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martes, 17 de septiembre de 2019

El antineoliberalismo de Nancy Fraser


Antonio Anton, NuevaTribuna.es

Nancy Fraser explica la necesidad que tiene el neoliberalismo de asumir su apariencia progre para ganar la hegemonía cultural y relativizar su componente distributivo regresivo: el neoliberalismo no es solo política económica; es un proyecto político con su hegemonía cultural. El neoliberalismo progresista es, por un lado, regresivo en lo socioeconómico, es decir, perjudica al conjunto de las mayorías populares y, particularmente, las condiciones y derechos sociolaborales de mujeres y gente de color (e inmigrantes); y, por otro lado, progresivo en lo cultural, favoreciendo las llamadas políticas identitarias.

Es un aspecto interesante que la intelectual y feminista estadounidense explica en su reciente libro “Capitalismo. Una conversación desde la Teoría Crítica” en el que dialoga con Rahel Jaeggi. La cuestión es cómo vincular su perspectiva anticapitalista con una visión renovada de la clase social y la emancipación de las mujeres (u otros conflictos sociales, étnicos, culturales y socioecológicos).

Nancy Fraser, afirma que (neo)liberalismo y fascismo son dos caras del capitalismo, aunque con normativas distintas y/o contrapuestas en el ámbito sociocultural: liberadora y autoritaria. A partir de ese diagnóstico realiza una propuesta programática frente a ambos

lunes, 10 de junio de 2019

Joseph Stiglitz: Después del neoliberalismo


Joseph Stiglitz, Project Syndicate

¿Qué tipo de sistema económico es más conducente al bienestar humano? Esa pregunta ha llegado a definir la época actual porque, después de 40 años de neoliberalismo en Estados Unidos y en otras economías avanzadas, sabemos lo que no funciona.

El experimento neoliberal –impuestos más bajos para los ricos, desregulación de los mercados laboral y de productos, financiarización y globalización- ha sido un fracaso espectacular. El crecimiento es más bajo de lo que fue en los 25 años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, y en su mayoría se acumuló en la cima de la escala de ingresos. Después de décadas de ingresos estancados o inclusive en caída para quienes están por abajo, el neoliberalismo debe decretarse muerto y enterrado.

Hay por lo menos tres alternativas políticas importantes que compiten para sucederlo: el nacionalismo de extrema derecha, el reformismo de centroizquierda y la izquierda progresista (la centroderecha representa el fracaso neoliberal). Sin embargo, con excepción de la izquierda progresista, estas alternativas siguen estando en deuda con alguna forma de la ideología que ha expirado (o debería haber expirado).

martes, 21 de mayo de 2019

“El neoliberalismo generó resultados desastrosos”

Entrevista al economista argentino Martín Guzmán
Página 12



“El neoliberalismo ha generado resultados desastrosos. La ‘economía social de mercado’ es una forma de contrato social que busca poner a los mercados al servicio de los pueblos en lugar de poner a los pueblos al servicio de los mercados”, explica el economista Martín Guzmán desde Italia. El investigador argentino concurrió junto a Joseph Stiglitz y Robert Johnson al Vaticano donde fueron recibidos por el Papa Francisco. Durante el encuentro los académicos acordaron impulsar una agenda conjunta para trabajar fortalecer el desarrollo de pensamiento económico crítico. “La estructura económica argentina excluye mucha gente. Las señales amigables con los mercados no alcanzan para resolver los problemas del desarrollo”, señala Guzmán durante la entrevista con Página12 para advertir que “tampoco hay economía social que se pueda sostener si no se entiende lo que son las restricciones de recursos y si se maneja una economía como si los resultados que producen los mercados se pudiesen controlar enteramente desde la política”.

–¿Qué es la “economía social de mercado”?

