lunes, 27 de octubre de 2025

La doctrina Monroe 2.0 y la nueva fase del imperialismo

La doctrina Monroe clásica y su versión contemporánea, la 2.0, si bien son perspectivas orientadas a la preservación de la hegemonía norteamericana, responden a momentos muy distintos de su desarrollo socioeconómico

José Ernesto Nováez Guerrero, Al Mayadeen

La doctrina Monroe, proclamada por el presidente James Monroe en su mensaje al Congreso el 2 de diciembre de 1823, es uno de los pilares históricos de la política exterior estadounidense hacia América Latina.

Surgida en un momento en que la joven potencia norteamericana se sentía ya en condiciones de comenzar a disputar la hegemonía regional a los viejos poderes europeos, sus premisas centrales descansaban en torno al rechazo de la intromisión europea en el continente y la defensa de la independencia americana.

En un primer momento esta posición encontró eco en las jóvenes repúblicas americanas, que vieron una posibilidad, en alianza con Estados Unidos, de comenzar a construir sus proyectos soberanos sin intromisión de poderes extranjeros.

En la práctica, esta doctrina evolucionó rápidamente hacia posiciones cada vez más claramente imperialistas, que sostenían la visión de América Latina como área de influencia exclusiva de los Estados Unidos y convertía a la región, en la perspectiva de las élites norteamericanas, en una especie de feudo cuyo vasallaje y explotación debía garantizarse por todos los medios al alcance del auto percibido señor.

El saldo histórico de esta perspectiva para la región ha sido, desde 1823 en adelante, más de 80 intervenciones militares directas o acciones de subversión que han modificado el curso político interno de los países.

domingo, 26 de octubre de 2025

El futuro orden mundial gira en torno a la guerra indirecta en Ucrania

El avance gradual de Rusia en la región de Donbás parece estar formando un cerco operativo alrededor de la última gran línea defensiva de Ucrania, su “cinturón fortificado”, un acontecimiento que podría decidir no solo el destino de la guerra muy pronto, sino también la configuración del nuevo orden mundial

Brian Berletic, New Eastern Outlook

En las últimas semanas, las fuerzas rusas han ido rodeando cada vez más las ciudades de Pokrovsk, en el centro de Donetsk, mientras se acercan a Lyman y Siversk, más al norte.

Si se observan los diversos proyectos de cartografía en directo que siguen el conflicto en curso en Ucrania, parece estar surgiendo una pinza incipiente en lo que algunos analistas creen que podría ser un cerco a gran escala de lo que queda del “cinturón de fortalezas” de Ucrania en la región de Donbás.

Compuesto por una serie de centros urbanos densamente defendidos desde Kostiantynovka y extendiéndose hacia el norte, hacia Kramatorsk y Slovyansk, más cerca de Lyman, el cinturón fortificado restante de Ucrania probablemente cuenta con miles, quizás decenas de miles de soldados ucranianos.

Su cerco por parte de las fuerzas rusas supondría una derrota catastrófica para Ucrania y sus patrocinadores estadounidenses y significaría el logro de un importante objetivo ruso en el marco de su actual Operación Militar Especial (OME): la captura total de la región de Donbás.

Milei, la foto y la presión de EEUU

Las declaraciones de Trump en el viaje de Milei a Washington: Argentina es un país cuya gente "se está muriendo", "no tienen dinero y están luchando con todas sus fuerzas para sobrevivir"

Atilio Borón, Cuba Debate

El presidente Javier Milei ha hecho 13 viajes a EEUU en busca de la fotografía que ansía obtener: sentado junto a Donald Trump en la Oficina Oval de la Casa Blanca.

Esa aspiración se ha convertido en una obsesión para el mandatario ultraderechista argentino, especialmente al considerar que varios de sus predecesores ya lograron esa imagen.

