domingo, 21 de septiembre de 2008

Plan de salvataje de Bush genera dudas y polémicas

El anuncio de un plan de rescate por 700.000 millones de dólares para detener el colapso de los sistemas financieros genera críticas y dudas cada vez mayores sobre si darán solución al problema. Los números en rojo de la macroeconomía estadounidense se están devorando no solo a Wall Street sino a los propios postulados del modelo económico neoliberal promovido por el FMI y el Consenso de Washington.

Para frenar el pánico se han abandonado los principios del libre mercado en lo que algunos empresarios y políticos califican no como una metamorfosis del modelo sino de mero paréntesis.
La zona cero de la economía mundial pretende levantarse a costa de los contribuyentes en el mismo juego en el cual estos fueron derrotados. Por ello es que las medidas generan profundo escepticismo más aún cuando se ha socorrido a los grandes bancos sin dar ayuda a las cuatro millones de familias que perdieron sus hogares.

Esta preocupación se vincula también a la cercanía de las elecciones presidenciales y legislativas de noviembre. La percepción entre los electores de que este esquema, tal como se ha señalado, socializa las pérdidas pero privatiza las ganancias, puede producir un efecto no esperado en las urnas pues gran parte de los contribuyentes de EEUU operan de un modo u otro en el mercado bursátil, sea a título personal o a través de sus fondos jubilatorios, que invierten en Bolsa cerca de dos tercios de sus haberes. El peso financiero de ese sector se estima en unos US$ 5 billones.

Por otra parte, nadie puede asegurar que la mayor debacle financiera desde la Gran Depresión, no signifique la quiebra de la mayor economía del planeta.

Paul Krugman: El fin del juego de la crisis
Paul Samuelson: Y vendrán nuevas debilidades
Kenneth Rogoff: El reto de los bancos centrales

El Capitalismo en tratamiento de shock

Muchos están recién percantándose que el sistema financiero actual, en su fastuosa arquitectura de derivados y títulizaciones resulta demasiado pesado y requiere mucho dinero prestado para su normal funcionamiento. Por eso es que cuando llegan los tiempos de vacas flacas, se altera el funcionamiento de todo el sistema y se precipita el colapso. Y se requiere hacer un tratamiento de shock con transfusiones a la base ideológica del modelo pues la mano invisible no fue capaz de resolver.

Dada la facilidad jurídica y operativa, el capital financiero llegó a multiplicar por cien veces el capital real de la economía, con cuantiosas ganancias a golpes de click de computadores ubicados en cualquier punto del planeta. Por eso algunos claman por crear una nueva arquitectura para el mundo financiero. Arquitectura que en gran medida se diseñó en 1930 tras la gran depresión y se fue mejorando hasta los años 60 pero que estos últimos 30 años del relajamiento neoliberal -sin normas, sin restricciones- llevó al mundo de regreso a un crash financiero como el de 1929.

Bastó que Reagan dijera "el déficit no importa", para que la banca comenzara una compleja estructura de operaciones con aparatos jurídicos alentados en la creación de fraudes y estímulos cuyo fin último no era generar trabajo y crecimiento, sino lisa y llanamente la plata dulce y el enriquecimiento de unos pocos. Por ello es interesante constatar las variaciones del Coeficiente de Gini estos últimos 30 años. Por nombrar un ejemplo reciente de cómo los bancos niegan la sal y el agua a empresarios pequeños pero le entregan la panadería, la harina y el molino a los grandes, tenemos en Chile el caso de Fallabella y D&S.

Nadie garantiza que el plan de intervención sin precedentes realizado por la Fed y el gobierno estadounidense esta semana, inicie un retorno a la normalidad en los mercados. Los 700.000 millones de dólares que el gobierno de Bush inyectará a la economía de ese país para evitar el colapso financiero no son garantía de nada. Es una transfusión a un enfermo agónico y terminal. Por ello no dejan de ser novedosas las voces críticas que se levantan desde los mismos ejes del modelo neoliberal: la escuela austríaca (de Hayek y Von Mises) y la escuela de Chicago (de Milton Friedman).

