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miércoles, 13 de diciembre de 2023

La Justicia ucraniana dictamina que la masacre que desencadenó el Euromaidán fue un montaje


Durante la masacre del Euromaidán más de 100 personas fueron asesinadas, lo cual desencadenó una avalancha de condena internacional que llevó al derrocamiento del presidente Víktor Yanukóvich, elegido democráticamente, y al consecuente golpe de Estado que impuso un gobierno en Ucrania elegido por Washington. Sin embargo, la corte concluyó que los manifestantes pro-Maidán murieron en un ataque de falsa bandera.

En el juicio numerosos videos probaron que, durante y después de aquella masacre, el Hotel Ukraina estaba controlado por neonazis del partido Svoboda, partidarios del Maidán. Al menos 28 de los 108 tiros provenían de este y otros edificios controlados por opositores al por entonces Gobierno de Ucrania.

De hecho, un centenar de testigos y hasta 51 activistas pro-Maidán que fueron heridos ese día reconocieron que los disparos provenían de estos lugares, o admitieron haber visto a francotiradores apostados ahí.

Los jueces descartaron cualquier involucración de los servicios de Inteligencia y seguridad de Rusia en la masacre, una teoría de la conspiración ampliamente promovida por los partidarios del Euromaidán.

lunes, 4 de diciembre de 2023

Adiós, Kissinger

Los desaparecidos de Chile, los muertos olvidados de todas esas naciones que el diplomático estadounidense devastó claman al menos por ese simulacro de justicia que se llama memoria
Ariel Dorfman, El País

Es extrañamente apropiado que Henry Kissinger haya muerto en el año en que se conmemora el aniversario del golpe militar de 1973 que derrocó al presidente Salvador Allende y puso fin a la fascinante tentativa chilena de crear, por primera vez en la historia, una sociedad socialista sin recurrir a la violencia. Como asesor de Seguridad Nacional de Richard Nixon, Kissinger se opuso ferozmente a Allende y desestabilizó a su Gobierno democráticamente electo, por todos los medios posibles, porque consideraba que, si nuestra revolución pacífica tenía éxito, se vería afectada la hegemonía norteamericana. Temía, dijo, que el ejemplo se extendiera y afectara el equilibrio mundial del poder.

Pero Kissinger no solo fomentó activamente el derrocamiento violento de un líder extranjero elegido por una nación soberana y un pueblo libre, sino que también apoyó posteriormente al régimen homicida del general Augusto Pinochet, una adhesión que no tomó en cuenta que la dictadura violaba masivamente los derechos humanos de sus ciudadanos, cuya manifestación más brutal fue la práctica cruel y aterradora de “desaparecer” a los opositores.

viernes, 15 de noviembre de 2019

Bolivia en la tragedia de América Latina


Alejandro Nadal, La Jornada

El proceso de cambio social iniciado por la victoria de Evo Morales hace 14 años estuvo apuntalado por una victoria política de las clases explotadas en la sociedad boliviana. El triunfo electoral casi no cuenta con paralelismos en los procesos de lucha en la región. La vía a un socialismo al estilo Bolivia parecía quedar despejada.

Ese triunfo político coincidió con lo que se ha denominado el superciclo de los commodities. A partir de 1995, el índice de precios de las materias primas aumentó espectacularmente. Eso permitió a gobiernos, como los de Kirchner, Lula, Correa y Evo Morales, mantener ingresos fiscales suficientes para soportar los programas sociales que eran la médula de su estrategia económica y que ayudaron a la gente que había sido más abandonada durante la larga noche del neoliberalismo. Los programas brasileños, como el de Cero Hambre y Bolsa Familia, tuvieron su paralelismo en los distintos bonos que el gobierno entregaba puntualmente a Bolivia.

