La producción de automóviles en el Reino Unido cayó en enero hasta las 61.404 unidades, un 58,7% menos que el mismo mes de 2008, según informe de la Sociedad de Comerciantes y Fabricantes Automovilísticos (SMMT). El 83,5% de los vehículos fabricados se destinaron a la exportación, todo un récord para el primer mes del año, pero este dato está condicionado a la fuerte depreciación de la libra esterlina.
Las cifras vienen a confirmar el deterioro de la industria automovilística en el Reino Unido, donde compañías como Ford, Jaguar Land Rover, Honda, Toyota y Nissan han recortado la producción y eliminado empleos. Las ventas de autos han descendido en todo el mundo debido a la falta de financiación y de confianza de los consumidores, afectados por la crisis económica internacional.
Ante ese problema, los fabricantes automovilísticos han respondido con reestructuraciones drásticas de sus negocios y peticiones de ayudas estatales. En enero, el ministro británico de Empresa, Peter Mandelson, anunció créditos por valor de 2.300 millones de libras (cerca de US$3.280 millones) para el sector. Sin embargo, el director de la SMMT, Paul Everitt, afirmó que las cifras publicadas hoy subrayan "la necesidad de más acciones gubernamentales para aplicar las medidas ya anunciadas y facilitar el acceso a financiación y crédito".
La divulgación de esos datos coincidió con la crisis del fabricante sueco de automóviles Saab, filial del grupo estadounidense General Motors, que informó de que ha presentado la declaración de insolvencia ante su práctica quiebra. Cientos de trabajadores de Saab en el Reino Unido se enfrentan ahora a una incertidumbre laboral, ya que esa empresa posee más de 80 concesionarios en este país.
Esta semana ya comenzó mal para la industria automovilística británica, ya que el pasado lunes la compañía alemana BMW informó de que suprimirá 850 empleos en su planta de Cowley, cerca de Oxford (sur de Inglaterra), donde fabrica el popular Mini.