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domingo, 8 de junio de 2025

El Reino Unido se prepara para la guerra

En primer lugar, con Rusia, aunque Londres revisa otras amenazas

Leonid Savin, Oriental Review

El lunes 2 de junio de 2025, el Gobierno británico publicó el tan esperado Strategic Defence Review 2025, un documento de 140 páginas que ofrece una visión del desarrollo de las fuerzas armadas del país, su uso y las amenazas a las que se enfrenta el Reino Unido.

El preámbulo señala que «la amenaza a la que nos enfrentamos ahora es más grave y menos predecible que en cualquier otro momento desde la Guerra Fría». El Reino Unido se enfrenta a la guerra en Europa, a la creciente agresión rusa, a nuevos riesgos nucleares y a ciberataques diarios en su territorio. Nuestros adversarios están colaborando más entre sí, mientras que la tecnología está cambiando la forma de hacer la guerra. Los drones matan ahora a más personas que la artillería tradicional en la guerra de Ucrania, y quien consiga que sus Fuerzas Armadas dispongan de las nuevas tecnologías más rápidamente tendrá ventaja».

Además, se explica que el Reino Unido está experimentando «un cambio histórico en nuestra disuasión y defensa: pasar a la preparación para la guerra con el fin de disuadir las amenazas y reforzar la seguridad en el área euroatlántica. A medida que el Reino Unido asume una mayor responsabilidad en la seguridad europea, debemos tener una política de defensa que dé prioridad a la OTAN y liderar dentro de la Alianza. El Reino Unido se convertirá en la vanguardia de la innovación en la OTAN».

En resumen, la nueva estrategia sugiere cuatro direcciones que deberían conducir a algún tipo de efecto sinérgico:

lunes, 19 de mayo de 2025

¿La rusofobia, una enfermedad epidémica británica?


Robert Skidelsky, Sin Permiso

En 1836, el filósofo liberal John Stuart Mill afirmó que el Gobierno de Lord Melbourne estaba afectado por la “enfermedad epidémica de la rusofobia”, un pánico irracional que había provocado un aumento innecesario del gasto en defensa.

La disidencia de Mill socava la visión de la historiografía convencional de que la rivalidad anglo-rusa del siglo XIX era una contienda puramente geopolítica —el llamado Gran Juego— por el control de Asia Central, siendo el motivo de Gran Bretaña proteger su Imperio indio contra el avance ruso hacia el océano Índico. Para Gran Bretaña, apoyar al decadente Imperio otomano se consideraba crucial para la defensa de la India.

En la reelaboración de Jonathan Parry de la historia del siglo XIX, la recurrente convicción británica de que Rusia era intrínsecamente expansionista se debía menos a cualquier proyecto concreto ruso que a la creencia liberal democrática de que las autocracias eran expansionistas y agresivas por naturaleza. En resumen, las raíces de la rivalidad eran ideológicas, no geopolíticas, y los choques de intereses (que existían) se interpretaban en términos civilizatorios.

Los registros del siglo XIX también muestran que la rusofobia era recurrente más que continua, con intensos episodios de indignación moral interrumpidos por alianzas funcionales y compromisos. Pero la hostilidad ideológica subyacente de los británicos hacia la autocracia rusa impedía cualquier calidez en la relación o confianza en su permanencia.

jueves, 10 de abril de 2025

Un golpe mortal para el neoliberalismo

La guerra comercial de Donald Trump nos adentra en una fase cualitativamente nueva de la historia del capitalismo. Sin embargo, el nuevo orden económico que está tomando forma es tan «globalista» como el régimen neoliberal al que suplanta. El artículo que sigue es una reseña de What Was Neoliberalism? Studies in the Most Recent Phase of Capitalism, 1973-2008, de Neil Davidson (Haymarket Books, 2024).

David Jamieson, Jacobin

Donald Trump aparece cada vez más como la pura negación del proyecto neoliberal. Algunos de sus seguidores ideológicos se complacen en presentarlo en términos similares. Sin embargo, el nuevo régimen de Trump ejemplifica muchas de las características que llegaron a definir la era neoliberal.

Consideremos la prominencia de multimillonarios simpatizantes en y alrededor de la nueva corte. Producto del periodo neoliberal, este estrato de oligarcas abarrotaba en homenaje el complejo de Mar-a-Lago de Trump incluso antes de su regreso a Washington.

El presidente le encargó al escabroso barón de la tecnología Elon Musk que encabece un gran asalto contra gasto «despilfarrador», que implica de forma prominente la disciplina laboral en el mayor empleador individual de EEUU, el Estado federal. Otro asalto contra sistema tributario se perfila como un importante reto legislativo en el primer año de Trump. Ya escuchamos estas melodías antes.

