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sábado, 29 de junio de 2024

Un intento de golpe con vientos del Norte

Faltó muy poco para que el legítimo Gobierno boliviano de Luis Arce fuera derrocado por un golpe militar encabezado por el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, general Juan José Zúñiga. La firme posición del presidente, el apoyo de las organizaciones obreras y del pueblo, lograron detener la embestida.

Hedelberto López Blanch, Rebelión

De suma importancia resultó la cobertura en vivo que realizó Telesur que a la par que ofrecía imágenes en vivo, su corresponsal y los locutores del estudio daban datos y ofrecían declaraciones de líderes y organizaciones del mundo que rechazaban el golpe.

El miércoles 26 de junio, mientras el presidente Arce se reunía con su equipo en la Casa de Gobierno, la Plaza Murillo fue invadida por cientos de militares, quienes reprimieron con gases a la población allí presente y rompieron la puerta del Palacio Quemado para luego intentar tomar el Órgano Ejecutivo.

domingo, 17 de noviembre de 2019

¿Quiénes son los responsables del golpe en Bolivia?


Alfredo Serrano Mancilla*, La Jornada

Un golpe de Estado jamás está constituido por un hecho aislado. No existe un momento puntual que pueda ser definido como el generador definitivo de una ruptura democrática. Cualquier golpe es un proceso acumulativo en el que el marco es fundamental para crear las condiciones necesarias y suficientes que garanticen su efectividad. La erosión de legitimidad del objetivo a derrocar se hace por múltiples vías que abonan un campo en el que luego las acciones destituyentes procuran ser presentadas como democráticas.

Por el carácter multidimensional del proceso golpista, nunca podríamos afirmar que existe un único responsable. Siempre hay muchos actores que participan en esta tarea, desde quién asume la Presidencia después del golpe, hasta aquel que inicia una campaña de desgaste con una fake news.

En Bolivia el golpe de Estado contra la democracia, con el objetivo de deponer a Evo Morales como presidente, también contó con muchos partícipes, cada cual en su justa condición; unos como colaboradores y otros como cómplices; los hubo más pasivos o más activos; algunos planificaron desde el inicio y otros se fueron sumando a medida que se fueron desarrollando los acontecimientos.

sábado, 16 de noviembre de 2019

El litio de Bolivia y la urgencia de un golpe


Vijay Prashad, Brasil de Fato

El presidente de Bolivia Evo Morales fue derrocado por un golpe militar el 10 de noviembre. Ahora está en México. Antes de ser obligado a dejar la presidencia estuvo dedicado a un amplio proyecto de llevar democracia económica y social a su largamente explotado país. Es importante recordar que Bolivia ha sufrido una serie de golpes de Estado, a menudo encabezados por los militares y la oligarquía en nombre de las empresas mineras transnacionales. Inicialmente, eran empresas de estaño, pero el estaño ya no es el objetivo principal en Bolivia. El objetivo principal son sus enormes depósitos de litio, cruciales para los automóviles eléctricos.

Durante los últimos 13 años, Morales ha tratado de construir una relación diferente entre el país y sus recursos naturales. No quería que esos recursos beneficien a las transnacionales mineras, sino a su propia población. Parte de esa promesa se cumplió ya que ha disminuido el porcentaje de pobreza y la población boliviana ha mejorado sus indicadores sociales. La nacionalización los recursos combinada con el uso de sus ingresos para financiar el desarrollo social ha desempeñado un papel importante. La actitud del gobierno de Morales hacia las empresas transnacionales produjo una áspera respuesta por parte de ellas, muchas de las cuales llevaron a Bolivia ante los tribunales.

domingo, 15 de septiembre de 2019

El golpe de Estado en Chile: primer proyecto de neoliberalismo militarizado


Marcos Roitman Rosenmann, La Jornada

Es necesario recordar que el neoliberalismo en América Latina, entro por la vía militar. Las fuerzas armadas fueron el instrumento para cambiar las dinámicas sociales, políticas, económicas y culturales de Chile. Su proyección en América Latina derivo en una aceptación de los marcos de un capitalismo predador y excluyente bajo el manto de una economía de mercado. En la actualidad, las fuerzas armadas, de regreso a sus cuarteles, cumplen una función de control hemisférico bajo una militarización de la sociedad. Su influencia es mucho más importante que si estuviesen en el poder político. Son el gobierno permanente. Bases militares de Estados Unidos inundan la región controlando la política de seguridad con un grado de independencia sobre el poder civil, nunca antes pensado.

