lunes, 1 de febrero de 2016

China desmonta una estafa piramidal de US$7.600 millones

Las autoridades chinas han desmontado una red de fraude que manejaba 50.000 millones de yuanes (7.600 millones de dólares, 7.000 millones de euros) y que captó a más de 900.000 inversores, según informó hoy la prensa del país. Al menos 21 personas fueron detenidas por su vinculación al portal Ezubao, una plataforma financiera que operaba por Internet y captaba inversores mediante el modelo PDP (de par a par), en lo que se considera uno de los mayores casos de recaudación ilegal de fondos de la historia de China. Las autoridades acusan a esta empresa de atraer a inversores con proyectos falsos por los que ofrecían retornos de entre un 9% y un 14%, notablemente superiores a los de los bancos tradicionales, pero en línea con los de otras empresas del creciente sector de las finanzas por Internet.
Ezubao, según precisó la agencia oficial Xinhua, desviaba los fondos que conseguía de sus inversores para financiar gastos personales de sus jefes y conseguía devolver las inversiones iniciales con el dinero que captaba de nuevos clientes. Entre las adquisiciones de un supuesto cabecilla de la trama, identificado como Ding Ning, figuran una casa en Singapur valorada en 130 millones de yuanes (casi 20 millones de dólares, 17 millones de euros) o un diamante de 12 millones de yuanes (1,8 millones de dólares, 1,7 millones de euros). La policía también encontró que Ding poseía alrededor de 84 millones de dólares en efectivo.
Este caso de fraude ha causado un gran revuelo en China por la popularidad de Ezubao, una empresa fundada en julio de 2014 y que se dio a conocer a través de una agresiva campaña de promoción, para la que incluso contrató publicidad en la cadena de televisión oficial CCTV. Esta plataforma estaba en el punto de mira de las autoridades desde diciembre, aunque no se anunciaron las detenciones hasta este fin de semana por la dificultad de encontrar pruebas contra los sospechosos. La policía encontró los libros de cuentas de la empresa enterrados a seis metros de profundidad en un suburbio de la provincia de Anhui.

Esclavos blancos y esclavos negros

José Pablo Feinmann, Página 12

No hay nada peor que una guerra civil. Los coterráneos son los seres que más se odian cuando se entremeten en un conflicto armado. Estados Unidos puede dar testimonio de la veracidad de tal afirmación. El Norte y el Sur llevaron a cabo, entre 1860 y 1865, una guerra feroz, sanguinaria. La excusa fue la esclavitud. El Norte quería abolirla. El Sur conservarla. El Norte quería obreros libres para sus industrias. El Sur, esclavos para sus plantaciones de algodón y tabaco. El Norte sabía, siguiendo el ejemplo de Inglaterra, que sólo el valor agregado que la industria añadía a los productos del suelo establecía un valor superior. El monocultivo sureño conducía al atraso. El industrialismo del Norte era el ariete que abría las puertas del progreso. Así, todo indicaba que el Sur quería esclavos para cosechar la tierra. Y el Norte obreros para sus industrias. Esto entusiasmaría a los socialistas europeos, todos partidarios del Norte. De esta forma, Marx y Engels envían cartas alentadoras a Lincoln. Si el Norte triunfa será un país autónomo, industrial. Si lo hace el Sur hundirá a la nueva nación surgente en el atraso, en la sumisión a Inglaterra, de donde continuará importando sus productos manufacturados a cambio de algodón y tabaco extraído por manos esclavas.

Reseña de The Rise and Fall of American Growth, de Robert J. Gordon

Paul Krugman, Sin Permiso

En los años 60s hubo una breve ola popular de “futurismo” de libros y artículos que trataban de prever los cambios del porvenir. Una de las obras más conocidas y, desde luego, la más detallada, fue The Year 2000 (1967), de Herman Kahn y Anthony J. Wiener, que ofrecía, entre otras cosas, una lista sistemática de innovaciones tecnológicas que Kahn y Wiener consideraban “muy probables en el último tercio del siglo XX”.

Por desgracia, los dos autores estaban en su mayor parte equivocados. No erraron demasiado a la hora de prever transformaciones que se corresponden de modo reconocible con todos los elementos principales de la revolución de la tecnología de la información, entre ellos los “smartphones” e Internet. Pero la mayoría de las innovaciones predichas (“plataformas voladoras individuales”) no se habían materializado para el año 2000…y todavía están por llegar, década y media después.

