Mostrando las entradas con la etiqueta Diplomacia. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Diplomacia. Mostrar todas las entradas

miércoles, 21 de mayo de 2025

Diplomacia a distancia


Nahia Sanzo, Slavyangrad

Absolutamente marcado por el anuncio de Donald Trump de su conversación con Vladimir Putin y Volodymyr Zelensky, el fin de semana, al igual que el día de ayer, transcurrió bajo la lógica de la presión de los países europeos y Ucrania a Estados Unidos en busca de más presión contra Rusia. Con un guion preparado mucho antes de la reunión de Estambul y que ignora completamente la voluntad de Moscú a negociar un alto el fuego -un escenario inaceptable, ya que las capitales europeas exigen una aceptación incondicional de los cambiantes e inviables términos de Ucrania-, el establishment político europeo se ha centrado en comunicarse con Donald Trump y su equipo para conseguir ganarse su confianza. El domingo, un sonriente y apacible Volodymyr Zelensky, cuya imagen contrastaba con el presiente enfurruñado y agresivo que sufrió la humillación del Despacho Oval, se reunió con JD Vance, segundo protagonista de aquella gresca, para escenificar la unidad entre los dos países. Tanto Ucrania como sus socios continentales han comprendido a la perfección que la opinión del presidente estadounidense es maleable y que, como solía decirse del último Romanov, Nicolás II, su opinión parece determinada por la última persona con la que había tratado un tema concreto. Esos súbitos cambios de opinión, de lo que Ucrania quiere aprovecharse para convencer al líder de la Casa Blanca de que la ausencia de Putin fue un rechazo de facto a la negociación, son el motivo del duro trabajo de grupo de presión realizado el fin de semana, con llamadas de todos los líderes europeos de importancia y halagos más allá de lo creíble.

Tras su reunión del domingo con Zelensky, el vicepresidente Vance, considerado junto a Donald Trump Jr. exponente de la parte del equipo de Trump menos favorable a Ucrania, ofrecía buenas palabras sobre el presidente de Ucrania e insistía en la necesidad de lograr el final de esta sangrienta guerra. Antes, Vance había criticado a Rusia afirmando que “exige demasiado”. Las supuestas condiciones rusas para lograr el final de la guerra, publicadas por varios medios estadounidenses, posiciones de partida que Rusia es consciente de que no puede obtener por la vía de la diplomacia, incluyen aspectos territoriales y también de seguridad. En su propuesta de máximos -equivalente a la que exige Ucrania con la rendición unilateral rusa que planteaba Zelensky con su Fórmula de Paz y Plan de Victoria– implicaría la aceptación de la neutralidad, prohibición de presencia militar extranjera y el reconocimiento de la soberanía rusa de los cuatro territorios ucranianos anexionados en 2022 y Crimea, que se adhirió a Rusia en 2014.

domingo, 18 de mayo de 2025

Primera reunión en tres años


Nahia Sanzo, Slavyangrad

Con un día de retraso tras el espectáculo escenificado por Volodymyr Zelensky para utilizar todo el día de atención mediática insistiendo en la infamia de que Vladimir Putin no se hubiera presentado al reto que le había planteado y exigiendo que Rusia aceptara incondicionalmente el alto el fuego de 30 días que Ucrania y sus aliados europeos exigen como prerrequisito para el inicio de una negociación política, este viernes comenzó en Estambul la primera reunión directa entre las delegaciones de Kiev y Moscú en casi tres años. Como muestra la continuación de los intercambios de prisioneros y de cuerpos de soldados caídos en el frente -ayer mismo se confirmó un nuevo proceso en el que Kiev entregó los restos de 34 soldados rusos y recibió los de 909 soldados ucranianos-, la comunicación entre los dos países en guerra no se ha roto completamente en ningún momento, aunque todos los aspectos que se han tratado en el periodo entre junio de 2022 y el día de ayer se ha producido por la vía indirecta, con la participación de mediadores. Turquía, que también aportó el lugar de negociación para los contactos de las primeras semanas de la guerra, participó activamente en las negociaciones del acuerdo de exportación de grano del Mar Negro, mientras que las cuestiones humanitarias como los intercambios y el retorno de menores evacuados del frente y cuyas familias se encontraban en Ucrania han corrido a cargo de la mediación de diferentes países árabes, fundamentalmente los Emiratos Árabes Unidos.