Milei, sin embargo, aún no ha conseguido esta fotografía, en un contexto marcado por la evolución de la causa Libra [participación del presidente en una estafa con monedas virtuales] en el Juzgado del Distrito Sur de Manhattan, el escándalo Spagnuolo [desvío del 3% de los sobornos por la compra de medicamentos a la hermana del presidente], las denuncias sobre compra de candidaturas para las elecciones de 2023 y vínculos señalados con el narcotráfico [el cabeza de lista del presidente en las elecciones recibió cientos de miles de dólares de un narcotraficante].

Estos casos, aunque intentarían ser ocultados por la prensa hegemónica argentina, ya serían conocidos en EEUU. El concierto de rock con el presidente como cantante en el Movistar Arena habría intensificado estas críticas en medios y sectores políticos estadounidenses.

Pensar durante Gaza, pensar desde Palestina

El último libro de Bifo Berardi sobre el genocidio israelí en Gaza tiene una mirada no solo pesimista y derrotada sino también orientalista y eurocentrista. No podemos darnos el lujo de caer en el nihilismo ni avalar este «pesimismo de la voluntad».

Pablo Abufom Silva, Jacobin

El genocidio contra los palestinos es un proceso de exterminio de larga duración, que comenzó durante el Mandato británico sobre Palestina en la década de 1920, cuando el paramilitarismo sionista comenzó su programa de limpieza étnica. Durante un siglo, Palestina ha sido el lugar de una confrontación entre el colonialismo (británico, sionista, estadounidense) y la autodeterminación del pueblo palestino, que le ha sido negada sistemáticamente por todos los medios imaginables. Cada tanto, este genocidio de larga duración tiene momentos de recrudecimiento, y ninguno ha sido más brutal que el actual. Esta nueva «coyuntura palestina» ha impulsado la escritura de muchos libros, algunos de los cuales son sobre Palestina y otros son más bien sobre los autores mismos y su lugar en un mundo en el que se produce un genocidio sin que nadie lo detenga.

Pensar desde Gaza, el último libro de Franco Berardi, no es un libro sobre Palestina. Es un libro que habla sobre cosas que han pasado o están pasando en Palestina y que está escrito a propósito del genocidio contra el pueblo palestino. Pero, sobre todo, es un libro sobre el modo en que el autor percibe el colapso de Occidente, tal como se expresa en las lógicas genocidas del militarismo actual, en las nuevas formas de organización del trabajo, en la bancarrota de las instituciones democráticas y en el modo en que la tecnología atraviesa la experiencia cotidiana de la clase trabajadora del mundo. Es un libro con una pretensión clara: mirar a los ojos el colapso actual, mostrar que no hay más salida que la deserción a todo lo que nos ofrece la política actual y, junto con ello, exponer una crítica total al tipo de capitalismo que hace posible un genocidio como el de Gaza.

sábado, 25 de octubre de 2025

Chipre: la nueva Haifa de Netanyahu

La afluencia de colonos e inversores israelíes a Chipre ha despertado la alarma entre los chipriotas y los observadores regionales, que ven en el presente de Lárnaca un eco del pasado de Haifa. Tras el auge inmobiliario se esconde un proyecto israelí más profundo para remodelar el orden del Mediterráneo oriental, en el que Chipre es tanto puerta de entrada como avanzadilla

Hafez al-Ayoubi, The Cradle

El año pasado se multiplicaron los informes sobre israelíes que compraban terrenos y propiedades en toda la República de Chipre, miembro de la UE. Aunque las cifras siguen siendo modestas, el ritmo de las adquisiciones se ha acelerado. Algunos interpretan esta ola como un síntoma del desvanecimiento de la imagen que Israel tiene de sí mismo como «el lugar más seguro para los judíos».