Esos programas sociales constituyeron un respiro para la gente que recibía los pagos. No sólo se trataba de una ayuda material para sobrellevar la pesada carga cotidiana que el castigo neoliberal había impuesto desde hacía años. También representaban un mensaje de aliento, en el sentido de sentir que alguien por fin se había acordado de las clases más golpeadas, lo que representó una inyección de optimismo y, yo diría, hasta de alegría política.

lunes, 11 de noviembre de 2019

Golpe en Bolivia: la derecha hace lo que sabe hacer


Emir Sader, Página 12

En Argentina, la izquierda perdió, volvió a disputar democráticamente las elecciones y ha ganado. En Brasil, Lula tuvo reconocidos sus derechos y se reincorpora a la lucha democrática en contra de un gobierno elegido por maniobras antidemocráticas. En Uruguay, el Frente Amplio lucha con todas sus fuerzas para mantener su gobierno. En Chile, el pueblo pelea democráticamente por el derecho a tener una Constitución democrática. Lopez Obrador, después de tantos intentos, ejerce democráticamente el gobierno para el cual fue elegido por aplastante mayoría por el pueblo mexicano.

En Bolivia, la derecha cuestionó el resultado electoral, con el apoyo de la OEA, que pidió hacer el recuento de los votos, con el acuerdo del gobierno de que sería un resultado vinculante. Sin embargo, de forma sincronizada, la misma OEA paralizó el recuento y propuso nuevas elecciones, con un nuevo Tribunal Electoral. Evo lo aceptó, anuló los resultados electorales y convocó a nuevos comicios. Pero la derecha ya se había radicalizado. Mesa fue desplazado por una alternativa de extrema derecha, originaria de Santa Cruz de la Sierra, dirigida por Luis Fernando Camacho, que desde un comienzo planteó la renuncia de Evo y se dirigió a La Paz para hostigar directamente al gobierno.

domingo, 5 de mayo de 2019

Leopoldo López incomoda a España


Andy Robinson, La Vanguardia

España no permitirá que la residencia del embajador español en Caracas sea utilizada para hacer oposición política al Gobierno de Nicolás Maduro, manifestó ayer en Beirut el ministro de Exteriores español, Josep Borrell. “España no permitirá que la embajada se convierta en un centro de actividad política por parte del señor López ni de cualquier otra persona” declaró Borrell.

Por ello, España limitará la actividad de Leopoldo López , líder junto a Juan Guaidó de la oposición venezolana, que el martes fue acogido en la residencia diplomática. Borrell explicó que López está “en una figura práctica de huésped o acogido en la embajada”. Esto, “naturalmente, implica también una limitación de su actividad política”.

Leopoldo López se refugió el martes junto con su mujer y una de sus hijas en la residencia del embajador. Horas antes había sido “liberado” de su arresto domiciliario por Guaidó y una docena de militares en el contexto del levantamiento protagonizado por el autoproclamado presidente de Venezuela. López optó por la residencia española después de haber probado suerte en la embajada de Chile.

martes, 29 de enero de 2019

Arrogancia imperial sobre Venezuela

Opositores venezolanos repartieron en complejos y cuarteles militares fotocopias de la ley aprobada en la Asamblea Nacional que da todas las garantías constitucionales a soldados y civiles que colaboren en la restitución de la democracia Foto Afp.

David Brooks, La Jornada

No deja de asombrar la arrogancia imperial de un país donde se puede debatir abierta y públicamente si se debe o no intervenir en otro país. Casi nadie cuestiona si es legítimo o no ese debate; o sea, si Estados Unidos tiene el derecho y la autoridad moral –después de su larga historia de intervenciones y guerras ilegales, todas realizadas engañando a este pueblo– de definir el futuro de otro país.

Para los políticos, sobre todo en momentos de crisis como el que está azotando al régimen de Trump, estas aventuras intervencionistas pueden ser muy útiles. La decisión tiene casi nada que ver con el pueblo estadounidense, sino con la suposición de la cúpula de este país de que tiene el derecho, y hasta el deber, de cambiar cualquier régimen que no coopera con o sirve a sus intereses.

La gran mayoría de la población estadounidense no está enterada de lo que ocurre en Venezuela, al igual que en otros países declarados como enemigos.

