sábado, 15 de noviembre de 2025

Chile: Una comunista moderada y un extremista de ultraderecha son los favoritos en las elecciones

La candidata de centroizquierda Jeannette Jara lidera con el 33% de las intenciones de voto; sus rivales de derecha tienen el 16% cada uno

Rodrigo Durao Coelho, La Haine

Los chilenos acudirán a las urnas este domingo 16 para votar en la primera vuelta de las elecciones presidenciales que elegirán al sucesor del presidente de centroizquierda Gabriel Boric. La comunista "moderada" Jeannette Jara lidera las encuestas con el 33,2% de la intención de voto, seguida por dos candidatos de extrema derecha empatados con el 16,8%, José Antonio Kast y Johannes Kaiser, según una encuesta de Atlas/Intel publicada el 31 de octubre.

Si ningún candidato obtiene el 50% +1 de los votos, la segunda vuelta del 14 de diciembre determinará quién gobernará Chile durante los próximos cuatro años, a partir de 2026. "Esta elección será el enfrentamiento entre la izquierda y la derecha", declara a Brasil de Fato el analista José Maurício Domingues, del Instituto de Estudios Sociales y analista político de la Universidad Estatal de Río de Janeiro (Uerj), refiriéndose a la disputa ideológica que ha estado vigente en el país desde las grandes protestas de 2019, conocidas como Estallido.

Chile aún sufre las consecuencias del levantamiento social de octubre de ese año, que se extendió por las calles y fue reprimido por el Estado, dejando 32 manifestantes muertos y 3.400 heridos. Las protestas, que inicialmente exigían reformas sociales, fueron aprovechadas por la derecha chilena, que supo capitalizar el sentimiento de desconfianza y frustración, presentándose como defensora del orden y la seguridad.

Los cuatro escenarios bélicos de Trump

El imperio estadounidense enfrenta numerosos desafíos, todos ellos de difícil solución. Para complicar aún más las cosas, es necesario abordarlos prácticamente todos simultáneamente y cualquier fracaso tendrá repercusiones inmediatas en los otros escenarios

Enrico Tomaselli, Sinistra in Rete

Siempre he sostenido y sigo estando absolutamente convencido de que la elección de Trump a la presidencia de Estados Unidos se debió a una combinación de factores, dos de los cuales son primordiales.

El primero fue que una minoría del poder profundo estadounidense creía urgentemente necesario cambiar la forma en que se gestionaba la estrategia imperial-hegemónica de Estados Unidos, en particular por parte de ese bloque de poder identificado como la convergencia entre el mundo político democrático (entendido como un partido) y los neoconservadores. El segundo fue la disponibilidad de una figura —Trump, específicamente— que poseía las características necesarias para competir con éxito en las elecciones, especialmente con el movimiento MAGA.

Todo esto, por supuesto, debe considerarse a la luz de una premisa obvia pero a menudo ignorada: para una potencia imperial, es absolutamente esencial contar con una estrategia global a largo plazo, una que no pueda estar sujeta a cambios radicales cada cuatro años, basados en la rotación presidencial. Esto implica no solo que dichas estrategias se definan principalmente fuera de las administraciones individuales, sino que debe existir un aparato que no solo las desarrolle, sino que también garantice su implementación.

Y esto es precisamente lo que actualmente llamamos Estado profundo (y lo que yo prefiero llamar poder profundo); que, sin embargo, no debe concebirse como una organización secreta, una especie de Spectre, sino —precisamente— como un conjunto de poderes, tanto institucionales como de otra índole, cuya duración no está sujeta al voto popular y cuya composición puede, dentro de ciertos límites, ser mutable.

Las provocaciones de Trump fortalecen a la izquierda

En toda América Latina, las movidas agresivas de Donald Trump —desde los aranceles hasta los ataques a embarcaciones en el Caribe, pasando por la injerencia en las elecciones argentinas— están uniendo a las fuerzas progresistas en la oposición y apuntalando las expectativas políticas de la izquierda.