La verdad es que si nos alejamos de los titulares acerca del último artilugio, se hace evidente que hemos hecho muchos menos progresos desde 1970 — y hemos experimentado una alteración mucho menor de los elementos fundamentales de la vida — de los que casi cualquiera esperaba. ¿Por qué?

domingo, 31 de enero de 2016

A tres minutos del Apocalipsis, según El reloj del Juicio Final

Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada

El 2016 empezó con una hecatombe bursátil y el especulativo desplome del precio del petróleo por los megabancos de Wall Street.

Como si lo anterior fuera poco, el Boletín de Científicos Atómicos, con 16 premios Nobel adscritos, colocó el 26 de enero las manecillas del Reloj del Juicio Final (Doomsday Clock) a tres minutos del Apocalipsis (http://goo.gl/kStovJ).

El mismo día, Sputnik dio vuelo a las perturbadoras declaraciones de William Perry, de 88 años y ex secretario del Pentágono con Clinton, quien aduce que “el peligro de una catástrofe nuclear es hoy ya mayor de lo que fue durante la guerra fría (…) y, sin embargo, nuestras políticas simplemente no reflejan esos peligros cuando tanto Estados Unidos como Moscú modernizan sus arsenales nucleares por primera vez desde el fin de la guerra fría”.

William Perry explaya que el costo de la modernización de Estados Unidos sería de 350 mil millones de dólares en la próxima década, cuando se corre el riesgo de una guerra nuclear accidental, ya que se han incrementado las tensiones entre Washington y Moscú (http://goo.gl/IFDHZ5).

sábado, 30 de enero de 2016

Japón se une al club de las tasas negativas

En una medida que confirma la desaceleración económica y las presiones deflacionarias, el Banco Central de Japón recortó ayer su tasa de interés base a -0,1 por ciento. Es la primera vez que el Banco Central de Japón lleva la tasa de interés a un terreno negativo y constituye una bomba nuclear a la guerra de divisas iniciada en 2010. Es también una respuesta a la deflación prolongada que ha sumido a Japón en el estancamiento pese a los contundentes planes de flexibilización cuantitativa. Una vez más las políticas monetarias han fracasado y lo que resta son medidas de choque como castigar los depósitos para que la gente gaste cuanto antes y así se estimule la inflación. La medida del Banco de Japón fue sorpresiva y tuvo respuesta inmediata en los mercados con las bolsas viviendo un día de euforia. El Dow Jones subió 400 puntos y en España el Ibex 35 escaló 2,62 por ciento, aunque sin alcanzar todavía los 9000 puntos que perdió el 8 de enero. La economia ha vuelto así a estar en punto muerto y la debilidad del crecimiento de Estados unidos en el cuarto trimestre es un anticipo que la Reserva Federal no aumentará la tasa de interés en marzo. Al contrario, si la desaceleración y el desempleo comienza a golpear más fuerte a Estados Unidos, Janet Yellen deberá revertir el falso giro en la Política Monetaria realizado en diciembre.

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El odio al Estado

Emir Sader, Público.es

Hasta no hace tanto, Richard Nixon, todavía presidente de Estados Unidos, declaraba: “Somos todos keynesianos”. Era la demostración de la hegemonía de ese modelo. Fueron los conservadores y no la izquierda los responsables del Estado de bienestar social en Europa. Era la muestra de que se trataba de un consenso.

Una década después, otro presidente norteamericano anunció el radical cambio de rumbo. Para Ronald Reagan, el Estado dejaba de ser la solución, para ser el problema. Se apuntaba al elemento clave del modelo keynesiano para convertirlo en el blanco de los ataques del neoliberalismo, primero de la derecha tradicional, después también por parte de sectores que venían de la izquierda histórica.

A partir de ese momento se desató una feroz lucha de ideas y políticas sobre el rol del Estado con consecuencias directas sobre la economía. El ataque al Estado muchas veces no revelaba claramente qué es lo que se promovía en su lugar: el mercado. En cualquier caso, se trata de una misma operación ideológica con dos caras.