Recientemente William Arkin, experto en asuntos militares y de seguridad nacional, renunció a NBC News porque, entre otras cosas, no aguantaba más la manera en que los medios masivos reportan sobre las guerras de Estados Unidos. Al ser entrevistado por otro noticiero, señaló que la inmensa mayoría de estadounidenses no podrían nombrar los nueve países que actualmente son bombardeados por Washington. El propio locutor tuvo que confesar que él tampoco. ¿Habrá otro país en el mundo que está en guerra contra otros países, o que está interviniendo, pero cuya población no pueda ni nombrar al enemigo ni ubicarlo en un mapa?

lunes, 28 de enero de 2019

La tentativa golpista de EEUU acerca a Venezuela a una invasión o guerra civil

Bill Van Auken, wsws

La operación de cambio de régimen orquestada por Estados Unidos continuó intensificando las tensiones en Venezuela el viernes, acercando al país a una guerra civil o invasión estadounidense.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y Juan Guaidó, el líder del partido derechista Voluntad Popular y presidente de la Asamblea Nacional del país que se proclamó el miércoles "presidente interino" del país con un respaldo inmediato de Washington, se pronunciaron simultáneamente el viernes en diferentes lugares de Caracas.

Maduro, hablando en una conferencia de prensa en el palacio presidencial de Miraflores, declaró que su Gobierno se estaba enfrentando a "un golpe de Estado que promueve y financia los Estados Unidos de Norteamérica". Acusó a Guaidó de ser un títere de Washington, incapaz de tomar decisiones sin órdenes del Departamento de Estado.

Reveló que, en vísperas de la autoproclamación del político de derechas como "presidente", Guaidó se había reunido con dos representantes principales del Gobierno, entre ellos Diosdado Cabello, un exoficial militar y líder del partido gobernante PSUV, que es ampliamente visto como un rival de Maduro dentro del campo chavista, para discutir la iniciación de un diálogo.

Guaidó había negado que tal reunión hubiera tenido lugar, pero el viernes el Gobierno publicó una cinta de video que lo mostraba a él y a Cabello entrando al lugar de la reunión.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

11-S: dos desastrosos virajes mundiales


Ayer se cumplieron 45 años del golpe de Estado contra el presidente chileno Salvador Allende, con el cual se impuso la más sanguinaria dictadura en la historia de ese país sudamericano. Se conmemoraron, además, 17 años de los atentados terroristas que dejaron alrededor de 3 mil muertos en Nueva York, Washington y Pensilvania.

Estos sucesos trágicos, que han dejado un persistente trauma en la memoria colectiva de las sociedades que los padecieron y del mundo en general, comparten denominadores comunes.

En primer lugar, ambos fueron causados por la brutalidad de la barbarie lanzada contra la razón. Paradójicamente, aunque el gobierno de Estados Unidos fue víctima del segundo, tuvo un papel protagónico en la gestación de ambos: en el caso del golpe de 1973, que acabó con la vida de Allende y las de más de 30 mil chilenos, se encuentra ampliamente documentado y reconocido por las propias agencias de inteligencia de Washington, que los militares comandados por Augusto Pinochet actuaron organizados y dirigidos por la Agencia Central de Inteligencia (CIA); en tanto, los atentados de 2001 no se explican sin la presencia de los grupos islamistas radicales armados, financiados y entrenados por Estados Unidos en Afganistán en el contexto de la invasión soviética a ese país asiático.

El segundo rasgo que comparten estos acontecimientos es haber cambiado la historia del mundo de manera tan profunda como negativa. Incluso hoy es difícil dimensionar el daño provocado a las sociedades de todo el planeta por el golpe que puso fin al gobierno de la Unidad Popular, pues no sólo abrió el camino para un nuevo ciclo de dictaduras latinoamericanas particularmente feroces, caracterizadas por el exterminio físico de miles de opositores, sino que convirtió a Chile en el laboratorio del sistema económico que habría de conocerse como neoliberalismo. Dice mucho que el primer campo de pruebas de tal modelo fuera un país sometido por una dictadura sangrienta.

