Los intereses de Estados Unidos en Oriente Medio y el enorme poder que tiene el 'lobby' israelí en Washington hacen imposible que la Administración Biden pueda poner fin al conflicto en la Franja de Gaza, que ha provocado la muerte de más de 50.000 personas en el enclave palestino, consideraron especialistas consultados por Sputnik.
Ricardo Pérez, Sputnik
Para entender el vínculo entre Tel Aviv y Washington, no hay que pensar en Israel como un país libre y soberano, sino como un estado más de Estados Unidos, como Pensilvania, Nueva York, Texas o California, afirma Eduardo Rosales Herrera, doctor en relaciones internacionales por Atlantic International University.
“No es amigo, no es socio, sino un estado más y, en función de ello, evidentemente Estados Unidos es como como el centro, el tutor. El presidente de Estados Unidos es también el presidente de Israel de alguna manera. Podríamos denominarlo [a Israel] como el estado incómodo”, dijo Rosales.“Independientemente de lo que haga, siempre lo va a apoyar, aunque cometa atrocidades, aunque cometa tropelías, aunque cometa genocidio”, sostiene el académico.
Según él, este vínculo tan estrecho se explica a través de los intereses económicos y políticos que tiene la Casa Blanca en Oriente Medio. Por ello, el experto denomina a Israel como “el brazo político militar de Estados Unidos en esa región del mundo”.