Stiglitz critica las primeras medidas del macrismo: son una gran transferencia a los ricos


“Las primeras medidas del gobierno de Mauricio Macri son preocupantes, especialmente el recorte permanente en los impuestos a la exportación es una gran transferencia a los ricos, con un gran costo para los trabajadores ordinarios. Cualquiera que sean los beneficios de eficiencia, las consecuencias distributivas y para el desarrollo no pueden ser ignoradas”, señaló el Premio Nobel en Economía, Joseph Stiglitz, en un artículo que firmó junto al economista Martín Guzmán. Stiglitz y Guzmán alertan también sobre los riesgos de la devaluación en los precios internos a través de una suba de los bienes transables (exportables) y los importados y la caída del mercado interno producto de los despidos. “A la vista de las crecientes presiones inflacionarias, el Banco Central probablemente elevará las tasas de interés. Esto podría reducir la demanda lo suficiente para restaurar un aparente equilibrio macroeconómico”, remarca. Sin embargo, incluso si se dan estas condiciones, el aumento de despidos en distintos sectores donde no haya cuellos de botella lo más probable es que empuje hacia arriba la tasa general de desempleo, y con la inflación sólo domesticada en parte, la actividad caería en un proceso de estanflación.

Un año después, Syriza ha vendido su alma por poder

Costas Lapavitsas, The Guardian

Este 25 de enero se cumplió un año desde que un gobierno de izquierda radical fue elegido en Grecia; su joven y dinámico primer ministro, Alexis Tsipras, prometió un golpe decisivo contra la austeridad. Yanis Varoufakis, el poco convencional Ministro de Finanzas, llegó a Londres poco después de la victoria y causó un gran impacto en los medios. Aquí había un gobierno que ignoraba las convenciones burguesas y estaba buscando pelea. Las expectativas eran altas.

Un año después, el partido Syriza está aplicando fielmente las políticas de austeridad. Se ha purgado la ala izquierda del partido y Tsipras ha desechado su radicalismo para mantenerse en el poder a toda costa. Grecia ha sido abatida.

¿Por qué terminó así? Un mito propagado por algunos círculos mediáticos sugieren que los radicales sufrieron un golpe de Estado compuesto por políticos conservadores y funcionarios de la UE, decididos a eliminar cualquier riesgo de contagio. Syriza fue superada por los monstruos del neoliberalismo y el privilegio. Aún así, peleó una buena batalla, y tal vez incluso sembró las semillas de la rebelión.

viernes, 29 de enero de 2016

Varoufakis: "La troika atará las manos de un Gobierno PSOE-Podemos"


Su legión de fans se alegrará, su tropel de incondicionales detractores encontrará seguro nuevos motivos para odiarle. Porque Yanis Varoufakis el que fuera ministro de Finanzas griego -con status de estrella del rock'n'roll- durante los cinco agitados meses que transcurrieron entre finales de enero de 2015 y julio de ese mismo año, vuelve a la carga. El próximo 9 de Febrero, dará el pistoletazo de salida en Berlín a un movimiento paneuropeo que tendrá como principal objetivo la democratización y transparencia de la UE, cualidades que según Varoufakis ahora mismo brillan por su ausencia.
Como ejemplo clamoroso de cómo las fuerzas del mal reinan en Bruselas, Varoufakis denuncia que si la UE fue tan dura con Grecia a la hora de negociar el tercer rescate del país heleno fue con la intención clara y precisa de asestar un golpe a Podemos de cara a las elecciones generales españolas de diciembre pasado. "No tuvieron todo el éxito que hubieran querido. Pero sí que tuvieron éxito en evitar que Podemos adquiriera la dinámica que tenía Syriza durante 2014", señala. Y lanza una advertencia a Pablo Iglesias y sus muchachos: "Cualquier Gobierno liderado por el PSOE en el que participe Podemos tendrá atadas las manos por la troika y, a corto plazo, socavará la integridad de Podemos".


La entrevista la realizó Irene Hernández Velasco, en Sin Permiso

¿Por qué dimitió justo al día siguiente de que en el referéndum de julio pasado en Grecia triunfara el 'no' al acuerdo que proponía la Unión Europea?

La Celac y la amenaza de la crisis económica

Ángel Guerra Cabrera, La Jornada

En el discurso inaugural de la cuarta Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), su saliente presidente en turno, Rafael Correa, puso en su lugar a la OEA, de la que dijo que es más anacrónica que nunca y debe ser sustituida a mediano plazo por el nuevo organismo latino-caribeño.

