, a pesar de que la planificación económica actual está ahora centralizada en el sistema bancario. El resultado es un régimen de manejos entre poseedores de información privilegiada y la oligarquía”
Michael Hudson

“Sólo hace falta proteger los secretos pequeños. Los grandes se mantienen debido a la incredulidad de la opinión pública”
Marshall McLuhan
En vísperas del desplome financiero de 2007-2008 un terso, sucinto y aparentemente trivial comunicado de la suprema autoridad monetaria imperial desataba el pasmo entre los más avezados tiburones de las finanzas: “la decisión fue un shock para la comunidad financiera y, aparentemente, para otros bancos centrales que reportaron no haber sido consultados”. La insólita comunicación se realizó además con nocturnidad y alevosía. Como relata, con fina ironía, el analista Doug Gillespie: “El anuncio llegó a última hora de la tarde de un día en el que había cierre temprano en el mercado de bonos y en vísperas de una jornada vacacional en los mercados. Como mínimo, habría que calificarlo como extraño”.

Ante la supina indiferencia de los mass-media, la Reserva Federal de Estados Unidos –la fábrica de dólares, la moneda de reserva mundial (el 60% de las reservas de divisas y la moneda franca en el comercio de productos estratégicos)- anunciaba “vergonzantemente” que dejaba de publicar la estadística más completa de la oferta monetaria (cantidad de dinero y activos líquidos en circulación): “el M3 era probablemente la estadística más importante producida por la Fed y el mejor ‘controlador’ de la actividad económica y la inflación”. De nuevo Gillespie: “Muchos de nosotros creemos que las medidas de la cantidad de dinero son herramientas analíticas muy importantes. En este aspecto, el M3 es, con mucho, la más relevante. Empero, parece que la Reserva Federal disiente, aunque tampoco nos dice por qué”. En un mundo saturado de estadísticas sobre las más nimias fruslerías, ¿cómo es posible que la institución financiera más importante del planeta borre de un plumazo de su registro el más relevante de sus datos: la información sobre el dinero que fabrica? La conclusión de Gillespie acerca de las implicaciones de la añagaza no puede ser más desasosegante: “¿Acaso estoy sugiriendo que debe estar ocurriendo algo de naturaleza horrenda? Ciertamente, lo estoy haciendo”.

miércoles, 8 de junio de 2016

Deutsche Bank: "El BCE y sus errores se han convertido en la mayor amenaza para la Eurozona"


David Folkerts-Landau, economista jefe de Deutsche Bank, cree que el BCE se ha embarcado en una política totalmente errónea. Unos tipos de interés muy bajos y el programa de estímulos o quantitative easing han desalentado a los países de la Eurozona a proseguir con las reformas estructurales. Ahora, "los riesgos de nuevos cracs están por todas partes". El BCE y "sus errores se han convertido en la amenaza número uno para la existencia de la Eurozona", asegura Flokerts-Landau.

El Banco Central Europeo ha reducido los tipos de interés al 0%, a la par "que se ha embarcado en un programa de compras masivas de deuda soberana de países de la Eurozona (QE). Pero los que venden esa deuda soberana al BCE no han invertido ni gastado ese dinero, lo han dejado en depósitos en sus bancos, y esos bancos a su vez lo han vuelto a depositar en el BCE", explica el economista alemán.
"No hay duda de que si todo esto no funciona para estimular el crecimiento y la inflación, el próximo paso será el conocido helicóptero del dinero. Los futuros estudiantes de historia monetaria estudiarán estos sucesos mientras sacuden sus cabezas con incredulidad... Estos errores de política monetaria han convertido al BCE en la mayor amenaza para la existencia de la Eurozona a largo plazo: Esto parece contradictorio ya que el BCE aseguró 'estar listo para hacer cualquier cosa' por la supervivencia de la Eurozona. Pero intentando estimular el crecimiento y la inflación con menores tipos y comprando bonos, está acabando con los incentivos para las reformas estructurales", asegura Folkerts-Landau.
Este economista sostiene que ahora los riegos de que se produzcan nuevos cracs "están por todas partes". El crecimiento es anémico y la inflación no remonta, mientras tanto pocos países han implementado medidas reales para reducir su deuda pública, "Italia no sería sostenible sin la ayuda del OMT (Outright Monetary Transactions-compra de bonos) del BCE. Así, el Banco Central Europeo falla en su deber de promover la sostenibilidad económica y la estabilidad financiera".

