Los israelíes no permitirán que 3,3 millones de palestinos vivan en lo que el régimen considera “los corazones bíblicos de 'Israel'”; buscan un “Gran Israel” con la menor cantidad posible de palestinos allí
Robert Inlakesh, Al Mayadeen
El régimen israelí pretende desmantelar definitivamente la idea de la llamada "solución de dos Estados", como parte de su solución definitiva más amplia a la cuestión palestina. Para lograrlo, incluso la Autoridad Palestina tendrá que caer, y con ello vendrá una nueva serie de horrores para la Cisjordania ocupada.
Desde el 7 de octubre de 2023, la entidad sionista ha librado una campaña regional que su primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha denominado la "guerra de los siete frentes". El objetivo, declarado públicamente, de esta guerra regional es lograr la "victoria total". Si bien muchos analistas siguen cubriendo la guerra de Gaza como un asunto separado de los demás frentes, esta interpretación es errónea de la realidad que observamos sobre el terreno.
Al analizar el papel de Cisjordania en la actual guerra regional, carecería de sentido considerarla fuera de su contexto adecuado. Para empezar, la operación del 7 de octubre se utilizó como pretexto para acelerar los objetivos más extremos que perseguía la entidad sionista.
Los israelíes habían sufrido el mayor golpe militar de su historia, destrozando su modelo de proyección de poder y sacudiendo los cimientos mismos de los pilares fundamentales del sionismo. En respuesta, la entidad supremacista decidió ir a por todas, aunque esto fue más rápido en algunos frentes que en otros.