Sin embargo, a pesar de todas las recapitulaciones de temas familiares, el propio neoliberalismo está muriendo definitiva y finalmente. El monótono alarde de Trump sobre la guerra comercial y su abierto desprecio por el «orden internacional liberal» marcan un cambio importante dentro de las estructuras del capitalismo global. Mantener que nada significativo está cambiando más allá de este punto requeriría desechar la definición de un período neoliberal en sí mismo.

sábado, 22 de marzo de 2025

El fallido intento de Francia de salvar su Imperio

En la década de 1950, Francia emprendió un ambicioso esfuerzo para modernizar su imperio adoptando las costumbres locales y promoviendo gobiernos autónomos limitados. No era más que el intento de crear una ideología moderna para el colonialismo, y fracasó rotundamente.

Charlie Taylor, Jacobin

Dos años después de la invasión estadounidense de Afganistán y al comienzo de su campaña en Irak, el personal de operaciones especiales del Pentágono proyectó para sus empleados la película de 1965 La batalla de Argel, de Gillo Pontecorvo. Un folleto que acompañaba la proyección explicaba que ofrecía una visión de cómo los militares franceses podían «ganar una batalla contra el terrorismo y perder la guerra de las ideas».

A los ojos del Departamento de Defensa estadounidense, la incapacidad de ganarse los corazones y las mentes de la población argelina había echado por tierra el supuesto éxito militar de los movimientos franceses de contrainsurgencia contra el Frente de Liberación Nacional (FLN). En consecuencia, la guerra parecía condenada al fracaso desde el principio.

Esta interpretación del conflicto argelino ha prevalecido a menudo en la historiografía anglófona de la revolución. Sin embargo, como muestra el historiador Terrence G. Peterson en su nuevo libro Revolutionary Warfare, la noción de una victoria militar precedida de una derrota política fue perpetuada por el propio ejército francés. Esto se debió en gran parte a la proactividad de los oficiales militares franceses a la hora de promover y teorizar sobre la Guerra de Argelia como una transformación importante en las reglas del conflicto global en la década de 1960.

La paranoia de la Guerra Fría, el declive imperial y una multitud de aparentes amenazas comunistas se combinaron en un cóctel tóxico. Bajo su influencia, los partidarios de la derecha se mostraron incapaces de conseguir una justificación racional de la guerra. Los movimientos anticoloniales y de liberación, desde Vietnam hasta el norte de África, plantearon cuestiones nuevas y fundamentales a los restos del Estado colonial francés. ¿Cómo librar una guerra contra un enemigo que se esconde en la sombra, que cuenta con la complicidad de las comunidades rurales y que se constituye a través de levantamientos geográficamente dispares?

martes, 11 de marzo de 2025

Cuando Washington lee a Dugin: la influencia clandestina de un ideólogo ruso

A menudo imaginamos que el poder se forja en los silenciosos pasillos del gobierno, en las sombras de los gabinetes ministeriales o bajo la sombra de los palacios. Sin embargo, a veces existen fuerzas más discretas, corrientes intelectuales que, como ríos subterráneos, moldean lenta pero inexorablemente el paisaje ideológico de una nación. Así es como Alexander Dugin, un pensador nacionalista ruso relegado durante mucho tiempo a los márgenes de la vida académica, está encontrando ahora un eco inesperado en la derecha estadounidense, hasta el punto de dar forma a los discursos de los funcionarios de la administración Trump.

Balbino Katz, Voxnr.fr

Durante décadas, Dugin ha estado construyendo un sistema de pensamiento político en el que el Occidente liberal, percibido como decadente y corrosivo, se enfrenta a un eje euroasiático liderado por Moscú. Su libro de 1997 Los fundamentos de la geopolítica fue recomendado en su día a la Academia del Estado Mayor ruso. En él esboza un programa expansionista para la Rusia postsoviética, que va desde la manipulación de las tendencias aislacionistas de Estados Unidos hasta la absorción gradual de las antiguas repúblicas soviéticas. Ignorado durante mucho tiempo por los círculos de poder occidentales, este conjunto de ideas disfruta ahora de una segunda vida tan brutal como inesperada en los círculos conservadores estadounidenses.

