Sacar a Israel de la ONU es una medida drástica pero necesaria. Necesitamos romper la burbuja de histeria y omnipotencia en la que vive un régimen de psicópatas.
Pino Arlacchi, L' Anti Diplomatico
La medida está llena. El Estado de Israel ya no puede estar en las Naciones Unidas. Se ha convertido en un Estado forajido que rompe una tras otra las piedras angulares del derecho internacional y hace gala de su impunidad al tiempo que puede contar con la protección política y el apoyo militar ilimitado de Estados Unidos.
Si no fuera así, Netanyahu nunca se habría atrevido a insultar a la ONU, en plena Asamblea General, calificándola de "un pantano de bilis antisemita", y no habría matado a 230 empleados de la UNRWA durante los bombardeos sólo en 2023. Incendios y ataques a escuelas, depósitos de alimentos y convoyes de ayuda humanitaria marcados por la ONU. La UNRWA es la agencia creada en 1949 por la Asamblea General para ayudar a los refugiados palestinos creados por el "Nabka", la catástrofe de 1948 que vio a 700.000 palestinos expulsados violentamente de sus hogares y de sus tierras por la milicia sionista que se convirtió en el ejército de Israel. Todo esto burlando los planes de solución establecidos por la ONU e inaugurando una gran serie de crímenes e ilegalidades que nos afectan. Y que está en la raíz de la fundación del Estado de Israel, así como de Al Fatah, Hamas, Hezbollah y similares.