domingo, 26 de enero de 2025

A un año del derribo del UL-76: el tiempo confirma la evidencia


Nahia Sanzo, Slavyangrad

Por su propia naturaleza, por el volumen de recursos utilizados simultáneamente y no necesariamente bajo un único mando, debido a errores o incluso por sabotaje, los escenarios militares suelen causar tragedias a priori evitables. En el caso de la aviación, ambos bandos en lucha en la guerra de Ucrania han sufrido, por ejemplo, pérdidas de aeronaves debido al fuego amigo. Es así como fue derribado erróneamente el primer F16 de la fuerza aérea ucraniana. Más allá de los cazas utilizados para la actividad en el frente, la aviación es vulnerable también lejos de la primera línea de batalla y, a diferencia de otros aspectos, cualquier error o incidencia puede derivar en decenas de muertes imprevistas. Hace cinco años, 176 personas murieron cuando Irán derribó un Boeing 747 de la aerolínea nacional ucraniana al confundir la aeronave civil con un misil estadounidense en el marco de la escalada política y militar en alza entre los dos países en ese momento. Seis años antes, como Ucrania recuerda anualmente, el MH17 de Malaysian Airlines fue derribado, probablemente también por error al ser confundido con una aeronave militar, sobre los campos de Donbass, provocando 298 muertes de civiles sin ninguna relación con la guerra. En ambos casos, la confusión provocó errores humanos que no debieron producirse y que supusieron un elevado número de víctimas mortales completamente inocentes.

Hace exactamente un año, sobre los cielos de la región rusa de Belgorod, fronteriza con el oblast ucraniano de Járkov, se produjo otro sangriento episodio en el que un derribo erróneo causó la muerte de 74 personas entre la tripulación, 65 prisioneros de guerra ucranianos que debían ser intercambiados ese mismo día y el personal que acompañaba para ese proceso. La noticia del derribo de una aeronave sobre territorio ruso provocó la euforia de parte del público ucraniano, acostumbrado a celebrar rápidamente sus éxitos sin comprobar primero qué había ocurrido. A lo largo de las siguientes horas, el cruce de versiones y las acusaciones mutuas, habitual reacción de ambos bandos en casos de incidentes con elevadas bajas, se convirtió en una maraña de teorías y versiones que no ayudaron a dar credibilidad al discurso de Kiev.

El abandono de Aristóteles


Aleksandr Dugin, Geopolitika

La pseudociencia moderna comenzó con la eliminación de tres de las cuatro causas de Aristóteles. Únicamente se conservó una, la causa efficiens, la causa del movimiento. Como resultado, los objetos perdieron tres de sus cuatro dimensiones: la eidética, la hilística y, sobre todo, la entelequial. El objeto dejó de estar determinado por un significado espiritual, es decir, la forma del elemento, y perdió el objetivo del movimiento en el cual se sintetizaban las tres causas anteriores. El objeto se convirtió en un objeto irrelevante (desconocido) que simplemente estaba en movimiento. Esto significa que sólo existe el movimiento, el cual está por completo desconectado de la identidad eterna (causa formalis), de la maleabilidad/elasticidad caótica (causa materialis) y, lo que es más importante, ya no tiene una meta fija (causa finalis). Tal movimiento no tiene un punto final; carece de un objetivo determinado. Cualquiera que este familiarizado con la filosofía griega comprenderá que se trata «de los átomos y vórtices descritos en las enseñanzas de Demócrito y de Epicuro». Y tiene razón.

Al suprimir la causa final eliminamos el eje en torno al cual gira el mundo y despojamos al tiempo de su orientación. En esencia, desde el principio, la física del Renacimiento (Galileo, Newton) sentó las bases del actual posmodernismo: reciclaje, poshistoria, referencia, disolución del sentido e ironía nihilista.

sábado, 25 de enero de 2025

Proyecto Stargate: Trump se asoció con los oligarcas del Big Tech para impulsar una distopía orwelliana con IA, vacunas ARNm y transhumanismo

El proyecto Stargate, anunciado por Donald Trump junto a oligarcas globalistas del Big Tech, representa un nuevo hito en inteligencia artificial y transhumanismo, pero también plantea preocupaciones sobre privacidad y control social.