Es cierto que no existe ningún documento oficial que demuestre que Dugin inspira directamente a la Casa Blanca. Sin embargo, sus tesis se infiltran en el discurso de personalidades influyentes. Por ejemplo, Marco Rubio, actual Secretario de Estado, utilizó recientemente el término «multipolaridad» para describir el orden mundial futuro, un concepto central en el pensamiento duginiano, asumido desde hace tiempo por Vladimir Putin. Del mismo modo, J.D. Vance, vicepresidente estadounidense, denunció recientemente el «colapso de los valores occidentales» en una retórica que recuerda a las diatribas del teórico ruso.

viernes, 21 de febrero de 2025

Europa a la deriva

Los Sociópatas de la Guerra, empeñados no sólo en la descomposición social de Europa sino en ponerla en riesgo de aniquilamiento, nos llevarán a un escenario eruptivo, de estallidos sociales

Andrés Piqueras, La Haine

Parece mentira el grado de deterioro, podredumbre e insignificancia al que la que fuera centro del mundo durante la era colonial de la humanidad, pergeñadora del Sistema Mundial Capitalista, puede llegar.

En un esfuerzo entre servil y de miseria cortoplacista por defender los intereses de EEUU como propios (por ser unos intereses a los que cada vez se encuentra más ligada su clase capitalista a través del proceso de centralización del capital o absorción de empresas europeas por el capital estadounidense, así como por la deriva financiero-especulativa de su economía), Europa se lanzó a una guerra contra Rusia a través de Ucrania (riéndose repetidamente de los Acuerdos de Minsk, como sus líderes reconocieron), y a unas locas sanciones contra el gigante euroasiático que perjudicaron seriamente al campesinado y en general, a los exportadores del sector primario.

Tocaron de muerte a ramas enteras de la industria gracias a la elevación de los costos energéticos y privaron de un mercado en auge y de transacciones al sector servicios, banca incluida. Las propias compañías aéreas perdieron competitividad al no poder sobrevolar el espacio ruso ni desplazar pasajeros sobre esa enorme masa de tierra.

A esas decenas y decenas de miles de millones de euros perdidos habría que sumar los que EEUU, a través del mando de la OTAN, obliga a inyectar a un esfuerzo bélico tan descabellado como a la postre impotente, e incluso ya para mantener la propia OTAN. Detrayendo, con esto, más y más fondos públicos, privando crecientemente al Estado de su función redistributiva expresada en servicios sociales básicos así como en el cuidado de infraestructuras y aseguramiento de funciones soberanas.

jueves, 20 de febrero de 2025

No tiene sentido hablar sobre Ucrania


Aleksandr Dugin, Geopolitika

Lo más importante que debería ocurrir en Arabia Saudí debe ser la discusión entre dos líderes mundiales, que son representantes de las grandes potencias nucleares, Vladimir Putin y Donald Trump, acerca de la arquitectura del futuro orden mundial.

Vemos que Estados Unidos ha experimentado recientemente una profunda revolución ideológica que resulta muy real y cuya importancia difícilmente puede sobrestimarse. Trump y su equipo, los trumpistas, tienen una visión completamente diferente del destino de la humanidad, de Occidente, de Oriente, de amigos y enemigos, que la distancia de la administración Biden, y antes de ella, de Obama, Bush hijo, Clinton….

En las últimas décadas, Estados Unidos ha estado dominado por el modelo y la ideología globalistas liberales, incluida la idea de que debería producirse un avance gradual hacia la limitación de la soberanía de los Estados-nación y la transformación de la humanidad en una masa única bajo un gobierno mundial. Este modelo ha dominado tanto los procesos globales como la política nacional estadounidense, incluyendo otros ámbitos como la economía y la cultura. Pero Trump ha destruido ese globalismo liberal.

Para el globalismo, Rusia, como Estado y sociedad soberanos que defienden los valores tradicionales y tienen un perfil cultural, diplomático, político y civilizacional propio y único, era un enorme obstáculo. Entre otras cosas, esta fue la razón por la que se busco provocar y que acorralar a nuestro país, conduciéndonos a la guerra con el Occidente colectivo globalista en Ucrania.

martes, 4 de febrero de 2025

Rusia ha pasado del concepto de la Gran Europa al de la Gran Eurasia


Glenn Diesen, Voxnr.fr

La teoría liberal sugiere que la interdependencia económica crea la paz porque ambas partes ganan económicamente mediante el mantenimiento de relaciones pacíficas. Sin embargo, la teoría liberal es profundamente errónea porque supone que los Estados dan prioridad a la ganancia absoluta (ambas partes ganan y no importa quién gana más). Los Estados, debido a la competencia por la seguridad en el sistema internacional, deben centrarse en el beneficio relativo (es decir, quién gana más). Como reconocía Friedrich List, «mientras exista la división del género humano en naciones independientes, la economía política también estará a menudo reñida con los principios cosmopolitas» (1).