Otros lo ven como un subproducto de la cambiante arquitectura geopolítica del Mediterráneo oriental, en la que Chipre ocupa un nodo crítico de la visión marítima en expansión del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

La nueva frontera

Chipre, la tercera isla más grande del Mediterráneo, está dividida desde la invasión turca del norte en 1974, que estableció la República Turca del Norte de Chipre (RTNC o en inglés, TRNC), no reconocida. Alrededor de 400.000 turcochipriotas habitan esa zona bajo el patrocinio de Ankara, mientras que la República de Chipre del Sur, reconocida internacionalmente y con 1,3 millones de habitantes, ve ahora cómo su costa se va llenando cada vez más de propiedades inmobiliarias de propiedad israelí. Las estadísticas por sí solas ocultan el patrón general. Según la Autoridad Auditora de Chipre, los compradores no europeos de los últimos cinco años proceden principalmente del Líbano (16%), China (16%), Rusia (14%) e Israel (10%).

La CIA como cerebro y el Pentágono como brazo en la Doctrina Monroe 2.0

La CIA ha asumido un rol dominante en las operaciones militares letales contra embarcaciones en el Caribe

Misión Verdad

En medio de una escalada sin precedentes en el Caribe, la administración Trump 2.0 ha desplegado una campaña letal en el marco de una estrategia destituyente contra Venezuela, pero que en general ha repercutido negativamente en el entorno geopolítico.

Lo que se presenta públicamente como una operación antidrogas revela, bajo la superficie, una arquitectura de poder mucho más inquietante: la Agencia Central de Inteligencia (CIA) "está proporcionando la mayor parte de la información utilizada para llevar a cabo los polémicos ataques aéreos letales", según fuentes familiarizadas con las operaciones, citadas por The Guardian.

Más aun, una de ellas afirma sin ambages: "Son la parte más importante".

Este rol central de la CIA marca una ruptura radical con las operaciones anteriores de interdicción marítima, tradicionalmente lideradas por la DEA o la Guardia Costera, cuyas acciones, aunque controvertidas, operaban dentro de marcos de detención y rendición de cuentas.

En cambio, "la información de la agencia [...] no está diseñada para servir como prueba legal", explica Mark Lowenthal, exsubdirector de análisis de la CIA, y sigue: "No producimos pruebas. Tenemos información. No es lo mismo que pruebas".

Esta distinción es crucial: mientras que la justicia requiere evidencia verificable, la inteligencia opera en la sombra, con el único objetivo de anticipar o neutralizar amenazas —reales o construidas— sin necesidad de demostrarlas.

viernes, 24 de octubre de 2025

Misiles y sanciones


Nahia Sanzo, Slavyangrad

Una llamada telefónica entre Sergey Lavrov y Marco Rubio, en la que el ministro de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa únicamente reafirmó lo que el Kremlin lleva tres años y medio insistiendo, que la guerra no puede cerrarse en falso sino que ha de tratar sus causas fundamentales -especialmente la cuestión de la OTAN y la estructura de seguridad europea-, ha sido suficiente para volver a aparcar la diplomacia y volver a la fase de amenazas de este ciclo sin fin que condena a la guerra a escaladas periódicas acompañadas de elevación de la tensión mediática. El último episodio se ha desarrollado exactamente como los anteriores: apertura a la diplomacia auspiciada por la versión de Witkoff de lo que Rusia quiere y está dispuesta a ceder en una negociación, declaraciones triunfalistas sobre la voluntad de Putin y Zelensky de acabar esta guerra cuyo final debió haber sido sencillo, conversaciones según la versión de Rubio y paralización del diálogo, que cuando tenga que reanudarse, se hará nuevamente partiendo de cero. Este interminable ciclo ha dado como resultado la prolongación de la guerra mientras se hablaba de buscar una salida diplomática y, sobre todo, ha dejado abierto el terreno a una escalada progresiva en cada momento en el que el péndulo que oscila entre diplomacia y amenazas apuntaba a las amenazas.