Editorial Mente Alternativa

El proyecto Stargate, anunciado recientemente por Donald Trump junto a líderes tecnológicos como Larry Ellison (Oracle), Sam Altman (OpenAI) y Masayoshi Son (SoftBank), marca un nuevo hito en la expansión de la inteligencia artificial (IA) y la tecnología transhumanista. Sin embargo, este ambicioso plan no está exento de controversias, ya que plantea serias preocupaciones sobre privacidad, vigilancia masiva y el equilibrio entre progreso tecnológico y libertades individuales.

El Anuncio del Proyecto Stargate

Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Trump presentó el proyecto Stargate como una iniciativa para construir una infraestructura de IA avanzada en Estados Unidos. El plan incluye inversiones de hasta 500 mil millones de dólares provenientes de fondos privados para desarrollar una red de centros de datos masivos en estados como Texas y Georgia. Estas instalaciones, que abarcarán hasta 5 millones de pies cuadrados cada una, requieren grandes cantidades de energía y recursos para operar.

“Stargate será la base para la próxima generación de inteligencia artificial”, declaró Trump. “Estas instalaciones son grandes, hermosas y representan una inversión significativa en el futuro tecnológico de nuestro país”. Sam Altman, de OpenAI, calificó el proyecto como “el más importante de esta era”, mientras que Larry Ellison señaló que ya están en marcha al menos 10 centros de datos, con planes de expansión en los próximos años.

¿Cuándo caerá el gobierno de Netanyahu?

El primer ministro de "Israel", Benjamín Netanyahu, junto con el ministro Bezalel Smotrich, siguen aferrados al control del gobierno, impulsados tanto por sus ambiciones personales como por los objetivos de guerra en Cisjordania, centrados en la anexión y la expansión de los asentamientos.

Muhammad Jaradat, Al Mayadeen

En el contexto habitual de "Israel", lo natural hubiera sido que el gobierno de Benjamín Netanyahu cayera en su totalidad hace ya varios meses.

Sin embargo, Netanyahu llevó a “Tel Aviv” por un rumbo completamente alejado de los valores y normas sobre los que se fundó la entidad.

Esto se evidencia sobre todo en su capacidad para priorizar sus ambiciones personales y partidistas por encima de cuestiones esenciales, como el regreso de los prisioneros israelíes, mientras centra los esfuerzos en la guerra y la venganza.

Además, empujó al país a soportar un prolongado desgaste en múltiples frentes, y lo más significativo, alteró la doctrina fundacional del Estado, que consistía en la subordinación del liderazgo político a las recomendaciones del ejército y los servicios de inteligencia.

Netanyahu ignoró todos los consejos y condujo al país de manera autoritaria por una senda extremadamente arriesgada.

La pregunta sobre el momento de la caída de Netanyahu y su gobierno no sigue el curso natural de las cosas. Aquí se habla de una caída, no de una dimisión.

La era del excepcionalismo interplanetario

Solo Estados Unidos puede cambiar la imagen de un genocidio y convertirlo en una gran oportunidad inmobiliaria en una ‘ubicación fenomenal’

Pepe Escobar, Strategic Culture

Empecemos con la conclusión clave: el Destino Manifiesto llega a las estrellas. Literalmente.

Trump 2.0, el mayor espectáculo del mundo, empezó con una (gran) explosión: «Perseguiremos nuestro Destino Manifiesto hasta las estrellas». Y eso significa plantar la bandera estadounidense en Marte. De verdad. No una película de Netflix. No es de extrañar que el compañero platino Elon Musk, director ejecutivo de SpaceX, se entusiasmara al instante.

Bienvenido al excepcionalismo interplanetario. Literalmente. Como en la tierra de los libres, hogar de los valientes, en esta nueva era dorada, será «mucho más excepcional que nunca». El declive imperial ha terminado. Abraza el nuevo Imperio, brutalmente benigno. O de lo contrario.

En términos prácticos, todo comenzó, como era de esperar, con una ráfaga de órdenes ejecutivas, como un vórtice psicodélico.

Es hora de enviar tropas a la frontera sur (El Paso ya está bloqueada) para detener la «invasión» de inmigrantes ilegales; declarar a los cárteles de la droga como organizaciones terroristas; y renombrar el Golfo de México como «Golfo de América».