–Es una forma de contrato social que busca poner a los mercados al servicio de los pueblos en lugar de poner a los pueblos al servicio de los mercados. Se parte de la premisa de que no hay con qué reemplazar a los mercados como el sistema más sensato para organizar las relaciones de producción e intercambio, pero a la vez que el fundamentalismo de mercado resulta en un desastre social, económico y ambiental. Que es precisamente lo que está pasando hoy en el mundo luego de cuatro décadas de un proceso de globalización basado en las premisas del neoliberalismo.

lunes, 20 de junio de 2016

El FMI y su mea culpa sobre el fracaso de sus políticas

“Sin auge no hay inflación; si la economía se mantiene deprimida no hay que inquietarse por las consecuencias inflacionarias de crear dinero”
(Paul Krugman)
Javier Suazo, Alainet

El Fondo Monetario Internacional (FMI) en una publicación reciente (Neoliberalism: Oversold) ha reconocido que sus políticas de ajuste recesivo y de corte neoliberal han contribuido a reducir el ritmo de crecimiento del PIB y a una mayor desigualdad, en el entendido que está también contribuye a un bajo PIB. Aunque el problema de la desigualdad económica y social se ha generalizado en el mundo, dicho reconocimiento de la insuficiencia de las políticas no necesariamente conduce a su abandono por la Institución ya que, como en el caso de Honduras, siguen aplicándose para aumentar (disminuir) el PIB y contribuir a reducir (aumentar) la pobreza y desigualdad.

Existen, al menos, seis (6) aspectos en los cuales el FMI ha fallado. El primero es la creencia generalizada en muchos de sus funcionarios, que la inflación es un problema monetario como lo apuntó Milton Friedman. Todo el desarrollo teórico y la evidencia empica aportada por los economistas Cepalinos, y Aníbal Pinto en particular, acerca de las raíces estructurales de la inflación latinoamericana y la necesidad de un enfoque heterodoxo fueron desechadas siguiendo este argumento que se convirtió en ideología. El FMI incluso ha recomendado contraer el gasto público para bajar la inflación cuando, como señala Paul Krugman, la economía está en recesión.

lunes, 30 de mayo de 2016

Es oficial: el neoliberalismo existe

Andy Robinson, Attac

Este puede ser el día en el que los historiadores económicos del futuro coincidan en señalar como el principio del fin de algo que ha provocado sufrimiento y dolor masivos y pingües beneficios mucho menos masivos. Una ideología que ha transformado el mundo como el blitzkrieg que transformó Europa pero cuyo nombre se tenía que evitar en los medios de consumo masivo quizás porque reconocer su existencia era demasiado peligroso para quienes se beneficiaban de ella. Durante años, décadas, los periodistas, incluso los que leíamos a David Harvey en el cuarto de baño de la redacción, jamás podíamos llamarlo por su nombre, a no ser que quisiéramos ser tachados de bolivarianos, o loony lefties, hasta por los socialdemócratas mas entrañables.

Pero hoy es el día de la liberación. Por fin, hasta el Wall Street Journal o el Financial Times pueden hablar claro. Porque el Fondo Monetario Internacional acaba de decir la palabra tabú en un nuevo informe, firmado por Jonathan Ostry, Prakash Loungani y Davide Furceri. Es el volumen 53, número 2, de la sección de Finanzas y desarrollo de la voluminosa obra técnica del FMI. El título del paper: Neoliberalism: oversold? Que viene a significar “El neoliberalismo: ¿una idea vendida con celo excesivo?” Es decir, que ya es oficial. El neoliberalismo existe. O al menos, existió.

Que el FMI —el vendedor más empecinado de esta ideología ahora sobrevendida— utilice la palabra neoliberalismo en un análisis de las tendencias económicas de las últimas décadas es un acontecimiento muy significativo. Es un poco como aquel libro de Paul Preston que causó sensación porque llamó al franquismo, fascismo. Jamás había ocurrido en los textos respetables de las ciencias económicas y menos en los informes de los tecnócratas del FMI.

sábado, 7 de mayo de 2016

El Neoliberalismo: la raíz ideológica de todos nuestros problemas

Desde el colapso económico hasta el desastre ambiental, pasando por el ascenso de Donald Trump: el neoliberalismo ha desempeñado un papel en todos ellos. ¿Cómo es posible que la izquierda no haya planteado una alternativa?
George Monbiot, ElDiario.es

Imaginen que los ciudadanos de la Unión Soviética no hubieran oído hablar del comunismo. Pues bien, la mayoría de la población desconoce el nombre de la ideología que domina nuestras vidas. Si la mencionan en una conversación, se ganarán un encogimiento de hombros; y, aunque su interlocutor haya oído el término con anterioridad, tendrá problemas para definirlo. ¿Saben qué es el neoliberalismo?