La experiencia chilena abrió la puerta a pensar en una transición pacífica al socialismo. Eran tiempos de la guerra fría. Los ojos se pusieron en Chile. La redefinición del Estado, las nacionalizaciones, la reforma agraria y el enfrentamiento con el capital trasnacional fue el escenario donde el capitalismo se jugó el ser o no ser. Las clases dominantes chilenas no compartían los ideales democráticos. En cuanto fueron un obstáculo los abandonaron.

viernes, 1 de febrero de 2019

El petróleo de Venezuela y la geopolítica del golpe de Estado respaldado por Estados Unidos

Gabriel Black, wsws

Estados Unidos ha estado intensificando firmemente su operación de cambio de régimen en Venezuela, buscando destituir al presidente venezolano Nicolás Maduro por medio de un golpe de estado impulsado por sanciones económicas gravísimas que son equivalentes a un estado de guerra y a la amenaza continua de la intervención militar abierta de los Estados Unidos.

El objetivo es instalar al títere estadounidense, Juan Guaidó, quien en diciembre viajó a los Estados Unidos para discutir la operación con la administración Trump.

Guaidó, un operativo de Voluntad Popular, un partido de derecha financiado por el USAID y la National Endowment for Democracy (NED) cuenta con el apoyo bipartidista, de los demócratas y los republicanos. Fue presentado en los medios como una especie de luchador por la libertad y defensor de la democracia contra Maduro, un dictador y una fuerza del mal. Como dijo el Secretario de Estado Mike Pompeo en un discurso el sábado pasado, advirtiendo a otros gobiernos en las Naciones Unidas: “O estás con las fuerzas de la libertad o estás aliado con Maduro y su caos”.

Debajo de la invocación gastada e hipócrita de Washington de la “libertad” y la “democracia” se encuentran los motivos reales de un golpe de Estado que podría rápidamente convertirse en una guerra civil y en una intervención armada.

Venezuela tiene las mayores reservas probadas de petróleo de cualquier país del mundo —varios miles de millones de barriles más que Arabia Saudita. Este valioso premio no es simplemente una fuente de ganancias, sino una pieza geopolítica crítica en el creciente conflicto entre los EEUU y China, especialmente a la luz de los crecientes temores de que los mercados petroleros pronto se contraigan.

miércoles, 4 de enero de 2017

EE.UU. ha entrenado a los golpistas de América Latina

Emir Sader, Página 12

Los Estados Unidos prepararon a los golpistas de Brasil en 1964, a partir de la creación de la Escuela Superior de Guerra, fundada por Golbery do Couto e Silva y Humberto Castelo Branco, que habían convivido con las tropas norteamericanas en Italia, en lo que fue la participación brasileña en el final de la Segunda Guerra Mundial. Junto con los formados en la Escuela de las Américas, en Panamá, se creó así la generación que preparó y puso en práctica el golpe militar de Brasil en 1964. La Doctrina de Seguridad Nacional y los métodos de tortura fueron las dos claves esenciales del régimen de terror que fue implantado en Brasil y en los otros países del Conosur.

En la posguerra fría, los Estados Unidos buscaron un nuevo enemigo, figura esencial para exorcizar hacia el exterior los problemas de la sociedad norteamericana. Junto al narcotráfico, se fijaron en el terrorismo.

Como parte de la lucha en contra del terrorismo, con toda la amplitud que George W. Bush pasó a darle al tema, se desarrolló un campo de actividad llamado “contraterrorismo”, como un elemento más de la función de “policía del mundo” que los Estados Unidos asumieron.

El blanqueo de dinero pasó a formar parte de esa acción, en la creencia de que el terrorismo lavaría sus recursos en los mecanismos bancarios. Se pasó a la investigacion y punición en los casos de blanqueo de dinero, incluyendo la cooperación formal e informal entre los países, confiscación de bienes, métodos para extraer pruebas, negociación de delaciones, uso de interrogatorios como herramienta y sugerencias de cómo tratar con las Organizaciones No Gubernamentales sospechosas de ser usadas para financiamiento ilícito.

lunes, 5 de septiembre de 2016

Las motivaciones económicas detrás del golpe neoliberal en Brasil

Sergio Martín Carrillo, CELAG

Semana aciaga para la democracia en Brasil y en toda la región. Se consumó el golpe contra el gobierno de Dilma Rousseff. Es un golpe contra la democracia. Es un golpe contra los gobiernos del “Partido dos Trabalhadores” (PT) que consiguieron reducir la pobreza extrema en más de un 63%. Es indudablemente un golpe motivado por fuertes razones económicas, pero también es un “golpe racista, misógino y homofóbico” como la propia mandataria reflejó en su discurso ante el Senado. Es un golpe de la élite contra las mayorías. Brasil, ese gigante que durante tantas décadas padeció el hambre, la miseria y las desigualdades heredaras del inefable pasado colonial, que comenzó a despertar de su pesadilla en 2003 con la llegada al poder del PT, y que ahora ve truncarse su sueños de poder cerrar sus venas abiertas por culpa de la voluntad egoísta de unas élites ligadas al capital transnacional.