Si no existieran otras razones que legitiman incuestionablemente a la reunión, sólo por ese brillante discurso ya habría valido la pena celebrarla. Hablando en el edificio Néstor Kirchner, sede de la Unasur y de la cita regional, el presidente ecuatoriano invocó varios conceptos que darán que hablar por mucho tiempo. Como el desarrollo es un problema político y depende de quien mande en la sociedad; nada justifica tener tribunales para proteger inversiones y no para defender la naturaleza; el desafío de nuestros pueblos ancestrales es superar la pobreza sin perder su identidad cultural o necesitamos sociedades con mercado, no de mercado.

Hay que decirlo, el solo hecho de que exista la Celac y que haya celebrado cuatro cumbres es una evidencia rotunda del cambio de época en América Latina y el Caribe (ALC) del que ha hablado Correa desde hace años. Es todo un acontecimiento el haber creado esa estructura donde deliberan y llevan a cabo palpables iniciativas conjuntas los 33 Estados de nuestra región sin la presencia de Estados Unidos ni Canadá. Hace 20 años hubiera parecido un sueño.

jueves, 28 de enero de 2016

Las instituciones profundamente antidemocráticas de la supuestamente democrática Unión Europea

Vincenç Navarro, Público.es

Uno de los movimientos más importantes que España ha visto en los últimos años ha sido el 15-M, que denunció la falsedad de las instituciones que se definen a sí mismas como democráticas, indicando que en lugar de representar los intereses de la ciudadanía tales instituciones representan los intereses de las grandes empresas financieras e industriales que dominan no solo la vida económica, sino también la política y mediática del país. La evidencia de que ello es así es abrumadora.

De ahí el éxito de uno de los eslóganes que apareció con más frecuencia en sus manifestaciones, “Lo llaman democracia, pero no lo es”, un eslogan que resume muy bien el mayor problema de la llamada democracia española. Dicho eslogan fue y continúa siendo altamente popular a nivel de calle en España, como consecuencia de que la gran mayoría de su población está de acuerdo en que las instituciones llamadas representativas no la representan.

Tal falta de democracia, que aparece con toda claridad en España, también ocurre en gran medida en las instituciones igualmente llamadas democráticas que gobiernan la Unión Europea, y que incluyen no solo el Banco Central Europeo, sino también la Comisión Europea, el Consejo Europeo, el Eurogrupo e incluso también el Parlamento Europeo.

La incertidumbre externa y la desigualdad


Orlando Delgado Selley, La Jornada

Hay un consenso generalizado entre los analistas internacionales de que nos enfrentamos a un inicio de año particularmente complicado. A nivel de la economía global se ha argumentado que lo que mayor preocupación genera es el estado de confusión generalizada sobre los meses próximos. Es indudable que, sin embargo, la restructuración de la economía china, la caída drástica del precio del petróleo y el inicio de la normalización de la política monetaria estadunidense generan efectos que dificultarán el crecimiento. Hay un factor adicional de gran relevancia que complica el panorama: la profundización de la desigualdad.

Un informe reciente de Oxfam y un importante artículo de su directora ejecutiva, Winnie Byanyima (Project Syndicate, 20/1/2016), dan cuenta de que en 2015, 64 personas poseían lo mismo que la mitad de la población mundial. Hace seis años, en 2010, eran 288 las personas cuya riqueza se igualaba a la de la mitad de la población. La brecha entre ricos y pobres se sigue ampliando, de modo tal que la predicción de la propia Oxfam de que en 2016 el uno por ciento rico de la población se apropiaría de la riqueza del otro 99 por ciento, se alcanzó dos meses antes de lo previsto.

El fantasma de la recesión


Manuel Gari, Viento sur

En el Foro Económico Mundial celebrado los días 20 a 23 de enero en Davos-Klosters (Suiza) ha vuelto a cundir el pesimismo sobre las perspectivas económicas para el año 2016 y sobre todo para 2017. En la 45ª edición del popularmente conocido como “Foro de Davos” creado por Klaus Schwab en 1971 y que año tras año reúne a los hombres más ricos y poderos del planeta, ha hecho aparición de nuevo, como hace ocho años, el fantasma de la recesión. El inversor Nouriel Roubini que predijo la crisis de 2008, vuelve a advertir del riesgo. Unos días antes la corrupta Christine Lagarde desde el FMI había dado la voz de alarma respecto a la ralentización de la actividad económica.

