
Alberto Sicilia, Público.es
Mauro acababa de cumplir 28 años y tenía que tomar una decisión. Nacido en una humilde familia brasileña, Mauro había completado una carrera académica estelar. Después de una brillante licenciatura de física en Ríio de Janeiro, consiguió una beca para el programa de doctorado en cosmología del King’s College de Londres.
Ahora, con el título de doctor bajo el brazo, Mauro tenía que decidir su futuro: ¿continuar en el mundo académico o trabajar para el sector privado? El comienzo de la vida profesional de cualquier joven investigador es extraordinariamente exigente. A menudo, este periodo consiste en mudanzas entre países, poca estabilidad laboral y salarios muy bajos. Mauro se había casado dos años antes y su mujer acababa de dar a luz a su primer hijo, así que aceptó una oferta para trabajar en un banco de inversión de la City de Londres.





