lunes, 8 de diciembre de 2025

El estallido simultáneo de crisis globales y el derrumbe del orden unipolar angloestadounidense

El estallido simultáneo de crisis simultáneas en Ucrania, Gaza, América Latina y Asia Oriental revela que el orden angloestadounidense en descomposición requiere crear conflictos para sostener su dominio global

José Luis Preciado, Mente Alternativa

El estallido simultáneo de crisis en Ucrania, Gaza, el Caribe, México y Asia Oriental no constituye un conjunto de eventos inconexos, sino los síntomas visibles de un orden angloestadounidense en descomposición que depende crecientemente del conflicto para sostenerse. La geopolítica ha dejado de ser un tablero con frentes aislados: se ha convertido en una sola fractura estratégica que sacude todos los continentes a la vez. Desde los corredores europeos hasta el istmo americano, desde la cuenca del Caribe hasta el Mar de China Meridional, el viejo paradigma se resquebraja y expone su estructura enferma. Como señala Jason Ross en EIR, el mundo se encuentra ante una disyuntiva histórica: o continúa atrapado en un sistema financiero moribundo que se sostiene mediante guerras, o construye una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo basada en el beneficio mutuo. Hoy esa elección se hace evidente en la simultaneidad de los conflictos provocados, en la lógica del caos controlado y en los actores que se mueven detrás de las bambalinas diplomáticas.

La acumulación de tensiones no es accidental. En Washington, Donald Trump amenaza con ordenar un ataque terrestre y aéreo contra Venezuela, una acción que, según advierte el geoestratega Dennis Small, podría desatarse “en cualquier segundo”. La decisión depende del rumbo que el propio Trump elija tomar: o avanza hacia un enfoque diplomático como el discutido en la cumbre de Anchorage con Vladimir Putin —una aproximación que intenta atacar las causas estructurales del conflicto ucraniano—, o se somete a la línea neoconservadora impulsada por Marco Rubio, Stephen Miller y el núcleo angloestadounidense que maniobra desde Londres para empujar a Estados Unidos a una nueva guerra eterna. Small subraya que la verdadera fuerza motriz detrás de las presiones militares no se encuentra en la Casa Blanca sino en la City de Londres, que empuja la confrontación simultánea en Ucrania, Taiwán y Venezuela como forma de preservar la hegemonía occidental.

domingo, 7 de diciembre de 2025

La larga tradición contra los impuestos de la oligarquía estadounidense


Vanessa Williamson, Sin Permiso

Las políticas arancelarias siempre cambiantes de Trump pueden parecer caóticas. Y, por supuesto, a menudo lo son. En un lapso de nueve meses, sus aranceles a China han pasado del 10 % al 145 % y luego al 50 %, y Trump ha amenazado con volver a subirlos al 100 %, antes de ceder una vez más. La irritación del presidente por un anuncio televisivo le llevó a aumentar los aranceles a Canadá, una política que anunció a través de una publicación en redes sociales. Y luego, por supuesto, estuvo aquella vez en que la Administración declaró aranceles a una isla habitada solo por pingüinos.

Pero, aunque estos aranceles son caprichosos y absurdos, forman parte de una agenda coherente. Los aranceles arbitrarios siguen un patrón con el intento de la Administración de destruir —mediante despidos masivos, cambios de liderazgo y politización— un Servicio de Impuestos Internos independiente. Trump está tratando de sustituir el sistema legislativo de impuestos para obtener ingresos por un sistema personalista de exacciones estatales para la dominación política.

Dejando a un lado a los pingüinos, las implicaciones de esta agenda no podrían ser más graves. La regularización de los impuestos es uno de los logros más monumentales de la historia política. Es inseparable del desarrollo del Estado de derecho y de las primeras afirmaciones de que la legitimidad del gobierno se basa en el consentimiento de los gobernados. Es más, el esfuerzo por socavar el sistema tributario atenta contra la propia capacidad de actuar de un gobierno elegido democráticamente. A lo largo de la historia de Estados Unidos, los oligarcas han restringido el poder fiscal del Estado para garantizar que el Gobierno fuera demasiado débil como para controlar su poder. Las políticas fiscales de la Administración Trump son la última versión de esta larga tradición antitributaria y antidemocrática.