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lunes, 6 de junio de 2016

El gran error y el gran dolor causado por el neoliberalismo promovido por los conservadores, liberales y socioliberales

Vicenç Navarro, Público

Si usted, lector, lee la prensa económica o las páginas económicas de la prensa en general, habrá visto que en bastantes países se han introducido prácticas bancarias mediante las que las instituciones financieras, en lugar de pagar intereses por el dinero que el ciudadano deposita en el banco, cobran a este para guardarle el dinero. Es lo que llaman intereses negativos. Y usted se preguntará: ¿por qué lo hacen? Y la respuesta a esta pregunta varía según el economista al cual usted pregunte. Las llamadas “ciencias económicas” no son tan científicas como la mayoría de la población cree. La respuesta a la pregunta que usted se hace dependerá de los valores que tenga el economista que le responda.

Una respuesta muy frecuente que le darán es que hoy hay en el mundo muchísimo dinero. En realidad, hay tanto que no se sabe qué hacer con él. Y, para los ricos, es más seguro tener el dinero depositado en el banco que tenerlo debajo de la almohada en su domicilio. Y tendrá que admitir que la respuesta tiene cierta lógica. Ahora bien, lo que usted es probable que hiciera si tuviera mucho dinero sería que, en lugar de poner su dinero debajo de la almohada o en un banco, intentaría utilizarlo, bien invirtiéndolo, bien comprando propiedades que le generaran renta ahora o más adelante, o aumentando el consumo. Y esto es precisamente lo que la mayoría de economistas también le dirán. Y puesto que el problema mayor que tienen hoy las economías desarrolladas es la escasa demanda, parece lógico que se tomen medidas para aumentar el consumo. De ahí que las autoridades públicas intenten que, en lugar de guardar el dinero, la gente lo utilice comprando. Es importante, por lo tanto, que los bancos, en lugar de pagarle unos intereses por sus depósitos, incrementando el ahorro, le cobren a usted cuando usted quiera guardar su dinero en el banco, porque lo que el Estado quiere es que usted lo gaste en lugar de guardarlo.

sábado, 4 de junio de 2016

La ilusoria independencia del BCE


Yanis Varoufakis, Project Syndicate

Un compromiso con la independencia de los bancos centrales es una parte vital del credo que se supone que deben defender los responsables "serios" de la política económica (privatización, "flexibilidad" del mercado laboral y demás). Ahora bien, ¿de qué se espera que sean independientes los bancos centrales? La respuesta parece obvia: de los gobiernos.

En este sentido, el Banco Central Europeo es el banco central independiente por excelencia: ni un solo gobierno lo respalda y se le está expresamente prohibido apoyar a alguno de los gobiernos nacionales de los cuales es el banco central. Y, sin embargo, el BCE es el banco central menos independiente del mundo desarrollado.

La dificultad clave es la cláusula de "no rescate" del BCE -la prohibición de ayudar al gobierno de un estado miembro insolvente-. Como los bancos comerciales son una fuente esencial de financiamiento para los gobiernos miembro, el BCE está obligado a negarles liquidez a los bancos domiciliados en miembros insolventes. En consecuencia, el BCE se basa en reglas que le impiden desempeñarse como prestador de último recurso.

jueves, 26 de mayo de 2016

La falsa promesa de las tasas de interés negativas

Robert Skidelsky, Project Syndicate

Como biógrafo y estudioso de John Maynard Keynes, a veces me preguntan: “¿Qué pensaría Keynes sobre las tasas de interés negativas?”

Es una buena pregunta, una que recuerda un acápite del libro de Keynes La teoría general en el cual señala que si el gobierno para solucionar el problema del desempleo no puede pensar en algo que sea más sensato (por ejemplo, digamos, construir viviendas), se podría considerar como hacer algo enterrar botellas llenas de papel moneda y desenterrarlas nuevamente, en vez de no hacer nada. Probablemente, Keynes hubiese dicho lo mismo acerca de las tasas de interés negativas: son una medida desesperada que toman los gobiernos que no pueden pensar en ninguna otra medida.

Las tasas de interés negativas son simplemente el más reciente esfuerzo infructuoso desde que sobrevino la crisis financiera mundial del año 2008 para reactivar las economías a través de medidas monetarias. Cuando mediante el recorte de las tasas de interés a niveles históricamente bajos no se logró reactivar el crecimiento, los bancos centrales adoptaron la llamada flexibilización cuantitativa: la inyección de liquidez en las economías mediante la compra de bonos gubernamentales y otros bonos de largo plazo. Esta medida fue parcialmente beneficiosa; sin embargo, los vendedores en su mayoría se quedaron con el dinero en efectivo, en lugar de gastar o invertir dicho dinero.

martes, 24 de mayo de 2016

Uno de los países más caros del mundo debate si debe regalar dinero a sus habitantes


El 5 de junio se celebrará en Suiza el referéndum que deberá decidir si el país adopta una renta básica universal, es decir, ofrecer un sueldo mensual a cada suizo simplemente por ser ciudadano, señala Bloomberg. La cantidad exacta de dinero que podría reemplazar los subsidios públicos en caso de que esta propuesta ganara en referéndum todavía se desconoce, pero se cree que ascendería a 2.500 francos suizos (2.522 dólares).