Su anonimato es causa y efecto de su poder. Ha sido protagonista en crisis de lo más variadas: el colapso financiero de los años 2007 y 2008, la externalización de dinero y poder a los paraísos fiscales (los "papeles de Panamá" son solo la punta del iceberg), la lenta destrucción de la educación y la sanidad públicas, el resurgimiento de la pobreza infantil, la epidemia de soledad, el colapso de los ecosistemas y hasta el ascenso de Donald Trump. Sin embargo, esas crisis nos parecen elementos aislados, que no guardan relación. No somos conscientes de que todas ellas son producto directo o indirecto del mismo factor: una filosofía que tiene un nombre; o, más bien, que lo tenía. ¿Y qué da más poder que actuar de incógnito?

El neoliberalismo es tan ubicuo que ni siquiera lo reconocemos como ideología. Aparentemente, hemos asumido el ideal de su fe milenaria como si fuera una fuerza natural; una especie de ley biológica, como la teoría de la evolución de Darwin. Pero nació con la intención deliberada de remodelar la vida humana y cambiar el centro del poder.

domingo, 21 de febrero de 2016

En las elecciones de EEUU van ganando las fuerzas contrarias al establishment


Robert Reich, Sin Permiso

Oirán ustedes a los expertos analizar las primarias de New Hampshire y concluir que los “extremos” políticos ganan enteros en la política norteamericana, que los demócratas se han movido a la izquierda y los republicanos se han ido a la derecha, y que el “centro” no aguantará.

Tonterías. La verdad es que el “centro” putativo – en el que encontró refugio el Democratic Leadership Council [Consejo Directivo del Partido Demócrata] y la triangulación de Bill Clinton de los años 90, que dominaron George W. Bush y sus compis de empresa y sus asesores neoconservadores, y en el que el Departamento del Tesoro de Barack Obama le otorgó a los bancos de Wall Street enormes rescates, pero sin rescatar a los propietarios de viviendas desesperados – hicieron su trabajo con el resto de Norteamérica y se enfrentan hoy a un ajuste de cuentas.

No están ganando terreno los “extremos”. Están ganándolo las fuerzas de tierra del pueblo norteamericano contrarias al establishment. Hay quienes están tan hartos que siguen a un intolerante autoritario. Otros, más sabiamente, se apuntan a una “revolución política” para recuperar a Norteamérica de los intereses adinerados.

lunes, 18 de enero de 2016

"La economía neoliberal mata más gente que todos los ejércitos del mundo juntos, y no hay ningún acusado, ningún preso"

Clase magistral de Manfred Max-Neef realizada en 2011

El economista y ex candidato presidencial Manfred Max-Neef cuestionó la obsesión por el crecimiento que genera la economía neoliberal, misma que a su jucio es "un fracaso tremendamente peligroso y brutal" y la responsable de gran parte "de todos los horrores que estamos viviendo en el mundo".

En una entrevista realizada por la revista En Torno, el autor de la tesis del desarrollo a escala humana afirmó que "esta economía neoliberal mata más gente que todos los ejércitos del mundo juntos, y no hay ningún acusado, no hay ningún preso, no hay ningún condenado. Todos los horrores que estamos viendo en el mundo, gran parte de ellos, tienen un trasfondo que está anclado a esta visión de tratamiento y práctica económica".

Y enfatizó que "la obsesión del crecimiento, para empezar, es un disparate. Porque una elemental ley natural, que todo el mundo conoce, es que todos los sistemas vivos crecen hasta un cierto punto en que dejan de crecer. Tú dejaste de crecer, yo dejé de crecer, el árbol grande deja de crecer, pero no deja de desarrollarse. Seguir forzando el crecimiento para consumir más y seguir produciendo una infinita cantidad de cosas innecesarias, generando una de las instituciones más poderosas del mundo, como lo es la publicidad, cuya función es una y muy clara: hacerte comprar aquello que no necesitas, con plata que no tienes, para impresionar a quienes no conoces. Eso evidentemente no puede ser sustentable".

domingo, 3 de enero de 2016

La izquierda del siglo XXI es antineoliberal

Emir Sader, La Jornada

La izquierda realmente existente es una categoría histórica, que varía conforme las condiciones concretas de lucha. Ya fue una izquierda de clase contra clase, que incluía a corrientes anarquistas, socialistas y comunistas. Ya fue antifascista, conforme las corrientas de ultra derecha se fortalecían, especialmente en Europa. Ya fue democrática y popular, socialista, conforme las fuerzas propias que tenía y los enemigos a enfrentar.