***

Ucrania: Paz, seguridad y colapso demográfico


Nahia Sanzo, Slavyangrad

“Europa empieza a asumir que Ucrania deberá sacrificar territorio si quiere terminar la guerra”, titula el artículo de El País en el que se trata la preocupación de las capitales europeas por la postura estadounidense de priorizar el final de la guerra por encima de la voluntad continental de lograr los objetivos estratégicos. Publicada ayer, también la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos confirma esa postura. El plan, que tal y como se esperaba prioriza la Doctrina Monroe y el “corolario Trump” para obtener la hegemonía completa en América incluso por encima de la contención de China, presenta un mundo acorde a la teoría de Strategy of Denial, el libro publicado en 2018 por el ahora número 3 del Pentágono, Elbridge Colby. El objetivo de Estados Unidos en las regiones estratégicas es impedir la existencia de bloques “contrahegemónicos”, grupo de países capaces de rivalizar con el poder de Washington. Fomentar alianzas favorables, alejar a potenciales rivales de crear esos ejes e intervenir únicamente en los momentos estrictamente necesarios son la base de una forma de injerencia que no necesariamente implica presencia continua, motivo por el que la actuación del trumpismo, profundamente intervencionista en lo político y también en lo militar, ha sido calificada de aislacionista.

Aunque la parte dedicada a Europa merece un análisis más a fondo, las referencias a la guerra de Ucrania son limitadas y simplemente confirman los temores europeos. En apenas dos párrafos, uno de ellos dedicado a la relación entre los países europeos y Rusia, Ucrania recibe solo cuatro menciones. “La administración Trump se encuentra en desacuerdo con los funcionarios europeos que tienen expectativas poco realistas respecto a la guerra, apoyados en gobiernos minoritarios inestables, muchos de los cuales pisotean los principios básicos de la democracia para reprimir a la oposición”, afirma el documento, que ratifica lo que ha sido la política oficial de la administración Trump desde su llegada al poder. La prioridad es conseguir el final de la violencia para evitar males mayores, recuperar la relación económica con Rusia y proceder a “hacer grande a Europa”, un plan acorde con el discurso de JD Vance en Múnich y el apoyo de Estados Unidos a los movimientos de extrema derecha y nacionalismo blanco afines al trumpismo. afirma el documento, que incide en que “una gran mayoría europea quiere la paz, pero ese deseo no se traduce en políticas, en gran medida debido a la subversión de los procesos democráticos por parte de esos gobiernos. Esto es estratégicamente importante para Estados Unidos precisamente porque los Estados europeos no pueden reformarse si están atrapados en una crisis política”, añade con una nueva reivindicación velada de partidos como AfD.

sábado, 6 de diciembre de 2025

La administración Trump es la administración Netanyahu

Nada de lo que hace la administración estadounidense es independiente del régimen de Benjamín Netanyahu en "Tel Aviv"; es, de principio a fin, una administración del Partido Likud la que gobierna Estados Unidos

Robert Inlakesh, Al Mayadeen

Desde hace tiempo se debate si Estados Unidos controla a los israelíes o si, de hecho, es al revés. Bajo la actual administración Trump, ya no cabe duda de que los israelíes dictan la política estadounidense en Asia Occidental y, en muchos casos, incluso toman el control a nivel nacional.

Bajo gobiernos estadounidenses anteriores, hubo una clara tendencia a priorizar los intereses israelíes; esto es indiscutible. Sin embargo, se pudo demostrar que existían ligeras discrepancias entre las posturas israelí y estadounidense en ciertos temas. Es evidente que Estados Unidos posee mucho más poder e influencia que la entidad sionista, pero la pregunta que se plantea entonces es si la cola ha estado moviendo al perro.

Desde la presidencia de Lyndon B. Johnson, Washington ha respaldado incondicionalmente a los israelíes, otorgándoles más ayuda exterior que a cualquier otro aliado y, posteriormente, siguiéndolos en diversos conflictos en la región. Con el tiempo, cabe decir que el poder del "lobby israelí" ha crecido, lo que ha llevado a posturas sionistas aún más radicales en las sucesivas administraciones que han ocupado la Casa Blanca.

Sin embargo, a pesar del claro sesgo y la protección hacia los intereses israelíes, ha habido divergencias entre diversos líderes estadounidenses y sus homólogos en "Tel Aviv". Tomemos, por ejemplo, el gobierno de Obama, que en su momento prometió la mayor ayuda exterior al régimen sionista de su historia. En el contexto del Acuerdo Nuclear con Irán, o Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), demostró ser capaz de desafiar al AIPAC y las exigencias del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

Los resultados de las negociaciones en Moscú: lo que las partes están dispuestas a ceder


Andrey Surzhansky, TASS

¿Consiguió el enviado especial de Estados Unidos, Stephen Witkoff, como dijo Donald Trump, «vender» a Rusia un plan de paz actualizado para Ucrania? Esta es quizás la pregunta clave que muchos se planteaban al término de las conversaciones de la delegación estadounidense en Moscú.

