domingo, 22 de mayo de 2016

La caza de brujas macartista de los años cuarenta en EEUU y ahora en España

Vicenç Navarro, Público

El pasado domingo 8 de mayo, día lluvioso, fuimos mi esposa y yo al cine a ver la película Trumbo, que es la historia de la caza de brujas en Hollywood (centro de la industria cinematográfica de EEUU), centrándose en la figura de unos de los afectados más directamente por aquella página oscura de la historia de EEUU, cuando, bajo la dirección del comité del Congreso llamado House Un-American Activities Committee y del Permanent Subcommittee on Investigations del Government Operations Committee del Senado presidido por el tristemente famoso Joseph McCarthy, se intentó exitosamente suprimir las voces críticas con el capitalismo estadounidense, presentándolas como agentes de la Unión Soviética, país que había pasado de ser aliado de EEUU en la lucha contra el nazismo a ser su enemigo número 1 con la aparición de la Guerra Fría a mediados de los años cuarenta. En todo el país, incluyendo en Hollywood, personas de militancia o simpatías comunistas (como fueron la mayoría de voluntarios en las Brigadas Internacionales que lucharon en España defendiendo la democracia española frente al fascismo) fueron encarceladas y expulsadas de su trabajo, pasando a ser brutalmente silenciadas y marginadas en su propia sociedad.

La película narra la vida de una de ellas, el guionista Dalton Trumbo, que de ser uno de los guionistas más conocidos y mejor pagados en Hollywood, pasó a perderlo todo, a ser encarcelado y a tener que trabajar de manera clandestina, bajo otro nombre. Es probable que al espectador español la película basada en este personaje le diga poco. Pero es importante que se sepa lo que fue el macartismo y lo que supuso la Guerra Fría, que algunos están intentando reavivar ahora, tanto en EEUU como en España.

La lucha contra la siguiente crisis financiera global

Robert Shiller, Project Syndicate

¿Qué es lo que las personas quieren decir cuando critican a los generales por “pelear la guerra anterior y no la actual”? No se dice esto porque, alguna vez, los generales piensen que ellos van a enfrentar los mismos sistemas de armas y los mismos campos de batalla que la vez anterior. Ciertamente, sus conocimientos no permitirían un razonamiento de este tipo. El error, en la medida en la que los generales lo cometen, debe darse en un nivel más sutil. Los generales a veces son lentos en cuanto a empezar a elaborar planes y artillería para esos nuevos sistemas de armas y campos de batalla. Y lo que es también de igual importancia, en algunas ocasiones los generales suponen que la situación psicológica pública, así como las narrativas que influyen el estado de ánimo que es tan importante en el logro de la victoria, son iguales a las que se tenían durante la guerra inmediatamente previa.

Esto también es cierto para los reguladores cuyo trabajo es prevenir las crisis financieras. Por las mismas razones, puede que sean lentos cuando se trata de cambiar en respuesta a las nuevas situaciones. Ellos tienden a ser lentos para adaptarse a la evolución de la situación psicológica pública. La necesidad de una regulación depende de la percepción pública de la última crisis, y, tal como George Akerlof y mi persona sostenemos en nuestro libro Animal Spirits, estas percepciones dependen en gran medida de narrativas populares cambiantes.

sábado, 21 de mayo de 2016

La nueva crisis financiera tendrá serias consecuencias en los países avanzados


La próxima crisis financiera global ya ha empezado y conllevará graves consecuencias a los países desarrollados, sostiene el experto inversor Jim Rogers, quien ha predicho cada una de las grandes crisis financieras que se han producido en las últimas décadas. Rogers auguró que se vaporizarán cientos de billones de dólares de riqueza, y declinarán o desaparecerán muchas viejas instituciones, partidos políticos, gobiernos y costumbres.

Estados Unidos, el país más endeudado del mundo, pagará un alto precio por ello junto con el resto de los países desarrollados occidentales, señaló el financista, citado por 'Wall Street Daily'. Los indicadores económicos clave que aportan a la inevitabilidad del colapso son la acumulación masiva de la deuda y la inyección de dinero a los mercados. Rogers señaló que la impresión de dinero sin cesar "corrompe la moneda". Otro factor que se añade a esta perspectiva lúgubre es la expansión de derivados ―desde 500 billones de dólares en 2008 hasta 1.200 billones este año, según el FMI.

"Vamos a tener un periodo en el que la gente, los países y las sociedades que producen bienes reales, van a heredar la Tierra". En este contexto, según su opinión, prosperarán "las naciones que valoran el trabajo y el ahorro", como las asiáticas. Jim Rogers, de 73 años, es uno de los inversores más conocidos del mundo, junto con Warren Buffet y George Soros. En la década de 1970 fundó el Quantum Fund con Soros. Actualmente vive en Singapur y es el presidente de Rogers Holdings y Beeland Intereses, Inc.