El modelo neoliberal, que abogaba por erradicar al Estado de la actividad económica y creyó en la libre y plena asignación de los recursos en manos de la empresa privada, tiene sus días contados.

sábado, 20 de septiembre de 2008

El error de Paulson y Bernanke

Ben Bernanke adquirió fama de ser uno de los más expertos conocedores de la crisis de la Gran Depresión. Por tanto frente a la actual crisis financiera se sentía como un pez en el agua. Sin embargo las medidas que ha adoptado junto a Henry Paulson, el jefe del Tesoro, dejan harto que desear y hasta trasgreden leyes estatales como indica este paper de Luigi Zingales, de la Universidad de Chicago.

Las actuaciones de la Fed estas últimas semanas son totalmente paradójicas a los postulados básicos del modelo económico vigente: ¿por qué cuando ha habido grandes ganancias, estas no son repartidas a todo el mundo? ¿por qué, sólo se reparten las pérdidas del error cometido por quienes han usufructuado y se han enriquecido a costa del modelo neoliberal-capitalista?

Paulson y Bernanke le echan la culpa al escaso tiempo, a la premura para resolver el dilema. Pero lo cierto es que los contribuyentes son ahora los que deben apuntalar a las empresas que hicieron fraudes. ¿De esta manera se busca legitimar un sistema de libre mercado donde no se penalizan las conductas imprudentes? ¿Hay que salvar al capitalismo de las garras de los propios capitalistas?

Por cierto, todo esto no es más que pan para hoy, y hambre para mañana. Pero no deja de ser reconfortante que desde la misma universidad de la cual salieron los postulados del neoliberalismo bajo la batuta de Friedman, hoy comiencen a ser cuestionados en toda su linea.

Vía Mankiw
Homenaje inmerecido a Friedman, por Henry C K Liu

viernes, 19 de septiembre de 2008

¿Se recupera la víctima?


Después de las cuantiosas dosis de adrenalina inyectadas a los mercados financieros esta semana, las bolsas mundiales parecen haber llegado a la calma. La euforia que recogen hoy los titulares de la prensa certifican la recuperación de las bolsas como un retorno a la normalidad. Los indíces europeos cerraron con un alza promedio de 8,3%, mientras los asiáticos lo hacían entre el 3,7% y el 9,0% y Wall Street terminaba la semana con un alza de 3,5%. Una de las mayores muestras de optimismo fue el índice español, que subió un 8,71%, la mayor alza de la historia.

La pregunta que viene es si se ha llegado a un punto de inflexión que marque un giro hacia otro escenario menos dramático y de -tranquilidad relativa-, o si esta es nuevamente la calma que precede a la tormenta y nos enfrentaremos a nuevas turbulencias. Porque nos movemos del pánico a la euforia con inusitada destemplanza y sin dar cuenta que si bien la víctima ha dado muestras de signos vitales, el cáncer que tiene es terminal.

Las colosales inyecciones de capital que ha introducido al mercado financiero de EEUU su banco central, demuestra el rotundo fracaso del modelo neoliberal que se amparó en las bondades y beneficios de la libre asignación de los recursos. El triunfo del modelo enquistado en las mismas esferas de los gobiernos -via FMI y Banco Mundial- facilitó la toma de control del mundo con transnacionales e instituciones financieras. Las mismas que fueron salvadas por la Fed y el Estado para evitar el colapso del sistema, incluso estatizando algunas de ellas, como si aquel fuera un régimen socialista. La potencia capitalista opera sin prejuicios y siguiendo el dogma del modelo: si hay ganancias, que queden en las manos de unos pocos; pero si hay pérdidas: que se repartan entre todos.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Un largo camino cuesta abajo

Hasta 1989 el Dow Jones se mantenía en torno a los 2.000 puntos que afianzó durante 30 años. A partir del predominio neoliberal tras la caída del muro y de todo el bloque soviético, el DJ comienza a ascender vertiginosamente siendo ralentado por la crisis asiática y luego por la post 11-S. Robert Paterson destaca la burbuja creada en los últimos 15 años. ¿Será esa la magnitud del ajuste que nos espera?

Lo cierto es que ni la inyección de liquidez de 340 mil millones de dólares realizada entre lunes y martes de esta semana, ni el traspaso de Fannie Mae y Freddie Mac a manos del Estado, ni el rescate a AIG han logrado llevar la calma al enfermo de Wall Street. Al contrario, el mercado, intoxicado de tanto calmante y al igual que en las novelas de Agatha Christie solo parece preguntarse ¿quien será la próxima víctima?