Steve Ellner, Jacobin

Cuando Donald Trump asumió la presidencia en enero de 2025, los gobiernos de la marea rosa en América Latina venían perdiendo terreno. La aprobación del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva caía al nivel más bajo de sus tres mandatos, mientras que la de Gustavo Petro en Colombia apenas llegaba al 34 por ciento. Y tras los resultados muy disputados de las elecciones presidenciales de julio de 2024 en Venezuela, con Nicolás Maduro cada vez más aislado en la región.

Ahora, menos de un año después, el panorama político cambió. Las extravagancias de Trump —como renombrar el Golfo de México, el uso de los aranceles como arma y las acciones militares agresivas en el Caribe y el Pacífico— revitalizaron a los gobiernos de la marea rosa y a la izquierda en general. América Latina reaccionó a la invocación trumpista de la Doctrina Monroe con un auge del sentimiento nacionalista, manifestaciones masivas y denuncias de figuras políticas de casi todo el espectro, incluso algunas de centroderecha.

Mientras Estados Unidos aparece cada vez más como un hegemón poco confiable y en declive, China busca posicionarse como defensora de la soberanía nacional y voz de la sensatez en materia de comercio e inversión internacionales. En julio, cuando Trump le impuso un arancel del 50 por ciento a la mayoría de las importaciones brasileñas, los chinos intervinieron para ayudar a cubrir el bache en las exportaciones de soja, cruciales para el país.

viernes, 14 de noviembre de 2025

Los centros de estudios pro israelíes de Washington buscan pretextos para una nueva guerra con Irán

Robert Inlakesh muestra cómo los grupos de expertos de Estados Unidos como FDD y WINEP preparan justificaciones ideológicas y políticas para una nueva agresión contra Irán, con el objetivo de aislar a Teherán, debilitar a Irak y Hizbullah, y asegurar el dominio estadounidense-israelí en la región

Robert Inlakesh, Al Mayadeen

Desde que concluyó la guerra entre Irán e "Israel" en junio pasado, los centros de estudios pro-guerra, responsables de influir en la política del gobierno estadounidense, señalan la necesidad de una segunda ronda de ataques contra la República Islámica y su programa nuclear. Ahora están intensificando sus esfuerzos.

A pesar de las declaraciones bulliciosas y triunfales de funcionarios de la administración Trump, que afirmaban con confianza la destrucción total de las instalaciones nucleares iraníes, entre bastidores los principales centros de estudios de Washington parecen mantener la opinión generalizada de que el trabajo no está terminado.

Los paneles de expertos, los análisis y las recomendaciones políticas del gobierno norteño sobre los próximos pasos a seguir con respecto a Irán se centran en la idea de que, a menos que se alcance un acuerdo que implique la declaración de derrota regional por parte la parte iraní, eventualmente será necesaria otra ronda de guerra directa. Sin embargo, suelen matizar esta idea con la salvedad de que la próxima debe poner fin al conflicto de forma definitiva y no prolongarlo hasta que se produzca otra.
En el período de transición entre guerras, el papel de estos centros de estudios es crucial para moldear la comprensión que Washington tiene de las tareas pendientes

El juego de matar


Nahia Sanzo, Slavyangrad

La gamifiación de la guerra, no es una novedad ni como concepto ni su uso en el conflicto ucraniano. El pasado julio, en un artículo que hacía referencia a ello, The Economist explicaba que el término fue acuñado en la primera década de este siglo y que “se ha utilizado en muchos campos, desde la atención sanitaria y los programas de fidelización de clientes hasta la educación y la productividad en el lugar de trabajo”. La lógica de la gamificación es que “los participantes puntúan; suelen aparecer tablas de clasificación, barras de progreso, niveles e insignias. En algunos casos, los puntos pueden traducirse en recompensas que van más allá de la satisfacción de «ganar»”. Su aplicación a la guerra es más sencilla a medida que el acto de matar puede hacerse a distancia, en ocasiones desde la seguridad de la lejanía, utilizando un botón que apretar después de haber apuntado por medio de una pantalla, quizá incluso desde un edificio de oficinas o un sótano situado en cualquier lugar del frente o de la retaguardia.