Conforme el capitalismo ha ingresado en su era neoliberal y ha asumido la centralidad de las tesis del libre comercio, de la mercantilización, se planteó a la izquierda el desafío de la ruptura con el modelo neoliberal y la construcción de alternativas superadoras de ese modelo, que se han denominado posneoliberales.

Hace década y media esa perspectiva no estaba clara. las ONG, algunos movimientos sociales e intelectuales planteaban la lucha en el nuevo periodo como una lucha antipolítica, anti-Estado, anti-partidos, proponiendo como su centro una sociedad civil, con límites no claramente definidos frente al liberalismo. Proponían que los movimientos populares mantuvieran una autonomía respecto a la política, al Estado, a los partidos. Han impuesto esa orientación como predominante en los foros sociales mundiales, con algunos movimientos como los piqueteros argentinos y los zapatistas mexicanos, como los ejemplos de esa orientación.

jueves, 1 de octubre de 2015

Kim Soohaeng (1943-2015): patriarca de la economía marxista en Corea del Sur


Jeong Seongjin, RedFlag.org

El profesor Kim Soohaeng, el economista marxista más conocido de Corea del Sur, murió de un ataque al corazón el 1 de agosto a la edad de 72 años. Le sobreviven su esposa y dos hijos. Más de doscientas personas asistieron a una ceremonia en memoria de Kim el 7 de agosto en la Universidad SungKongHoe, donde enseñó hasta su muerte, y sus alumnos, con activistas de las principales organizaciones progresistas coreanas, han creado la Fundación Kim Soohaeng.

Kim jugó un papel central a la hora de conseguir "derechos civiles" para el marxismo en Corea del Sur, donde había sido duramente reprimido desde la década de 1950. Kim consiguió hacer un hueco para el marxismo en el mundo académico a través de la traducción, el estudio y la enseñanza de El Capital de Marx. El logro más importante de Kim fue la traducción de los tres volúmenes de El Capital de Karl Marx al coreano. Aunque existían traducciones anteriores al coreano de El Capital de Marx, la traducción de Kim Soohaeng en 1989/90 fue la primera versión coreana completa de los tres volúmenes de El Capital de Marx que se publicó en Corea del Sur. Este fue un momento crucial para el marxismo en Corea del Sur, después de casi medio siglo de prohibición tras la Guerra de Corea. Otro estudioso, Kim Tae-gyung, había sido encarcelado por publicar una traducción del primer volumen de El Capital de Marx en 1987, bajo la anticomunista Ley de Seguridad del Estado de Corea del Sur, pero fue puesto en libertad en 1988 gracias a la presión de la sociedad civil.

sábado, 13 de junio de 2015

La protesta contra los partidos predominantes

Immanuel Wallerstein, La Jornada

En los países donde existen elecciones impugnadas, comúnmente hay dos partidos predominantes que se consideran cercanos al centro o en los alrededores de la visión de los votantes en dicho país. En los últimos años ha habido un número relativamente grande de elecciones donde un movimiento de protesta gana la elección o por lo menos gana los suficientes escaños como para que deba conseguirse su respaldo de modo que pueda gobernar un partido predominante.

El ejemplo más reciente de esto es Alberta, en Canadá, donde el Nuevo Partido Democrático (NPD), compitiendo en una plataforma razonablemente hacia la izquierda, de un modo inesperado y sorprendente, desbancó del poder a los Conservadores Progresistas, partido de ala derecha que había gobernado la provincia sin dificultad por muy largo tiempo. Lo que hizo de este hecho algo más sorprendente fue que Alberta tiene la reputación de ser la más conservadora provincia de Canadá, y es la base del primer ministro canadiense, Stephen Harper, en el cargo desde 2006. El NPD ganó inclusive 14 de 25 escaños en Calgary, la residencia y bastión del propio Harper.

sábado, 30 de mayo de 2015

Cómo los medios han estado promoviendo el neoliberalismo

Vicenç Navarro, Rebelión

Se habla mucho, con razón, de la gran inmunidad de la que gozan figuras y personajes del mundo político, financiero y económico que, a pesar de haber sido condenados por los tribunales, permanecen inmunes a cualquier sanción. El grado de tolerancia hacia tal inmunidad es un indicador más de la baja calidad de la democracia española.