Brasil: ¿golpe de Estado o fiasco?


Immanuel Wallerstein, La Jornada

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, estará suspendida de su cargo mientras esté sometida a juicio por parte del Senado. Si se le encuentra culpable será retirada del cargo, que es lo que se entiende en Brasil por enjuiciamiento. Todos los que han estado intentado seguir los últimos meses de maniobras políticas, incluso los brasileños, pueden tener excusa de estar algo confundidos por las tantas vueltas que ha dado el proceso.

¿Cuál es el punto aquí? ¿Es éste un golpe de Estado constitucional, como le ha llamado en repetidas ocasiones la presidenta? ¿O es un acto legítimo que apela a la responsabilidad de la presidencia por las graves fechorías de ella y de miembros de su gabinete y asesores, como alega la oposición? Si es esto último, ¿por qué ocurre esto apenas ahora y no, digamos, durante el primer periodo de Rousseff en la presidencia, antes de que fuera electa con tanta facilidad en 2015 con un margen significativo?

La crisis de los refugiados

Noam Chomsky, Alainet

En algunos países existe una verdadera crisis de refugiados. En Líbano, por ejemplo, donde al menos un cuarto de la población consiste en refugiados de Siria,​han recibido ​​esta ola de gente desesperada después de otra que les había llegado desde Palestina y desde​Irak. Otros países de la región, pobres y golpeados por los conflictos, también han debido dar refugio a inmensas cantidades de personas. Entre ellos Jordania y la misma Siria, antes de que se hundiese en un suicidio colectivo.

Sin embargo, los países que han sobrevivido a la crisis de los refugiados no son aquellos que han tenido alguna responsabilidad en la creación de la crisis. El actual fenómeno de los refugiados es, en gran medida, consecuencia de las acciones de los países ricos y poderosos, esos mismos que ahora llorisquean por el terrible peso que les producen unas pocas víctimas de la miseria, a los que fácilmente podrían echar una mano abriéndole las puertas.

La conocida invasión de Irak por parte de Estados Unidos y Gran Bretaña produjo el desplazamiento de cuatro millones de seres humanos, de los cuales la mitad huyó a los países vecinos. Los iraquíes continúan huyendo de su propio país, un país que ahora es uno de los más miserables sobre la Tierra después de una década de sanciones criminales seguidas de la masacre de los ricos y poderosos que devastaron y arruinaron el país y, por si fuese poco, iniciaron un conflicto sectario que ahora está destrozando el país y la región en mil pedazos.

viernes, 20 de mayo de 2016

La calculada conversión al neoliberalismo de Henrique Cardoso y su ambición de poder


Atilio Boron, Página12

La escena en un aula de la Flacso, Santiago de Chile, agosto de 1967. Los alumnos de las dos maestrías que se dictaban en aquel momento, una en Sociología y otra en Ciencia Política, esperan con entusiasmo la llegada de un nuevo profesor de economía: un joven exiliado brasileño, con impecables antecedentes de izquierda, que por primera vez dictaría un curso a nivel de posgrado. El director de la institución hace la presentación de rigor y poco después el profesor pasa a explicar su programa, cosa que hace en un buen “portuñol” y con marcado acento brasileño que servía para matizar la aridez de su discurso. El contenido y la bibliografía son rigurosamente marxistas, sin la menor fisura por la cual pudiera deslizarse alguna otra vertiente de pensamiento económico.

Cuando terminó su exposición un pesado silencio descendió sobre la sala. Yo era uno de los estudiantes y me llamó la atención el hermetismo teórico del programa. Había ya hecho un curso de Economía Política en la Argentina, en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, con la inolvidable Rosa Cusminsky, que luego del golpe de 1976 logró exiliarse en México y continuar con su labor docente en la UNAM. En el curso dictado por Rosa, una marxista “convicta y confesa”, como se declarara José Carlos Mariátegui, estudiamos por supuesto a Marx (algunos pasajes de El Capital, leímos con fruición Salario, Precio y Ganancia, ojeamos el Anti-Duhring) pero también vimos a John M. Keynes, Joseph Schumpeter, Joan Robinson, Arthur Pigou y John K. Galbraith. Rompí el silencio y, con mucho tacto, le pregunté al novel profesor si no iríamos a estudiar también la obra de algunos de estos autores que la buena de Rosa nos había hecho leer, en mi caso cuando aún no había cumplido 18 años. La respuesta me dejó helado, pues indignado, se volvió hacia mí y me dijo, con un tono amenazante y agitando con fuerza su dedo índice de la mano derecha: “Mire jovencito: si usted quiere perder el tiempo estudiando esa basura burguesa no tiene nada que hacer en mi curso”. Intimidados por la violencia verbal del profesor nadie tuvo la osadía de abrir la boca. Este comenzó a dictar su materia y yo ni siquiera me molesté en tomar notas, cosa que hago habitualmente.