Una parte siempre será más dependiente que la otra en todas las relaciones de interdependencia. La interdependencia asimétrica permite al Estado menos dependiente crear condiciones económicas favorables y obtener concesiones políticas de un Estado más dependiente. Por ejemplo, la UE y Moldavia son interdependientes, pero la interdependencia asimétrica permite a la UE preservar su autonomía y ganar influencia.

El «equilibrio de dependencia» se refiere a una interpretación geoeconómica de un equilibrio de poder realista. En una asociación interdependiente asimétrica, la parte más poderosa y menos dependiente puede extraer poder político. Por lo tanto, la parte más dependiente tiene incentivos sistémicos para restablecer un equilibrio de dependencia reforzando su autonomía estratégica mediante la diversificación de sus asociaciones económicas con el fin de reducir su dependencia del actor más poderoso.

miércoles, 29 de enero de 2025

El Foro Económico Mundial de Davos 2025

El presidente Donald Trump tachó de «absolutamente absurdas» las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión durante un discurso en el Foro Económico Mundial el jueves y promocionó su orden ejecutiva que reconoce solo dos géneros como «política oficial».

Leonid Savin, Oriental Review

La semana pasada, jefes de gobierno, bancos y grandes corporaciones, economistas y partidarios de un programa político bastante extraño, que el fundador del foro, Klaus Schwab, llama la Cuarta Revolución Industrial o Reinicio, se reunieron una vez más en Davos. El WEF (Foro Económico Mundial) también es conocido por atraer a sus filas a varias estrellas y figuras públicas conocidas que, en opinión de los dirigentes del Foro, podrían ayudar a promover su agenda. Esta vez en Davos, Melanie Brown, exmiembro de las Spice Girls, fue presentada como una de los millones de mujeres en el mundo que han sido víctimas de violencia doméstica. Hubo otros discursos en el mismo espíritu de una mezcla bastante extraña de ideas del globalismo, el feminismo, el capitalismo, la tecnología y el neoliberalismo, aderezados con retórica democrática. No tiene sentido enumerar a todos los participantes y los nombres de las sesiones. Destacamos solo los detalles más significativos.

En comparación con cumbres anteriores, en este foro en particular se podía sentir cierto nerviosismo causado, en primer lugar, por la figura de Donald Trump, que en realidad declaró la guerra al globalismo y, por lo tanto, a la agenda que se promovió en el Foro de Davos.

Antes de la cumbre, varios economistas y banqueros predijeron que 2025 sería un año difícil y prometían posibles cambios. A la vista estaban el plan de acción del presidente estadounidense Donald Trump, el plan de Europa para evitar la «lenta agonía» y el superestímulo de China.

domingo, 19 de enero de 2025

¿Puede Trump salvar a Estados Unidos de sí mismo?

Trump podría simplemente continuar por el mismo camino metafísico y simplemente decir que sólo él tiene la visión de salvar a Estados Unidos de la Tercera Guerra Mundial.

Alastair Crooke, Strategic Culture

La semana pasada, el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Lavrov, desestimó las propuestas de paz del Equipo Trump para Ucrania como insatisfactorias. En esencia, el punto de vista ruso es que los llamados a un conflicto congelado no tienen sentido: desde el punto de vista ruso, tales ideas (conflictos congelados, ceses del fuego y fuerzas de paz) no pueden calificarse ni remotamente como el tipo de acuerdo basado en tratados y una “visión amplia” que los rusos defienden desde 2021.

Sin un fin duradero y permanente al conflicto, los rusos preferirán confiar en un resultado en el campo de batalla, incluso a riesgo de que su negativa conduzca a una escalada continua, incluso nuclear, de la política arriesgada de Estados Unidos.

La pregunta es más bien: ¿es posible una paz duradera entre Estados Unidos y Rusia?

La muerte del ex presidente Jimmy Carter nos recuerda la turbulenta “revolución” política de los años 1970, condensada en los escritos de Zbig Brzezinski, asesor de seguridad nacional de Carter: una revolución que atormenta las relaciones entre Estados Unidos y Rusia desde entonces hasta la fecha.

