Hay una clara ruptura entre la manera de concebir y librar las guerras del pasado y aquellas que obstinadamente seguimos llamando "guerras", pero que se han transformado en masacres indiscriminadas de civiles que desembocan en verdaderos genocidios como el que está cometiendo Israel hacia el pueblo palestino.
Sergio Scorza, ControPiano
Dejando de lado cualquier consideración sobre el carácter teocrático de los dos regímenes -el sionista y el iraní-, quisiera señalar una diferencia sustancial en el conflicto que se desarrolla actualmente entre Irán e Israel: mientras Israel bombardea (como lo ha hecho continuamente desde hace 12 meses) casi exclusivamente civiles indefensos en hogares, escuelas, hospitales, ciudades de tiendas de campaña y dondequiera que lleve a cabo sus ataques, Irán ataca, como lo hizo la semana pasada, sólo bases y objetivos militares desde donde se perpetran y organizan las inmensas masacres deniños, madres y familias completas en Gaza y ahora en el Líbano.
No es casualidad que inmediatamente después del lanzamiento de misiles contra Israel, el Ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, declarara: “Esta noche hemos ejercido la autodefensa en virtud del Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, atacando exclusivamente sitios militares y fuerzas de seguridad responsables del genocidio en Gaza y el Líbano".
¿Cómo podríamos olvidar los repetidos bombardeos de aviones de combate israelíes sobre las filas de civiles palestinos desplazados que hacían cola para recibir un plato de comida? ¿Y los bombardeos a los hospitales? ¿Cómo podemos olvidar a los niños palestinos asesinados por francotiradores israelíes con disparos de precisión en la cabeza? ¿Y los bombardeos israelíes contra las ciudades de tiendas de campaña de los desplazados? ¿Aquellos sobre civiles que huyen de las bombas tras otra orden de evacuación emitida por las fuerzas de ocupación? ¿Cómo podremos olvidar las imágenes de los cuerpos de niñas y niños palestinos desmembrados por las bombas israelíes?