Quiénes acudieron y con qué actitud

Esta era la sexta visita de Stephen Witkoff a la capital rusa desde enero de 2025.

Resumiendo la reunión de cinco horas, el asesor presidencial ruso Yuri Ushakov señaló que «hasta ahora no se ha encontrado una versión de compromiso [del plan de paz]», aunque algunas propuestas estadounidenses parecen más o menos aceptables. Mientras tanto, describió la reunión como «útil, constructiva y bastante sustantiva».

Ushakov reveló que se consideraron varias opciones para un plan destinado a resolver la situación en Ucrania. «No discutimos la redacción específica ni las propuestas concretas estadounidenses, sino que nos centramos en la esencia de lo que contienen estos documentos estadounidenses», explicó el asesor presidencial. «Algunas de las frases que se propusieron no nos convienen. En otras palabras, el trabajo continuará», añadió Ushakov. Se negó a especificar qué frases concretas no satisfacían a la parte rusa, aunque confirmó que se discutieron específicamente las cuestiones territoriales. «Acordamos con nuestros colegas estadounidenses no revelar la esencia de las negociaciones. Es bastante lógico. Las conversaciones fueron de carácter completamente cerrado y secreto», concluyó el representante del Kremlin.

viernes, 5 de diciembre de 2025

La deriva de Europa

Un posible resultado —quizás el más probable— no es simplemente el horizonte cercano de la guerra, sino también la construcción de una “fortaleza europea” estrictamente oligárquica

Enrico Tomaselli, La Haine

Hay más de un aspecto de la actual carrera armamentística —liderada por Alemania— y de la creciente militarización de la sociedad que debería investigarse y, sobre todo, situarse en un marco analítico más general.

Sin duda, esta búsqueda de una “economía de guerra” —que no es solo una cuestión de armamento, sino también de inversiones en infraestructura— se basa en cálculos económicos, ya que algunos creen que podría actuar como catalizador para la recuperación de la economía continental.

En mi opinión, se trata efectivamente de una apuesta arriesgada y, como tal, el resultado es muy incierto, aunque es probable que, a corto plazo, desencadene de alguna manera mecanismos capaces de, al menos, ralentizar el proceso de empobrecimiento.

Obviamente, dado que no hay suficientes recursos disponibles —y Europa ya se ha desangrado con su apoyo a Ucrania—, esto requerirá una reorientación significativa del gasto público, desplazando los recursos del bienestar al rearme.

Por un lado, esto podría crear áreas críticas, ya que los países europeos sufren una crisis demográfica de larga duración y, con una población que tiende a envejecer, una crisis del sistema de bienestar podría tener consecuencias sociales y políticas imprevistas.

El capitalismo subvierte la democracia

Las últimas décadas se caracterizaron por un aumento brutal la desigualdad y una creciente concentración del poder económico y político, lo que debilita cada vez más los ideales democráticos con los que los gobiernos occidentales dicen estar comprometidos
Durante gran parte de la era posterior a la Guerra Fría, se pensaba que la combinación de capitalismo y democracia era clave para la prosperidad de Occidente. Hoy esa asociación parece cada vez más tóxica


Matt McManus, Jacobin
El artículo que sigue es una reseña de The Democratic Marketplace: How a More Equal Economy Can Save Our Political Ideals, de Lisa Herzog (Harvard University Press, 2025).

Apesar de que los trabajadores estadounidenses trabajan muchas horas y son uno de los únicos países sin vacaciones obligatorias, el costo de vida en los Estados Unidos sigue aumentando a pasos agigantados por encima de lo que la gente gana. No están recibiendo ayuda de la administración Trump, que ha trabajado para castrar a la Junta Nacional de Relaciones Laborales mientras redistribuye miles de millones hacia arriba a los multimillonarios a través de generosos recortes de impuestos. No es de extrañar que «oligarquía» sea una palabra en boca de todos.

