El último memorando de la Estrategia de Seguridad Nacional del presidente considera la libertad de coaccionar a otros como la esencia de la soberanía estadounidense. Es un documento ominoso que, si se mantiene vigente, volverá para atormentar a Estados Unidos
Jeffrey D. Sachs, Common Dreams
La Estrategia de Seguridad Nacional 2025 (ESN) publicada recientemente por el presidente Donald Trump se presenta como un plan para renovar la fortaleza estadounidense. Sin embargo, presenta cuatro errores peligrosos.
En primer lugar, la Estrategia Nacional de Seguridad (NSS) se basa en la grandiosidad: la creencia de que Estados Unidos goza de una supremacía inigualable en todas las dimensiones clave del poder. En segundo lugar, se basa en una visión del mundo marcadamente maquiavélica, que trata a otras naciones como instrumentos manipulables para el beneficio estadounidense. En tercer lugar, se basa en un nacionalismo ingenuo que desestima el derecho y las instituciones internacionales como obstáculos a la soberanía estadounidense, en lugar de considerar los marcos que mejoran conjuntamente la seguridad estadounidense y mundial.
En cuarto lugar, esto demuestra una brutalidad en el uso que Trump hace de la CIA y el ejército. A los pocos días de la publicación de la NSS, Estados Unidos confiscó descaradamente un petrolero que transportaba petróleo venezolano en alto mar, con el argumento, endeble, de que el buque había violado previamente las sanciones estadounidenses contra Irán.
La incautación no fue una medida defensiva para evitar una amenaza inminente. Tampoco es legal incautar buques en alto mar debido a las sanciones unilaterales de Estados Unidos. Solo el Consejo de Seguridad de la ONU tiene tal autoridad. En cambio, la incautación es un acto ilegal diseñado para forzar un cambio de régimen enVenezuela. Esto tras ocurre la declaración de Trump de que ha ordenado a la CIA que realice operaciones encubiertas dentro de Venezuela para desestabilizar el régimen.



