La apariencia de un videojuego no es el único aspecto que facilita la gamificación de la guerra de drones, sino también el hecho de que, al contrario que la guerra cuerpo a cuerpo de la infantería, tiende a quedar registrada y es más sencilla de cuantificar. Además del peligro extremo que padecen, atrapadas en las zonas de muerte en las que se han convertido frentes como el de Donbass, saturados de drones capaces de detectar prácticamente cualquier movimiento, quienes allí luchan no pueden permitirse el lujo de grabar y contabilizar todos sus éxitos, impactos o derribos. Con ayuda de las herramientas tecnológicas que han hecho de la guerra un juego que se puede librar a distancia, operadores de drones sí disponen de la posibilidad de realizar un seguimiento mucho más exhaustivo.

jueves, 13 de noviembre de 2025

Sarkozy se da a la fuga

Nicolás Sarkozy llegando a su domicilio tras salir de la cárcel


David Torres, Público

Entre Marcel Proust, Simone de Beauvoir, la república, Diderot, Jeanne Moreau, las baguettes, Debussy, Bardot, Voltaire, los croissants, Truffaut, el borgoña, Yourcenar, los Gitanes, los quesos y Flaubert, Francia siempre ha sido un país ejemplar, un verdadero modelo de país, pero últimamente no hay manera de tomárselo en serio. Unos ladrones asaltan el Louvre al estilo de Pepe Gotera y Otilio y unos días después nos enteramos de que la contraseña de seguridad en la videovigilancia del museo era "Louvre". Llega a pasar algo parecido en el Museo del Prado y en Le Monde están choteándose cuatro meses, pero como ha sido cosa de los franceses, habrá que ver si al final no lo ponen de moda.

Al menos desde tiempos de Molière, Francia no es una tierra donde arraigue muy bien la comedia y sin embargo llevan unos días en que no paran de trasplantar a la realidad los esperpentos de Valle-Inclán, el cine de Berlanga y los mejores disparates de Monicelli, Risi, De Sica, Germi y Comencini. En Rufufú, de Monicelli, los ladrones iban a robar una caja fuerte y terminaban asaltando un frigorífico, mientras que en el Louvre parecía que iban a transportar un frigorífico y se llevaron 88 millones de euros en joyas. De igual modo, en medio de este magno festival de la chapuza que están celebrando en París, el ex presidente Sarkozy entra a la cárcel de La Santé para cumplir cinco años de prisión y este lunes, tres semanas después, regresa a casa en libertad condicional. Es posible que, en cuestión de atracos, los comediantes franceses estén imitando a los italianos, pero en lo que concierne a la justicia, sus magistrados parecen españoles de pura cepa.

miércoles, 12 de noviembre de 2025

Nord Stream: el peligro de la justicia


Nahia Sanzo, Slavyangrad

“Los daños causados a los gasoductos Nordstream 1 y Nordstream 2 en aguas internacionales del mar Báltico son motivo de profunda preocupación”, afirmaba el breve comunicado publicado por la OTAN tras los sabotajes de gasoducto que unía Rusia y Alemania, para confirmar que “toda la información disponible hasta el momento indica que se trata del resultado de actos de sabotaje deliberados, imprudentes e irresponsables”. “Estas fugas están poniendo en peligro la navegación y causando daños medioambientales considerables” añadía adhiriéndose a una preocupación medioambiental que, como las ansias de investigar lo sucedido en septiembre de 2022, desapareció rápidamente en el momento en el que todas las pistas comenzaron a apuntar decisivamente a un aliado, Ucrania, y no al enemigo ruso. “Como aliados, nos hemos comprometido a prepararnos, disuadir y defendernos contra el uso coercitivo de la energía y otras tácticas híbridas por parte de actores estatales y no estatales. Cualquier ataque deliberado contra la infraestructura crítica de los aliados recibirá una respuesta unida y decidida”, concluía el comunicado que, teniendo en cuenta el desarrollo de la investigación y las reacciones políticas que han provocado los detalles que se han conocido, solo puede ser leído con ironía. La importancia de ese pasaje radica en la certeza de que los hechos habrían sido presentados como un acto de guerra o incluso un ataque no solo contra Alemania, sino contra el colectivo de países miembros de la OTAN -y de la Unión Europea- en caso de que hubiera podido probarse la participación del actor al que el continente europeo acusa de todos los actos de guerra híbrida, Rusia.