Sin embargo, en una situación tan difícil, es posible que la gente se muestre más abierta a debatir los cambios integrales necesarios para construir una economía que funcione para la gente común; la exitosa campaña de Zohran Mamdani en favor de una ciudad de Nueva York asequible es un buen ejemplo de ello. Con su nuevo libro, The Democratic Marketplace: How a More Equal Economy Can Save Our Political Ideals, Lisa Herzog, profesora de filosofía política en la Universidad de Groningen, ha realizado recientemente una contribución teórica accesible y lúcida al debate sobre cómo podría ser una economía más justa. Sus argumentos concisos y basados en pruebas sobre las deficiencias de nuestro sistema económico y las posibles reformas para mejorarlo serán bien recibidos tanto por los progresistas como por los socialistas, aunque adolezcan de una falta de compromiso con tradiciones teóricas más radicales.

La alianza capitalista contra la democracia

Herzog comienza catalogando los profundos problemas que aquejan actualmente a la economía estadounidense. Durante muchos años, se pensó que la unión ideal entre los mercados capitalistas y la democracia era la «fórmula del éxito de Occidente». Pero desde entonces, este matrimonio se ha vuelto cada vez más tóxico. La desigualdad se ha disparado desde la década de 1970, hasta tal punto que «la relación entre el salario de los directores ejecutivos y el salario medio en las grandes empresas estadounidenses es ahora de casi 300:1», señala Herzog. «Las diferencias que se están abriendo entre los distintos niveles del espectro económico son aún mayores en lo que respecta a la riqueza que a los ingresos, ya que los ricos se enriquecen más rápido que nadie». Impulsados en gran medida por la disminución de las tasas de sindicalización, los trabajadores también dedican mucho más tiempo al trabajo del que desearían. En Estados Unidos, «el empleo a tiempo completo supone una media de cuarenta y siete horas semanales, unas diez horas más que en la mayoría de los países europeos», observa. «Las opciones a tiempo parcial son más escasas y, para muchos, simplemente no son asequibles».

jueves, 4 de diciembre de 2025

El escándalo de corrupción en la UE es un mal momento para Zelensky

La corrupción en Bruselas es tan antigua como el mundo y durante décadas ha pasado prácticamente desapercibida

Martín Jay, Strategic Culture

Para aquellos que esperaban que el actual escándalo de corrupción en Ucrania que involucra a colaboradores cercanos de Zelensky se resolviera y que el negocio de la guerra, el lavado de dinero y el tráfico de armas pudiera reanudarse (financiado por un público occidental crédulo), la noticia del arresto de Federica Mogherini en Bélgica debe haber sido un duro golpe.

Mogherini fue la principal diplomática exterior de la UE entre 2014 y 2019 y formó parte del llamado Acuerdo con Irán, que se firmó en lo que fue una ocasión auspiciosa para la diplomacia internacional en ese momento, apenas un año después de asumir el máximo cargo en Bruselas, dejando su puesto en Roma como ministra de Asuntos Exteriores.

A principios de diciembre, la policía, que trabajaba en un caso que la incriminaría por corrupción, registró su domicilio en Bélgica si se recababan pruebas suficientes utilizando información privilegiada para favorecer a las empresas que participaban en una licitación. No se prevé que el caso sea de gran envergadura, pero sí significativo por muchas razones. Por difícil que parezca, parece que la nueva unidad antifraude de la UE (EPPO), formada recientemente tras años de impotencia debido a la ineficacia de la OLAF, que no impuso cargos contra funcionarios de la UE por corrupción, está cumpliendo con su deber de investigar la corrupción de altos funcionarios de la UE. Mogherini consiguió el cómodo puesto de rectora del Colegio de Europa tras finalizar su mandato de cinco años como máxima diplomática de la UE, en circunstancias que algunos críticos calificaron de dudosas, dado que estaba claramente poco cualificada académicamente para ocupar un puesto tan elitista en un colegio que atendía a la élite de funcionarios y diplomáticos europeos.

La guerra de Ucrania llega a su fin (pero no será un verdadero final)

Lo que se avecina es una alianza estructural entre los restos de las fuerzas armadas ultraderechizadas ucranianas y el belicismo de los dirigentes europeos
Nazismo en Ucrania


Andrea Zhok, La Haine

Se ha hecho oficial la noticia de la toma de Pokrovsk por parte del ejército ruso y, simultáneamente, la conquista de Volchansk.

En el último mes, el ejército ruso ha conquistado 505 km² de territorio, lo que para un país tan grande como Ucrania sigue siendo poco, pero que supone un claro avance con respecto al periodo anterior.