El saludo de Musk y la nueva nobleza

El espectáculo performativo de la asunción de Donald Trump enmascara un cambio más profundo: la consolidación de un sistema en el que el control sobre la verdad, la percepción y la agencia está en manos de quienes dominan el paisaje digital, capaces de modelar la realidad a su antojo.

Jorge González Arocha, Jacobin

«El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos»
—Antonio Gramsci

Existe una famosa historia, atribuida a Hegel, que ha sido ampliamente utilizada para ilustrar su filosofía y su relevancia para el pensamiento moderno. En una carta a Friedrich Immanuel Niethammer fechada el 13 de octubre de 1806, el filósofo alemán relata haber visto a Napoleón, a quien se refiere como «el alma del mundo», montando a caballo. Más allá de los detalles históricos y filosóficos del suceso, esta frase ha pasado a formar parte de la leyenda romántica que rodea a La fenomenología del espíritu, porque ocurrió justo dos días antes de que el emperador pusiera fin al Sacro Imperio Romano Germánico y Hegel terminara esa obra monumental, marcando un punto de inflexión en la historia del pensamiento europeo.

Algo más de doscientos años después, Donald Trump vuelve a la Casa Blanca generando conmoción a nivel global. No solo por la controversia inherente a sus políticas, sino también por lo que su victoria representa en términos históricos y sociales. Un análisis superficial podría comparar al nuevo presidente con un Napoleón moderno que, al igual que aquella figura histórica, reúne las principales características de este tiempo. Su coronación, el pasado 20 de enero, consolidó su posición histórica como símbolo de los tiempos que corren.

Sin embargo, tanto la ceremonia de investidura como su victoria en noviembre trascienden lo estrictamente personal. No se trata solo de lo que Trump representa individualmente, sino de cómo expone las nuevas dinámicas del poder en el siglo XXI. Estas no solo tienen que ver con los impuestos, el proteccionismo económico, la diplomacia fuerte y su política migratoria. El 20 de enero marcó la legitimación definitiva, también, del tecnofeudalismo, no como una simple construcción simbólica sino como una forma de poder ya consolidada.

viernes, 24 de enero de 2025

La bomba china DeepSeek sacude el despilfarro de 500 mil millones de dólares de inteligencia artificial de Trump


Mike Whitney, The Unz Review

El futuro de la humanidad se está decidiendo en estos momentos. Y no se está decidiendo en un campo de batalla en Europa del Este, Oriente Medio o el estrecho de Taiwán, sino en los centros de datos y las instalaciones de investigación donde los expertos en tecnología crean “la infraestructura física y virtual para impulsar la próxima generación de inteligencia artificial”. Se trata de una batalla campal en toda regla que ya ha provocado numerosas bajas, aunque no lo dirías leyendo los titulares que suelen ignorar los recientes acontecimientos “cataclísmicos”. Pero cuando el presidente Trump anunció el lanzamiento de un proyecto de infraestructura de inteligencia artificial de 500.000 millones de dólares (Stargate) el martes, apenas horas después de que China lanzara su DeepSeek R1, que “supera a sus rivales en capacidades avanzadas de codificación, matemáticas y conocimientos generales” , se hizo dolorosamente evidente que la batalla por el futuro “está en marcha” a lo grande. Y no es una batalla que ninguno de los dos bandos pueda permitirse perder. Así lo resumió el experto en tecnología Adam Button:
Imaginemos que estamos en 2017 y que el iPhone X acaba de salir al mercado. Se vendía a 999 dólares y Apple estaba arrasando en ventas y construyendo una amplia ventaja en torno a su ecosistema.

Ahora imaginemos que, tan solo unos días después, otra empresa presenta un teléfono y una plataforma que son iguales en todos los aspectos, si no mejores, y el precio es de solo 30 dólares.

Eso es lo que sucedió en el espacio de la IA hoy. DeepSeek de China lanzó un modelo de código abierto que funciona a la par de los últimos modelos de OpenAI, pero cuyo funcionamiento cuesta una fracción ínfima. Es más, incluso puedes descargarlo y ejecutarlo gratis (o por el costo de tu electricidad) por tu cuenta.