Aparcado de momento el encuentro que Trump y Putin iban a celebrar en Budapest, para cuya cancelación ni siquiera ha sido necesaria la intervención de los y las escuderas de Zelensky, la coyuntura no solo ha dejado de lado la diplomacia, sino que se encamina a un empeoramiento notable. Disfrazando de deslealtad de Vladimir Putin su incompetencia a la hora de dirigir unas negociaciones en las que no dispone de la hegemonía y en las que no puede imponer su posición de forma inequívoca, rápida e incondicional como está acostumbrado, Donald Trump ha optado por la estrategia del cuanto peor, mejor para obligar a Rusia a ceder a sus exigencias.

Reflexiones sobre las guerras actuales

Alain de Benoist dirige su mirada hacia las guerras de nuestro tiempo en sus horizontes históricos y metafísicos. Al exponer las contradicciones de las sociedades liberales que ya no saben lo que significa luchar por su propia existencia, de Benoist confronta la ceguera moralizante de Occidente con las realidades perdurables del poder, la política y el destino colectivo.

Alain de Benoist, Arktos Journal

Las guerras son ventanas abiertas a la historia. Es sorprendente observar, por ejemplo, que Occidente se comporta hoy con Rusia como se comportó en el pasado con Bizancio. Laurent Guyénot no se equivoca al escribir que «la geoestrategia angloamericana del Gran Juego, que durante dos siglos ha tenido como objetivo mantener a Rusia separada de Europa (y de Alemania en particular) […] es la continuación de la guerra medieval occidental contra el Imperio bizantino». El largo plazo ilumina el significado de las cosas.

Las guerras clásicas suelen terminar con la derrota o la capitulación, seguidas o no de un tratado de paz. Las guerras metafísicas nunca tienen fin o, más bien, solo pueden concluir mediante la limpieza étnica, es decir, mediante la erradicación total de uno de los beligerantes. Netanyahu ha declarado en varias ocasiones que ve en Hamás la última encarnación hasta la fecha de Amalek, situando así la guerra de Gaza en una perspectiva decididamente transhistórica. En la Biblia hebrea, el nombre de Amalek designa por metonimia al enemigo eterno de Israel: «Yahvé está en guerra contra Amalek de generación en generación» (Éxodo 17:16). Amalek es el enemigo arquetípico de Israel y, por lo tanto, el mal absoluto. Su memoria debe ser borrada, por lo que debe ser exterminado. No se firma un tratado de paz con el Mal, se le hace desaparecer.

Por la patria propia, no por la ajena

Nuestros contemporáneos se encuentran en un estado mental que no les empuja a aceptar la guerra. No porque la guerra se considere en principio como una «desgracia» (tal juicio es atemporal), sino porque, al ser individualistas, llegan a la conclusión de que nadie puede decidir por ellos sobre la conveniencia de arriesgar su vida.

Israel se burla del cese del fuego y sigue atacando Gaza


Telma Luzzani, El Destape

Una vez más Israel incumplió su compromiso de alto al fuego y atacó una combi con diez palestinos, entre ellos tres niños, que estaban regresando a su hogar, en el barrio de Zeitún, para inspeccionar en qué estado había quedado su edificio. También se registraron en la semana embates israelíes en Jan Yunis, al sur de la Franja, y en Shujayea, al oeste.

El ejército israelí admitió el ataque con artillería contra la combi y lo justificó con el argumento falaz de que fue en legítima defensa. Israel dice estar autorizado a eliminar lo que considere "amenazas inmediatas" y advirtió que seguirán operando así, más allá del acuerdo del "Plan de 20 puntos" del presidente Donald Trump, avalado por los líderes de Egipto, Catar y Türkiye. El argumento es tramposo en todos los aspectos.
  1. ¿Puede considerarse "legítima defensa" la acción de uno de los ejércitos más poderosos y mejor equipados del mundo a una combi donde hay niños? Según la Defensa Civil de Gaza, uno de los chicos está herido y los otros dos desaparecidos. Sin incluir este caso, el Ministerio de Sanidad de Gaza reportó el viernes que, desde el "cese de hostilidades", ya se han contabilizado al menos 27 palestinos muertos y 143 heridos por acciones israelíes.
  2. El ejército argumenta que la combi estaba muy cerca de la "línea amarilla", como se conoce la zona a donde tuvo que retirarse el ejército israelí por el "Plan de 20 puntos". No obstante, el plan establece que el cese de hostilidades es en toda la Franja de Gaza y que rige también en la zona donde se encuentra el ejército.