Corrientes cruzadas occidentales: Populismo cultural contra arquitectura profunda

Cuando el equilibrio fundamental de un ‘orden’ se rompe más allá de cierto punto; cuando los jóvenes se rebelan contra la ilusión y comienzan a buscar algo nuevo que sustituya a los viejos esquemas agotados… esto se conoce como la espera de la luna nueva.

Alastair Crooke, Strategic Culture

Las elecciones de mitad de mandato de 2026 en Estados Unidos comenzaron esta semana con tres elecciones importantes y otra igualmente importante para la redefinición de los distritos electorales celebrada en California.

Los demócratas obtuvieron una victoria aplastante en tres elecciones importantes (Nueva York, Nueva Jersey y Virginia), así como en la propuesta de redefinición de los distritos electorales en California.

La redefinición de los distritos electorales en California podría garantizar a los demócratas otros cinco escaños en la Cámara de Representantes.

Pero la lente a través de la cual interpretar estos acontecimientos es quizás mejor que la de las últimas elecciones generales británicas: el partido en el poder estaba desacreditado y era muy impopular.

El electorado británico quería darle una sonora bofetada, y así lo hizo. El problema era que los votantes tampoco apreciaban mucho a los partidos alternativos. Pero para enviar el mensaje, tenían que votar por algo.

El Partido Laborista obtuvo una mayoría aplastante, pero ningún mandato real. El primer ministro Starmer, y su partido (al parecer), son tan impopulares como los anteriores.

Por ahora, la política en el Reino Unido está en crisis. La situación es más o menos la misma en Francia.

martes, 11 de noviembre de 2025

Ucrania: Herramientas para la lucha política interna y burocrática

Hace una semana la CIA desclasificó un documento sobre la visita de Joe Biden a Kiev en diciembre de 2015, un viaje en el que, según el documento publicado, las autoridades ucranianas mostraron su sorpresa y su disgusto por el escaso valor político de las intervenciones del entonces vicepresidente. Biden, según esas fuentes, Biden se mostraba más interesado en sus negocios privados en Ucrania que en mostrar el apoyo esperado al Gobierno de Poroshenko.

Nahia Sanzo, Slavyangrad

Mientras los países europeos buscan la forma de utilizar los activos rusos retenidos en la Unión Europea para financiar la continuación de la guerra, al otro lado del Atlántico se ha plantedo otro problema. Estados Unidos ha dejado claro que no va a volver a emplear más dinero para mantener la guerra, por lo que espera que sean los países europeos quienes eleven la apuesta y se hagan cargo de una guerra que, recuerdan, se produce en su continente. Esta argumentación olvida que, como país más importante de la OTAN, circunstancia que Donald Trump ha señalado como una de las causas de la guerra, también Washington tiene una responsabilidad. Sin embargo, la actual coyuntura, con una UE completamente subordinada a Estados Unidos en su intento de mantener cierta relevancia internacional, permite a la Casa Blanca dar órdenes en la distancia y pasar de ser el principal espónsor de las Fuerzas Armadas de Ucrania a principal beneficiario de la venta de armas a los países europeos para su envío a Kiev. Como muestran las palabras del embajador de Estados Unidos en la OTAN, Washington espera que sus aliados europeos de la OTAN aumenten su inversión en ese papel de financiadores de la guerra que Donald Trump les ha adjudicado.