La omnipresencia de los drones hace imposible el rápido avance con tanques y vehículos blindados, pero también hace que las conquistas realizadas sean más resistentes a posibles contraataques.

Las señales de un declive de la capacidad operativa ucraniana en el frente son evidentes, pero los indicios de un rápido final del conflicto son controvertidos.

Desde el frente, algunos comandantes ultranacionalistas ucranianos han enviado a Zelenski un comunicado en el que le informan que, en caso de que firme un acuerdo que implique la retirada del Donbás, no le obedecerán.

La marea furiosa de la extrema derecha latinoamericana

La izquierda tendrá que ser audaz y articular un nuevo futuro, pero tendrá que ser uno que surja de su propia historia de luchas y de construcción del socialismo.
Ilustración: Alejandra Svriz


Vijay Prashad, Observatorio de Trabajadores

La extrema derecha en América Latina está enojada. Jair Bolsonaro, de Brasil, y Javier Milei, de Argentina, siempre parecen furiosos y siempre hablan en voz alta y de forma agresiva. La testosterona se les sale por los poros, un sudor tóxico que se ha extendido por toda la región.

Sería fácil decir que se trata del impacto del neofascismo característico de Donald Trump, pero no es cierto. La extrema derecha tiene raíces mucho más profundas, vinculadas a la defensa de las familias oligárquicas que tienen sus orígenes en la época colonial en los virreinatos, desde Nueva España hasta Río de la Plata.

Sin duda, estos hombres y mujeres de extrema derecha se inspiran en la agresividad de Trump y en la entrada de Marco Rubio, un furioso defensor de la extrema derecha en América Latina, al cargo de secretario de Estado de los Estados Unidos. Esta inspiración y este apoyo son importantes, pero no son la razón del regreso de la extrema derecha, una marea de ira que ha ido creciendo en toda América Latina.

A primera vista, parece que la extrema derecha ha sufrido algunas derrotas. Jair Bolsonaro está en prisión por un largo tiempo debido a su papel en el fallido golpe de Estado del 8 de enero de 2023 (inspirado en el propio intento fallido de golpe de Estado de Trump el 6 de enero de 2021). En la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Chile, la candidata del Partido Comunista, Jeannette Jara, obtuvo la mayoría de los votos y liderará el bloque de centroizquierda en la segunda vuelta (14 de diciembre).

Así circuló en EEUU el plan de usar armas biológicas contra Venezuela


Misión Verdad

Una reciente investigación periodística en Estados Unidos reveló documentos que detallan propuestas de acciones biológicas dirigidas contra Venezuela, elaboradas por operadores vinculados a la oposición extrema y entregadas a instancias del poder político en Washington.

Los planes exhiben un nivel de agresión que trasciende la disputa convencional y vuelven a evidenciar cómo la maquinaria de cambio de régimen ha incorporado tácticas propias de la guerra encubierta, desde daños a infraestructura hasta esquemas de desestabilización sanitaria, además de los ya conocidos mecanismos financieros.

El caso aporta una pieza clave para comprender la naturaleza estructural del asedio contra Venezuela y los incentivos que explican por qué Washington no está dispuesto a desmontar su sistema de sanciones y presiones, pues involucra un entramado que produce beneficios políticos, financieros y operativos para actores que han convertido la agresión en una industria.

Lo que revela la investigación

El reportaje de la periodista Maureen Tkacik en The American Prospect expone un documento de 29 páginas enviado a la oficina del entonces vicepresidente estadounidense Mike Pence por un grupo identificado como Virtual Democracy, organización vinculada a operadores opositores y consultoras de inteligencia que actuaron en paralelo al llamado "interinato". El material, obtenido durante procesos judiciales asociados al operativo fallido de Jordan Goudreau, detalla una hoja de ruta para desencadenar un cambio de régimen en Venezuela mediante tácticas que combinan sabotaje, terrorismo económico y operaciones biológicas.

miércoles, 3 de diciembre de 2025

Negociación en Miami


Nahia Sanzo, Slavyangrad

“Seguimos siendo realistas sobre la dificultad de esto, pero a medida que hemos avanzado, creo que existe una visión compartida de que no se trata solo de poner fin a la guerra, lo cual es muy importante, sino de asegurar el futuro de Ucrania, un futuro que esperamos sea más próspero que nunca”, declaró Marco Rubio el domingo por la noche, tras la finalización de la reunión de cinco horas que la delegación estadounidense había mantenido con la ucraniana en el campo de golf propiedad de Steve Witkoff en Florida. Marco Rubio posaba junto a Rustem Umerov, que ha sustituido al mucho más duro y exigente Andriy Ermak al frente de la delegación negociadora de Ucrania, para informar a la prensa de un encuentro que, según ambas partes, fue “productivo”. Sin embargo, a juzgar por la valoración de los hechos y la información sobre los temas tratados que Estados Unidos y Ucrania suministraron a su prensa afín, es posible que el consenso acabara ahí.