La era Carter vio un importante punto de inflexión con la invención de Brzezinski del conflicto de identidad armado y su adopción de las mismas herramientas de identidad –aplicadas más ampliamente– para poner a las sociedades occidentales bajo el control de una élite tecnocrática “[implementando] una vigilancia continua de cada ciudadano… [ junto con la manipulación por parte de las élites] del comportamiento y funcionamiento intelectual de todas las personas…”.

jueves, 16 de enero de 2025

Te voy a hacer MAGA, Baby

No es de extrañar que a Trump se le haya tenido que ocurrir una seductora, pero aún cargada de peligros, psy op más grande que la vida para cambiar imperiosamente la narrativa

Pepe Escobar, Strategic Culture

Es el mayor espectáculo del mundo: desatar un programa doble de Nuevo Paradigma y Destino Manifiesto sobre el crack. Somos los mejores. Te sacudiremos en todos los sentidos. Os aplastaremos. Nos llevaremos todo lo que queramos porque podemos.

Y si queréis abandonar el dólar estadounidense, os destruiremos. BRICS, vamos a por vosotros.

Trump 2.0, una mezcla de lucha libre profesional y MMA en una jaula planetaria gigante, empieza el próximo lunes.

El objetivo de Trump 2.0 es controlar el sistema financiero mundial, el comercio mundial de petróleo y el suministro de gas natural licuado, así como las plataformas mediáticas estratégicas. Trump 2.0 se está preparando para ser un ejercicio ampliado de la capacidad de hacer daño al Otro. Cualquier Otro. Adquisiciones hostiles - y sangre en las vías. Así es como «negociamos».

Bajo Trump 2.0, la infraestructura tecnológica global debe funcionar con software estadounidense, no solo en el frente de los beneficios, sino también en el del espionaje. Los chips de datos de IA deben ser solo estadounidenses. Los centros de datos de IA deben ser controlados solo por Estados Unidos.

¿«Libre comercio» y «globalización»? Eso es para perdedores. Bienvenidos al mercantilismo neoimperial y tecnofeudal, impulsado por la supremacía tecnológica estadounidense.

El asesor de Seguridad Nacional de Trump, Mike Waltz, ha nombrado algunos de los próximos objetivos: Groenlandia; Canadá; cárteles variados; el Ártico; el Golfo de «América»; petróleo y gas; minerales de tierras raras. Todo en nombre del fortalecimiento de la «seguridad nacional».

Un punto clave: el control total del «hemisferio occidental». Doctrina Monroe 2.0 - en realidad la Doctrina Donroe. Estados Unidos primero, último y siempre.

miércoles, 1 de enero de 2025

En el 2025: La urgencia de una Política antihegemónica y proactiva

…el cuadro real de la situación mundial, al menos resumido y limitado a los dos frentes más calientes, se deduce que la situación del enfrentamiento entre las fuerzas hegemónicas occidentales y las fuerzas antihegemónicas y multipolares es en realidad mucho menos desfavorable de lo que parece y de lo que se representa interesadamente.

Enrico Tomaselli, Enrico Substack

2024 parece cerrarse en unas condiciones en general desfavorables para las fuerzas y países que se oponen al hegemonismo occidental, lo que a su vez parece ser el preludio de un 2025 marcado por una renovada ofensiva global del hegemonismo. El colapso de Siria, la ostentosa seguridad en sí mismos de Trump y Netanyahu, la difícil situación en Irán, la multiplicación de situaciones en las que el ejercicio de la democracia se reduce cada vez más a un simple sí o no (Georgia, Rumanía, Moldavia) … en resumen, todo parece inducir al pesimismo, al menos para aquellos que esperan una transición hacia un nuevo orden mundial basado en la multipolaridad.

Pero, aunque muchos elementos sean efectivamente negativos, se trata esencialmente de una distorsión perceptiva, en gran parte inducida por la propaganda occidental, en la que estamos plenamente inmersos. Por tanto, si queremos hacer una especie de balance, y sobre todo mirar al año que viene, lo mejor es hacerlo partiendo de los hechos, y no de las sensaciones.

El año 2025 verá con toda probabilidad el final del conflicto cinético en Ucrania -y esto, en sí mismo, ya es un hecho positivo-, y esto representará un pasaje crucial, destinado a pesar mucho en los años siguientes, porque acabe como acabe, no podrá cambiar la sustancia de este acontecimiento, es decir, la derrota político-militar de la OTAN y, por tanto, del hegemonismo occidental. El alcance de esta derrota, que es inevitable, aún no es del todo evidente -y sin duda se harán enormes esfuerzos para ocultarla-, pero no sólo será evidente una vez que se haya producido, sino que sus efectos se propagarán como ondas sísmicas, sacudiendo toda la arquitectura política occidental.

lunes, 23 de diciembre de 2024

¿El multilateralismo es sólo una cuestión económica?