“Creo que Europa debe hacer más. Desde la OTAN, les instamos a diario a que hagan dos cosas. Primero, deben brindar más apoyo a Ucrania. Esta es una guerra europea, y los europeos deben pagarla. En segundo lugar, necesitan invertir más y con mayor rapidez en su propia defensa y seguridad. Les estamos ayudando en este sentido, pero tienen problemas sistémicos que deben abordarse, en particular los relacionados con la industria de la defensa y el aumento de la producción. Actualmente no están a la altura de las circunstancias, y deberían hacerlo. Esto es crucial para toda la organización”, afirmó el embajador Whitaker en una aparición en Fox News. El mensaje de Estados Unidos es claro: los países europeos deben gastar más dinero en armas para Ucrania y aumentar el gasto militar para su propia seguridad. Es evidente que Washington es consciente de que cualquier aumento de la inversión militar implica la adquisición de armas estadounidenses, un importante beneficio para el complejo militar industrial estadounidense.

lunes, 10 de noviembre de 2025

La deuda con Armand Mattelart

Si hoy hablamos de “colonialismo mediático”, de “imperialismo cultural”, de “ecología de los flujos informativos”, es porque Mattelart nos dio los instrumentos conceptuales para pensar estos procesos

Fernando Buen Abad, La Jornada

Armand Mattelart es uno de esos investigadores que desbaratan las comodidades teóricas y obligan a pensar la comunicación, no como técnica ni como adorno cultural, sino como campo de lucha, como dispositivo de poder, como territorio de disputa por el sentido. Su trayectoria representa una síntesis ejemplar de lucidez histórica y capacidad de desnaturalizar las tramas ideológicas que sostienen el orden dominante. No permitió que la teoría se divorciara de la praxis ni que la crítica se convirtiera en refugio académico. Nuestra deuda con él es enorme, no sólo por sus textos, sino por el impulso emancipador que le dio a la crítica de la comunicación en toda América Latina y el mundo.

Mattelart nos enseñó que el sistema de comunicación mundial no es neutro ni espontáneo, sino el resultado de una historia de acumulación capitalista, de una organización material de los flujos simbólicos al servicio de la dominación. Nos enseñó que la comunicación es una estructura que acompaña, reproduce y legitima las relaciones de poder del capitalismo global. Desde sus primeros trabajos con Michèle Mattelart, analizando la industria cultural y la ideología de los medios, hasta sus estudios sobre la geopolítica de la información, supo situar el problema comunicacional en el núcleo mismo de la economía política. Si hoy hablamos de “colonialismo mediático”, de “imperialismo cultural”, de “economía política de la comunicación” o de “ecología de los flujos informativos”, es porque Mattelart nos dio los instrumentos conceptuales para pensar estos procesos sin caer en la ingenuidad técnica ni en el fatalismo culturalista.

El peligro de la amnesia histórica y el rearme de Alemania

Al final, todo tendrá que terminar como antes… reescribiendo la historia, absolviendo a los criminales y encarcelando a las víctimas

Hugo Dionisio, Strategic Culture

Hay momentos en la historia en que la sensación de déjà vu es tan intensa que nos llega el olor a naftalina de uniformes guardados y raciones de combate en descomposición, esperando tiempos mejores cuando la memoria no sobrevive al paso del tiempo o cuando, al sobrevivir, el olvido inducido es tan abrumador que quien recuerda corre el riesgo de parecer más loco que sabio. Quienes recuerdan más allá del presente evidente suelen ser tachados de mentirosos.

Algunos dicen que la historia se repite; otros, que no. Quizás ambos tengan razón, ya que no se repite de la misma manera, pero las variables fundamentales de la historia humana se comportan cíclicamente y, en ese sentido, operan una suerte de repetición de contextos materiales, que resulta del hecho de que, en cada contexto social, en cada época histórica, los constituyentes fundamentales del movimiento son los mismos, idénticos, se repiten, solo que incorporan distintas formas. El mismo cuerpo, distinta vestimenta.