Pero existe otro tipo de inmunidad, la inmunidad profesional, que ni siquiera se reconoce como censurable. Es cierto que en algunas profesiones como la médico-sanitaria, existe un sistema de sanciones para su mala práctica. Si un cirujano comete un error y, como consecuencia de ello, el estado de salud del paciente queda negativamente afectado, existe la posibilidad de que tal cirujano reciba algún tipo de sanción y sufra un notable descrédito profesional. Pero ello no ocurre en otras profesiones, como en las áreas económicas, situación que se muestra con toda claridad en el caso de los gurús económicos que aparecen y son promovidos por los mayores medios de información y persuasión del establishment. Periodistas y economistas que analizan, pronostican y/o promueven políticas económicas que sistemáticamente han perjudicado el bienestar de la población permanecen inmunes a cualquier sanción o desprestigio. En realidad, a pesar de sus malas prácticas, continúan gozando de enormes cajas de resonancia, provistas por aquellos medios cuya mayor función es reproducir la sabiduría convencional favorable a los mayores intereses financieros y económicos que dominan los medios.

domingo, 17 de mayo de 2015

Emir Sader: No hay para todos

Emir Sader, La Jornada

El lema de una campaña electoral de hace poco tiempo del PP, el partido de derecha español, en Cataluña, resume la esencia de la filosofía del neoliberalismo.

En primer lugar, somos demasiados. ¿Respecto a qué? Respecto a lo que hay. Es como decir: hay demasiadas cabezas para pocos sombreros. Pero el neoliberalismo no se dispone a producir más sombreros para superar esa inecuación, sino a cortar cabezas. Podría dividir mejor lo que hay, hacer rotación con los sombreros que hay por varias cabezas. Pero no. Hay que reducir la demanda de sombreros por las excesivas cabezas.

miércoles, 13 de mayo de 2015

Poder y política en los tiempos de la crisis


Alejandro Nadal, La Jornada

La idea de que el mercado libre surge ‘naturalmente’ (y su corolario que cualquier intervención estatal sobre las relaciones de mercado es ‘artificial’) es falsa y peligrosa. La realidad es que el mercado es una criatura del poder del estado. Los arquitectos de la nueva generación de acuerdos comerciales lo saben bien.

Hoy se están negociando en secreto los dos acuerdos comerciales más grandes de la historia del neoliberalismo: el Acuerdo transpacífico de asociación económica (ATP) y la Asociación transatlántica para el comercio y la inversión (ATCI). Son acuerdos extraños porque después de la gran orgía de liberalización comercial de los años noventa es difícil concebir qué más se puede hacer para abrir las puertas del libre comercio. La retórica sobre desatar las fuerzas del crecimiento económico se antoja anacrónica en el contexto de una globalización neoliberal que desembocó en el estancamiento y la crisis. Y es que los nuevos acuerdos no tienen casi nada que ver con el libre comercio y casi todo con el objetivo de acrecentar y consolidar el poder de las corporaciones gigantes que dominan la economía del planeta.

viernes, 6 de marzo de 2015

La batalla de las ideas en el neoliberalismo

Emir Sader, AlaiNet

Desde el diagnóstico neoliberal, en la voz de Ronald Reagan, según el cual el Estado dejaba de ser solución, para volverse problema, el debate ideológico y la lucha política se han enfocado, en gran parte, alrededor del Estado. Un Estado que había sido gran protagonista en la era del bienestar social, se volvía el villano: despilfarro, ineficiencia, corrupción, tributación – lo que viene del Estado pasó a resumir todo lo que habría de malo en la sociedad.

El neoliberalismo buscaba destruir la imagen del Estado – especialmente en sus aspectos reguladores de la actividad económica, de propietario de empresas, de garante de derechos sociales, entre otros -, para reducirlo a un Estado mínimo, colocando en su lugar la centralidad del mercado. Fue la nueva versión de la concepción liberal, de polarización entre la “sociedad civil” – compuesta por individuos – y el Estado.

sábado, 5 de julio de 2014

Destrucción social y caos mundial, la esencia del imperio neoliberal

Alberto Rabilotta, AlaiNet

Es difícil no sentir que el mundo, la humanidad y nuestra madre tierra, están siendo empujadas a la catástrofe por el imperio neoliberal, o sea Estados Unidos (EE.UU.) y sus aliados de la OTAN. Esto es tan válido si hablamos de la naturaleza, de la acelerada extinción de especies y el recalentamiento global, como de las sociedades, o mejor dicho de lo que de ellas resta en tantos Estados-naciones que se han dejado o están siendo empujados a despojarse de toda soberanía nacional y popular.