jueves, 10 de agosto de 2017

El intento exitoso de reavivar la Guerra Fría en EEUU

Vicenç Navarro, Público

Si usted viaja a EEUU este verano y lee los rotativos más importantes del país como el New York Times, el Washington Post o Los Angeles Times, o ve las cadenas de televisión más vistas como CBS, ABC o NBC, verá que el gran tema que indigna al establishment político-mediático del país son las interferencias del gobierno ruso presidido por el Sr. Putin o de agencias próximas a él en las últimas elecciones presidenciales de EEUU, mediante las cuales supuestamente proveyeron toda la información posible, conseguida ilegalmente (a través del hackeo de las instituciones del Partido Demócrata), a los miembros del equipo electoral del candidato Trump, facilitando su victoria sobre la candidata demócrata, la Sra. Hillary Clinton. Dicho establishment está escandalizado porque un país extranjero estuviera influenciando las elecciones estadounidenses, práctica que denuncian intensamente, acusando al gobierno ruso de todo tipo de comportamientos, llamándole de todo. En realidad, están intentando reavivar la Guerra Fría entre EEUU y la Unión Soviética (ahora Rusia).

Quisiera aclarar de entrada que mi simpatía por el gobierno Putin y por el gobierno Trump es nula. Ahora bien, considero de una enorme hipocresía que tal establishment político-mediático (que constantemente presenta la política exterior de su país como “la máxima fuerza promotora de la democracia en el mundo”, tal como la definió el viceministro de Asuntos Exteriores durante la administración Obama, el Sr. Tom Malinowski) se escandalice por lo que hace el gobierno Putin, a la vez que ha apoyado todo tipo de intervenciones del gobierno federal estadounidense en otros países para cambiar gobiernos, convirtiéndolo en el Estado más intervencionista conocido, utilizando todo tipo de acciones, desde asesinatos políticos e intervenciones militares, a financiación de partidos y movimientos políticos y sociales. Melvin Goodman ha provisto una lista de estas supuestas intervenciones para defender y promover la democracia en el último número de Counterpunch (27.07.17), una de las revistas progresistas de mayor difusión en aquel país. Paso a resumir algunas de las mayores intervenciones del gobierno estadounidense en el exterior:

miércoles, 14 de junio de 2017

Chile y Venezuela


Leandro Grille, Público

Nicolás Maduro no es Salvador Allende. Ni es Hugo Chávez. Venezuela, además, no es Chile. Hasta ahí las afirmaciones son de una trivialidad tal que podrían obviarse. Sin embargo, el paralelismo entre la revolución bolivariana y el gobierno de la Unidad Popular, encabezado por el inolvidable presidente mártir, es enorme. Y negarlo, desconocerlo o soslayarlo es condición necesaria para desentenderse y adversar un proceso político contemporáneo sin la necesidad de replantearse viejos amores todavía vigentes.

Me propongo exponer brevemente, dentro de las limitaciones de mi formación, algunas claves de este paralelismo más allá de que no existen procesos históricos y políticos homologables en un sentido profundo, mucho menos cuando operan sobre sociedades y tiempos distintos.

Históricamente Venezuela ha tenido una economía basada en la extracción y comercialización de sus enormes reservas petroleras. Chile, por su parte, fundó su economía durante décadas en la explotación del salitre, hasta su declive tras el desarrollo del salitre sintético, y tras ello vivió literalmente de la extracción y exportación de cobre que, al momento de ascender Salvador Allende a la Presidencia, significaba el 75% de las exportaciones chilenas y más del 30% de los ingresos tributarios. Ambas eran economías extractivistas, fuertemente dependientes del precio internacional de un recurso natural preponderante.

viernes, 19 de mayo de 2017

Brasil se moviliza con masivo repudio al golpista Temer


"No voy a renunciar!”, bramó Michel Temer ayer ante las cámaras de TV, en medio del escándalo por la filtración de los audios en los que aparece avalando el pago de coimas. Su negativa a dimitir, en medio de una grave crisis económica y social y con su imagen por el piso motorizó las protestas en las calles de las ciudades más importantes de Brasil, bajo la consigna “Fora Temer”.