Mientras muchos actores estatales juegan con China las cartas monetarias y del comercio con una mano, puedan apoyar con la otra las estrategias bélicas de EEUU

Andrés Piqueras, La Haine

Últimamente se ha venido comentando mucho sobre la posibilidad de sustituir al dólar y con ello empezar a hacer caer a EEUU de su puesto hegemónico mundial. Voy, entonces, a ofrecer algunas consideraciones que recojo de lo que mi amigo y maestro Wim Dierckxsens realizara poco antes de su fallecimiento, así como otras que desarrollamos juntos sobre este tema. Las actualizo, como es obvio, para el momento presente.

La UE viene constatando cómo el alza en el costo de la energía a partir de la crisis que la OTAN ha construido en Ucrania, la golpea de modo directo, más aún perdiendo un mercado tan significativo como el ruso para sus propios productos de exportación.

La "guerra económica" contra China desatada por Washington, y especialmente la Administración Trump, incide en la misma herida, pues la economía real de la UE está integrada a los mercados chinos y no puede desligarse de ellos fácilmente, ni mucho menos.

Por si fuera poco, en el nuevo contexto que crea la OTAN, la UE se ve forzada a comprar gas y productos bélicos caros a EEUU. La inestabilidad económica que esta política está causando a la UE tendrá como resultado, a muy corto plazo, que la OTAN (y especialmente el Eje Anglosajón -EEUU + GB-) se transforme en una amenaza mayor para la UE que lo que realmente puedan ser Rusia-OCS (Organización de Cooperación de Shanghái).

Así que la Unión Europea ha de buscar cómo obtener más petróleo de Asia central u otros lugares, pero la OPEP+ en general ha manifestado no tener como objetivo aumentar su cuota con las formaciones del Imperio Occidental. Por su parte, Rusia se vio pronto forzada a poner en marcha un mecanismo para que las entidades estatales hostiles con ella tuvieran que comprarle en rublos tanto el gas como el petróleo, y poco a poco el conjunto de materias primas estratégicas (a partir del 1º de abril de 2022, esas entidades hostiles con Rusia, las de la UE en primer lugar, debieron pagar el gas ruso sólo en rublos).

jueves, 5 de diciembre de 2024

Se reabre el frente Sirio de la Guerra Total


Andrés Piqueras, La Haine

De nuevo se ha puesto en marcha la ofensiva contra Siria dentro de la Guerra Total y su proyecto de reestructuración de toda Asia Occidental y Central, así como África Nororiental (lo que se llamó el "Medio Oriente ampliado"), según fuera diseñado en el "Plan Cebrowski" (almirante y director de la 'Office of Force Transformation' en el Departamento de Defensa de EEUU), en el que participaron Paul Wolfowitz (subsecretario de Defensa de EEUU y décimo presidente del Banco Mundial) y Colin Powell (fue presidente del Estado Mayor Conjunto y Secretario de Estado), como parte de la reconfiguración del dominio mundial estadounidense y su "Doctrina de la Dominación Permanente», de 1992.

La vinculación de los grupos yihadistas-terroristas, mercenarios y paramilitares que operan en Siria con apoyo de EEUU y su ente sionista, les ha permitido una amplia financiación, equipamiento militar y servicios de inteligencia y contrainteligencia a su disposición. Por supuesto, el sucio papel de Turquía en todo esto -apoyando logísticamente a los mercenarios- es imprescindible para entender el raudo movimiento de incursión en Alepo y otros lugares del territorio sirio. Turquía, por cierto, podría haber enviado también buques de guerra en torno a Yemen, aunque la noticia está todavía sin confirmar.

sábado, 9 de noviembre de 2024

La cumbre de los BRICS debería marcar el fin de los delirios neoconservadores

En pocas palabras, la mayoría del mundo no quiere ni acepta la hegemonía estadounidense y está dispuesta a enfrentarla en lugar de someterse a sus dictados

Jeffrey Sachs, Common Dreams

La reciente cumbre de los BRICS en Kazán, Rusia, debería marcar el fin de los delirios neoconservadores encapsulados en el subtítulo del libro de Zbigniew Brzezinski de 1997, El tablero de ajedrez global: la primacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos. Desde la década de 1990, el objetivo de la política exterior estadounidense ha sido la “primacía”, es decir, la hegemonía global. Los métodos de elección de Estados Unidos han sido las guerras, las operaciones de cambio de régimen y las medidas coercitivas unilaterales (sanciones económicas). Kazán reunió a 35 países con más de la mitad de la población mundial que rechazan la intimidación estadounidense y que no se dejan intimidar por las pretensiones hegemónicas de Estados Unidos.