El siglo XXI supuso para la región un nuevo aroma que hacía demasiado tiempo que no se respiraba. La larga y oscura noche neoliberal acababa. Venezuela, Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Uruguay, Paraguay… una ola de cambio recorría la región. Esto se tradujo en avances indudables en los indicadores sociales (sanidad, educación, pobreza, desigualdad…) y en muchos casos también institucionales. Los cambios eran urgentes, porque el paciente entraba en el nuevo siglo en estado de coma. Las recetas muy diferentes de aquellas aplicadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial (BM). Aquellas siempre se han mostrado efectivas para el beneficio de las élites y el empobrecimiento de las mayorías.

domingo, 4 de septiembre de 2016

Brzezinski confiesa que EEUU estuvo detrás del golpe fallido en Turquía


Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

Zbigniew Brzezinski, ex asesor de Seguridad Nacional de Carter e íntimo de Obama, confirmó que EEUU apoyó a la oposición de Erdogan para perpetrar el golpe de estado el pasado 15 de julio. ¡Vaya confesión tan cándida y candente!

Como adelanto a su próximo artículo en The American Interest, Brzezinski sintetiza en su resumen que el papel de EEUU en el golpe en Turquía fue un grave error que “puede causar una mayúscula explosión a la reputación (sic) de EEUU (http://goo.gl/JXUezx)”.

Brzezinski, creador de los mujahidines/Al-Qaeda ahora transmutados en yihadistas posmodernos, ha escogido a la influyente revista The American Interest como la paloma mensajera para sus relevantes apreciaciones geoestratégicas, gusten o disgusten, como es el caso transcendental de su exhortación a un nuevo realineamiento con Rusia y China, una versión del inevitable nuevo orden tripolar que no se atreve a pronunciar su nombre (http://goo.gl/kcSEDO).

jueves, 1 de septiembre de 2016

Brasil se enfrenta a los ojos de la historia

Darío Pignotti, Página/12

La democracia quedó atrás. Dilma Rousseff, electa hace 22 meses por 54,5 millones de brasileños, fue depuesta ayer a las 13.30 por el voto de 61 senadores, sobre un total de 81 que forman la Cámara alta, entre quienes hay más de veinte con prontuario penal y denuncias de todo calibre.

“La historia será implacable con (…) el gobierno golpista” de Michel Temer, prometió Rousseff, una hora y media después de la clausura del ciclo democrático iniciado por completo en los comicios directos de 1989 (y no en los de 1985, cuando un colegio de electores escogió al primer mandatario civil post-dictadura).

“Nosotros volveremos para continuar nuestra marcha hacia un Brasil donde el pueblo sea soberano” prometió en el Palacio de Alvorada, del que se mudará en unos días, cuando lo ocupará Temer para completar el mandato hasta el 31 de diciembre de 2018.

Dilma habló al lado de la profesora y ex ministra de su gobierno Eleonora Mennicucci, una de sus compañeras de celda durante los tres años de prisión a los que fue condenada en 1970 por un tribunal militar por haber enfrentado con las armas a la dictadura. Junto a la ex presidenta y Mennicucci estaban las senadoras Gleisi Hoffmann y Fatima Bezerra, que fueron la infantería del Partido de los Trabajadores en el combate desigual contra la mayoría destituyente que hegemoniza el Poder Legislativo.

Y hubo golpe en Brasil


Emir Sader, Público

El sueño que la derecha brasileña tenía desde 2002 se ha hecho por fin realidad. En 2005 ya intentó derrocar a Lula con un proceso de impeachment que no prosperó. En 2006, 2010, 2014 fue derrotada en las urnas. Ahora ha encontrado la fórmula apropiada para acabar con los Gobiernos del PT, sobre todo cuando sabía que seguiría perdiendo elecciones con Lula como próximo candidato.