El rescate de AIG no calmó al sistema financiero y el virus provocó otro desplome bursátil de gran magnitud. El Dow Jones cayó ayer 4,1% a su nivel más bajo desde 2001, arrastrado por la quiebra de Lehman Brothers, la venta de Merrill Lynch a Bank of America y el posible traspaso de Washigton Mutual a JP Morgan para evitar otra quiebra. El sistema financiero va cuesta abajo, y a estas alturas, con los frenos gastados.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Un acertijo para los flujos de capital

A medida que las exigencias de la globalización ha llevado a reducir las restricciones a los flujos financieros creando insospechadas bonanzas de capital, la supervisión hacia estos nuevos mercados ha disminuído. Esta situación de un mundo "patas arriba" es la que se recoge en el documento de Carmen y Vincent Reinhart publicado por el National Bureau of Economic Research.

En este documento los autores siguen la experiencia de 180 países entre los años 1980 y 2007 concluyendo que los períodos de bonanzas del capital se han vuelto más frecuentes a medida que las restricciones de los bancos centrales (encajes, tasa Tobin) se han eliminado. Estas bonanzas de capital no deben confundirse con bendiciones del modelo económico, pues la ausencia de control provoca fenómenos inflacionarios y una montaña rusa en las bolsas.

Los autores señalan que el crecimiento económico tiende a ser mayor en el período previo a la bonanza para luego ser sistemáticamente inferior (gráfica superior), al mismo tiempo, muestran la directa relación existente entre la bonanza y el aumento en el precio de los commodities (gráfica inferior) que resultan ser previos a una crisis financiera como la actual. Este reporte sobre 27 años en los flujos de capital, ¿cambiará la mentalidad de los banqueros centrales?

Capital Flow Bonanzas: An Encompassing View of the Past and Present

Acciones de salvataje no calman a los mercados

Pese al dramático salvataje de AIG por parte de la Fed, el nerviosismo continúa en los mercados mundiales. Las dos bolsas de Moscú, RTS y Micex, suspendieron sus operaciones por orden del regulador financiero tras pérdidas superiores al 6,39%, alcanzando su nivel más bajo en siete años. El gobierno ruso anunció que prestará 44.000 millones de dólares a sus tres mayores bancos a tres meses, plazo ampliable de ser necesario, según informó el ministro de Finanzas, Alexei Kudrin. La sexta economía del planeta no escapa a la crisis financiera global que tiene al mundo en estado de shock.

Las inyecciones de liquidez por parte de los bancos centrales (320.000 millones de dólares en dos días!) no han logrado calmar la turbulencia de los mercados financieros que crearon una gigantesca burbuja de falsos valores. Goldman Sachs ha caído un 45% en estos nueve meses y el pánico recrudece. Más aún si consideramos que el desempleo y la concentración de capital son una de sus consecuencias más inmediatas. Cada megafusión bancaria -como las que negocian en estos momentos el británico Lloyds TSB con el HBOS (Halifax Bank of Scotland), la mayor hipotecaria del Reino Unido- arroja ese saldo lapidario.

HBOS debe refinanciar 180.000 millones de dólares en los próximos meses y ello ha motivado su acercamiento al Lloyds. Pero no ha sido suficiente: hoy cayó en la bolsa de Londres 22%, arrastrando en rojo a todas las bolsas europeas que han cotizado a niveles del año 2006. El desplome de este capitalismo neoliberal continúa y ello hace difícil ver pronto una luz al final de este túnel largo y macabro.

La irrupción del neoliberalismo en el Reino Unido

En 1976 asumió el poder del Reino Unido el laborista James Callaghan quien de inmediato firmó un acuerdo con el FMI para conseguir un préstamo de 7.900 millones de dólares, el más grande otorgado a un país miembro. A cambio, el gobierno se comprometió a seguir una política restriccionista, antiinflacionario y de laissez-faire. Desde ese momento, la política laborista comenzó a guiarse por los principios monetaristas neoliberales: reducción del gasto público, limitación del crédito, reducción del circulante monetario y libertad plena al mercado para asignar los recursos. El 28 de septiembre de ese año el primer ministro Callaghan dijo ante el Congreso:
“durante mucho tiempo hemos creído que cabría evitar la recesión e impulsar el nivel de empleo disminuyendo los impuestos e incrementado el gasto público. Sinceramente, debo confesar que tal opción no es defendible y que, mientras se recurrió a ella, sólo sirvió para inyectar mayores niveles de desempleo. Tal es la historia de los últimos veinte años”.

