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lunes, 4 de marzo de 2024

La esclavitud en los orígenes del capitalismo

Un libro publicado recientemente en el Reino Unido sitúa la esclavitud en el corazón de la Revolución Industrial británica. Un estudio valioso para comprender nuestro mundo y su evolución.

Romaric Godin, Sin Permiso

La cuestión de los vínculos entre esclavitud y capitalismo viene de lejos y sigue desatando pasiones y debates. Si bien el estudio de los vínculos entre la producción basada en la esclavitud y el nacimiento de la sociedad capitalista está hoy bien asentado en Estados Unidos, esta labor sigue siendo menos importante para Europa, donde nació el capitalismo.

Estados Unidos es un caso muy especial porque su economía se estructuró en torno a la esclavitud. En el Viejo Continente, los historiadores económicos apologistas del capitalismo han defendido durante mucho tiempo -y siguen haciéndolo- la idea de que la esclavitud fue un factor secundario en el nacimiento de la Revolución Industrial. Para muchos, la trata de esclavos fue una especie de "detalle" en la historia económica del capitalismo.

Un libro publicado en 2023 por Polity y aún no traducido al francés arroja nueva luz sobre las primeras horas del nacimiento del capitalismo y desentraña esta narrativa, construida en gran medida a lo largo del siglo XIX, tras la abolición de la esclavitud.

En Slavery, Capitalism en Industrial Revolution, dos investigadoras, Maxine Berg y Pat Hudson, sitúan la esclavitud y el sistema de plantaciones que surgió de ella en el centro del desarrollo de la economía británica en el siglo XVIII. Y lo convierten en un factor determinante de la Revolución Industrial y de las formas particulares que ha adoptado el capitalismo británico hasta nuestros días.

jueves, 28 de septiembre de 2017

Haití: de la colonización francesa a la esclavitud económica de la deuda


Jérôme Duval, El Salto

La pobreza de los países colonizados se vio en gran medida aumentada por una transferencia de deuda. Las deudas contraídas por las potencias coloniales con el Banco Mundial (BM), para sacar mayor partido a estas, fueron luego transferidas, sin su consentimiento, a los países colonizados que se ganaron su independencia. Constituyen un caso de deuda odiosa, así como las deudas contraídas para pagar y refinanciar esas deudas.

Haití es acreedor de Francia


En la noche del 22 al 23 de agosto de 1791 en Santo Domingo, antiguo nombre de Haití, 50.000 esclavos se levantaron simultáneamente en una insurrección armada, impulsando un largo proceso que condujo a que el día 29 de agosto de 1793 sucediera la primera abolición de la esclavitud en la historia y la proclamación de la independencia. Santo Domingo, entonces rebautizado como Haití, se convirtió en 1804 en la primera república negra independiente, un caso único en la historia de una revuelta de esclavos que dio origen a un Estado.

Probablemente Francia nunca haya perdonado esa insurrección, que le hizo perder abundantes ingresos de su sistema de esclavitud y de la destrucción de miles de plantaciones de azúcar y café. Haití pagó un precio muy alto: en 1825, se vio obligado a pagar a Francia 150 millones de francos para compensar, por sus pérdidas, a los antiguos colonos que habían dominado a los esclavos, a cambio del reconocimiento de su existencia como nación-estado independiente. La sanción se impuso bajo la amenaza de una invasión militar: el 17 de abril de 1825, una flota de 14 barcos de guerra se amontonaron en la costa de Puerto Príncipe, lista para intervenir, y dejaba entrever una posible restauración de la esclavitud en caso de insubordinación.

lunes, 1 de febrero de 2016

Esclavos blancos y esclavos negros

José Pablo Feinmann, Página 12

No hay nada peor que una guerra civil. Los coterráneos son los seres que más se odian cuando se entremeten en un conflicto armado. Estados Unidos puede dar testimonio de la veracidad de tal afirmación. El Norte y el Sur llevaron a cabo, entre 1860 y 1865, una guerra feroz, sanguinaria. La excusa fue la esclavitud. El Norte quería abolirla. El Sur conservarla. El Norte quería obreros libres para sus industrias. El Sur, esclavos para sus plantaciones de algodón y tabaco. El Norte sabía, siguiendo el ejemplo de Inglaterra, que sólo el valor agregado que la industria añadía a los productos del suelo establecía un valor superior. El monocultivo sureño conducía al atraso. El industrialismo del Norte era el ariete que abría las puertas del progreso. Así, todo indicaba que el Sur quería esclavos para cosechar la tierra. Y el Norte obreros para sus industrias. Esto entusiasmaría a los socialistas europeos, todos partidarios del Norte. De esta forma, Marx y Engels envían cartas alentadoras a Lincoln. Si el Norte triunfa será un país autónomo, industrial. Si lo hace el Sur hundirá a la nueva nación surgente en el atraso, en la sumisión a Inglaterra, de donde continuará importando sus productos manufacturados a cambio de algodón y tabaco extraído por manos esclavas.

viernes, 2 de agosto de 2013

El Caribe exigirá a Europa una compensación económica por la esclavitud y el genocidio

La Comunidad del Caribe (Caricom) se prepara para lo que será probablemente una prolongada batalla jurídica contra los gobiernos del Reino Unido, Francia y los Países Bajos. Para iniciar esa lucha decidió esta semana promover una campaña para reclamar a esos estados europeos una compensación económica por la esclavitud y genocidio perpetrados contra los pueblos nativos.

La organización integracionista caribeña informó que para ello ha contratado los servicios de la prestigiosa firma legal británica Leigh Day, especializada en derechos humanos. Asimismo está creando una Comisión de Indemnizaciones para ejercer presión, señaló el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, que lidera la iniciativa.

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