El producto es un gran salto en términos de escalabilidad y eficiencia y puede cambiar radicalmente las expectativas sobre cuánta potencia y computación se necesitarán para gestionar la revolución de la IA. También llega apenas horas antes de que Trump anuncie una inversión de 100.000 millones de dólares en centros de datos estadounidenses. El modelo muestra que hay diferentes formas de entrenar modelos de IA fundamentales que ofrecen los mismos resultados con un coste mucho menor. También abre muchas más aplicaciones para la IA que antes habrían sido demasiado caras de ejecutar, lo que debería ampliar las aplicaciones en la economía real. El DeepSeek de China puede haber cambiado radicalmente la economía de la IA, según Forex Live

La guerra híbrida de Trump

La estrategia de Trump se caracterizará por la voluntad de poner fin a las guerras en Europa y Oriente Próximo, con el objetivo de aislar/endeudar por otras vías a Rusia e Irán (y a China)

Enrico Tomaselli, Sinistra in Rete

A pesar de las grandes expectativas con las que ha conseguido rodear su segundo mandato presidencial, es muy poco probable que Trump pueda y vaya a introducir un cambio radical en la política internacional estadounidense.

Y ello por la sencilla y obvia razón de que las líneas estratégicas de una gran potencia no pueden estar sujetas a cambios continuos, salvo a nivel táctico y para los ajustes que la evolución de las situaciones haga necesarios, y que por tanto no es una presidencia la que imparte la dirección, sino que es ésta la que determina al presidente.

Sin perjuicio, por tanto, de que la presidencia de Trump (que, por otra parte, ha sido claramente reivindicada) tendrá como objetivo la reafirmación de la hegemonía estadounidense, y desde luego ninguna apertura al multipolarismo, queda por saber cómo desarrollará concretamente esta línea estratégica, sobre todo en lo que respecta a las grandes zonas de crisis, pero no sólo.

Si nos fijamos, por ejemplo, en la crisis ucraniana, sobre la que, por otra parte, se ha centrado la atención, podemos ver cómo la posición estadounidense -tal y como se está perfilando cada vez más- se caracteriza sobre todo por un enfoque reductor, es decir, considera el conflicto como una cuestión circunscrita, que debe mantenerse y resolverse en un ámbito limitado, sin abordar por tanto las cuestiones fundamentales que subyacen en él, como es no sólo la pertenencia o no de Ucrania a la OTAN, sino también su neutralidad/desmilitarización y, lo que es aún más importante, una nueva arquitectura de seguridad mutua en Europa y a escala mundial.

La crisis de competencias que prolifera en Occidente

La "extraña derrota" es la de la "curiosa" incapacidad de Europa para entender a Ucrania o su mecánica militar.

Alastair Crooke, Strategic Culture

El ensayista y estratega militar Aurelien ha escrito un artículo titulado La extraña derrota (original en francés). Aurelien destaca la extraña falta de realismo con la que Occidente ha abordado la crisis.
“…y la disociación casi patológica del mundo real que muestra en sus palabras y acciones. Sin embargo, incluso mientras la situación se deteriora y las fuerzas rusas avanzan por todas partes, no hay señales de que Occidente esté adoptando una concepción más realista, y es muy probable que siga viviendo en su construcción alternativa de la realidad hasta que sea expulsado por la fuerza”.
El autor continúa explicando con cierto detalle (omitido aquí) por qué la OTAN no tiene una estrategia para Ucrania ni un plan operativo real:
“Sólo cuenta con una serie de iniciativas ad hoc, unidas entre sí por aspiraciones vagas que no tienen conexión con la vida real, más la esperanza de que ‘algo [beneficioso] ocurrirá’. Nuestros actuales líderes políticos occidentales nunca han tenido que desarrollar tales habilidades. Sin embargo, en realidad es peor que eso: al no haber desarrollado esas habilidades, al no tener asesores que las hayan desarrollado, no pueden entender realmente lo que están haciendo los rusos, cómo y por qué lo están haciendo. Los líderes occidentales son como espectadores que no conocen las reglas del ajedrez o del Go, y están tratando de averiguar quién está ganando”.

jueves, 23 de enero de 2025

La derrota de Occidente en el pensamiento de Emmanuel Todd

La caída de valores que le dieron primacía descompone los Estado Nación y la democracia liberal. La guerra en Ucrania pone de manifiesto la desindustrialización de Occidente. Es el resultado de creer que las finanzas generan valor, producto de la neoliberalización de las economías.