Fed inyecta US$85.000 millones en dramático rescate a AIG

La Reserva Federal le inyectará al gigante American International Group (AIG), la mayor aseguradora del mundo, 85.000 millones de dólares para evitar que su derrumbe arrastre a todo el sistema financiero, según informa The New York Times hace algunos minutos.

La Fed prestará el dinero a cambio de una participación del 80% de su capital. El conjunto de los activos de AIG, que llegaba a 1,5 billones de dólares a finales de junio, será la garantía del préstamo, agrega el diario de Nueva York, que cita a personas informadas del desarrollo de las negociaciones. El plan evitará la mayor bancarrota de la historia empresarial en Estados Unidos y sigue los pasos de los rescates de las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac de la semana pasada.

Este plan incluye incentivos para que AIG pueda vender rápidamente activos que le ayuden a pagar el crédito puente, por lo que se insiste en que "no es una intervención". Según el comunicado emitido por la Fed, el préstamo durará dos años, durante los cuales el Gobierno estadounidense recibirá el 79,9% de la participación neta en AIG y tendrá el derecho de vetar el pago de dividendos a los accionistas principales dentro de su negocio.

Este movimiento supone un giro para el banco central estadounidense, que en los últimos días había negado la posibilidad de aportar un préstamo de emergencia a AIG o cualquier tipo de intervención que evitase su derrumbe. De hecho, el Gobierno decidió no ofrecer ayuda financiera a Lehman Brothers, permitiendo que el cuarto banco de inversiones del mundo se declarase en quiebra.

La aseguradora AIG dio cobertura a las hipotecas subprime, el epicentro del terremoto financiero, y en los últimos meses tuvo pérdidas de 18.000 millones de dólares.

martes, 16 de septiembre de 2008

Desplome de AIG desata nuevo pánico bursátil


El desplome en Wall Street de las acciones de la aseguradora American International Group (AIG) ha provocando una nueva jornada infartante en las bolsas mundiales. Los títulos de AIG perdían hoy un 73% de su valor de ayer cuando cerró a 4,76 dólares para llegar hoy a cotizarse a 1,25 dólares la acción. En forma desesperada los operadores intentaban vender la acció a 3 dólares.

En lo que va del año los títulos de esta aseguradora han perdido un 91,83% de su valor, con respecto a los 58,30 dólares que valía su acción a finales de 2007. La aseguradora ha negociado en forma urgente inyecciones de capital que eviten sea la próxima víctima de la crisis financiera, definitivamente la mayor en los últimos 60 años.

Con más de 100.000 empleados y negocios en cien países, AIG intenta evitar que las agencias rebajen aún más su calificación de crédito, lo que sería nefasto para la compañía. Standard & Poor's, Moody's, Fitch Ratings y AM Best recortaron el lunes la calificación de crédito de AIG y anunciaron que podrían rebajarlas aún más, forzando a la aseguradora a recaudar 14.500 millones de dólares antes del miércoles para cubrir sus obligaciones.

Sigue el pánico financiero: bancos centrales inyectan US$ 150.000 millones

El pánico de los mercados continúa y los bancos centrales han vuelto a salir al rescate del sistema financiero con el objetivo de diluir las tensiones de liquidez que vive el mercado interbancario tras los últimos coletazos de la crisis bancaria en EEUU. El Banco Central Europeo (BCE) realizó una nueva inyección de 70.000 millones de euros mientras la Fed colocaba 50.000 millones de dólares, el Banco de Inglaterra 20.000 millones de libras y el de Japón 2,5 billones de yenes.

El juego de casino en que se ha convertido la economía mundial continúa y el mercado apuesta a una nueva baja en la tasa de interés por parte de la Fed para evitar una nueva quiebra, esta vez de la aseguradora AIG cuya caída provocaría un gran estruendo. Por ello el BCE realizó una subasta rápida para inyectar liquidez a un día, sin publicar el volumen máximo de adjudicación y a un tipo de interés mínimo del 4,25%.

