El aumento de la violencia debería enviar un mensaje contundente a todos aquellos que creen que se puede confiar en la ocupación respecto del cese del fuego en Gaza: simplemente ha desplazado el centro de su brutal agresión a Cisjordania.
Hannan Hussain, Al Mayadeen
Los ataques israelíes contra Cisjordania siguen adquiriendo una nueva intensidad. Tras el alto al fuego en Gaza, las fuerzas de ocupación y los colonos han trabajado de conjunto para atacar a palestinos inocentes, abriendo fuego e hiriendo a decenas de personas.
El aumento de la violencia debería enviar un mensaje contundente a todos aquellos que creen que se puede confiar en la ocupación: simplemente ha trasladado el centro de su brutal agresión a Cisjordania. “Su madre la estaba alimentando cuando recibió una bala del francotirador en la cabeza”, dijo la abuela de Laila al-Khatib, la niña palestina de dos años asesinada a tiros por las fuerzas de ocupación durante el fin de semana. Esta violencia no puede verse de forma aislada y tiene el potencial de perturbar el alto al fuego en Gaza.
Tomemos en cuenta la violenta incursión de las fuerzas sionistas en la mezquita de Al-Aqsa en 2023. El evento mortal se convirtió en un catalizador de contagios en otras partes, promoviendo escaladas y aumentando el alcance de los enfrentamientos. En la actualidad, "Israel" está poniendo a prueba la capacidad de la Resistencia para responder a su ataque mortal en la Cisjordania ocupada y está creando condiciones que podrían provocar reacciones más adecuadas.
Las realidades sobre el terreno hablan por sí solas: cientos de palestinos en el campo de refugiados de Yenín se vieron obligados a abandonar sus hogares y el número de víctimas en la Cisjordania ocupada ha alcanzado los dos dígitos. Al presionar para ampliar las incursiones de la ocupación "a gran escala", "Israel" muestra pocas señales de detener su campaña de terror.