Eric Calcagno, La Haine

No, nadie pensaba que habría una guerra en Europa, "el continente de la paz perpetua"; no, nadie esperaba que un conflicto surgiera entre Rusia y EEUU, cuando éste persigue a China; no, ni Ucrania arrolló al ejército ruso ni las sanciones impuestas por Occidente afectaron la economía rusa (más bien la fortalecieron); no, Europa ya no juega ningún rol relevante, todo es Reino Unido y más OTAN; no, la industria bélica occidental no puede abastecer las necesidades ucranianas en el frente (ni las propias). No. Ninguna de las predicciones realizadas antes de la guerra en Ucrania se cumplieron. Así empieza "La derrota de Occidente", por ahora el último libro del francés Emmanuel Todd. Sí, es cierto, habla de la guerra en Ucrania; si, analiza a Europa, a los EEUU y por supuesto sí, a Occidente.

Emmanuel Todd nació en 1951 en Saint-Germain-en-Laye, conurbano parisiense chic, de una familia habitada por la cultura, la política y el compromiso. El abuelo que Todd no conoció -aquel amigo del alma de Jean Paul Sartre- fue el filósofo Paul Nizan, caído en combate en las afueras de Dunquerque en 1940. El padre de Emmanuel es Olivier Todd, uno de los pilares del periodismo francés de la posguerra, además de ser primo de Claude Levi-Strauss. Corona ese capital cultural Emmanuel Le Roy Ladurie, un amigo de la familia, que además de ser discípulo de Fernand Braudel le dará al joven Todd el gusto por la historia de las mentalidades. Es la marca de calidad de la Ecole des Annales, fundada en los años 1930 por Lucien Febre y March Bloch. Una de las metodologías privilegiadas es la cuantificación estadística sobre la base de la documentación de la época estudiada antes que sobre los relatos de reyes y batallas. Ese tiempo largo que se mide en siglos también incorpora el tiempo medio, lo que llamamos mediano plazo, medido en decenios, y el tiempo de los acontecimientos, que suelen ser más cotidianos.

Emmanuel Todd estudiará tanto en París como en Cambridge los sistemas familiares a lo largo de los siglos, y la influencia de la estructura familiar en los sistemas políticos y económicos. En un momento donde el estudio del largo y mediano plazo ya no existe, desalojado que fuera por el acontecimiento reducido a la anécdota o al chisme, "La derrota de Occidente" tiene el mérito de restablecer algunas evidencias olvidadas, algunos métodos relegados, el necesario debate de ideas. Sí, son esas argumentaciones teóricas propias de los intelectuales, antes de ser desplazados por los marketineros, ellos mismos sacrificados en el altar de youtubers, influencers o redes, vacías hasta la náusea.

Las prioridades políticas de extrema derecha de Musk son peligrosas para la comunidad internacional

El respaldo de Elon Musk a ideologías de extrema derecha, teorías conspirativas y políticas divisivas, combinado con su esperado papel en la administración Trump, plantea una amenaza importante para la paz internacional, la estabilidad global y los derechos de las minorías.

Hamzah Rifaat, Al Mayadeen

Elon Musk es conocido por promover teorías de conspiración y puntos de vista de supremacía blanca mediante plataformas de redes sociales. Por lo tanto, no debería sorprender que ahora esté destinado a convertirse en el principal aliado de Donald Trump en la administración entrante en Washington DC. Sin embargo, lo que es más preocupante, aunque menos sorprendente, es su abierto respaldo a partidos, movimientos y organizaciones políticas de extrema derecha en toda Europa y su búsqueda de polarizar la opinión global, alterar la política del statu quo y afianzar la islamofobia en la formulación de políticas nacionales. Si bien sus tuits resultaron en una reacción violenta de los políticos en Europa que censuraron al empresario por intolerancia crasa, Musk está destinado a desempeñar un papel clave en el aparato político de Washington DC a medida que las políticas de Trump se instrumentalizan e implementan.

Esto es peligroso para la comunidad internacional por varias razones.