La participación fue muy fuerte: un total de 56 bancos solicitaron créditos. La suma total de sus peticiones se elevó a más de 102.000 millones, según un comunicado del BCE destinado a los mercados. La entidad monetaria europea ha respondido con inyecciones extraordinarias de efectivo al aumento de los tipos de interés a corto plazo en el mercado interbancario. Esta tensión se ha desencadenado por el recrudecimiento de la crisis financiera tras la quiebra de Lehman Brothers y la fuerte caída de las bolsas de todo el mundo.

La Fed inyectó 50.000 millones de dólares en el sistema financiero mediante acuerdos de recompra de deuda, tal y como hizo ayer por un importe de 70.000 millones de dólares. Estas son las mayores intervenciones de la Reserva en sustento de los mercados financieros desde los esfuerzos de estabilización que siguieron a los ataques terroristas en EEUU en septiembre de 2001.

Los acuerdos de recompra causaron una disminución de la tasa de interés para préstamos interbancarios de corto plazo, que inició ayer la jornada en el 3,75 por ciento -muy por encima de la meta de la Reserva- debido a que los bancos, temiendo el derrumbe de la aseguradora American International Group (AIG), restringieron sus créditos.

Después de la inyección de fondos de la Reserva, la tasa de interés interbancario retornó a la meta de la Reserva que ha estado en el 2% desde finales de abril. Durante la jornada de ayer hubo créditos interbancarios a un día (overnight) con una tasa de hasta el 6%, en el mayor diferencial de tasas en una década.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Lunes negro: Latinoamérica no escapa a la crisis


Mientras Hugo Chavez, en la cumbre realizada en Santiago para superar la crisis de Bolivia, con la presencia del presidente Evo Morales, instaba a Bush a "sacar las manos de América Latina", la quiebra de Lehman Brothers -banco que nació en 1850 y que forma parte de la génesis del país del norte- ha sumido a la economía estadounidense en uno de los mayores fracasos de su historia reciente. Y América Latina -con Bush o sin Bush- no está excenta de esta crisis dada la interdependencia que la globalización -sin resguardos- ha establecido en los mercados financieros. Por ello la escasés de créditos amenaza con seguir propagándose. La incertidumbre de los mercados -algo que en el Marco Monetario de Milton Friedman no existe- afectará a América Latina por la volatilidad de los mercados y por la escasez del dinero para prestar.

El Bovespa de Brasil cayó 7,59%; el Merval de Buenos Aires perdió 5,19%, mientras el Dow Jones lo hacía en 4,42% cerrando en 10.917 puntos, el más bajo e siete años!. Y si bien las bolsas de México y Chile no experimentaron grandes variaciones, nadie puede asegurar que la pesadilla ha terminado. Ahora le toca el turno a los commodities. Ya el petróleo bajó a los US$91, sembrando el pánico en los países productores de crudo.

Bolivia vuelve a la paz -¿por cuánto tiempo?- mientras la economía latinoamericana se enfrenta a uno de sus momentos más difíciles.

El efecto Lehman y la crisis del sistema financiero

Mientras en Chile comienza la reunión de urgencia para tratar el tema de Bolivia y las insinuaciones de un Golpe de Estado, el mundo financiero aún no sale de su frenética pesadilla. La "Cumbre de la Crisis" que se realizó el fin de semana en Nueva York y que buscó dar una salida a Merrill Lynch y Lehman Brothers, terminó con la compra del primero por parte de J.P. Morgan y la decisión de quiebra para el segundo.

Peces gordos: Robert Wolf, del UBS,
Steven D. Black, de J.P. Morgan
y Vikram S. Pandit de CityGroup,
en su arribo a la "cita de la crisis"
que acordó la quiebra de Lehman Brothers


A la quiebra del cuarto mayor banco de los EEUU no sólo le sobreviven sus 25.000 empleados desde hoy cesantes, sino también un sistema financiero que colapsa en su metástasis global de las trampas y fraudes del capitalismo salvaje.