En la Declaración de Kazán, los países subrayaron “el surgimiento de nuevos centros de poder, toma de decisiones políticas y crecimiento económico, que pueden allanar el camino hacia un orden mundial multipolar más equitativo, justo, democrático y equilibrado”. Hicieron hincapié en “la necesidad de adaptar la arquitectura actual de las relaciones internacionales para reflejar mejor las realidades contemporáneas”, al tiempo que declararon su “compromiso con el multilateralismo y la defensa del derecho internacional, incluidos los Propósitos y Principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas (ONU) como su piedra angular indispensable”. Se enfocaron especialmente en las sanciones impuestas por Estados Unidos y sus aliados, sosteniendo que “tales medidas socavan la Carta de las Naciones Unidas, el sistema multilateral de comercio, el desarrollo sostenible y los acuerdos ambientales”.

lunes, 4 de noviembre de 2024

Los BRICS y el nuevo escenario mundial

El multipolarismo es la verdadera revolución en curso de nuestra era que marcará el destino del mundo, y de cuyo resultado dependerá la posibilidad de una nueva perspectiva socialista

Marcelo Colussi, La Haine
"Occidente dice llevar libertad y democracia a otras naciones. Esa democracia es superexplotación, y esa libertad es esclavitud y violencia. Esa democracia es hipócrita hasta la médula".
Vladimir Putin, presidente de la Federación Rusa.

Occidente imperialista

El capitalismo surgió en lo que habitualmente se llama Occidente: Europa, y de ahí pasó a las colonias norteamericanas. EEUU, ya independizada de la corona británica, paso a paso terminó siendo la gran potencia capitalista, ejerciendo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial un dominio planetario. Pero hoy, ya bien entrado el siglo XXI, las cosas tienden a cambiar. La gradual caída de Occidente como imperio dominante y la aparición de nuevos polos de gran poder en Asia no significan el inmediato abandono del capitalismo.

En este momento, con esta recomposición que están impulsando Rusia y China y la puesta en marcha de los BRICS, nada indica la superación del sistema capitalista. O, al menos, no está sucediendo lo que se puede haber predicho 150 años atrás, cuando el capitalismo industrial parecía indicar una marcha hacia "la sociedad socialista". Rusia camina ahora por una senda de libre mercado: "No debemos volver a 1917", dice uno de los asesores cercanos del presidente Putin. El "socialismo de mercado" puesto en marcha por Pekín no augura claramente un horizonte postcapitalista; a su numerosa población le está dando resultados -se sacaron de la pobreza rural crónica 400 millones de campesinos-, pero al resto del mundo no le abre un mundo de mayor justicia y equidad. No, al menos, en lo inmediato.

lunes, 21 de octubre de 2024

El "Estado Profundo": la dictadura en democracia

Alexander Dugin revela que el Estado profundo es una cábala occidental corrupta, infiltrada en Estados Unidos y Europa para manipular elecciones, aplastar a líderes populistas como Donald Trump e imponer su agenda liberal-globalista haciéndose pasar engañosamente por protectora de la democracia mientras subvierte despiadadamente la voluntad del pueblo.
Alexandr Dugin, Geopolitika

El término «Estado profundo» se utiliza cada vez más hoy en día en el discurso político, pasando del periodismo al lenguaje político común. Sin embargo, el término en sí se está volviendo algo vago, con diferentes interpretaciones emergentes. Por lo tanto, es esencial examinar más de cerca el fenómeno descrito como «Estado profundo» y comprender cuándo y dónde se empezó a utilizar este concepto.
Esta frase apareció por primera vez en la política turca en la década de 1990, describiendo una situación muy específica en Turquía. En turco, «Estado profundo» es derin devlet. Esto es crucial porque todos los usos posteriores de este concepto están relacionados de algún modo con el significado original, que surgió por primera vez en Turquía.
Desde la era de Kemal Atatürk, Turquía desarrolló un movimiento político-ideológico particular conocido como kemalismo. Su núcleo es el culto a Atatürk (literalmente, «Padre de los turcos»), el laicismo estricto (que rechaza el factor religioso no sólo en la política sino también en la vida pública), el nacionalismo (que hace hincapié en la soberanía y la unidad de todos los ciudadanos en el panorama político étnicamente diverso de Turquía), el modernismo, el europeísmo y el progresismo. El kemalismo representaba, en muchos sentidos, una antítesis directa de la visión del mundo y la cultura que habían dominado en el religioso y tradicionalista Imperio Otomano. Desde la creación de Turquía, el kemalismo fue y sigue siendo en gran medida el código dominante de la política turca contemporánea. Sobre la base de estas ideas se estableció el Estado turco sobre las ruinas del Imperio Otomano.

jueves, 17 de octubre de 2024

La caída de Israel

Hace un año Israel estaba sentado al mando. Hoy se enfrenta a su fin.