El paso dado ayer en Estambul, en gran parte obligado por el cambio de postura de Estados Unidos y la presión a ambos países para mostrar voluntad de lograr la paz, es también el reflejo del estado de la guerra y los cambios que se han dado en los tres años en los que la única apuesta de Moscú, Kiev y sus proveedores ha sido la vía militar. Fruto de la naturaleza del conflicto, una guerra proxy en la que Ucrania lucha por sus intereses y los de sus aliados europeos, el día comenzó con una reunión en la que Ucrania se encuentra mucho más cómoda, con sus aliados.

“Posiciones coordinadas en este importante día diplomático de la semana crucial para los esfuerzos de paz. Coincidimos en la necesidad de avanzar rápidamente en el proceso de paz. Informamos a nuestros colegas que el Presidente Zelensky ha enviado una delegación ucraniana a Estambul con el fin de promover realmente la paz, con mandatos e intenciones apropiados”, afirmó Andriy Sibiga, ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, que mostraba que, en estas negociaciones Kiev cuenta con el apoyo de sus aliados europeos, norteamericanos y también de Turquía. Horas antes, el presidente ucraniano había recordado que el presidente Erdoğan había insistido en que le apoya y “Crimea es Ucrania”.

miércoles, 14 de mayo de 2025

La impotencia de la Diplomacia estadounidense

Una primera evaluación de la acción diplomática estadounidense lleva, por lo tanto, a la conclusión inevitable de que existe un problema estructural, una incapacidad fundamental para gestionar, a este nivel, la contradicción entre el deseo de mantener un papel hegemónico y la pérdida de la capacidad para ejercer el poder de hacerlo.

Enrico Tomaselli, Enrico Substack

He señalado repetidamente la naturaleza contradictoria de la acción internacional de Estados Unidos, y en particular de su presidente, durante estos primeros meses de la administración Trump.

La distancia, por no decir la contradicción, entre las declaraciones de hoy y las de ayer, o entre las declaraciones públicas y las acciones concretas, es ahora tan continua que puede definirse como sistémica.

Y si al principio podía atribuirse a una táctica negociadora, destinada a alternar la presión y la persuasión y, en cualquier caso, a ‘desorientar’ a la otra parte, cada vez es más evidente que el resultado es más bien el de exaltar la falta de fiabilidad de los negociadores estadounidenses.

Además, lo que se presentó como la idea central de la estrategia diplomática estadounidense —es decir, “la paz a través de la fuerza”— ha parecido desde el principio un arma roma; de hecho, se trata de una línea creíble solo y exclusivamente si existe una voluntad efectiva y la capacidad de ejercer la fuerza, y no solo de amenazar con ella. Y, por supuesto, si se aplica a una contraparte que la teme.
La sensacional decisión de cerrar la campaña contra Yemen, por muy “maquillada” que esté con un discurso que intenta hacerla pasar por una victoria, es precisamente la lápida de esta línea estratégica. Cuando el adversario no está dispuesto a dejarse intimidar y la relación coste-beneficio es totalmente desfavorable, todo el sistema se va al garete.
Así vemos cómo, en las negociaciones con Moscú, las partes son incapaces de abordar las cuestiones con el mismo enfoque: mientras que Rusia siempre ha dejado claro que para poner fin al conflicto es necesario abordar sus causas profundas, Estados Unidos sigue centrado en el deseo de detener el conflicto cinético, y de hacerlo rápidamente.

LinkWithin

Blog Widget by LinkWithin