En las sesiones de este conciliábulo que agrupa a una buena cantidad de canallas de la beautiful people financiera, industrial y política mundial se ha profetizado la “tormenta perfecta” contra el empleo a nivel mundial. En los próximos años, dicen, se perderán millones de puestos de trabajo en parte por el estancamiento económico y en parte por la anunciada Cuarta Revolución Industrial que supondrá la introducción de nuevas tecnologías “ahorradoras” de trabajo humano que, lejos de servir para acortar la jornadas de trabajo a las personas, tienen como función licenciarlas. ¿Alguna propuesta para evitarlo? ¿Alguna intervención de los poderes públicos para ayudar a su ciudadanía a afrontar el diluvio? Nada. Al contrario. Valga como ejemplo las palabras de Emma Marcegaglia, ex presidenta de Cofindustria y hoy presidenta la empresa pública italiana de hidrocarburos ENI: “Necesitamos menos regulación y más innovación en Europa”.

miércoles, 27 de enero de 2016

El precio de petróleo y la recesión mundial


Alejandro Nadal, La Jornada

La caída del precio del petróleo debería ser una buena noticia para la economía mundial. Después de todo, los bajos precios del petróleo benefician a los consumidores directos: por ejemplo, el sector transporte y la industria petroquímica. Y ese impacto positivo debería traducirse en una inyección de adrenalina que traería consigo crecimiento y generación de empleo. Entonces, ¿por qué se ve en el bajo precio del petróleo una mala noticia para la economía global?

Es cierto que la caída en los precios del crudo debiera tener un efecto positivo sobre los precios de todo tipo de bienes. El petróleo es un insumo crítico que directa o indirectamente entra en la producción de casi todos las mercancías que se producen hoy en día. Pero eso no quiere decir que automáticamente se traduzca el efecto del colapso en el precio de este insumo en reducciones en los precios de los productos finales. Todo eso depende de la importancia del crudo en la estructura de costos de cada producto y, desde luego, de la estructura de mercado en cada rama de la producción.

En cuanto a la importancia del petróleo en la estructura de costos hay muchos malentendidos. Se piensa, por ejemplo, que el bajo precio del petróleo beneficia a los productores de energía eléctrica. La realidad es que sólo 5 por ciento de la producción de energía eléctrica en el mundo se lleva a cabo quemando petróleo. Y uno de los países en los que se concentra ese pequeño porcentaje es precisamente Arabia Saudita, el principal causante del desplome de precios de crudo. En Estados Unidos apenas 0.7 por ciento de la energía eléctrica que se produce proviene de la utilización de petróleo (mientras 4.2 por ciento lo generan turbinas eólicas). La reducción del precio del crudo no tiene ningún impacto sobre la generación de energía eléctrica.

Una vía progresista para poner fin a la evasión fiscal de las grandes empresas

Dean Baker, Sin Permiso

Prácticamente todos los altos ejecutivos norteamericanos comparten un sueño: librarse de los impuestos a los beneficios de las grandes empresas. Para muchos, eso significa hacer lobby en el Congreso a fin de cambiar las leyes fiscales. Pero, para un número cada vez mayor, implica también el desarrollo de trucos creativos –y exitosos— que les permitan evadir sus obligaciones fiscales.

La moda más reciente es la reversión. En estos últimos años, algunas de las empresas más grandes del país se las han arreglado para caer bajo la toma de control de empresas más pequeñas convenientemente radicadas en las Bahamas o en algún otro paraíso fiscal. Una empresa tiene entonces que pagar impuestos sólo en ese paraíso fiscal; se libra completamente del impuesto estadounidenses al beneficio empresarial. Por ejemplo, Pfizer, la gran empresa farmacéutica, cayó bajo la toma de control de una empresa mucho más pequeña con sede en una Irlanda con un impuesto de sociedades más bajo.

Aun cuando los EEUU tienen legalmente el impuesto de sociedades más elevado del mundo desarrollado, trucos como las depreciaciones o los agujeros fiscales han ido erosionando el ingreso público durante décadas. Los impuestos pagados por las grandes empresas representaban ya sólo un 1,9% del PIB en 2014. Mucho menos que el 2,6% de los años 70, aun si los beneficios andan ahora cercanos al nivel de posguerra en proporción al ingreso nacional.

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