En Río de Janeiro, Brasilia, San Pablo, Porto Alegre, Belo Horizonte y Salvador los manifestantes también gritaron “Diretas Ja”, pidiendo la convocatoria de elecciones anticipadas, iniciativa que debatirá el próximo martes la Cámara de Diputados.

Casi al mismo tiempo en que cientos de miles de manifestantes salieron a las calles de las principales ciudades de Brasil se difundieron los audios completos de las grabaciones que comprometen a Temer negociando el silencio de Eduardo Cunha, el ex presidente de la Cámara baja, que impulsó el golpe institucional contra Dilma Rousseff.

Mientras el Gobierno y el propio Temer se debilitan por el retiro del apoyo de sus aliados y la renuncia de los ministros de Cultura y de las Ciudades, la crisis política se trasladó a la economía donde el real se depreció un 6,2 por ciento y la Bolsa suspendió su actividad ante el derrumbe de las acciones de las principales empresas del país.

martes, 9 de mayo de 2017

Venezuela y la OEA: la lógica de la retirada

Mark Weisbrot, Huffingtonpost

El anuncio por parte de Venezuela de que se retirará de la Organización de los Estados Americanos (OEA) ha sido acogido con la habitual burla de los medios de comunicación estadounidenses, la mayoría de los cuales hace mucho tiempo abandonaron cualquier pretensión de neutralidad periodística con respecto a este país.

No obstante, si tomamos un poco de distancia de la línea de los grandes medios de comunicación, la decisión de Venezuela tiene su lógica. La OEA, y en particular bajo su actual Secretario general, Luis Almagro, no es exactamente el organismo multilateral que pretende ser. Almagro, con el apoyo de los EEUU, libra desde hace años una guerra santa contra Venezuela. En el 2015, intentó deslegitimar durante meses las elecciones a la Asamblea Nacional venezolana, con la acusación de que serían fraudulentas sin la "ayuda" de los observadores de la OEA.

Su comportamiento fue tan fuera de lugar y repugnante que José Pepe Mujica, el ex presidente de Uruguay, denunció a Almagro, su ex ministro de Relaciones Exteriores. "Lamento el rumbo por el que enfilaste y lo sé irreversible, por eso ahora formalmente te digo adiós y me despido", escribió Mujica, querido y respetado por amplios sectores en Suramérica por su honestidad e integridad. Resulta que Almagro se equivocó por completo, pues las elecciones venezolanas se llevaron a cabo sin problemas y la oposición ganó el 56 por ciento de los votos.

La historia se repite: ¿Invadirá EEUU a Venezuela?

Marco A. Gandásegui, Alai

La historia de la América Nuestra está marcada por la creciente influencia de las grandes corporaciones europeas y de EEUU. A fines del siglo XIX, intereses imperiales exploraban a México y Chile por su riqueza mineral, a Cuba por su azúcar, a Centro América por sus frutas tropicales y a Panamá por su paso expedito entre los océanos. En México mantuvo la dictadura de Porfirio Díaz por 35 años y en Chile llevó al suicidio al presidente Balmaceda.

A principios del siglo XX, se sumó Venezuela por su petróleo, Perú y Bolivia por sus enormes yacimientos mineros. A mediados del siglo XX fueron derrocados los gobiernos de Juan Perón en Argentina y Getulio Vargas en Brasil. Encabezaban gobiernos con proyectos de desarrollo nacional. Los enormes excedentes generados por sus exportaciones eran invertidos en la creación de empleos y en una industria nacional.

jueves, 23 de febrero de 2017

Cuba responde a la hija del golpista


Frente a los airados reclamos de Mariana Aylwin respecto de la prohibición de ingresar a Cuba para recibir el homenaje a su padre Patricio Aylwin, el gobierno cubano se ha permitido recordar que:

|1.- Por el inmenso cariño y reconocimiento que, día a día, recibe, en la Isla de Martí, el Presidente mártir Salvador Allende, rendirle honores en su territorio a quien promovió y justificó el golpe de Estado en Chile, de 1973, resulta una ofensa palmaria a la conciencia recta de muchas generaciones de cubanos.