“Las negociaciones entre Estados Unidos y Ucrania del domingo se centraron en la ubicación de la frontera de facto con Rusia según un acuerdo de paz. Funcionarios ucranianos describieron la reunión de cinco horas como «difícil» e «intensa», pero productiva”, escribió Barak Rabid, el reportero de Axios al que el trumpismo filtra aquello de lo que quiere que se hable. Rabid “escribe que «la línea de control territorial fue prácticamente el único tema discutido, según dos funcionarios ucranianos». Sin embargo, los funcionarios ucranianos han explicado repetidamente que las cuestiones territoriales se deben negociar a nivel presidencial.”, contestaba la periodista ucraniana Kateryna Lisunova, de la que Michael Weiss afirma que “está en contacto estrecho con altos cargos ucranianos”. Las palabras de la delegación ucraniana insistían en que, como afirmaba la periodista, no se había tratado el tema de las concesiones territoriales. “Me pregunto si los sospechosos habituales del lado estadounidense están volviendo a manipular”, insistía Michael Weiss, dispuesto a creer las palabras de la delegación ucraniana filtradas a una periodista afín y dando nuevamente a entender que una parte del equipo estadounidense -concretamente Steve Witkoff- trabaja para el bando ruso. Teniendo en cuenta que el resto de temas fueron tratados en la reunión de Ginebra siete días antes, sería impensable que territorios y seguridad no fueran el centro de la reunión del domingo en Miami.

martes, 2 de diciembre de 2025

De la Fuga Necesaria: el Conde de Montecristo

«La única manera de escapar a la condición de prisionero es comprender cómo está hecha la prisión.» (Italo Calvino, Tiempo cero)

Diego Fusaro, Posmodernia

Como sabemos, ni siquiera la Caverna de sombras teorizada por Platón escapa a la regla de lo que la historia de los efectos nos ha legado con el nombre de «intelectualismo socrático«: si los prisioneros de la caverna supieran que se encuentran en una caverna opresiva y no, como creen, en el estado de libertad natural, no dudarían ni un instante en huir. Pero no son conscientes de ello, ni tampoco el cavernícola que regresa —enseña Platón— es capaz de hacérselo entender: eligen el mal simplemente porque, por vía de la ignorancia, lo confunden con el bien. Lo que la alegoría antrosófica, al menos en su versión platónica, no considera es la figura del «esclavo informado«; o, más precisamente, del cavernícola consciente, que se sabe prisionero y, sin embargo, ama su condición.

Poquísimos esclavos parecen semejantes a Edmundo Dantés y al Abate Faria, los protagonistas de El Conde de Montecristo (1844-1846) de Alejandro Dumas, una de las más leídas y apreciadas variaciones sobre el tema espeleológico patentado por Platón. De manera significativa, la obra verá la luz contemporáneamente con las reflexiones aurorales del joven Marx respecto a la necesidad de huida de la fortaleza alienante del modo de producción capitalista. Dantés y el Abate Faria saben que son prisioneros y, al mismo tiempo, desean más que cualquier otra cosa recuperar la libertad. La trama es tan simple como fascinante: liberarse, sin jamás dudarlo, de una tétrica fortaleza sobre el mar, en apariencia inexpugnable, de la que se sabe que es extremadamente difícil escapar; saberse condenado a una situación en la que se está injustamente encarcelado, en un lugar que no se merece y que, precisamente por eso, resulta aún más repugnante de lo que ya de por sí es; y, sin embargo, no renunciar nunca a la idea de que, a pesar de todo, debe haber una esperanza de prison break, a condición de no dejar de excavar y esforzarse por hacerla realidad. La fuga es tanto más necesaria cuanto más inmerecida es la prisión que priva de libertad.

