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lunes, 20 de febrero de 2023

Terrorismo económico contra los Nord Stream

Hedelberto López Blanch, Rebelión

Los verdaderos motivos y el culpable principal de la voladura de los gasoductos Nord Stream han salido a flote tras las investigaciones y los irrefutables hechos que señalan directamente a Estados Unidos como el ideólogo y ejecutor de la acción terrorista.

Desde mucho antes del inicio de la operación militar especial de Rusia contra Ucrania, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden y el Pentágono apostaron por debilitar económicamente a Moscú, utilizar a Kiev como punta de lanza, controlar aún más a la Unión Europea y sacar grandes dividendos con las ventas de armas y del gas que produce en su territorio.

Además de impulsar el golpe de Estado en 2014 en Ucrania, conocido como el Maidán, Washington, la OTAN y los países de la Unión Europea, se han encargado de suministrar a las fuerzas neonazi que dominan Kiev, todo tipo de ayuda en dinero y armamentos cuyo fin es tratar de colapsar al gobierno de Vladimir Putin, lo cual no han logrado.

viernes, 18 de febrero de 2022

La crisis de Ucrania no tiene que ver con Ucrania, sino con Alemania

“El interés primordial de Estados Unidos, por el que hemos luchado en guerras durante un siglo (la Primera y la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría), han sido las relaciones entre Alemania y Rusia, porque unidas son la única fuerza que nos puede suponer una amenaza. Y para asegurarnos de que eso no ocurre” [George Friedman, presidente de STRATFOR en el Chicago Council on Foreign Affairs [Consejo de Chicago para Asuntos Mundiales].
Mike Whitney, The Unz Review

La crisis de Ucrania no tiene nada que ver con Ucrania, sino con Alemania y, en particular, con un gasoducto que une Alemania con Rusia llamado Nord Stream 2. Washington lo considera una amenaza a su primacía en Europa y ha tratado continuamente de sabotear el proyecto. Con todo, el proyecto Nord Stream ha seguido adelante y ahora está totalmente operativo y listo para funcionar. En cuando las instituciones alemanas concedan la certificación final empezará el suministro de gas. Los propietarios de viviendas y las empresas alemanas tendrán una fuente fiable de energía limpia y barata, mientras que Rusia verá aumentar considerablemente sus ingresos provenientes del gas. Es una situación en que ambas partes salen beneficiadas.

Los altos cargos de la política exterior estadounidense no está contentos con esta situación. No quieren que Alemania dependa más del gas ruso porque el comercio genera confianza y la confianza lleva a expandir el comercio. A medida que las relaciones se vuelven más cálidas, se levantan más barreras aduaneras, se flexibilizan las regulaciones, aumentan los viajes y el turismo y se crea una nueva estructura de seguridad. En un mundo en el que Alemania y Rusia son amigos y socios comerciales no hay necesidad de bases militares estadounidenses, no se necesitan caros armamentos y sistemas de misiles fabricados en Estados Unidos ni tampoco se necesita la OTAN. Tampoco hay necesidad de negociar en dólares estadounidenses un acuerdo de energía ni de acumular títulos del Tesoro de Estados Unidos para equilibrar las cuentas. Las transacciones entre socios comerciales se pueden llevar a cabo en las propias divisas, lo que provocará un fuerte descenso del valor del dólar y un cambio drástico en el poder económico. Estos son los motivos por los que el gobierno Biden se opone a Nord Stream. No es un simple oleoducto, es una ventana hacia el futuro, un futuro en el que Europa y Asia se acercan en una inmensa zona de libre comercio que aumenta su poder y prosperidad mutuos al tiempo que deja fuera a Estados Unidos. Unas relaciones más cálidas entre Alemania y Rusia señalan el fin de un orden mundial “unipolar” que Estados Unidos ha supervisado durante 75 años. Una alianza germano-rusa amenaza con precipitar el declive de la superpotencia que actualmente se acerca lentamente al abismo. Esa es la razón por la que Washington está decidido a hacer cuanto pueda para sabotear Nord Stream y mantener a Alemania dentro de su órbita. Es una cuestión de supervivencia.

sábado, 18 de septiembre de 2021

Nord Stream 2: el mercado se impuso a las extorsiones

Durante tres años las administraciones estadounidenses hicieron lo imposible por detener la construcción del gasoducto Nord Stream 2 al intentar imponer su caduca política hegemónica, en un mundo globalizado cuyas naciones han observado que las leyes del mercado y de la economía pueden superar cualquier obstáculo
Hedelberto López Blanch, Rebelión

Desde 2017 cuando comenzaron las primeras inversiones y firmas de acuerdos para llevar adelante un segundo gasoducto desde Rusia a Alemania, (con el primer Nord Stream terminado en 2012 se alcanzaron grandes beneficios) el expresidente norteamericano Donald Trump lanzó una serie de “sanciones” contra Rusia y compañías que se integrarían al proyecto, a la par que presionaba a las autoridades alemanas y europeas para que desistieran de llevar adelante la obra.

Su sucesor, Joe Biden continuó con la misma política pero al final tuvo que desistir pues según la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, “Estados Unidos no tenía medios para detener el Nord Stream 2 que ya estaba casi completado en un 95%”.

De todas formas, las últimas extorsiones del Departamento del Tesoro fueron impuestas en junio contra 13 barcos rusos y tres entidades, incluido un servicio de rescate marítimo, por su participación en esa construcción, pero tampoco resultaron efectivas para detener la obra.

domingo, 12 de septiembre de 2021

Nord Stream 2, triunfó la lógica

Antonio Gershenson, La Jornada

La terminación del gasoducto más importante en la historia de los hidrocarburos es un triunfo de las naciones que sólo necesitan el abasto del combustible, sin importar si algún otro país se siente agredido. Esta obra de ingeniería que es reconocida en todo el mundo, evadiendo un sinnúmero de dificultades, ha cumplido con todos los protocolos de construcción, seguridad y económicos. Europa tendrá asegurado el consumo, sin especulaciones o extorsiones políticas. Por lo menos, eso se espera del gobierno del presidente Vladimir Putin.

Hemos expuesto en por lo menos seis artículos anteriores, en este mismo espacio de La Jornada, la historia de este proyecto de abastecimiento de uno de los energéticos claves, casi podríamos decir el principal, para la subsistencia.

La compañía Gazprom fue la realizadora y promotora del proyecto gasífero más importante de Europa. La construcción del Nord Stream AG inició en 2018 con la inversión de algunas empresas conocidas como la Shell y Engie, la segunda empresa más fuerte en servicios públicos y abasto de hidrocarburos. Los ingresos de esta firma francesa suman más de 74 mil millones de euros anuales y tiene una base laboral de alrededor de 160 mil personas en todo el mundo.

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