Aunque a primera vista la idea parece ser un acto de generosidad sin precedentes, hay que tener en cuenta que la vida en Suiza está muy lejos de ser barata, y disponer de 2.500 dólares al mes significa apenas superar el umbral de la pobreza.

Otro factor importante es que en Suiza no se necesitan muchos votos en apoyo de una iniciativa para celebrar un referéndum. Según los datos de las encuestas, cerca del 60% de los ciudadanos del país no quieren probar este mecanismo; tampoco simpatiza con la propuesta el actual Gobierno, que explica su escepticismo argumentando que la introducción de la renta básica universal podría traer consecuencias como un aumento de los impuestos y una escasez de mano de obra.

Sin embargo, pese a las críticas, históricamente, EEUU, Canadá y algunos países africanos han estudiado la posibilidad de introducir el ingreso garantizado, y actualmente la iniciativa se discute en Finlandia y los Países Bajos, que tienen previsto ponerla en práctica de manera experimental en varias ciudades.

lunes, 23 de mayo de 2016

Los tipos negativos son un impuesto escondido


Matthew Lynn, El Economista

Los bancos centrales han recortado los tipos de interés a casi nada. Han impreso dinero a gran escala. Donde no ha funcionado del todo (para ser sinceros, en casi ningún sitio lo ha hecho), disponen de una nueva herramienta: los tipos de interés negativos. En una tercera parte de la economía global, el dinero que ingresamos en el banco no solo no genera ningún beneficio, sino que encima nos cobran por tenerlo ahí.

Eso está causando una economía extraña de Alicia en el país de las maravillas, donde nada es exactamente lo que parece. Los gobiernos quieren que retrasemos el pago de impuestos todo lo posible, la compañía hipotecaria quiere que sigamos viviendo en la misma casa y el efectivo está tan solicitado que hasta se habla de abolirlo.

El verdadero problema de los tipos negativos podría ser muy distinto. Como argumenta un nuevo y fascinante informe del Fed de Saint Louis, en realidad son una clase de impuesto. Imponen un gravamen sobre el sistema bancario que alguien tiene que pagar?, y ese alguien probablemente seamos nosotros. Eso quizás explique por qué gustan tanto a los bancos centrales y a los gobiernos. Unos gobiernos endeudados hasta las cejas siempre estarán dispuestos a instaurar un nuevo tipo de impuesto, sobre todo si sus votantes no se van a dar cuenta. Y eso también explica por qué no funcionan: gran parte de la economía con problemas, en especial en Europa, ya está asfixiada bajo una carga tributaria imposiblemente alta.

martes, 19 de abril de 2016

El peligroso mundo de los tipos negativos: de la ansiedad bursátil al pánico bancario


Parece que las familias japonesas se están aficionando a las cajas fuertes en casa. Según la fabricante Eiko, las ventas se han duplicado desde el pasado otoño. En Alemania, la reaseguradora Munich Re ya está experimentando con la posibilidad de guardar millones de euros en efectivo en sus propias oficinas.

¿Por qué ocurre esto? La razón más probable, y la que se suele dar, es que en un mundo de tipos de interés negativos, compensa evitar dejar el dinero en el banco, y bueno, una caja fuerte es más segura que un colchón. Es la nueva realidad de un mundo vuelto del revés por la política monetaria moderna, en la que cobran los que piden dinero y los ahorradores son penalizados. Casi 500 millones de personas en una cuarta parte de la economía global viven en países con tipos de interés por debajo de cero.

Un fenómeno que hubiera sido inconcebible antes de la crisis financiera de 2008, y ahora no solo pequeños países como Suiza o Dinamarca, sino gigantes como el BCE y el Banco de Japón están experimentando con estas medidas para intentar fomentar la inflación. El objetivo global es que los bancos presten dinero, especialmente a consumidores y empresas, quienes a su vez deberían beneficiarse de estos bajos tipos. Además, se busca una caída del tipo de cambio que eleve las exportaciones e incremente los precios de las importaciones.

domingo, 17 de abril de 2016

¿Qué hay de malo con las tasas de interés negativas?


Joseph Stiglitz, Project Syndicate

A principios de enero escribí que las condiciones económicas este año iban a ser tan débiles como las del 2015, que fue el peor año desde la crisis financiera mundial del 2008. Y, tal como ya ha ocurrido en varias ocasiones durante la última década, después de transcurridos unos pocos meses del año, los pronósticos más optimistas realizados por otros están siendo corregidos a la baja.