Las cortinas de humo del poder en Estados Unidos

La principal intención de la operación en curso es apoderarse del petróleo de Venezuela y fracturar el eje de articulación Caracas-Habana-Managua

José Ernesto Nováez Guerrero, Al Mayadeen

En 1997 se estrenó la película Wag the dog (La cortina de humo (en España) y Escándalo en la Casa Blanca (en Latinoamérica)). Dirigida por Barry Levinson, el filme contó con un elenco de lujo, donde destacan Dustin Hoffmann y Robert de Niro. El título de la película está tomado del argot político norteamericano y, literalmente, significa algo así como “mover el perro”. Es un juego de palabras derivado de una premisa más larga: como el perro es más inteligente, mueve la cola; pero si la cola fuera más inteligente, esta movería el perro.

En esta metáfora la cola es el poder y el perro es el pueblo, y la frase hace referencia a acciones, sobre todo de naturaleza militar, que se usan como distracción para desviar la atención popular de los escándalos políticos y crisis de las élites y también cómo se manipula al pueblo para hacerlo cómplice de aventuras imperiales y guerras de rapiña.

El argumento del filme es tan sencillo como efectivo. El presidente de los Estados Unidos es acusado de insinuarse sexualmente a una menor de edad en el Despacho Oval. El escándalo estalla apenas dos semanas antes del inicio de unas reñidas elecciones presidenciales. Su equipo de asesores opta por traer un especialista, interpretado por De Niro, quien en asociación con un productor de Hollywood, Hoffmann, inventan una guerra ficticia en Albania para desviar la atención popular. Para esto recrean imágenes, graban falsos testimonios de víctimas y apelan a todo el repertorio patrioteril para convencer a la audiencia que Estados Unidos tiene el deber moral de intervenir en el conflicto para salvar a esas pobres víctimas.

La película tiene otros giros para mantener la atención del espectador, pero en esencia este es su argumento central. Aunque no está basada directamente en hechos reales, no resulta difícil encontrar numerosos nexos con la realidad política de los Estados Unidos. Poco después del estreno de este filme, estalló el escándalo sexual de Bill Clinton con Mónica Lewinsky, pronto cubierto por el velo del conflicto de Kosovo y el bombardeo masivo a Yugoslavia.

Inminente agresión estadounidense contra Venezuela

La ofensiva militar y política de Estados Unidos contra Venezuela ha escalado hasta niveles inéditos desde la Guerra Fría. Entre amenazas de intervención, operaciones encubiertas y un cerco económico devastador, la estrategia de Washington bajo Trump redefine el tablero latinoamericano. Lo que ocurra en Venezuela sentará un precedente para toda la región

Valerio Arcary, Jacobin

El objetivo declarado de la ofensiva militar estadounidense contra Venezuela es derrocar al gobierno de Nicolás Maduro. La clave de la ecuación latinoamericana está hoy en Venezuela. Parece inminente una intervención de Estados Unidos. Trump no le ha hecho al gobierno venezolano otra oferta que no sea la rendición. No está en condiciones de invadir con su ejército a Venezuela, como se hizo en Iraq o Afganistán, pero tampoco va a retroceder ante un dispositivo militar tan poderoso. Son varios los escenarios posibles: a) una ola de bombardeos contra objetivos militares y económicos; b) operaciones encubiertas para liquidar a los líderes chavistas, comenzando por el propio Maduro; c) ambas opciones simultáneamente en combinación con otras. Sería, por tanto, una imprudencia imperdonable no comprender o subestimar el drama que para Venezuela representa la presencia en sus fronteras de una fuerza militar de dimensiones sin precedentes.

Las acusaciones lanzadas por Trump contra Venezuela son insostenibles: a) que Maduro es el cabecilla de toda una red de narcotráfico, al frente de un imaginario Cartel de Los Soles, se ha catalogado de absurdo en los más amplios círculos internacionales; b) que Estados Unidos se propone derrocar a Maduro porque este es un tirano que encabeza una dictadura chavista es indefendible, pues Trump apoya incondicionalmente al sanguinario déspota Mohamed bin Salman de Arabia Saudita; c) que la intervención de Estados Unidos es necesaria por causa de una crisis humanitaria que ha provocado que siete millones de venezolanos emigren es de un monstruoso cinismo, pues Estados Unidos ha apoyado ininterrumpidamente el genocidio sionista contra los palestinos de Gaza; d) que Venezuela es un «enclave» de Rusia, China e Irán o representa una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos está tan fuera de toda proporción que resulta ridículo.

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