jueves, 23 de octubre de 2025

Nord Stream: Caso Cerrado


Nahia Sanzo, Slavyangrad

El viernes pasado, un tribunal de Polonia dio el paso más esperado, negar la extradición a Alemania de Volodymyr Zhuravlev, que llegó al tribunal esposado y salió libre. Días antes, Italia había actuado de la misma forma en la vista de extradición de Serhiy Kuznetsov. Este paso es la continuación lógica del progresivo cierre de las investigaciones que habían iniciado países como Suecia, Dinamarca o Países Bajos para determinar qué ocurrió el 26 de septiembre de 2022 en las profundidades del mar Báltico. Aquel día, tres de las cuatro tuberías del Nord Stream 1 y 2, propiedad tanto de Rusia como de Alemania, sufrieron explosiones que dejaron inutilizable el sistema, cuya reparación sería multimillonaria. Descartada rápidamente la opción de una explosión accidental, todos los ojos occidentales miraron a Moscú y medios como Bloomberg publicaron artículos de opinión que directamente acusaban a Rusia de haber atentado contra el gasoducto con el objetivo de atraer a la OTAN a la guerra. Al sinsentido de asumir que Moscú había saboteado unas infraestructuras críticas de las que era copropietaria se sumaba la idea de forzar el choque entre grandes potencias que explícitamente intenta evitar.

“Es crucial ahora investigar los incidentes, obtener total claridad sobre los hechos y el por qué”, escribió aquel día Úrsula von der Leyen, que añadió que “cualquier interrupción deliberada de la infraestructura energética europea activa es inaceptable y conducirá a la respuesta más fuerte posible”. Desde el primer día, cuando se conocieron los hechos, la tendencia política y mediática ha sido apuntar a un enemigo y dar a entender que era Moscú quien más se beneficiaba del ataque. De ahí que pudiera ser calificado de “nada más que un acto terrorista planificado por Rusia y un acto de agresión hacia la Unión Europea” por oficiales ucranianos como Mijailo Podolyak, que precisaba que Rusia “busca desestabilizar la situación económica en Europa y causar pánico antes del invierno”. La mejor respuesta al ataque ruso era aumentar la asistencia militar a Kiev, especialmente con tanques alemanes. En la misma línea se mostraba Polonia, cuyo ministro de Asuntos Exteriores afirmaba que “hoy nos enfrentamos a un acto de sabotaje. No conocemos todos los detalles de lo que ha pasado, pero vemos claramente que es un acto de sabotaje vinculado a la siguiente fase de escalada de la situación en Ucrania”. “Por desgracia, nuestro socio del este persigue constantemente un curso político agresivo”, añadía su viceministro, “si es capaz de un curso agresivo militar en Ucrania, entonces es evidente que no se pueden descartar provocaciones en Europa occidental”. La Unión Europea tenía claro que el culpable era un enemigo, mientras que Polonia y Ucrania no dudaban en señalar a Moscú.

El orden mundial y sus principales actores


Karim Nazriev, Geopolitika

El dilema de la seguridad internacional

Una visión correcta de la historia política del mundo, el conocimiento de los principales actores de la política mundial, los artífices del proceso internacional, es un factor útil y favorable a través del cual se puede evaluar la situación internacional y mostrar el panorama de su desarrollo futuro.