Precisamente por eso esta época se parece tanto a otra de hace cien años. Las diferencias son muchas, pues mucho ha cambiado —y mejorado— desde entonces, pero, cien años después, tras el fracaso del salto civilizatorio que pretendían quienes lucharon por derrocar el capitalismo en Occidente, nos enfrentamos, una y otra vez, al mismo tipo de problemas.

domingo, 9 de noviembre de 2025

Pánico en Londres y Wall Street: China abandona el PIB como métrica de la economía mientras Rusia rompe con la disuasión militar clásica

El orden unipolar occidental se descompone mientras surgen nuevas leyes de causalidad política desde la multipolaridad: China sustituye el PIB por la innovación como motor del progreso, Rusia consolida el poder estratégico con sus adelantos militares, y Occidente se hunde en la crisis financiera causada por su economía de casino. La convergencia de estos factores anuncia que el antiguo orden económico y militar ya no es viable, y que la única salida consiste en una arquitectura global basada en la cooperación estratégica y la supervivencia mutua.

José Luis Preciado, Mente Alternativa

En un informe reciente publicado por Executive Intelligence Review, el geoestratega Dennis Small (1) desarrolla un análisis de gran alcance sobre el viraje económico e ideológico que representa la decisión de China de abandonar el PIB como métrica de progreso, junto con los adelantos militares de Rusia. Según Small, se trata de un cambio que aterra a Londres y Wall Street, no solo por su significado técnico, sino por sus implicaciones estratégicas de fondo: China está reemplazando el paradigma monetarista por un modelo basado en la economía física, la innovación científica y el desarrollo productivo real. Rusia, por su parte, ha introducido un nuevo equilibrio estratégico con las armas Burevestnik y Poseidón, impulsadas por pequeños reactores nucleares.

En su informe, Small no se limita a exponer un dato económico; plantea una ruptura de civilización. Su discurso se articula en torno a la idea de que el eje de la economía mundial se está desplazando hacia el Sur Global, donde iniciativas como la Franja y la Ruta avanzan mientras Occidente se estanca. Este cambio, ocurre porque ni Londres ni Wall Street han logrado doblegar a Rusia ni a China en los terrenos militar, tecnológico o conceptual.

China ha desarmado la agresión económica estadounidense: la reciente conversación entre Donald Trump y Xi Jinping demostró que Washington se vio obligado a retroceder en sanciones y aranceles. La campaña económica fracasó porque la economía china ya no medirá su éxito en términos de PIB, sino de innovación, autosuficiencia y creatividad, como se anunció en el marco de la presentación del Plan Quinquenal 2026-2030, del cual hablaré más adelante.

sábado, 8 de noviembre de 2025

Imperialismo versus Bolivarismo


Gaetano Colonna, Sinistra in Rete

La historia del Occidente anglosajón encierra un pecado original: la confusión entre capitalismo e imperialismo. Así como el capitalismo no puede comprenderse sin la expansión colonial y mercantil inglesa, tampoco puede olvidarse que, a finales del siglo XIX en Gran Bretaña, la dominación sobre los pueblos del mundo comenzó a justificarse en aras de la defensa de la riqueza acumulada por la oligarquía británica.

Este pecado original se transmitió, a través de las guerras del siglo XX, al poder estadounidense; un hecho que en última instancia explica por qué ninguna administración estadounidense, independientemente de su afiliación partidista, puede renunciar a una política imperialista.

En este momento desconocemos si el gobierno de Trump atacará militarmente a Venezuela o no, pero lo que ha ocurrido durante décadas en las relaciones entre la superpotencia estadounidense y Venezuela es uno de los testimonios históricos más claros de lo que se acaba de decir.