Este caos actual es el producto de las políticas de un imperialismo que desde el derrumbe de la Unión Soviética trata de mantener un orden unipolar para instaurar mundialmente y sin alternativa de cambio el neoliberalismo, hacer realidad el “no hay otra alternativa” de Margaret Thatcher.

viernes, 4 de julio de 2014

"La economía neoliberal mata a más gente que todos los ejércitos del mundo juntos"


El economista chileno Manfred Max Neef, considerado un premio Nobel alternativo de economía, opina que la economía neoliberal que se practica hoy en día "mata a más gente que todos los ejércitos del mundo juntos".
"En todas las épocas, las teorías económicas que acaban por imponerse son las que favorecen a los ricos; las demás quedan debajo de la alfombra", expresó el experto en la presentación de su libro 'La economía desenmascarada' en el programa 'La tuerka' de Público TV.
A su juicio, la economía que tenemos hoy "es la neoclásica en su versión del neoliberalismo, propia del siglo XIX". Max Neef denuncia que la teoría de hace doscientos años es la que se enseña a los estudiantes. "Les enseñan a resolver problemas con teorías del siglo XIX", aseguró.
"Detrás de la economía no hay ciencia alguna. Está llena de trucos, porque cada vez que surge un problema inventan la forma de disfrazarlo", sostiene. De acuerdo con el experto chileno, la economía debe servir a las personas, y el desarrollo tiene que ver con las personas y no con objetos. "Hoy en día existe todo lo contrario", concluye.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Cuatro falacias de la segunda “gran depresión”

Robert Skidelsky, Project Syndicate

En el período que comenzó en 2008 ha habido una abundante cosecha de falacias económicas recicladas, la mayoría procedentes de dirigentes políticos. Las cuatro siguientes son mis favoritas.

El ama de casa suaba. “Se debería haber preguntado simplemente al ama de casa suaba”, dijo la Canciller de Alemania, Angela Merkel, después del desplome de Lehman Brothers en 2008. “Nos habría dicho que no se puede vivir gastando más de lo que se gana”.

domingo, 16 de diciembre de 2012

El empate de dos modelos económicos y la demolición de sus fundamentos capitalistas

Robert Kurz, neues-deutschland.de

Durante mucho tiempo, en la ideología económica de Occidente, parecía que se enfrentaban dos campos contendientes: el mercado neoliberal o radical de EEUU, y el keynesiano o del Estado Social y de la política industrial de Europa, también llamada del “capitalismo renano”. Los ideólogos del mercado apostaban por una política de la oferta (reducción de costes a cualquier precio, en primer lugar el de los salarios), y los ideólogos del Estado apostaban por una política de la demanda (aumento del consumo a través de los gastos del sector público y de los aumentos salariales). Desde hace más de 30 años el modelo Europeo fue considerado agotado porque el aumento del consumo público desencadenaba inflación, y a pesar de ello paralización del crecimiento (estagflación). El colapso del Socialismo de Estado parecía confirmar esta apreciación. Por tanto, la concepción neoliberal de los EEUU comenzaba su triunfal marcha global y los europeos se convirtieron en sus buenos alumnos, incluso, en último lugar, los socialdemócratas como Schröder o Blair.

sábado, 27 de octubre de 2012

Vivimos en la peor de las pesadillas: la sociedad del crecimiento, pero sin crecimiento


Enric Llopis, Attac

Uno de los grandes mentores de la teoría del decrecimiento, Serge Latouche, se expresa con rotundidad: “Vivimos en los tiempos de la desesperación, de la austeridad y del rigor total, pero en el marco de una sociedad del crecimiento sin crecimiento económico; y esta es la peor de las pesadillas; porque ni siquiera se generan puestos de trabajo, como sí ocurría en el periodo de “los 30 gloriosos” tras la Segunda Guerra Mundial; aunque no se respetara el medio ambiente y se diera un uso ilimitado del petróleo, al menos la gente podía alimentarse y se le garantizaba una cierta capacidad de autonomía; no es esta la alternativa que propone el decrecimiento, pero al menos resultaba más interesante que la opción absurda, injusta y monstruosa del rigor económico”.

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