La agenda de Musk: divide y vencerás

Musk es conocido por ser un magnate de los negocios, un magnate y propietario de X y Tesla Motors, pero su craso desprecio por las normas internacionales, la globalización y su abierto respaldo a la supremacía racial, la islamofobia y el ultraconservadurismo lo han convertido en una figura polarizadora.
Las opiniones de Musk se consideran aún más alarmantes dado que proviene de Pretoria, en Sudáfrica, un país que ha tenido un legado profundo y divisivo de racismo y apartheid del gobierno de minoría blanca contra la población predominantemente negra.
Sin embargo, sus tuits sugieren que quiere presenciar el mismo legado de intolerancia, racismo y discriminación en Europa, que excluye y ataca a las poblaciones no blancas, musulmanas e inmigrantes.

Tecnato de Norteamérica: ¿Trump quiere hacer realidad la dictadura tecnocrática que soñó el abuelo de Elon Musk?

El Tecnato de Norteamérica (Technocracy Inc.) es una propuesta concebida en la década de 1930 por la Sociedad Fabiana y Joshua Haldeman, abuelo materno de Elon Musk, que plantea integrar territorios como Canadá, Groenlandia, México, Centroamérica, el Caribe y parte del norte de Sudamérica bajo una estructura dirigida por “especialistas”, cuyo objetivo sería reemplazar la democracia y el capitalismo. Según el historiador José Luis Preciado, esta idea ha resurgido en estrategias contemporáneas, como las iniciativas de Donald Trump de renombrar el Golfo de México y buscar el control de Groenlandia, Canadá y Panamá, las cuales reflejan un impulso expansionista planificado por la criptocracia occidental. Este enfoque parece alinearse con el concepto histórico del Tecnato, reinterpretando asimismo elementos de un proyecto ultraglobalista que, aunque ha dejado de ser un modelo viable de gobernanza mundial, ahora sintetiza algunos de sus principios y se presenta como un caballo de Troya para el continente americano en un nuevo orden multipolar.
En los mapas del tecnato trazados desde la década de 1930, se incluían Groenlandia, Alaska, Canadá, Estados Unidos, México, todos los países soberanos de Centroamérica, así como parte del norte de Colombia y Venezuela.

José Luis Preciado, Mente Alternativa

Desde que Donald Trump inició su carrera política, ha desafiado las normas geopolíticas con propuestas y declaraciones controversiales. Este artículo explora sus recientes intenciones de rebautizar el Golfo de México, apropiarse de Groenlandia, Canadá y Panamá, y cómo estos movimientos encajan en una estrategia más amplia de control global, de la cual fue parte el abuelo materno del transhumanista y contratista masivo del Pentágono, Elon Musk.

La propuesta de Donald Trump de rebautizar el Golfo de México como “Golfo de América” refleja una narrativa imperialista que busca reforzar la influencia estadounidense en la región. Aunque el nombre actual tiene raíces históricas que datan de 1524, la iniciativa ha generado rechazo internacional, especialmente en México, donde se percibe como un intento de apropiación al menos simbólica de los recursos petrolíferos del golfo. Paralelamente, el interés de Trump en Canadá (al que quiere anexar como estado 51) y Groenlandia (a donde viajó recientemente uno de sus hijos) pone de manifiesto su enfoque hacia el Ártico, una región rica en recursos naturales y punto estratégico para provocar a Rusia. Las declaraciones sobre posibles intervenciones militares en Groenlandia y las presiones económicas sobre Canadá han suscitado preocupaciones sobre la soberanía de estos territorios y la estabilidad geopolítica.

miércoles, 22 de enero de 2025

Por qué y cómo la clase social sigue siendo importante

Está de moda declarar que el marxismo no tiene mucho que decir sobre las sociedades complejas y modernas. Pero la clase y los intereses materiales que genera siguen siendo los rasgos centrales del capitalismo. Nick French presenta una reseña de The Class Matrix. Social Theory after the Cultural Turn, de Vivek Chibber (Harvard University Press, 2022)

Nick French, Jacobin

Aunque Occupy Wall Street, las campañas presidenciales de Bernie Sanders y otros acontecimientos devolvieron el tema de la clase y la desigualdad económica a la conciencia pública de los Estados Unidos en los últimos años, este resurgimiento fue acompañado de denuncias sobre el marxismo como un marco anticuado para el análisis social y político. Los expertos y los políticos nos advierten de los peligros de centrarnos demasiado en la clase o de tratarla como algo «más importante» que otras identidades sociales o formas de jerarquía.