La seguridad internacional depende en muchos aspectos de los artífices del nuevo orden mundial, es decir, de los actores de la política internacional. Esta situación se justifica por el hecho de que la cuestión de la paz y la guerra depende principalmente de los actores de la política internacional y, en particular, de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Si observamos el siglo de desarrollo del proceso político internacional, nos queda claro que la paz y la seguridad mundiales han dependido de las acciones de las superpotencias. En este sentido, un análisis político del proceso político internacional crea las condiciones para el futuro desarrollo de los acontecimientos en el siglo XXI.
Con el desarrollo gradual de las economías de países como el Imperio Británico y Alemania a finales del siglo XIX y principios del XX, la lucha por el mundo, la división y redistribución de las esferas de influencia mundiales, que eran la fuente de materias primas, mano de obra, áreas comerciales y la base de la economía, hicieron inevitables los enfrentamientos directos entre imperios. El desarrollo implacable del capitalismo y su transformación en imperialismo condujo finalmente a que, una vez completada la división del mundo y definidas las esferas de influencia en las regiones del mundo, los imperios coloniales entraran en guerra entre sí.

miércoles, 22 de octubre de 2025

El horizonte desaparecido de la humanidad: la distopia tecnocapitalista de Nick Land


Markku Siira, Geo Polarium

El filósofo inglés y teórico aceleracionista Nick Land (nacido en 1962) se ha convertido una vez más en una figura de actualidad cuyas reflexiones se escuchan en podcasts y se comentan en publicaciones online y redes sociales, donde el mismo Land también está presente. Su pensamiento atrae a quienes ven la tecnología como un destino inevitable o una amenaza que revolucionará los límites de la humanidad y cuestionará los fundamentos del orden mundial.

El pensamiento de Land es como un agujero negro en el campo de la filosofía moderna: atrae, confunde y distorsiona todo lo que se le acerca. Su obra nos obliga a enfrentarnos a las limitaciones de la humanidad bajo el yugo de la maquinaria tecnológica. La filosofía de Land no solo desafía la posición de los seres humanos, sino que también anticipa el avance implacable de la tecnología hacia un futuro posthumano, en el que los valores y significados tradicionales se disuelven bajo la dinámica tecnocrática.

La forma de pensar de Land rechaza la moralidad y sitúa la autodirección de la tecnología en el centro de todo, enfatizando un enfoque antihumanista radical. Un concepto clave en sus primeros escritos es el «xenodemonio», una manifestación lovecraftiana de la inteligencia artificial que utiliza a la humanidad como trampolín para promover sus propios fines. ¿Sigue siendo esto un escenario futuro o es un proceso de cambio en curso que está configurando la realidad según sus propios términos y amenazando con engullir al sujeto humano?

La IA encabeza el próximo colapso financiero estadounidense


Misión Verdad

Desde los salones de Wall Street hasta los estudios de televisión del establishment financiero, una palabra vuelve a resonar con fuerza contenida: crisis. No se pronuncia con el dramatismo de 2008 ni con la desesperación de 1929, pero sí con la cautela de quien sabe que la quietud es apenas aparente.

"Tendremos un colapso, pero no puedo decirte cuándo ni cuán profundo será", advirtió recientemente Andrew Ross Sorkin, uno de los analistas más influyentes del periodismo económico estadounidense. La frase, lanzada casi como una confesión, sintetiza el clima de incertidumbre que domina al sistema financiero mientras el optimismo bursátil se expande con un ritmo que recuerda demasiado a los auges previos al colapso.

La promesa de una revolución tecnológica parece sostener la fe en un crecimiento perpetuo, aunque las cifras sugieren que esa expansión depende más de la especulación que de la productividad real. El propio Sorkin, en su entrevista para 60 Minutes, enumeró los paralelismos con la víspera del crack de 1929: meses consecutivos de récords, euforia inversora, relajamiento de las normas y una fiebre tecnológica que empuja a los capitales a asumir riesgos cada vez mayores.

La inteligencia artificial como motor y espejismo

El auge bursátil que atraviesa Estados Unidos en 2025 se sostiene, en buena medida, sobre una sola promesa: la inteligencia artificial. El fenómeno ha reconfigurado la economía financiera hasta convertirse en el nuevo eje de acumulación global.