Ha sido a través de un golpe blando tras los experimentos exitosos de Honduras y Paraguay. Derrotada en cuatro elecciones consecutivas, la derecha brasileña organizó un impeachment sin ningún fundamento, contando con la traición del vicepresidente Michel Temer, elegido dos veces con el programa del PT, pero dispuesto ahora, ya como nuevo presidente, a aplicar el programa de recortes derrotado cuatro veces en las urnas.

Valiéndose de la mayoría parlamentaria elegida, en gran medida, con los recursos financieros de Eduardo Cunha, el reconocido unánimemente como el más corrupto entre todos los corruptos de la política brasileña, la derecha ha tumbado a Dilma Rousseff, una presidenta reelegida por 54 millones de brasileños, sin que se presentaran verdaderos argumentos para el impeachment. Es el nuevo modo de golpe de Estado que la derecha ha configurado en América Latina.

domingo, 24 de julio de 2016

El fallido golpe en Turquía y las conexiones con Estados Unidos

Eugenio García Gascón, Público

Los medios turcos han sugerido desde el primer momento del fallido golpe de Estado del pasado viernes la existencia de una posible conexión entre los militares golpistas y potencias extranjeras. Se ha mencionado en más de una ocasión a Estados Unidos, e incluso al “sionismo”, en alusión a Israel, aunque no se han aportado pruebas más allá de ciertos vínculos que podrían ser circunstanciales.

Pero el miércoles, en una entrevista con Al Jazeera, el presidente Recep Tayyip Erdogan se sumó a las teorías de la conspiración hablando de algunos “países”, en plural, que podrían haber impulsado el golpe. Naturalmente, Erdogan declinó especificar a qué países se refería aunque dijo que la fiscalía está investigando esta posibilidad.

“Puede haber otros países implicados también. La organización terrorista gülenista tiene también otra mente superior, si podemos decirlo así, y llegará el tiempo en que se descifrarán las conexiones (…) No creo que sea necesario esperar mucho tiempo”, declaró Erdogan.

Quién organizó el intento de golpe en Turquía y por qué fracasó

Patrick Kingsly, The Guardian

La noche del viernes de la semana pasada, en un primer momento todo parecía indicar que uno de los gobiernos más poderosos de Oriente Medio iba a ser derrocado. Los tanques paralizaron Estambul mientras los soldados irrumpían en la sede del partido en el gobierno, bombardeaban el parlamento, se hacían con el edificio de la jefatura militar y con el control de la televisión pública y anunciaban que el ejército estaba al mando del país.

El sábado ya era evidente que el intento de golpe de Estado había fracasado. Las imágenes que definen lo sucedido a lo largo de la noche muestran cómo los golpistas se rinden ante las masivas fuerzas gubernamentales. Se bajaban de los tanques y de los camiones con las manos en alto. Por alguna extraña razón, algunos solo llevaban ropa interior.

Después de que el gobierno afirmase que la cifra de detenidos se eleva a 6.000 presuntos conspiradores, queda por dilucidar cómo los golpistas pudieron llegar tan lejos, quiénes son los líderes del intento y por qué decidieron hacerlo aquella precisa noche.

sábado, 23 de julio de 2016

Un tribunal internacional concluye que el impeachment contra Dilma es un golpe de Estado

Maurício Thuswohl, Rede Brasil Atual

El proceso de impeachment contra Dilma constituye un golpe al Estado democrático de derecho y debe ser declarado nulo en todos sus efectos. Este fue el tono de la sentencia pronunciada este 20 de julio por los especialistas internacionales en derechos humanos que constituyeron el Tribunal Internacional sobre la Democracia en Brasil, convocado en Río de Janeiro por la Vía Campesina, el Frente Brasil Popular y el Frente de Juristas por la Democracia. Según la sentencia, que será enviada esta semana a los senadores y a los ministros del Supremo Tribunal Federal, “el proceso del impeachment a la presidenta de la República, decidimos que los términos por los que adoptaron esta decisión la Cámara de Diputados y el Senado Federal violan todos los principios del proceso democrático y del orden constitucional brasileño”.

