Una mirada no convencional al modelo económico de la globalización, la geopolítica, y las fallas del mercado
domingo, 19 de agosto de 2018
Turquía no recurrirá al FMI para superar crisis monetaria
El ministro turco de Finanzas, Berat Albayrak, descartó este jueves ante inversores internacionales que su país vaya a pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI) para superar la crisis monetaria que atraviesa. Albayrak, que también es el yerno del presidente Recep Tayyip Erdogan, hizo un discurso por la tarde ante miles de inversores originarios de Estados Unidos, Europa y Asia, durante una teleconferencia considerada como una prueba de credibilidad.
"Saldremos aún más fuertes de estas turbulencias", declaró el ministro, según la televisión estatal TRT. Añadió que su país no tenía previsto recurrir al FMI y que su gobierno trabajaría para atraer inversiones extranjeras directas. La lira turca, que se hundió la semana pasada en un contexto de crisis diplomática con Estados Unidos, mejoró a raíz de sus declaraciones, repuntando este jueves por tercer día consecutivo.
La moneda ganaba cerca del 3,9% frente al dólar respecto a la sesión de la víspera, y se cambiaba a 5,72 liras por dólar, aunque aún estaba lejos de los valores previos a las grandes pérdidas de los últimos días. La lira parece haberse estabilizado desde el martes a consecuencia de las medidas tomadas por el banco central y de nuevas barreras erigidas por el regulador turco de los bancos para limitar la especulación con la divisa turca. La lira turca perdió el 40% de su valor este año y la la semana pasada sufrió una debacle que causó preocupación en las bolsas mundiales por temor a un efecto contagio.
La caída de la moneda se aceleró por culpa del aumento de las tensiones entre Turquía y Estados Unidos, que tom>aron sanciones recíprocas e incrementaron sus aranceles aduaneros respectivos para determinados productos.
A pesar del repunte de la lira desde el martes, los economistas siguen preocupados por la disputa entre Ankara y Washington, relacionada entre otras cosas con la detención de un pastor estadounidense en Turquía, y por el control que ejerce Erdogan sobre la economía.
Los mercados castigaron duramente la decisión del banco central de mantener sus bajas tasas de interés el mes pasado, a pesar de la caída de la lira y de una inflación galopante. Erdogan, ferviente defensor de un crecimiento a cualquier precio, se opone firmemente a un cambio de política monetaria.
Albayrak prometió este jueves que su gobierno tendría dos prioridades: combatir la inflación, que alcanzó cerca del 16% interanual en julio, y la disciplina presupuestaria. En este periodo de malas noticias económicas, Turquía recibió el miércoles una ayuda de peso. El emir de Catar, el jeque Tamim bin Hamad al Thani prometió durante un encuentro con Erdogan en la capital que su país invertiría 15.000 millones de dólares en Turquía.
En una señal de que la crisis con Washington incita al gobierno turco a restablecer sus vínculos con Europa, Erdogan habló por teléfono el miércoles con la canciller alemana, Angela Merkel, y su homólogo francés, Emmanuel Macron, el jueves. Albayrak conversó por su parte con el ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz, y ambos acordaron reunirse el 21 de septiembre en Berlín, anunció el gobierno turco.
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