El problema subyacente – que ha plagado la economía mundial desde la crisis, pero que se ha empeorado ligeramente – es la falta de demanda agregada global. Ahora, en respuesta a ello, el Banco Central Europeo (BCE) ha intensificado su estímulo y se ha unido al Banco de Japón y a un par de otros bancos centrales en sus esfuerzos por mostrar que el “límite inferior cero” – es decir, la incapacidad de las tasas de interés de convertirse en negativas – es un límite que sólo está presente en la imaginación de los economistas convencionales.

lunes, 4 de abril de 2016

Los bancos centrales no admitirán haberse quedado sin munición


Matthew Lynn, El Economista

Las bazucas, cargadas. Los helicópteros de ataque, con el depósito lleno y listos para volar. El arsenal, completo con armas nuevas y espantosas, nunca antes vistas. Tal vez no sorprenda que los bancos centrales recurran a metáforas militares para describir su lucha contra la deflación. En su opinión, están librando una guerra y, como los generales en el campo de batalla, sus tácticas son tanto psicológicas como económicas.

En las últimas semanas, a raíz de la enésima ronda de medidas políticas extraordinarias de los bancos centrales en Europa y Japón, los altos responsables han dedicado mucho tiempo a decir a los mercados que aún les queda mucha munición en el armario. ¿Qué iban a decir si no?

Como un general que nunca admitiría estar quedándose sin armas ni munición, aunque fuese cierto, un banquero central jamás reconocería que se le acaban las herramientas para que la economía vuelva a crecer. La verdad es muy distinta. Así es. Puede que contemplen muchas ideas nuevas, desde lanzar dinero del aire a cambiar de base las monedas, pero ninguna tiene visos de funcionar. Más vale que pronto lo admitan.

viernes, 25 de marzo de 2016

¿Es "arrojar dinero desde helicópteros" la fórmula mágica para salvar la economía?



Más de 600 recortes de tipos de interés y compras de activos por miles de millones de dólares: ninguna de estas medidas tomadas por los bancos centrales de los países desarrollados ha logrado impulsar la inflación o un crecimiento económico notable, escribe Bloomberg.

Con lo cual, para sacar al mundo del estancamiento desinflacionista podría utilizarse la estrategia conocida como 'arrojar dinero desde helicópteros', o sea, que los bancos centrales financien directamente el estímulo público. Dicho concepto fue propuesto por Milton Friedman, premio de Ciencias Económicas del Banco de Suecia, en 1969, quien imaginó el dinero recién impreso lanzado desde helicópteros.

miércoles, 16 de marzo de 2016

¿Llegará el helicóptero monetario?

Alejandro Nadal, La Jornada

La mayor parte de las economías capitalistas desarrolladas tienen ya varios años de estar aplicando una política monetaria con tasas de interés cercanas a cero. Esta postura de política monetaria (conocida como ZIRP, por sus siglas en inglés) busca crear incentivos para que el crédito vuelva a fluir hacia inversionistas y consumidores.

Los efectos reales de esta política no han sido lo que se esperaba. Las economías que han aplicado una ZIRP no han logrado recuperarse de la crisis de 2008. Y si la economía mundial se hunde en la recesión parece que los bancos centrales ya no tienen instrumentos para responder a la nueva emergencia. Se les acabó la pólvora cuando la verdadera guerra está a punto de comenzar.

Los límites de la política monetaria son bien conocidos. Aún con una tasa ZIRP los bancos comerciales no están otorgando créditos y ni los consumidores, ni los inversionistas están haciendo colas para pedir préstamos. Como dice el refrán, se puede llevar un caballo al abrevadero pero no se le puede obligar a tomar agua

jueves, 10 de marzo de 2016

El BCE baja los tipos de interés al 0% y comprará también deuda corporativa

Draghi ha desenfundado el bazooka, retomando el tipo de munición que ya empleó en 2014 y sorprendiendo al mercado con su contundencia, en lo que se podría considerar la tercera versión del "hacer lo que sea necesario". Es decir, lo ha hecho a lo grande: rebaja de tipos, inmersión mayor en los tipos negativos por aparcar el dinero en el banco, ampliación del programa de compra de activos (tanto en volumen como en tipo) y, sobre todo, una nueva barra libre de liquidez que podría significar que el Banco Central Europeo (BCE) pague a las entidades financieras que aumenten el crédito.

En concreto, el BCE ha decidido bajar los tipos de interés al mínimo histórico del 0% (aunque el presidente del BCE antes hubiera dicho que el 0,05% era el límite) y ha bajado el interés de la facilidad marginal de crédito al 0,25% (desde el 0,3%) y ha rebajado también más la tasa sobre los depósitos (el dinero que la banca aparca en la institución) hasta el -0,4%, desde el -0,3% anterior.

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