La culpa de Venezuela, a ojos de las distintas administraciones que se han sucedido en la Casa Blanca a lo largo de las décadas, es solo una: haber intentado escapar de la dominación imperial que Estados Unidos ha ejercido sobre el continente latinoamericano desde finales del siglo XIX.

República Bolivariana

Hugo Chávez, el militar venezolano que dirigió el país desde 1999 hasta 2013, respaldado durante todo este período no tan corto por un apoyo popular incuestionable e indiscutible, además de haber configurado un sistema político que en cierto modo era una alternativa al modelo ultraliberal que imperaba en Sudamérica (y más allá...), también intentó establecer su propia base ideológica, que sigue siendo el punto de referencia para su sucesor Nicolás Maduro.

Trump y el Estado profundo: El estancamiento del Tomahawk y la ilusión de la autonomía presidencial

El tema del Tomahawk es vital para determinar el futuro político de Donald Trump

Lucas Leiroz, Strategic Culture

La actual controversia sobre la posible entrega de misiles Tomahawk a Ucrania reaviva un debate crucial en la política estadounidense: ¿hasta qué punto controla realmente el presidente de Estados Unidos las decisiones estratégicas de su país? Este episodio sugiere que Donald Trump, a pesar de su retórica de independencia y su supuesto deseo de un “acercamiento pragmático” con Moscú, sigue sujeto a las limitaciones del llamado Estado profundo: la estructura burocrático-corporativa-militar que ha dictado el rumbo de la política exterior de Washington durante décadas.

Según fuentes de medios occidentales, el Pentágono había dado luz verde a la Casa Blanca para liberar los misiles Tomahawk, argumentando que la transferencia no perjudicaría las reservas estadounidenses. Sin embargo, la decisión final recaería en Trump. Inicialmente, el presidente indicó que no tenía intención de enviar los misiles, afirmando que «no podemos renunciar a lo que necesitamos para proteger nuestro país». No obstante, pocos días después cambió de opinión, y luego volvió a cambiarla tras una conversación telefónica con el presidente ruso Vladímir Putin.

Esta oscilación refleja, más que una indecisión personal, la tensión entre dos proyectos de poder contrapuestos dentro de Estados Unidos. Por un lado, Trump busca mantener una política exterior más moderada, centrada en la recuperación económica nacional y en evitar la tensión de una confrontación directa con Rusia. Por otro lado, el complejo militar-industrial y sus aliados en el Congreso, los medios de comunicación y los servicios de inteligencia siguen presionando para que se intensifique la guerra en Ucrania.

viernes, 7 de noviembre de 2025

La caída de Sarkozy en la corrupción y la arrogancia


Halim Gençoğlu, Geopolitika

El legado de Sarkozy es sin duda una mancha en la democracia francesa. El escándalo de Libia es quizás la acusación más grave contra la integridad moral de Sarkozy. Los fiscales afirmaron que su campaña de 2007 recibió 50 millones de euros del régimen de Gadafi, facilitados por intermediarios como Ziad Takieddine, fondos que supuestamente fueron recompensados con favores diplomáticos como la visita de Gadafi a París en 2007 y acuerdos armamentísticos. Pruebas como diarios libios, registros de transferencias de efectivo y testimonios de testigos sugieren que el equipo de Sarkozy orquestó un pacto secreto y que la intervención libia de 2011 pudo haber sido diseñada para cubrir sus huellas.

En 2025, Sarkozy fue condenado por formar una organización criminal, pero absuelto de corrupción directa, un veredicto dual que los críticos consideraron una timidez judicial. Si bien la condena a cinco años de prisión y el encarcelamiento inmediato fueron históricos, su absolución por los cargos financieros planteó dudas sobre la capacidad del poder judicial francés para hacer frente a la corrupción de las élites. Mediapart (2025) describió el caso como un reflejo de una «dinámica neocolonial», argumentando que la disposición de Sarkozy a explotar el régimen libio para su beneficio personal reflejaba la actitud extractiva histórica de Francia hacia sus antiguas colonias.

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