Nuit Debout, el capitalismo y la ideología

Maciek Wisniewsk, La Jornada

Quizá lo más notable del movimiento Nuit Debout (noche de pie) es su esfuerzo de volver a hablar de los conflictos a partir de sus (verdaderas) causas económicas, sociales y políticas –al contrario de las explicaciones dominantes que parten de lo cultural, racial o religioso–, algo que ya estuvo presente en Europa al inicio de la crisis, pero que quedó desplazado por la contraofensiva ideológica de la reacción que valiéndose de algunos acontecimientos (atentados terroristas, crisis de los refugiados) y fomentando los discursos de islamofobia y terror, pretendía traer al sistema de vuelta a las tierras seguras.

2) Este esfuerzo es aún más notable en la medida en que se da durante el aún vigente estado de excepción instaurado tras los atentados yihadistas en París (13/11/15), algo que no le impidió desafiar las narrativas de guerra y miedo, desplazar al islam radical como el enemigo principal –un combustible para la xenofobia y la extrema derecha y un afán sistémico de estabilizarse mediante el fascismo– y poner en su lugar al capitalismo, provocando nerviosismo en la burguesía francesa.

Las reformas laborales del Gobierno de Zapatero y del Gobierno de Rajoy matan

Vicenç Navarro, Público

Cada año los sindicatos publican los datos anuales del número de muertes y accidentes graves que ocurren en los lugares de trabajo en España y en sus comunidades autónomas. Son datos desoladores que raramente aparecen en las primeras páginas de los grandes rotativos del país. En realidad, no aparecen ni en la última página. No son noticia. Y lo que es escandaloso (y creo que es justo utilizar este término a fin de denunciar tal silencio ensordecedor) es que la gran mayoría de tales muertes son evitables y previsibles.

En España cada día mueren 2 trabajadores en el lugar de trabajo, 12 sufren un accidente grave y 53 son diagnosticados de enfermedades laborales (de las cuales muchas pueden causarles la muerte). Y lo que es incluso más preocupante es que habiendo mejorado las cifras a principios de siglo, se han deteriorado de una manera muy espectacular (en realidad en porcentajes no vistos desde hace tiempo) durante los años de las reformas laborales, que han dejado al mundo del trabajo debilitado y desprotegido frente a la avalancha del mundo empresarial, consecuencia del impacto muy negativo que tales reformas (tanto las del gobierno PSOE como las del gobierno PP, ambas reformas aplaudidas, por cierto, por el partido neoliberal Ciudadanos) han tenido en la protección y seguridad de los trabajadores como resultado del gran debilitamiento de los sindicatos.

jueves, 19 de mayo de 2016

La política económica de la desigualdad

Napoleón Gómez Urrutia, La Jornada

Una política económica y social que no se traduce en mayor bienestar para la mayoría de la población es una política conservadora e ignorante que sólo conduce a mayor desigualdad y al riesgo permanente de crisis laborales, sociales y políticas que eventualmente desestabilizan a un país. En México, la distribución del ingreso se ha deteriorado en contra de la equidad, pues el empleo y los salarios disminuyen constantemente, en contraste con las ganancias de las grandes empresas, que crecen exponencialmente todos los días.

Esa estrategia ha estado acompañada de la pérdida de las libertades y la democracia, así como de la paulatina desaparición de la clase media. Los frutos del crecimiento económico se han perdido a lo largo de los pasados 30 años y la inestabilidad ha crecido enormemente para los mexicanos. La ignorancia y la ambición de los empresarios y los políticos más corruptos han agudizado esta situación, además de que la consolidación corporativa de las empresas, los cambios tecnológicos y la incorporación al mercado y la economía global de millones de trabajadores de China y de otros países asiáticos ha complicado el mundo del trabajo productivo en México, al venir a competir con productos más bajos en precios y de sólo aceptable calidad.

miércoles, 18 de mayo de 2016

La deuda pública española supera el 100% del PIB: cada español debe 23.500 euros


La deuda del conjunto de las administraciones públicas españolas subió en marzo pasado en 14.031 millones, el mayor repunte mensual desde mayo de 2014, hasta superar el volumen del PIB, según los últimos datos del Banco de España. Concretamente, el endeudamiento se situó en 1.095 billones de euros, lo que supone alrededor del 101% del PIB, calculado con el PIB de 2015 (.,081 billones), y supera el objetivo de deuda del Gobierno para todo el año, situado en el 99,1% del PIB, de acuerdo con la última revisión del Programa de Estabilidad; si el ratio de deuda pública se calcula con el dato previsto para este año (1.142 billones de euros) el dato se sitúa en el 95,88% del PIB.

