Cuando el primer Foro Social Mundial se celebró en Porto Alegre, Brasil, en 2001, pretendía ser un contrapunto al Foro Económico Mundial de Davos, Suiza. Davos era el mundo del Uno por Ciento. Porto Alegre era el mundo del resto de nosotros. Hoy Katmandú, sede del XVI Foro Social Mundial, es el mundo del resto de nosotros.
El Foro Social Mundial estaba destinado a transmitir nuestra resistencia al capitalismo global y sus depredaciones. También pretendía ser una afirmación de solidaridad de todas las personas y redes que luchan por la justicia social y la paz. También fue una oportunidad para reunirnos y planificar el futuro, un futuro en el que, como decía el lema del FSM, otro mundo es posible.
En su novela sobre vidas entrelazadas con la Revolución Francesa, el novelista Charles Dickens dijo que fue el mejor y el peor de los tiempos.
Estos días son sin duda los peores. La catástrofe climática amenaza al planeta. El neoliberalismo ha fracasado estrepitosamente, pero sigue estando aún más arraigado como ideología y política. Estamos siendo testigos del ascenso del fascismo a nivel mundial; de hecho, justo al sur de Nepal, hemos visto al fascismo levantar su fea cabeza en la India. Estamos siendo testigos de dos genocidios. Uno está teniendo lugar en Myanmar, donde la elite militar se aferra desesperadamente al poder matando indiscriminadamente a toda la oposición, una tarea que es imposible ya que la resistencia controla ahora el 60 por ciento del país. El mayor genocidio está teniendo lugar en Gaza, donde los israelíes ya han matado a unos 29.000 palestinos, el 70 por ciento de los cuales son mujeres y niños. Ahora están a punto de entrar en la ciudad de Rafah, prometiendo más matanzas y más dolor.
No he dormido bien por la noche desde la invasión israelí de Gaza. De hecho, no se puede disfrutar de un momento de felicidad personal mientras se produce una matanza masiva en algún lugar del mundo. Esta capacidad de empatizar con los sufrimientos de los demás es la base de la solidaridad humana. Proviene de nuestra humanidad común.
Nos preguntamos: ¿por qué Israel está tan comprometido con la destrucción total de los palestinos como pueblo? Nos preguntamos: ¿por qué Estados Unidos está tan comprometido a proporcionar armas y municiones para permitir el genocidio? Nos preguntamos: ¿por qué Europa, que una vez nos dijo en el Sur global que era el pináculo de la civilización, apoya la barbarie?
Sí, este es el peor de los tiempos. ¿Pero es el mejor de los tiempos? Eso depende de todos y cada uno de nosotros. ¿Estamos dispuestos a asumir los grandes desafíos de los tiempos?
¿Estamos dispuestos a hacer todos los esfuerzos posibles para salvar al planeta de la catástrofe climática que ha creado el capitalismo global?
¿Seguiremos librando la lucha política e ideológica para desarraigar y desmantelar el neoliberalismo?
¿Estamos dispuestos a arriesgar nuestros cuerpos contra el avance del fascismo?
¿Vamos a darlo todo por la lucha para detener el genocidio en Gaza y en otros lugares?
Permítanme terminar citando una entrevista que le hice a Usamah Hamdan, el representante de Hamás en el Líbano, que hice en Beirut en 2004. Le pregunté si no temía por su vida, dado que era un líder de alto perfil de la organización. Aquí estaba su respuesta:
Estoy en dos listas [de asesinato], una con seis nombres y otra con 12 nombres. Pero estoy viviendo mi propia vida normalmente. Desayuno con mis hijos, siempre intento hacerlo porque es cuando puedo hablar con ellos y preguntarles sobre su día y sus planes. Visito a mis amigos y mis amigos me visitan. Hace poco salí con mis hijos a nadar en el mar. Sólo mueres una vez y puede ser de cáncer, en un accidente automovilístico o por asesinato. Dadas estas opciones, prefiero el asesinato.El espíritu reflejado en la respuesta de Hamdan es, en mi opinión, la razón por la que los palestinos, incluso frente al genocidio, al final triunfarán. Tomemos fuerzas de ese espíritu. Palestina nos necesita. Pero también necesitamos a Palestina. Y agradezcamos a Palestina por marcar el camino, por iluminar el camino para el resto del mundo.
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Walden Bello , columnista de Foreign Policy in Focus , es autor o coautor de 19 libros, el último de los cuales es Capitalism's Last Stand? (Londres: Zed, 2013) y State of Fragmentation: the Filipinas in Transition (Quezon City: Focus on the Global South y FES, 2014).
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