Faltó muy poco para que el legítimo Gobierno boliviano de Luis Arce fuera derrocado por un golpe militar encabezado por el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, general Juan José Zúñiga. La firme posición del presidente, el apoyo de las organizaciones obreras y del pueblo, lograron detener la embestida.
Hedelberto López Blanch, Rebelión
De suma importancia resultó la cobertura en vivo que realizó Telesur que a la par que ofrecía imágenes en vivo, su corresponsal y los locutores del estudio daban datos y ofrecían declaraciones de líderes y organizaciones del mundo que rechazaban el golpe.
El miércoles 26 de junio, mientras el presidente Arce se reunía con su equipo en la Casa de Gobierno, la Plaza Murillo fue invadida por cientos de militares, quienes reprimieron con gases a la población allí presente y rompieron la puerta del Palacio Quemado para luego intentar tomar el Órgano Ejecutivo.