Si se repartirera la deuda por la población española (unos 46,4 milones de habitantes, según el último dato del INE), cada habitante tendría que pagar 23.595 euros. Son unos 7.600 euros más que cuando Mariano Rajoy llegó al poder: en diciembre de 2011, el endeudamiento se situaba en los 743.530 millones, lo que correspondía a una deuda per cápita (la población era de 46,6 millones de habitantes) de unos 15.933 euros; esto es, con el Gobierno del PP ha subido un 48,1%. El aumento de la deuda en marzo, del 4,1%, es superior al ritmo de crecimiento observado el mes precedente, del 3,4%, mientras que con respecto al cierre del pasado año, creció cerca del 2,1%. Así, el saldo deudor de España no ha frenado su crecimiento en 2016. Antes del comienzo de la crisis, en 2007, la deuda pública española ascendía a 384.000 millones de euros, equivalente al 35,5% del PIB.

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Crisis y mutaciones del capitalismo


Alejandro Nadal, La Jornada

La crisis global que explota en 2007 no es un pequeño tropiezo en la historia del capital. Es un terremoto de magnitud inusitada que alterará las formas de organizar la producción y el consumo para siempre. Las transformaciones que le están asociadas tocan las estructuras del Estado y de la plataforma de acumulación de riqueza que han caracterizado el movimiento del capital desde hace más de 200 años.

El anterior podría parecer un enunciado aventurado. Después de todo, la historia que nos cuentan los economistas tradicionales, en sus diversos colores, desde los más conservadores hasta los que visten el ropaje del llamado keynesiano, la crisis no es más que el resultado de una desafortunada combinación de eventos, casi un accidente. Para los conservadores la crisis se genera por errores en el manejo de la política económica. Por ejemplo, en Estados Unidos este grupo sostiene que fueron las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac (patrocinadas por el gobierno) las que precipitaron la crisis de las hipotecas sub-prime. Y aunque los datos desmienten esta tesis, el dogma del mal gobierno se perpetua. El corolario es que no hay nada malo con el capitalismo.

El TTIP es incluso peor de lo que aparenta


Vicenç Navarro, Público

El pensamiento neoliberal hoy es el dominante a ambos lados del Atlántico Norte. Tanto las ramas ejecutivas como las legislativas del Estado federal de EEUU, así como la rama ejecutiva (el Consejo Europeo), administrativa (la Comisión Europea) y legislativa (el Parlamento Europeo) del establishment europeo y también del Estado federal alemán (que domina en general el gobierno de la Eurozona) están controladas por partidos políticos, llámense conservadores, liberales, o incluso socialdemócratas (en realidad, socioliberales), que están todos ellos imbuidos de la ideología liberal. Y un elemento clave de tal ideología es que para salir de la crisis en la que todavía estamos (tanto en EEUU como en Europa) los países tienen que ser más competitivos, siguiendo la huella del modelo alemán, basado en las exportaciones, siendo estas el eje del estímulo de la economía alemana. Esta visión ha alcanzado los niveles de dogma, y como tal se reproduce a base de fe en lugar de evidencia científica.

Esta fe ha llevado a que se hayan firmado gran número de contratos bilaterales entre la UE y otros países, así como entre EEUU y otros tantos países. En este mensaje, el estímulo del comercio es la solución a la crisis económica que tenemos. Y ahora el reto mayor –según el pensamiento neoliberal- es aprobar la joya de la corona, la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (el TTIP en sus siglas en inglés). Tal tratado se promueve como elemento clave de la recuperación económica, pues facilitaría la recuperación de las tasas de crecimiento económico que Europa solía tener, con la consiguiente creación de empleo. Según la Comisión de Comercio del Parlamento Europeo, “el TTIP podría impulsar la contribución de la industria al PIB europeo, pasando de un 15% a un 20% del PIB en el año 2020, al facilitar la entrada en el mercado estadounidense de pequeñas y medianas empresas, pudiendo tener acceso a un mercado potencial (entre la UE y EEUU) de 850 millones de consumidores”. Es así como se presenta tal tratado por parte del pensamiento hegemónico neoliberal que domina los establishments político-mediáticos a ambos lados del Atlántico Norte.

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