A los temores que la Fed vuelva a bajar las tasas de interés (no hay otro remedio para enfrentar la falta de liquidez del sistema), el precio del petróleo se ha desplomado a los valores de hace diez meses: US$91 el barril (en julio llegó a los US$147) y la incertidumbre comienza a llegar al dólar que cae frente al euro y las monedas asiáticas. El desplome del dólar se hace cada vez más evidente y viene a ser una vez más el drama crucial... lo que nos deja a las puertas del terrorismo financiero. Es la prueba palpable del colapso del modelo económico, aunque los señores Velasco y De Gregorio lo defiendan a brazo partido.

Quiebra de Lehman siembra otro pánico financiero

Después de un fin de semana de intensas negociaciones que no lograron llegar a puerto (The Economist lo llama "fin de semana de pesadilla"), Lehman Brothers se declara en quiebra y desata un nuevo terremoto financiero. Tras el abandono de las negociaciones con Barclays, PNB Paribas, Deustche Bank y Bank of America, la firma optó por la quiebra. De esta forma, el banco que sobrevivió a la Guerra Civil, a la Gran Depresión y a las dos Guerras Mundiales resultó herido de muerte en esta crisis financiera que aún no toca fondo.

Bank of America compró Merrill Lynch en 50 mil millones de dólares, un 70% por encima de su valor del viernes pero a la mitad de su valor registrado en enero de 2007. La fusión entre Bank of America y Merrill Lynch crea así la mayor institución financiera del mundo lo que demuestra que las crisis son las principales generadoras de la concentración del capital.

A su vez, el grupo de los 10 bancos internacionales (Bank of America, Barclays, Goldman Sachs, Merrill Lynch, Morgan Stanley, JP Morgan, Citi, Credit Suisse, Deutsche Bank y UBS), anunciaron la creación de un fondo de 70.000 millones de dólares que servirá de garantía para el sistema financiero. Cada uno de los bancos participantes aportará 7.000 millones de dólares. Las entidades financieras podrán apoyarse en este fondo para hacer frente a sus necesidades de crédito.

Esta nueva crisis de Wall Street ha provocado esta mañana un terremoto en las bolsas asiáticas y europeas. Aunque parte de los mercados asiáticos se encuentran cerrados por feriado, los que han abierto, como Australia, Singapur y Taiwan se han desplomado hasta el 4% mientras que en India caían al 5%. El índice español perdía 4,1%, el de Londres 4,6%, el de Franckfurt 3,8%, el de Italia 4,5% y el de París 5,2%. Ante este nerviosismo, el Banco Central Europeo debió inyectar más de 42 mil millones de dólares. El cierre, las fusiones bancarias y este nuevo colapso del sistema financiero está arrojando hasta el momento un saldo de 25 mil nuevos desempleados en el día de hoy.

El difícil momento de Bolivia

Bolivia vive un conflicto sostenido desde hace tres semanas, cuando los pobladores de las regiones petroleras iniciaron un bloqueo de carreteras exigiendo la restitución de los ingresos gasíferos que ahora son descontados para pagar una renta a los ancianos. Luego, el conflicto se extendió a cuatro de las nueve regiones de Bolivia y, en una de ellas, en Pando, se han registrado incidentes que han provocado una veintena de muertos producto del enfrentamiento civil.

Por ello este lunes en Santiago, será la reunión de los miembros de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur) para tratar de emergencia la mediación en el caso del conflicto de Bolivia. El presidente Hugo Chávez, quien hizo el anuncio, sostuvo que el objetivo es actuar oportunamente y evitar más muertes en el pueblo boliviano, así como el derrocamiento de Evo Morales.

"Hay montado un golpe en marcha, van a sacar a Evo en nuestras narices, un golpe en nuestra América", aseveró Chávez el viernes en la noche, a través de un contacto telefónico con VTV. A la reunión de Unasur han cnfirmado su asistencia los mandatarios de Argentina, Colombia, Venezuela y Paraguay.

El conflicto boliviano se centra en la desigual distribución de sus riquezas. La unidades agropecuarias más grandes, auque sólo representan el 0,63% del total son dueñas de 70% de la tierra, mientras el 86% de las unidades posee el 2,4% de la superficie agropecuaria y muchas familias rurales no poseen nada. Esta misma relación se vive en la producción de hidrocarburos y gas natural, que representa el 6,5% de su PIB y el 47% de sus ingresos por exportaciones.

Ver comentario de Claudia Peña Claros en Sin Permiso
Ahora Bolivia
Conflicto de Bolivia

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