Si alguien tiene dudas, las imágenes son elocuentes:
https://www.youtube.com/watch?v=SnECpGlTUdI

2.- Tampoco es procedente permitir el reconocimiento en la patria de Juan Almeida Bosque, a quien pactó y convivió en el poder, con el dictador Augusto Pinochet, especialmente entre los años 1990 – 1994. 3.- No es comprensible ni consecuente que se busque homenajear en Cuba a quién, en 1971, se opuso al ingreso a Chile de Fidel Castro Ruz, líder de la revolución de la dignidad latinoamericana.

4.- Sorprende, además, que personajes como el derechista y millonario Sebastián Piñera, afirmen que la decisión soberana de Cuba es un agravio contra Chile, cuando la mayor ofensa para los chilenos es que mantenga su fortuna, de más de dos mil millones de dólares, en paraísos fiscales, libre de los impuestos que pagan hasta los más pobres, como el IVA a los alimentos.

5.- La Sra. Mariana Aylwin, quien ha sido parte activa de campañas desestabilizadoras de los procesos transformadores de Venezuela y Cuba, debería tener el pudor de no pretender burlarse de los pueblos en el mismo suelo de los injuriados.

Debería, en cambio, comenzar a poner el acento de sus preocupaciones en las injusticias sufridas por el pueblo mapuche; en las privatizaciones efectuadas por Pinochet en favor de sus amigos mientras masacraban al pueblo chileno; en la recuperación del cobre para Chile; en una educación y salud gratuita y de calidad para los más humildes de su país; de la miserable previsión de los adultos mayores despojados por los negociantes de las AFP, nacidas del Plan Laboral de la Dictadura Militar; de la usura de los bancos con los deudores habitacionales; y de las relaciones corruptas entre la política y el dinero mal habido de los depredadores corporativos.

6.- Esa misma recomendación se la damos al canciller Heraldo Muñoz quien, además, tendría que ocuparse del maltrato y vejamen recibido por la senadora colombiana Piedad Córdoba, en su ingreso a Chile el 2016, por parte de la policía chilena, por su condición de afro – descendiente, progresista y comprometida con el proceso de paz en Colombia.
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Ver: La muerte de Patricio Aylwin, golpista en 1973 y heredero de la dictadura en 1990

martes, 10 de enero de 2017

Democracias intervenidas

David Brooks, La Jornada

En Washington hay gritos de protesta y condena, más investigaciones y un intenso debate sobre una barbaridad, algo inaceptable, algo tan terrible que la propia democracia está en riesgo: un gobierno extranjero se atrevió a lanzar una campaña de influencia para manipular el proceso político interno de Estados Unidos.

La CIA, la FBI y la Agencia de Seguridad Nacional ofrecieron briefings al presidente Barack Obama y al presidente-electo Donald Trump, presentaron sus resultados ante el Congreso y emitieron un informe al público resumiendo sus conclusiones sobre cómo el gobierno de Vladimir Putin ordenó e implementó una campaña que incluyó sembrar y difundir noticias falsas, hackear y filtrar correos electrónicos tanto de la campaña de Hillary Clinton como del Comité Nacional Demócrata, y que todo esto era, primero, para minar la confiabilidad del proceso electoral, pero al final, para beneficiar la campaña de Trump y dañar a Clinton.

Suponiendo que todo, o parte de esto, sea cierto, no deja de llamar la atención que los directores de inteligencia, sus supuestos jefes en la Casa Blanca y en el Congreso y un amplio coro de analistas e intelectuales del establishment se atrevan acusar y condenar a un gobierno extranjero de intromisión en los asuntos políticos internos de otra nación, sin reconocer que Estados Unidos lo ha hecho, y lo sigue haciendo, en todo el mundo y desde hace décadas.

Estados Unidos ha intervenido para influir en los resultados de elecciones de otros países por lo menos 81 veces entre 1946 y el año 2000, según el experto Dov Levin de la Universidad Carnegie Mellon. Eso no incluye golpes de Estado o intentos para derrocar gobiernos –los famosos cambios de régimen– sino sólo intentos directos para influir en una elección a favor de una fuerza política. Si se incluyen éstas, el número de intervenciones es mucho más alto.

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