Scott Ritter, Consortium News

Había escrito sobre el ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023, calificándolo de “la incursión militar más exitosa de este siglo”. Describí la acción de Hamás como una operación militar, mientras que Israel y sus aliados la habían definido como una acción terrorista de la magnitud de la que ocurrió contra Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001.
“La diferencia entre los dos términos”, observé, “es como entre la noche y el día: al etiquetar los acontecimientos del 7 de octubre como actos de terrorismo, Israel traslada la culpa de las enormes pérdidas a sus fuerzas militares, de seguridad y de inteligencia. Sin embargo, si Israel reconociera que lo que Hamás hizo fue, de hecho, una incursión –una operación militar–, entonces se pondría en duda la competencia del ejército, los servicios de seguridad y de inteligencia israelíes, al igual que los dirigentes políticos responsables de la supervisión y dirección de las actividades de sus operaciones."
El terrorismo emplea estrategias que buscan la victoria mediante el debilitamiento y la intimidación, para desgastar y crear una sensación de impotencia en el enemigo. Los terroristas por naturaleza evitan los conflictos existenciales decisivos y buscan batallas asimétricas, enfrentando sus fortalezas a las debilidades de sus enemigos.

martes, 17 de septiembre de 2024

Imperialismo y rivalidad económica

"La geopolítica mundial está marcada actualmente por tensiones extraordinarias y conflictos armados que plantean la amenaza de una guerra mundial, cuyo estallido puede ser en Ucrania, Oriente Medio o Taiwán"

Costas Lapavitsas, Jacobin

La geopolítica global está actualmente marcada por tensiones extraordinarias y conflictos armados que hacen temer una guerra mundial, especialmente en Ucrania, Medio Oriente y Taiwán. Desde principios de 2010, la disposición de los principales poderes estatales recuerda cada vez más a los años que precedieron a la gran conflagración imperialista de 1914. Un punto de inflexión así habría sido difícil de imaginar en la década de 1990, cuando dominaba la ideología de la globalización neoliberal y Estados Unidos reinó como única superpotencia.

Sin duda, Estados Unidos sigue siendo el actor principal -y más agresivo- en la escena internacional, como demuestra su posición hacia China. Es importante señalar que ninguno de sus potenciales rivales proviene de las "viejas" potencias imperialistas, sino que todos surgieron de lo que alguna vez se consideró el Segundo o Tercer Mundo, con China como su principal competidor económico y Rusia como su principal competidor militar. Esto refleja la profunda transformación de la economía mundial en las últimas décadas.

domingo, 8 de septiembre de 2024

El capitalismo, la ira de las masas y las elecciones de 2024


Richard D.Wolff, Counter Punch

Tras su enorme derrota el 30 de junio de 2024, cuando el 80 por ciento de los votantes rechazó al presidente francés “centrista” Emmanuel Macron, dijo que entendía la ira del pueblo francés. En el Reino Unido, el perdedor conservador Rishi Sunak dijo lo mismo sobre la ira del pueblo británico, como lo dice ahora el líder laborista Starmer mientras la ira estalla. Por supuesto, esas frases de esos políticos generalmente significan poco o nada y logran menos. Esos líderes y sus partidos simplemente siguen calculando cuál es la mejor manera de recuperar el poder cuando lo pierden. En eso, son como los demócratas estadounidenses después de la actuación de Biden en su debate con Trump y como los republicanos estadounidenses después de la derrota de Trump en 2020. En ambos partidos, un pequeño grupo de líderes principales y donantes importantes tomó todas las decisiones clave y luego organizó el teatro político para ratificar esas decisiones. Incluso sorpresas como la sustitución de Biden por Harris son desviaciones temporales de la reanudación de la política como de costumbre.

Sin embargo, a diferencia de Trump, los demás perdieron oportunidades de identificarse con una base masiva ya organizada de gente enojada. Trump tropezó con esa identificación al decir en voz alta y con crudeza lo que los políticos tradicionales consideraban públicamente indecible sobre los inmigrantes, las mujeres, la OTAN y los tabúes políticos tradicionales. Eso marcó el tono para que Trump luego redoblara la apuesta al insistir en que había ganado las elecciones de 2020, pero que le habían estafado. La ira masiva de las poblaciones que se sentían victimizadas en su vida cotidiana encontró un portavoz que denunciaba en voz alta victimizaciones paralelas. Trump y su base comprendieron que juntos podrían victimizar a sus victimarios.

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