El año 2004 el músico Daniel Barenboim, nacido en Argentina en 1942, nacionalizado español, israelí y palestino, recibió el Premio de la Fundación Wolf de las Artes de Jerusalén. En esa ocasion el músico leyó la Declaracion de Independencia de Israel que consagra, entre otras cosas, el compromiso de su desarrollo para todos sus habitantes, y que el Estado se funda en los principios del derecho y la libertad y el bienestar de su gente "sin considerar las diferencias de religión, raza o sexo, garantizando a todos sus ciudadanos la igualdad en derechos sociales y políticos; su libertad de culto, opinión e idioma, educación y cultura".
"Quienes firmaron esa declaración -dijo Barenboim- se compometieron en nombre de todos a la Paz y la buena vecindad con todos los Estados fronterizos y sus pueblos".
Hace 20 años Barenboim declaraba estar hondamente consternado con la realidad de la Ocupación Israelí y la violación de los derechos fundamentales de los palestinos. Y pregunta a todos:
"¿Puede el pueblo judio, cuya historia se ha caracterizado por el sufrimiento y la persecución, permitirse ser indiferente al sufrimiento de un Estado vecino? ¿Puede permitirse el Estado de Israel el sueño irreal de un arreglo ideológico o militar, en vez de buscar una solución humanitaria basada en la justicia social?"... Y advierte: "No existe ninguna solución militar para este conflicto"Barenboim fundó junto al fallecido Edward Said en Ramallah un taller para jóvenes músicos de todos los países de Oriente Medio, árabes y judios "porque la música puede, por su naturaleza, elevar los sentimientos y el poder de imaginación de pàlestinos e israelíes hasta límites insospechados".
A 20 años de estas sabias palabras de un gran músico, vemos con dolor que el gobierno de Israel nunca escuchó.