
El papa Benedicto XVI y la Iglesia Católica se han visto abarrotadas por la ola de escándalos de pederastia, luego que el diario The New York Times publicara información según la cual Ratzinger encubrió a un sacerdote estadounidense sospechoso de haber abusado de 200 niños. Según el periódico, que se basa en documentos de los abogados de las víctimas, el cardenal Joseph Ratzinger –cuando ejercía el cargo de prefecto en la Congregación para la Doctrina de la Fe (1981-2005)– no tomó medidas contra el sacerdote Lawrence Murphy pese a las acusaciones de haber abusado sexualmente en numerosas ocasiones de niños sordos o con deficiencias auditivas del estado de Wisconsin entre 1950 y 1974. Sin desmentir los hechos, el Vaticano defendió este jueves al Papa tras recalcar que fue informado del caso por primera vez a finales de los años 90, es decir 20 años después de ocurrido.
Si bien el caso reviste un carácter trágico debido a que involucra a menores particularmente vulnerables, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, subrayó que inclusive las autoridades civiles estadunidenses abandonaron la investigación contra el religioso, iniciada en los años 70 del siglo pasado. Cuando las autoridades eclesiásticas del Vaticano fueron informadas, el padre Murphy ya estaba viejo, enfermo, vivía recluido y no se habían registrado más denuncias en su contra en 20 años, aseguró Lombardi.