Participaron de este cuerpo jurídico el obispo mexicano Raúl Veras, conocido por su accionar a favor de los derechos humanos cuando era fraile dominicano y que fue propuesto para Premio Nobel de la Paz en 2010; el abogado y político mexicano Jaime Cárdenas; el jurista italiano Giovanni Tognoni, miembro del Tribunal Permanente de los Pueblos; la senadora del Partido Comunista francés Laurence Cohen; la filósofa española María José Dulce, especialista en temas vinculados con la globalización; la abogada estadounidense de ascendencia iraquí Azadeh Shahshahani, especializada en derechos humanos de los inmigrantes musulmanes; el jurista-académico costarricense Walter Montealegre, el profesor colombiano de derecho Carlos Augusto Argoti, de la Universidad de Rosario en Bogotá, y el argentino Alberto Felipe, profesor de la Universidad Nacional de Lanús.

jueves, 21 de julio de 2016

El golpe nuclear abortado en Turquía, quien lo autorizó y por qué

Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

Mi primera reacción por Twitter a los pocos minutos del golpe militar contra el nuevo sultán Erdogan fue que había sido resultado del espectacular acercamiento de Turquía con Rusia (http://goo.gl/kk9jQF).

El centro operativo del golpe milagrosamente fallido, como regalo de Alá (Erdogan dixit), fue la base Incirlik (en la ciudad de Adana, a 112 km de la incandescente frontera siria), controlada preponderantemente por EEUU, con 5 mil efectivos, y mínimamente por Gran Bretaña, en representación de la OTAN en Turquía, su segundo miembro más relevante después de EEUU, donde se encuentran 90 bombas nucleares: 50 de EEUU y 40 del ejército turco (http://goo.gl/LW13kM). Tales bombas, en su mayoría de hidrógeno, están destinadas contra Moscú desde la guerra fría.

Según Eric Schlosser, el intento golpista “puso en riesgo la seguridad de una cuarta parte (sic) de las armas nucleares de la OTAN en la base militar de Incirlik (http://goo.gl/PSVOqE)”.

El jefe turco de la base, general Bekir Ercan Van, y otros de sus nueve oficiales fueron detenidos por encontrarse detrás del golpe castrense (http://goo.gl/1yikz4). El líder del golpe fue el mandamás retirado de la fuerza aérea Akin Ozturk, quien había sido agregado militar en Israel (sic) y, según The Times of Israel, “mantuvo vínculos del ejército turco con el Estado judío en la década de los 90 (http://goo.gl/XLtf4C)”.

¿Habrá tenido el siniestro Mossad participación en el golpe?

miércoles, 20 de julio de 2016

El fallido intento de golpe en Turquía, ¿una victoria de la democracia?


Zeynep Gambetti, Open Democracy

Las imágenes de la evacuación de los soldados que habían ocupado los estudios de la CNN turca ilustra perfectamente la atmósfera hiperreal que marcó el quinto intento de golpe en la historia de la República Turca (cuatro de los cuales tuvieron éxito). A primeras horas del 16 de julio unos cuantos soldados habían parado las emisiones de la CNN turca. Una gran multitud de civiles se reunió fuera de los estudios para protestar. Cuando los soldados se acabaron rindiendo, los agentes de policía leales al gobierno del AKP estaban desbordados, eran incapaces de detener a la muchedumbre e impedir que se linchara a los soldados, lo que demuestra que aquella noche se borraron las delgadas líneas que separan autor y víctima, autoridad del Estado y poder de la muchedumbre. ¿Quién era el agresor y quién la víctima? ¿Quién protegía a quién? ¿De quién?

De hecho, se puede plantear las mismas preguntas respecto al propio golpe. En cuanto un par de vehículos militares cortó el tráfico del puente del Bósforo a última hora del viernes, el primer ministro calificó este hecho de “rebelión de una facción del ejército”. Para aquellas personas que habían sido testigo de los golpes de 1980 y 1997 estaba claro que, en efecto, se trataba de una facción, de lo contrario todas las calles principales habrían estado atestadas de tanques. Pero con la misma rapidez los usuarios de las redes sociales se preguntaron si se trataba de un genuino golpe o si había sido orquestado por el AKP para aumentar la popularidad del presidente Recep Tayyip Erdogan.

domingo, 17 de julio de 2016

No será el último golpe en Turquía

Robert Fisk, The Independent

Recep Tayyip Erdogan se lo merecía. El ejército turco nunca iba a seguir obedeciendo mientras el hombre que pudo recrear el Imperio Otomano convirtió a sus vecinos en enemigos y su país en una burla de sí mismo. Sería un grave error suponer dos cosas: que el aplastar un golpe militar es una cuestión momentánea y que después el ejército turco permanecerá obediente a su sultán; y considerar que al menos 161 muertos y más de 2839 detenidos es algo aislado del colapso de los estados-nación del Medio Oriente.