Las llamadas "Siete Magníficas" (Microsoft, Apple, Nvidia, Amazon, Meta, Google y Tesla) concentran el 80% de las ganancias totales del mercado de valores estadounidense en lo que va de año, y han atraído casi 300 mil millones de dólares en inversión extranjera solo durante el segundo trimestre de 2025.

martes, 21 de octubre de 2025

La importancia de Donbass


Nahia Sanzo, Slavyangrad

Incapaces de presentar una sola vía al final del conflicto que no se limite al mientras sea necesario y rechazando cualquier concesión que pudiera facilitar el inicio de una negociación, los países europeos continúan enrocados en su búsqueda de alternativas con las que garantizar que Kiev pueda seguir luchando. “Rusia va a destruir Ucrania dependiendo de la capacidad que tenga Ucrania de defenderse. Si Estados Unidos no se la da, ¿se la vamos a dar nosotros? Esta es la pregunta que se tiene que hacer Europa”, ha sentenciado estos días Josep Borrell la haciendo explícita la duda que se plantean actualmente los países europeos. “Vemos los esfuerzos del presidente Trump por llevar la paz a Ucrania, todos estos esfuerzos son bienvenidos, pero no vemos que Rusia quiera la paz”, insistió Kallas, que añadió que “estamos debatiendo qué más podemos hacer”. El enésimo cambio de opinión de Donald Trump, cuya reunión con Zelensky se pareció más a la humillación del Despacho Oval de lo que el presidente ucraniano relató ante los medios estadounidenses, ha obligado a los países europeos a acelerar sus planes para conseguir que Kiev disponga de la financiación necesaria para sostener una guerra de alta intensidad durante varios años más y se abra otra vía con la que adquirir armamento.

“Rusia sólo entiende de fuerza. Sólo negocia cuando se le pone bajo presión. Es por eso que estamos trabajando para adoptar nuestro 19º paquete de sanciones esta semana”, afirmó ayer por enésima vez Kaja Kallas para remarcar que, a pesar del hartazgo de Donald Trump, que según Financial Times arrojó a un lado el mapa de la línea del frente ucraniano alegando que no era de su interés, “no sé dónde está esa línea roja, nunca he estado ahí”, el marco ideológico sigue siendo el de la guerra hasta conseguir una posición de fuerza en la que negociar las menores concesiones posibles.

Un millón de libras y una guerra sin fin: Cómo la intervención de Boris Johnson en Kiev cambió el curso del conflicto y el futuro de Europa

Cuando Boris Johnson voló a Kiev en mayo de 2022, la paz en Ucrania estaba al alcance de la mano. Tres años y un millón de libras después, Europa está pagando el precio por un hombre corrupto y el silencio de un continente.
Boris Johnson y Volodimyr Zelensky caminan por el centro de Kiev,
9 de abril de 2022


Ricardo Martins, New Eastern Outlook

Cuando la historia vuelva a examinar el conflicto de Ucrania, un episodio podría destacar como punto de inflexión: la repentina visita de Boris Johnson a Kiev en abril de 2022, justo después de que se rubricara un acuerdo de paz provisional en Estambul.

En ese momento, el alto el fuego estaba al alcance de la mano. Sin embargo, según se informa, Johnson, entonces primer ministro británico, instó al presidente Volodymyr Zelensky a no firmar, asegurándole que Occidente armaría a Ucrania “durante el tiempo que fuera necesario”.

Esa decisión, ahora objeto de un nuevo escrutinio tras las revelaciones de The Guardian, puede haber cambiado el curso del conflicto y el destino político de Europa.

El acuerdo de Estambul que nunca fue

A principios de abril de 2022, los negociadores ucranianos y rusos habían acordado en principio un marco que podría haber puesto fin a las hostilidades.

Ucrania renunciaría a su adhesión a la OTAN a cambio de garantías de seguridad. Pero tras la visita sorpresa de Johnson a Kiev, las conversaciones fracasaron.

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