Estos estribillos populares se hacen eco de afirmaciones que dominaron la teoría social académica durante décadas. Mientras que Karl Marx y sus seguidores consideraban que las fuerzas económicas eran fundamentales para entender la estabilidad y los conflictos sociales, los partidarios del «giro cultural» en la teoría social conceden un lugar de honor a los factores no económicos. Si la clase es una cuestión de ubicación de una persona en una estructura económica —si, por ejemplo, posee medios de producción o debe vender su fuerza de trabajo para ganarse la vida—, entonces tiene poco poder predictivo para explicar por qué la gente hace lo que hace, argumentan los culturalistas. En su lugar, deberíamos fijarnos en factores culturales contingentes: normas sociales, valores y prácticas religiosas.

Es fácil ver el atractivo de estos argumentos. A pesar de la renovada preocupación por la desigualdad económica representada por Sanders y fenómenos afines en otros lugares (el corbynismo en Gran Bretaña, Podemos en España, La France Insoumise), las críticas basadas en la clase social no lograron captar el apoyo de las clases trabajadoras a gran escala. Los viejos partidos de izquierda están en declive y cada vez más trabajadores gravitan hacia la derecha. La política mundial sigue experimentando un reajuste de clases: en comparación con principios y mediados del siglo XX, la clase se está convirtiendo en una categoría cada vez menos destacada de identidad y conflicto políticos. Las divisiones partidistas se están endureciendo, pero ningún bando afirma de forma creíble que representa los intereses —o que puede ganarse la lealtad— de los trabajadores.

El dólar estadounidense como arma: ¿funcionará?


Michael Hudson, The Unz Review

Trump ha promovido una serie de planes para fortalecer a Estados Unidos, a expensas de otros países. Dado su lema “nosotros ganamos, ustedes pierden”, algunos de sus planes producirían el efecto opuesto al que él imagina.

Eso no sería un gran cambio en la política estadounidense, pero creo que la Ley de Hudson puede estar alcanzando su punto máximo con Trump: cada acción estadounidense que ataque a otros países tiende a ser contraproducente y termina costando a la política estadounidense al menos el doble.

Hemos visto que se ha vuelto normal que los países extranjeros sean los beneficiarios de la política agresiva de Estados Unidos. Este es el caso más obvio de las sanciones comerciales de Estados Unidos contra Rusia. Si Estados Unidos no es el perdedor (como en el caso del corte del gasoducto Nord Stream, que condujo a un aumento vertiginoso de sus exportaciones de GNL), sus aliados pagarán el costo. El costo en unos pocos años puede ser que Estados Unidos haya perdido Europa y la OTAN como resultado de la presión de los países europeos para que declaren su independencia de la política estadounidense.

Para acelerar la partida del invitado europeo, los líderes de la OTAN exigen sanciones contra Rusia y China, afirmando que “las importaciones equivalen a dependencia”. Lo que seguirá serán contrasanciones rusas y chinas que bloquearán la venta de otras materias primas a la UE.

El capitalismo muskiano y su odisea espacial


Luis Hernández Navarro, La Jornada

A lo largo de la historia, los imperios se han establecido conquistado territorios, mares y aire. Ya no es suficiente. Desde la lógica de las su perpotencias y sus magnates, el futuro será de quien domine el espacio exterior.

Así de claro lo advirtió Donald Trump, en su discurso frente de toma de posesión frente al Monumento al presidente Abraham Lincoln: “Vamos a ir otra vez a la Luna, y plantaremos la bandera de Estados Unidos en Marte pronto”, dijo. En esta apuesta por el porvenir, sobresale el hombre más rico del mundo, Elon Musk. Consejero delegado de la fabricante de automóviles Tesla, fundador de la compañía aeroespacial SpaceX, que, según él, se propone llevar a la humanidad a Marte y garantizar la supervivencia de la especie.

Controla, también, la red social X, la firma de inteligencia artificial xAI y la empresa de túneles Boring Co. Su fortuna se calcula en más de 421 mil millones dólares, según la lista de mutimillonarios de Forbes. Nacido en Pretoria, en 1971, migró de Sudáfrica a los 17 años para eludir el servicio militar. Su visión de la vida está marcada tanto por la mercalodatria como por la ciencia ficción. La primera película que vio, y que influyó en su ensoñación con los viajes interestelares, fue Star Wars: Episodio IV; una nueva esperanza.

LinkWithin

Blog Widget by LinkWithin