Los eventos del fin de semana en Estambul y Ankara están íntimamente relacionados con la ruptura de las fronteras y la credibilidad del Estado –la suposición que las naciones del Medio Oriente tienen permanentes instituciones y fronteras– infligió grandes heridas en todo Irak, Siria, Egipto y demás países del mundo árabe. La inestabilidad es ahora tan contagiosa como la corrupción en la zona, especialmente entre sus potentados y dictadores, una clase de autócratas de los que Erdogan fue un miembro desde que cambió la constitución para su propio beneficio y reinició su malvado conflicto con los kurdos.

sábado, 21 de septiembre de 2013

El Washington Post y el golpe pinochetista

Eduardo DiCola, Buenos Aires (*)

El diario Washington Post en una nota que titula “La Elección en Egipto” (The Choise in Egypt) hace un análisis referente a la falta de claridad sobre su salida más adecuada. Define la situación como “inmersa en un juego de suma cero”(1). Dice que empantanados entre la Hermandad Musulmana y los militares les resulta imposible determinar qué es lo más conveniente para los Estados Unidos. De todas formas no es a este aspecto al que quiero referirme. Lo llamativo es el párrafo que dice:
“Los regímenes autoritarios que apoyamos en Corea del Sur, Taiwán, Filipinas, Chile, Brasil, incluso España y Portugal (gobernado por los fascistas hasta mediados de la década de 1970) en tiempo dieron resultados democráticos. El general Augusto Pinochet, después de 16 años de gobierno de hierro cedió a la presión de EE.UU. y permitió elecciones libres que perdió, marcando el comienzo de la era actual de florecimiento democrático de Chile. ¿Cuántas veces comunistas o islamitas han permitido que eso suceda?” (2)

viernes, 13 de septiembre de 2013

Cuarenta años después del “otro 11 de septiembre”, gran parte del sueño de Allende se ha cumplido

Mark Weisbrott, AlJazeera

El 40 aniversario del “otro 11 de septiembre” no fue gran cosa para los medios estadounidenses, con excepción de medios más abiertos de mente como Democracy Now. Ciertamente, los ataques terroristas del 11 de septiembre en EE.UU. hace 12 años cambiaron el mundo; incluso quizás más de lo que los mismos autores de los ataques habían imaginado. Pero el cambio no se dio directamente a través de las muertes o la destrucción que provocaron estos ataques. Más bien, se debió al pretexto que sirvió para que surgiera una organización de yihadistas más violenta conocida como el gobierno de EE.UU., el cual lanzó dos guerras que resultaron en la muerte de más de un millón de personas y contribuyeron a la inestabilidad y a la violencia que persisten hoy en día y que parecen no tener fin. Los ataques del 11 de septiembre también sirvieron como excusa para lanzar un ataque en casa en contra de las libertades civiles y, como sabemos ahora, para que se diera un nivel de vigilancia sin precedentes.

jueves, 12 de septiembre de 2013

A 40 años, EEUU aún no reconoce que ayudó a orquestar el golpe en Chile

David Brooks, La Jornada

Mientras todos aquí se preparan para el aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 –con las tradicionales columnas de luz que suben al infinito desde donde estaban las Torres Gemelas y los ensayados programas oficiales– el otro 11 de septiembre, el golpe de Estado en Chile que hoy cumple 40 años, casi no existe en este país, cuyo gobierno participó directamente en el derrocamiento de un gobierno democrático.

Henry Kissinger, asesor de Seguridad Nacional del entonces presidente Richard Nixon, comentó al ser electo Salvador Allende: no veo por qué quedarnos quietos y observar a un país volverse comunista por la irresponsabilidad de su propio pueblo. Los asuntos son demasiado importantes como para dejar que los votantes chilenos decidan por sí mismos.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

El 11 de septiembre de 1973: La Batalla de Chile


El 11 de septiembre de 1973, un golpe de Estado en Chile dio inicio a uno de los períodos más dramáticos de la historia de este país y puso fin a una tradición democrática de larga data. Chile se vio desgarrado por la muerte, la violencia y la tortura, encarnadas en una de las dictaduras más brutales del siglo XX. El bombardeo al Palacio de la Moneda y la muerte del presidente Salvador Allende fue el comienzo de una larga noche de diecisiete años. Cuatro décadas después, el país se ve inmerso en la conmemoración de una fecha que aún divide a muchos chilenos. Por si fuera poco, las próximas elecciones presidenciales enfrentarán a Michelle Bachelet y Evelyn Matthei, quienes cargan con las huellas de este pasado.

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